Autogiro | ||
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Autogiro Cierva C.6.
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Tipo | Aerodino con motor de alas giratorias | |
El autogiro o girocóptero es una aeronave de ala giratoria, es decir, vuela como los aviones pero su ala es un rotor que gira por la acción del viento relativo que lo atraviesa de abajo hacia arriba. Por ello, se puede considerar un híbrido entre el aeroplano y el helicóptero: al igual que el aeroplano, su propulsión se realiza mediante una hélice, pero, además de alas, tiene un rotor como el helicóptero. Este rotor no está conectado al motor de la aeronave, por lo que gira libremente («autogira»), impulsado por el aire, generando así la fuerza de sustentación. En el helicóptero, por el contrario, la propulsión y la sustentación se producen en el rotor, que sí está impulsado por el motor.12
El autogiro puede conseguir velocidades de vuelo muy lentas.
Es un aparato muy seguro.
El autogiro fue invención del ingeniero español Juan de la Cierva, quien desarrolló el rotor articulado que más tarde usarían los helicópteros (aunque es pasivo, este sistema diseñado por Juan de la Cierva compensaba la diferencia de empuje del aire batido, cuando la pala va hacia adelante, con el batido, cuando va hacia atrás, que hacía volcar tanto al autogiro como al helicóptero). En su primer vuelo, el autogiro logró recorrer 200 metros en 1923 y más tarde, realizó el primer viaje entre aeródromos desde Getafe a Cuatro Vientos en 1924. Hay que destacar que Juan de la Cierva nunca se interesó por los helicópteros, a los que consideraba demasiado complicados para volar y proclives a los accidentes.
Los primeros modelos de autogiros fabricados por Juan de la Cierva disponían de unas pequeñas alas que hacían la función de alerones para controlar el alabeo. Posteriormente su inventor introdujo una articulación en la cabeza del rotor y le aplicó «mando directo» haciendo innecesarias las citadas alas. Así mismo en los modelos más avanzados se podría transmitir fuerza del motor al rotor por medio de un prelanzador, acortando así la carrera de despegue, hasta llegar al «despegue de salto», prácticamente vertical. El primer prelanzador fue diseñado por Heraclio Alfaro Fournier. Un perfeccionamiento posterior fue el llamado rotor autodinámico, introduciendo un ángulo respecto a la vertical en la articulación de arrastre, sistema que mantenía las palas del rotor en «paso fino» hasta que alcanzada una cierta velocidad y se desembragaba el motor, momento en el que las palas se desplazaban en arrastre aumentando bruscamente su ángulo de ataque, y generando así la sustentación necesaria para el «despegue de salto».
El nacimiento de los helicópteros propició el declive de los autogiros hasta su práctica desaparición, aunque en tiempos más recientes ha habido un cierto resurgir entre la aviación deportiva, tanto por iniciativas comerciales como por aficionados que construyen sus propios autogiros.
Autorrotación con motor parado[editar]
En caso de una parada del motor en vuelo, el autogiro planea y comienza a descender lentamente, tal como cae la semilla de un sicomoro, que tiene una forma de hélice que hace que caiga suavemente del árbol en Autorrotación.1 Cuanto más rápido lo haga, tanto más rápidamente giran las palas del rotor, almacenando energía y proporcionando mayor sustentación. También en un helicóptero se puede recurrir a la autorrotaciónpara tomar tierra sin motor, pero el piloto tiene que actuar sobre el paso colectivo y colocar el rotor en régimen de autorrotación. En cambio, un autogiro vuela siempre en autorrotación.
La azafea (denominado también como al-safîha) es un instrumento de observación astronómica además de un computador analógico útil para la resolución de problemas de astronomía esférica y astrología. La azafea permite el cómputo y observación astronómica en cualquier latitud terrestre (instrumento universal). Azarquiel, astrónomo andalusí que vivió en la ciudad de Toledo (España) en el siglo XI, inventó, construyó y escribió sobre la al-Safiha al-Zarqaliya (Azafea zarqueliana) un tratado sobre el astrolabio universal.1 Este tratado hizo que el rey Alfonso X el Sabio hiciera incluir una traducción al romance en el libro de la azafea incluido en su Libro del Saber de la Astronomía de 1276. La azafea es uno de los inventos desarrollados por la ciencia andalusí que contribuyó no solo a la astronomía sino también a la orientación y navegación de la época.
Características[editar]
Mientras que el astrolabio es diseñado para observaciones y cómputos desde una latitud específica, la azafea permite hacer estas observaciones en cualquier latitud terrestre —de ahí la denominación de instrumento universal—. El mismo Azarquiel creó dos variedades distintas de este instrumento astronómico, la denominada ma‘müniyya —denominada de esta forma por haberla dedicado al rey al-Mamun de Toledo— y la abba-diyyaofrecida a al-Mutamid ben Abbad de Sevilla. Este instrumento permitía calcular la relación entre horas temporarias y horas iguales (denominadas también equinociales), la altura del sol sobre el horizonte, la posición del sol en las casas astrológicas (declinación solar), la latitud geográfica del lugar de observación —lo que le convertía en un instrumento útil para la orientación y navegación—, la ascensión recta de un astro y la longitud del arco diurno de un día dado.
El instrumento es básicamente una proyección estereográfica sobre los coluros de los solsticios, en contraposición con la proyección estereográfica polar del astrolabio sobre el plano del horizonte. El centro de proyección empleado en esta proyección es el punto vernal.2 Este tipo de proyección fue muy novedosa en la época.3 Sobre el pivote central del instrumento gira una alidada con una escala graduada (regula) con dos pínulas para alinear en un punto de mira el sol o cualquier astro y poder de esta forma trasladar el ángulo a las escalas de la azafea, la brachiolus que es un cursor empleado en los astrolabios universales. Entre las escalas empleadas para el cómputo astronómico se encontraban: la umbra recta y versa (cálculo de tangentes).
Historia del instrumento[editar]
Existe un manuscrito (nº 962) en la Real Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial que describe la azafea en 100 capítulos repartidos en 82 folios.4 También se encuentra descrita en el manuscrito nº 156 de la Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid. El médico y astrónomo Jacob Ben Machir ibn Tibbon (Profatius judeus) la tradujo al idioma hebreo, y Bernardo el Arábigo contribuyó a la revisión de la obra alfonsina de Azarquiel al verterla al latín en 1278.5 Esta edición latina circuló por Europa y permitió que el astrónomoalemánRegiomontano publicara en el siglo XV una lista de los problemas astronómicos resueltos mediante la azafea.6 Entre los escritores y comentaristas de este instrumento se encuentra Yehudá ben Mosé ben Cohén. El uso de este astrolabio puede haber influido posteriormente en otros diseñadores de instrumentos astronómicos como el español Juan de Rojas y Sarmiento, que en el siglo XVI elaboró numerosos estudios sobre el uso de las proyecciones ortográficas en los astrolabios.7 La idea de hacer un astrolabio universal similar fue desarrollada igualmente en el siglo XVI por el astrónomo alemán Gemma Frisius en lo que denominó astrolabio católico.8 Ya en el siglo XX Roser Puig y Millás Vallicrosa hicieron numerosos estudios y traducciones de los diversos manuscritos y bibliografía existente sobre este instrumento.
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