Las primeras cimeras heráldicas, eran representadas sobre los
lambrequines, un adorno del timbre con formas vegetales pero posteriormente, se introdujo en el yelmo otro adorno, el
burelete que posee la forma de un paño o trozo de tela (habitualmente con los dos
esmaltes o colores característicos del campo del escudo).
1 Con frecuencia, la cimera era sustituida por una
corona nobiliaria que se colocaba sobre el yelmo y en algunas composiciones heráldicas, se representaba la cimera sobre la corona. Algunas ciudades empleaban en el timbre de sus escudos
coronas murales como símbolo de la autonomía de sus corporaciones de gobierno. Los objetos más frecuentes representados en una cimera eran figuras de diferentes animales, en especial los
leones heráldicos, seguidos de aves. Era muy habitual que únicamente mostraran su mitad superior. Las figuras humanas solían aparecer de cintura para arriba y portando armas.
En
España, los
monarcas navarros fueron los primeros en incorporar una cimera a su
escudo de armas, hecho que se produjo durante el reinado de
Felipe III a mediados del
siglo XIII. Esta cimera consistió en la representación de una
cuba decorada con el blasón empleado por cada soberano y un penacho de plumas de
pavo real.
2 Temprana también fue la adopción de la cimera por parte de los
reyes aragoneses que se produjo poco tiempo después. Su cimera poseía la forma de una
vibra o
dragón que en origen fue un emblema personal del rey
Pedro el Ceremonioso y posteriormente se convirtió en un símbolo permantente de la realeza aragonesa. Se cree la figura del dragón es el origen de una representación posterior con forma de
murciélago, conocida como
rat-penat, muy extendida en los territorios de la antigua
Corona de Aragón.
3 Esta confusión ya acontece en algunas obras del
siglo XVI, como el
Livro da Nobreza e Perfeiçam das Armas del heraldista
portuguésAntónio Godinho.
4 La cimera usada por los
monarcas de la Corona de Castilla, consistió en un castillo con la figura de un león asomado
naciente y coronado. Así podemos observarla en la lámina dedicada al monarca castellanoleonés en el
Armorial del Toisón de Oro.
La
Cimera del Rey de Aragón,
Cimera Real,
Cimera del dragón es un emblema heráldico que ornamenta la
Señal Real de Aragón en algunas de sus representaciones. Se figura como una
vibra o
dragón sumado a un conjunto llamado
cimera, que es dispuesto en la parte superior de la representación del blasón y que tiene en su origen la significación de emblema personal (empresa o divisa) del rey
Pedro el Ceremonioso.
Según
Guillermo Fatás Cabeza, se trata de un emblema parlante que representa un mote o lema con la equivalencia entre «dragón» y «d'Aragón»,
1 que aludía a la dignidad real en las tierras y pueblos del rey de Aragón, habitualmente llamados entre los siglos XII y XIV «Casal d'Aragó» y, desde la última década del siglo XIII, también
Corona de Aragón.
2
Posteriormente pasó a ser símbolo de la realeza de la
Corona de Aragón y finalmente símbolo de la autoridad vinculada a la monarquía en todos los territorios en los que ejerció su poder.
Armas del Rey de Aragón en Antonio Godinho,
Libro da Nobreza e Perfeiçao das Armas,
c.1522.
Se postula que es el elemento originario que daría pie a la posterior representación heráldica del
rat-penat (
murciélago en valenciano). Esta confusión ya acontece en algunas obras del
siglo XVI, como el
Livro da Nobreza e Perfeiçam das Armasdel heraldista
portugués António Godinho.
4
En la terminología
heráldica al uso, la cimera es un ornamento que se añade a la representación del blasón o escudo de armas en su parte superior (timbre) y que comenzó a usarse como insignia personal del portador del escudo para diferenciar su uso. En el caso de las armas completas de Pedro IV el Ceremonioso se trataría, en el más conocido de sus diseños heráldicos, de un escudo
timbrado de yelmo con corona real abierta, mantelete con
Cruz de Íñigo Arista y cimera en forma de dragón alado.
Escudo de la Comunidad Valenciana(DOGV 211, de 13 de diciembre de
1984), basado en la heráldica del monarca Pedro el Ceremonioso, en el cual puede observarse la cimera del rey de Aragón.
A partir de su utilización por parte de Pedro IV de Aragón, el emblema que apareció como
divisa personal, fue usado como expresión de la dignidad real por sus sucesores. Ejemplos de su uso podría ser el blasón de la ornamentación del
alfarje de una de las salas del Palacio de los Reyes Católicos de
la Aljafería, construido por mandato de
Fernando II de Aragón y V de Castilla entre
1488 y
1492.
La Cimera del Castillo y el León o Cimera Real de Castilla.
Esta cimera, compuesta, consistió en un castillo o fortaleza con la figura de medio león asomándose en su parte superior. Estas dos figuras fueron extraídas de los
muebles del
escudo de armas de estos reyes.
Durante los reinados de los monarcas castellanos y de los españoles pertenecientes a la
Casa de Austria, el león se encontraba coronado con una corona real antigua, abierta.
El primer monarca en utilizar esta cimera fue
Juan II de Castilla, su uso se encuentra documentado en las monedas de diez y veinte
doblas, acuñadas en la ciudad de
Sevilla. Como ha expuesto el historiador José María de Francisco Olmos en su estudio sobre la moneda castellana bajomedieval, en el anverso de estas monedas se encuentran representado un escudo con la
Divisa de la Banda, un emblema muy utilizado por este monarca, situado en un escudo,
timbrado con la mencionada cimera.
En el mismo estudio, este autor recuerda que la Cimera del Castillo y el León también se encuentra representada en una imagen Juan II, de tipo ecuestre, recogida en el
Armorial de la Orden del Toisón de Oro, custodiado en la Biblioteca del Arsenal de
París.
1
Las armas castellanas con la cimera primitiva
Las armas castellanas con la Cimera del Castillo y el León. Durante el reinado de Juan II la cimera solía representarse sobre un escudo con la Divisa de la banda
Después del reinado de los
Reyes Católicos, hay constancia del uso de esta cimera por parte de
Felipe el Hermoso en algunas versiones ornamentadas del escudo de armas que adoptó como rey
jure uxoris de Castilla. Podemos encontrar dos ejemplos destacados en su
sello3 y en el libro sobre la
Orden del Toisón de Oro, ilustrado por
Simon Bening. Las armerías de Felipe fueron recogidas en esta obra dada su condición de soberano-gran maestre de la orden.
4
Los monarcas españoles de la Casa de Austria también mantuvieron esta cimera en sus escudos más ornamentados. A comienzos del siglo XVI la figura del león comenzó a portar una espada (en su diestra) y un
orbe (en su siniestra). En el caso de
Felipe II y
Felipe III, la cimera castellana se encontraba flanqueada por otras dos, consistentes en las figuras de sendos dragones, que habían pertenecido a los
monarcas portugueses y
aragoneses. En los escudos de estos dos reyes, se encontraba situada en el lugar preferente, en la parte central del timbre, porque las armas castellanas se encontraban colocadas en el primer
cuartel del blasón propiamente dicho. Uno de estos escudos puede contemplanse sobre las estatuas orantes que representan a la familia Felipe II, obra de
Pompeo Leoni, que se encuentran situadas en el interior de la Basílica de
El Escorial (
Madrid).
5
6
Por el mismo motivo, la preferencia otorgada a las armas castellanas, los monarcas españoles de la
Casa de Borbón únicamente mantuvieron la cimera castellana en la versión más ornamentada de su escudo de armas (tanto en la variante adoptada por
Felipe V como en la de su hijo
Carlos III). En estas armerías, la corona del león fue sustituida por otra cerrada con ocho diademas, cinco a la vista, como ocurría con la utilizada en la versión común del escudo de armas y se introdujo una cinta con la inscripción
Santiago, aludiendo al apóstol
Santiago como patrón de España. En esta época, fue habitual considerar a la cimera castellana como la cimera real del conjunto de
España, así lo expusieron algunos heraldistas como el
José de Avilés e Iturbide, I
marqués de Avilés, en su obra
Ciencia heroyca. Sin embargo, desde el siglo XVIII, los blasones más ornamentados fueron utilizados de forma muy puntual y nunca llegaron a ser considerados oficiales, por lo que la Cimera del Castillo y el León prácticamente cayó en desuso.
7
8
La
Cimera Real de Navarra fue un
adorno del casco empleado por los
monarcas navarros y su
represenación heráldica que ornamentó algunas versiones de sus
escudos. Aunque existió otra versión primitiva de breve existencia, consistió en la representación de una
cuba decorada con el blasón empleado por cada monarca y un penacho de plumas, generalmente de
pavo real, que se mostraba junto a la corona de sus titulares.
Mikel Ramos Aguirre, en su estudio centrado en esta cimera, ha señalado que la elección de la cuba pudo responder a imposibilidad de reproducir el escudo de Navarra en bulto redondo, completándose con el penacho de plumas como adorno.
Según este autor la adopción de este adorno en Navarra, a mediados del
siglo XIII, se produjo antes que en otros reinos de la
península ibérica debido al origen francés los soberanos que reinaron en Navarra entre los siglos XIII y
XV. La Cimera Real de Navarra cayó en desuso a comienzos del
siglo XVI.
Ramos Aguirre también ha afirmado que las fuentes fundamentales para el estudio de la Cimera Real de Navarra son los
sellos pertenecientes a los reyes y otros miembros de la familia real, y los
armoriales (
Armorial de Gelre,
Armorial de Reynecky y el
Livro da Nobreza e Perfeiçam das Armas).
Los cambios que ha experimentado la Cimera Real de Navarra han sido los siguientes:
- Felipe III. En el reverso del sello ecuestre que usó entre 1329 y 1339 se mostró la figura de un león sentado situado entre un vuelo. En los sellos ecuestre y secreto de este monarca de 1340 ya incluyen la cimera de la cuba con el penacho de plumas. Tamto la cuba como el mantelete del yelmo ya se muestran decorados con el carbunclo de las armas navarras.
- Carlos II. En todos sus sellos aparece representado el yelmo coronado con la cuba, el penacho de plumas, ya de pavo real, y las armas reales (Navarra y Evreux) sobre la cuba y en el mantelete.
- Carlos III. Empleó una cimera muy semejate a la que perteneció a su padre, introduciéndola como adorno en la parte superior de la testera de su caballo.
- Juan II de Navarra y Aragón. En su sello ecuestre de 1435 está reproducida una cimera idéntica a la de sus antecerores aunque no se han conservado las armas situadas sobre la cuba. Las armas difieren de las anteriores ya que éstas se combinaron con un cuartelado en aspa de Aragón, Castilla y León.
No existen fuentes que permitan conocer si los herederos del trono introdujeron o no su escudo
brisado en la cimera, circunstancia que ha podido constatarse en otros miembros de la familia real e incluso en las líneas ilegítimas.
Felipe de Navarra, conde de Longeville, segundogénito de Felipe III, utilizó la cimera de la cuba y las plumas introduciendo en sus armas un
lambel de plata de tres pendientes como brisura o diferencia.
Luis de Navarra, conde de Beaumont-le-Roger, hermano menor de Carlos II, en la cimera que se muestra en sus sellos de 1355 y 1356 sustituyó la corona real por un
burelete, diferenciando sus armas de las reales con una
bordura de plata.
Pedro de Navarra, conde de Mortain, hijo de Carlos II, también llevó sus armas que fueron las reales diferenciadas con una bordura
angrelada (
llana desde 1377) problamente
de plata. En un sello atribuido a
Carlos, príncipe de Viana, la cimera coronada cuenta con partes del carbunco pero no se muestra el penacho de plunas.
En lo relativo a las líneas ilegítimas,
Leonel, hijo de Carlos II, utilizó una cimera con burelete (hasta 1410), la cuba con sus armas personales (
De Azur,
jefe de las armas de Navarra y Evreux
aumentadas de dos leones en 1407).
Gorrofredo, hijo de Carlos II, cuarteló en sus armas las de su padre con tres cabrios. En la cuba de su cimera redujo el cuartelado a la mitad en un
partido.
Carlos de Beaumont, hijo natural del infante Luis y nieto de
Juana II de Navarra y
Felipe, situó su escudo un cuartelado de Navarra-Evreux
losangeado de azur y de oro. El linaje de los Lacarra, descendientes del infante Enrique de Champaña, retiraron el penacho de plumas e introdujeron un león saliente y situaron sus armas (combinadas con las reales de Navarra) sobre la cuba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario