La colegiata de Santa Juliana de Santillana del Mar (Cantabria, España), a la que debe su nombre esta localidad cántabra (Sant Iuliana - Santillana), es uno de los monumentos románicos más representativos de la región. Fue declarada Monumento Nacionalel 12 de marzo de 1889..
En 2015, en la aprobación por la Unesco de la ampliación del Camino de Santiago en España a «Caminos de Santiago de Compostela: Camino francés y Caminos del Norte de España», fue incluido como uno de los bienes individuales (n.º ref. 669bis-011) del camino costero.
Monumento histórico-artístico (hoy BIC) (12 de marzo de 1889; RI-51-0000057) | ||
Patrimonio de la Humanidad (parte de «Caminos de Santiago de Compostela: Camino Francés y Caminos del Norte de España», n.º ref. 669bis-012) (2015) | ||
Vista del exterior | ||
Localización | ||
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País | España | |
División | Cantabria | |
Municipio(s) | Santillana del Mar |
Supuestamente la joven Juliana de Nicomedia fue martirizada en Asia Menor(hoy Turquía) durante las persecuciones emprendidas por el emperador Diocleciano a finales del siglo III, y sus restos traídos en el siglo IX a este lugar del Reino de Asturias por algunos monjes peregrinos. En época del rey de Asturias Alfonso III (los documentos lo sitúan en 870) se construyó una ermita bajo la advocación de la santa donde custodiar y venerar sus reliquias, y luego un cenobio que prosperó bajo la protección de la nobleza local. Fue el rey Fernando I de Castilla, en 1045, quien le dio el impulso definitivo por otorgamiento de importantes privilegios, uno de los cuales consistió en poner bajo soberanía de su abad la villa y sus posesiones.
El templo primitivo fue sustituido en época románica por el que, con diversos añadidos y reformas, se ha conservado hasta hoy, que data del siglo XII. En sus orígenes constituyó un monasterio benedictino, pero en el siglo XI adquirió el rango de colegiata regida por una comunidad de canónigos de San Agustín. A partir de entonces, respaldado por ayuda nobiliar, pasa a ser el templo más importante de Cantabria.
El esquema constructivo responde al de una iglesia de tres naves de cuatro tramos y transepto, tres ábsidessemicirculares, una torre cilíndrica, y cimborrio sobre el crucero. Se completa el conjunto con un claustro y las dependencias abaciales. La nave central es de mayor anchura que las laterales e igual a la del transepto, por lo que el crucero presenta planta cuadrada. Los brazos del transepto no sobresalen de los muros laterales, de forma que no se aprecian al exterior. Las cabeceras de las tres naves están constituidas por sendos ábsides semicirculares escalonados. A los pies de la nave principal se levantó una torre campanario de planta cuadrada que al exterior es de similar aspecto que la que se yergue sobre el crucero, dando una imagen de simetría a quien observa la iglesia desde la fachada meridional.
En el aspecto formal y decorativo hay que mencionar la existencia de una portada principal abierta en el lateral sur que permite el acceso desde la plaza, y otra en el muro norte que comunica la iglesia con el claustro. Como remate de la primera se dispuso en época posterior un frontón triangular de aire renacentista reemplazando al alero románico originario sobre canecillos; muestra una hornacina que contiene la imagen de Santa Juliana en actitud de someter al demonio. Tampoco es original la galería de quince arcos que corre por la parte superior del lienzo sur. El abocinamiento de la portada está formado por arquivoltas adoveladas lisas; por encima se alinean una serie de figuras humanas bastante deterioradas, destacando en el centro una mandorla sostenida por cuatro ángeles en la que se enmarca un pantocrátor sedente.
La cubrición de las naves se efectúa mediante bóvedas de crucería, y la de los brazos del transepto mediante bóvedas de cañón; los ábsides se techan con bóvedas de horno. Sobre el crucero se alza un cimborrio en forma de torre cuadrada en cuyo interior, a un nivel inferior al del tejado, se dispone una cúpula descentrada que apoya sobre pechinas.
Un elemento de especial interés lo constituye el claustro adosado a finales del siglo XII y principios del XIII al muro norte de la iglesia. En una primera fase se levantaría el ala sur y una parte del ala oeste; ya entrado el siglo XIII se completaría esta ala y se construiría el ala norte. El lado este es de época posterior (siglo XVI) y no sigue las directrices del estilo románico.
Las galerías primitivas están formadas por arcos de medio punto soportados por columnas pareadas o cuádruples. En total cuenta con 43 capiteles de los que los más antiguos, los del lado sur y primer tramo del lado oeste, son historiados con tallas de apreciable mérito, mientras que los más recientes presentan temas vegetales.
La iglesia de San Martín de Luiña se localiza en el lugar de Escalada, barrio de la parroquia de San Martín de Luiña y concejo de Cudillero (Asturias, España). El acceso a Escalada se realiza a través de la carretera N-632 (carretera de Ribadesella a Canero) y la comarcal AS-222 (carretera de San Martín de Luiña a Brieves), que atraviesa el lugar de Escalada. El templo parroquial corona la cima de la loma en que tiene su asiento el caserío de Escalada, que se dispone en torno a la iglesia.
En 2015, en la aprobación por la Unesco de la ampliación del Camino de Santiago en España a «Caminos de Santiago de Compostela: Camino francés y Caminos del Norte de España», fue incluida como uno de los bienes individuales (n.º ref. 669bis-014) del camino costero.
Bien de Interés Cultural (28 de noviembre de 1996, RI-51-0009584) | ||
Patrimonio de la Humanidad (parte de «Caminos de Santiago de Compostela: Camino Francés y Caminos del Norte de España», n.º ref. 669bis-014) (2015) | ||
Iglesia de San Martín de Luiña | ||
Localización | ||
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País | España | |
División | Asturias | |
Municipio(s) | Cudillero | |
Ubicación | San Martín de Luiña |
Historia[editar]
La iglesia de San Martín de Luiña es un templo barroco, realizado a principios del siglo XVIII sobre el solar de emplazamiento de un edificio anterior medieval, del que no se conservan restos. Fue levantado entre 1718 y 1726, apareciendo inscrita la fecha de 1726 sobre el dintel de la puerta principal. En la primera década del siglo XIX se construyeron los pórticos que protegen, a los pies de las naves, las tres portadas del templo. A mediados del siglo se erigió la torre campanario. El edificio sufrió reformas en el siglo XX y en 1964 la cúpula primitiva de la torre, seriamente dañada durante la guerra civil, fue sustituida por el actual remate.
La iglesia[editar]
La iglesia de San Martín de Luiña está construida a base de mampostería, con piedra sillar en cadenas esquinera, vanos, contrafuertes, pilares, arcos, impostas, cornisas y elementos ornamentales como ménsulas, columnas de portadas etc. Los paramentos exteriores están revocados y enlucidos de blanco. Presenta planta de cruz latina, con tres naves, cabecera plana, con sacristías laterales, pórticos y torre campanario a los pies; al muro del testero aparece adosado el recinto del antiguo cementerio parroquial, hoy jardín. Las naves y los brazos del crucero están cubiertas con bóveda de crucería; el ábside lo hace con bóveda de cañón ligeramente apuntada y el tramo central del crucero con cúpula hemiesférica sobre pechinas.
La portada principal u occidental es una sobria portada clasicista, adintelada y moldurada con orejas, cuya clave, fechada en 1726, se orna con una roseta. Está enmarcada por dos pilastras acanaladas que sostienen un entablamento liso y descansan sobre pedestales decorados con hojas de acanto. Las otras dos portadas, igualmente adinteladas, participan de la misma inspiración clasicista de la portada occidental. Se vieron afectadas por la realización de los pórticos circundantes, habiendo perdido la septentrional la parte superior de las columnas de fuste liso sobre pedestales que la flanqueaban y de la cruz que corona la ménsula de su clave. La meridional está formada por dovelas con resalte almohadillado, apareciendo sobre la ménsula de su clave los restos de una columnilla entorchada. Está guarnecida también por sendas columnas, de las que resta completa la del lado izquierdo, rematada con un capitel de hojas de acanto. Sobre el dintel corre una imposta decorativa que, a modo de entablamento clásico, alterna piezas acanaladas con rosetas de ocho pétalos. Esta imposta recorre también exteriormente los brazos del crucero y la capilla mayor. Los pórticos se cubren con bóvedas de crucería, que descansan en pilares, con capiteles-imposta estriados. El suelo de pórtico está enchinarrado. La torre de la iglesia, de casi 27 metros de alturas, se adosa al extremo occidental del pórtico se divide en tres tramos: pórtico de entrada, campanario y piso aterrizado, en el que se eleva un templete rematado por cúpula achaflanada y ochavada.
Interior[editar]
En el interior del templo aparece la misma imposta decorada del exterior y las pilastras de los arcos tienen los mismos capiteles-imposta con acanaladuras de los pórticos. En los muros de la capilla mayor aparece, asimismo, una cornisa, bellamente decorada. Los muros están pintados, imitando falsos sillares. En el enlosado se conservan las inscripciones alusivas al lugar de enterramiento, más o menos cerca del altar, que correspondía a cada estamento social (en el lado de la epístola aparece inscrito «Sepulturas entre nobles y estado llano» y en el de del evangelio «Sepulturas de casados niños célibes y nobles») y a los lugares destinados en la nave central para los vaqueiros («No pasar de aquí a oír misa los baqueros» y «División de sepulturas entre forasteros y baqueros»).
El retablo mayor y los dos colaterales son tres espléndidos retablos barrocos, de la primera mitad del siglo XVIII, atribuidos a Gabriel Antonio Fernández «Tonín». El retablo mayor está consagrado a San Martín, el del lateral izquierdo a la Virgen del Rosario y el del lateral derecho a la Virgen de los Dolores. Sus imágenes originales fueron quemadas durante la guerra civil. En el interior de la sacristía se conserva un edículo o arcosolio que corresponde con una ventana ciega, ahora reabierta, formada por un arco rebajado con adorno de molduras y florones y rematada con tres grandes pináculos. A su valor artístico, suma el etnográfico, merced a las inscripciones que aparecen en el enlosado, alusivas al lugar de enterramiento, más o menos cerca del altar, que correspondía a cada estamento social y a los lugares que debían ocupar en la nave central los vaqueiros.
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