Arnes es un municipio de Cataluña, España. Perteneciente a la provincia de Tarragona, en la comarca de la Tierra Alta, situado en el extremo meridional de ésta, junto al río Algars y en el límite con Aragón.
| 1900 | 1930 | 1950 | 1970 | 1981 | 1986 |
|---|---|---|---|---|---|
| 1.280 | 1.305 | 1.067 | 652 | 559 | 557 |
Lugares de interés[editar]
- Ayuntamiento. Construido en 1584 y considerado como una de las construcciones civiles más relevantes del renacimientocatalán.
- La iglesia parroquial dedicada a Santa Magdalena, es de estilo barroco. Fue edificada sobre las ruinas de una iglesia gótica en el año 1693. Consta de tres naves y un campanar de torre. Tiene capillas laterales. Los restos del ábside de la antigua iglesia se pueden ver en la calle San Antoni.
Batea es una localidad y municipio de la comunidad autónoma de Cataluña, España. Perteneciente a la provincia de Tarragona, pequeño municipio de la comarca de la Tierra Alta, situado al oeste de ésta, en el límite con Aragón, lindando con Maella, Nonaspe y Fayón.
Algunos historiadores han identificado Batea con la comarca de Ilercavonia, conocida por "Adeba", que es de origen protohistórico.
El historiador Padre Haga, a su paso por estas tierras en 1739, dijo que Adeba significaba embarcación y Batea recuerda una gran barca.
El yacimiento de la Torre Madrina de los s. VIII y VII a. C., es el primer indicio constatado de población en la zona. Hay también el yacimiento del Tossal del Moro que se trata de un poblado ibérico datado del s. VII y principios del s. VI aC
Al suroeste de la partida de Benufets, hay una gran población totalmente destruida con vestigios griegos, fenicios y romanos, conocida por el Coll del Moro del borrascas. Tiene una fuente muy cerca del recinto urbano, hoy prácticamente seca, y una gran balsa construida sobre la roca viva. Algunas edificaciones más recientes recuerdan viviendas de los agricultores de los s. VI o VII.
También hay vestigios de un tramo de 3 km de la antigua vía romana que comunicaba el puerto de Dertusa (Tortosa) con las ciudades del interior de la provincia Tarraconense, como Ilerda (Lleida) y Cesaraugusta (Zaragoza). Esta vía era una alternativa al río Ebro durante el verano que llevaba poco caudal. El trazado se corresponde con el antiguo camino de los Massalocans, que de Batea en la Pobla de Massaluca. Son restos romanos y de la conquista cristiana de la ciudad.
Después de haber tomado el territorio a los árabes, en 1153, Batea se cita por primera vez en un documento escrito de donación de Ramón Berenguer IV a los Templarios de Miravet. El 1181, hay dos concesiones de Alfonso I referentes a Batea y el río Algars, en las que se otorga carta puebla a los futuros residentes bajo el fuero de Zaragoza, pero al mismo tiempo concede los 2 castillos al caballero Bernat Granell, el cual ejerció la autoridad, pero pronto los templarios recuperar el dominio de Batea y Algars y concedieron una nueva carta de población en 1205 a un grupo de 60 nuevos pobladores, y hubo nuevas cartas de población a territorios cercanos, Valle Mayor, Mas de San Juan, los Massalocans, Pinyeres, etc.
Cuando en 1317, los hospitalarios heredaron los bienes de los templarios, Batea, Pinyeres y Algars formaban parte de la Alcaldía de Miravet, la que se conocería más adelante como la castellanía de Amposta.
En 1358 había 214 fuegos en Batea, 29 a Pinyeres y 22 al Algars. El 1378, después de fuertes epidemias, Batea tenía 94 fuegos, Pinyeres 33 y Algars 13. Pero durante los s. XVIII y XIX los 2 últimos núcleos fueron perdiendo población a favor de Batea, que se convirtió en la única población.
El pueblo se verá afectado a lo largo de los años por diversos conflictos bélicos. Así el S. XV, los partidarios de Juan II incendiaron la población. La Guerra de los Segadores, en el s. XVII tiene un testimonio contemporáneo en la figura de un il • lustro batería, el doctor de teología y rector de Gandesa, el Sr. Onofre Catalán, que explica como en enero de 1642 las tropas castellanas del marqués de la Hinojosa, que se dirigía a Flix con un ejército de 6.000 hombres, encontraron resistencia a su paso por el valle de Batea. La población se fortificó la ciudad, entonces, amurallada y reforzada por soldados franceses y de la Generalidad de Cataluña. Después de 4 días de lucha, los castellanos entraron en la Villa Cerrada. Batea fue cruelmente saqueada donde murieron unas 200 personas.
La jurisdicción continuó en manos de los hospitalarios en la castellanía de Amposta, pero Algars ya no aparece en las relaciones del S. XVII. Batea y Algars constituyeron una encomienda hospitalaria en el s. XVIII, en la Alcaldía de Miravet, según Miret y Sans, pero todos los bienes y la dominicatura de la orden pasaron a la corona, en 1820, bajo el reinado de Carlos IV.
Durante el S. XVIII la prosperidad económica y demográfica se hace patente en la construcción de la nueva iglesia parroquial de San Miguel.
Las guerras carlistas volvieras a producir luchas y enfrentamientos en la villa.
Durante la guerra civil, 1936-1939, la ciudad se encontraba en la retaguardia del Frente del Ebro, lleno de hospitales de campaña.
En julio de 2017, debido al supuesto trato peyorativo de la Generalitat, se propuso un referéndum para que Batea dejara de ser parte de la Comunidad Autónoma de Cataluña y pasara a formar parte de la comunidad autónoma de Aragón.
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