sábado, 1 de marzo de 2014

ESCLAVITUD - HISTORIA



Por su parte, en 1561 los jesuitas consiguen penetrar en la corte real de Mutapa() y bautizar al rey, parientes y consejeros. En 1569 el rey portugués Don Sebastián envía mil hombres para obtener el control de las minas de oro, expulsar a los mercaderes swahilies y abrir camino a los misionarios. Toda esta presión origina divisiones en la corte, las cuales conducen a la declinación definitiva de Mutapa. Además, a finales del Siglo XVI los barcos franceses, ingleses y holandeses comienzan a rondar el Cabo de Buena Esperanza, con lo que se inicia la generalización de la ocupación europea.
Bajo la influencia de la Corte de Lisboa, el tráfico de esclavos se transforma en una de las principales motivaciones de esta penetración.
Entre el Siglo VII y el Siglo XVI, en Africa se produce un gran desarrollo económico, político y cultural, coronado con la creación de varios estados y reinos como el del Gran Zimbabwe(), de Mutapa, el Imperio del Congo(), de Ghana(), de Mali() y de Songhay().
Africa nunca estuvo aislada de los continentes vecinos. Varias regiones fueron directamente influenciadas por el islamismo. Estos contactos con el exterior, especialmente con el mundo árabe a través del comercio, dieron a Africa una contribución valiosa y una experiencia importante.
Sin embargo, a partir del Siglo XVI el rumbo de la historia africana tiene un vuelco total, cuando Europa entra en un período de expansión económica y geográfica, pasando a interferir negativamente en el desarrollo de las sociedades africanas.
Entre los siglos XVI y XIX, millones de africanos son arrancados violentamente de sus tierras y aldeas con destino a América y las islas del Oceano Indico(), donde son obligados a trabajar en grandes plantaciones de azúcar, tabaco, algodón, cacao y en las minas de oro y plata. Estos productos son aprovechados posteriormente como materia prima para lasindustrias en evolución en Europa.
Debido al hecho que en América los colonizadores no consiguieron utilizar a los indígenas como fuerza de trabajo en volumen y condiciones deseadas, recurren a los esclavos importados desde Africa. Alrededor del año 1550, comienza este tráfico de esclavos del continente africano a América y a partir de 1720 a las islas despobladas del Oceano Indico.
Con el tráfico de esclavos, el hombre pasa a ser un objeto de cambio, una mercancía y una máquina de trabajo, en lugar del buey o del arado.
Eran varios los métodos utilizados para la obtención de esclavos. Las guerras entre los reinos por el control del comercio y la extensión de sus territorios constituían las principales formas de apropiacion de esclavos, los que posteriormente eran vendidos en la costa a los traficantes. Incluso, a veces el tráfico se realizaba entre grupos de una misma jefatura, cuando la demanda era abundante. En ocasiones, los esclavos eran obtenidos a través de la imposición de tributos a los jefes sometidos. También los traficantes hacían por su cuenta guerras y "razzias" para conseguir esclavos.

 

En esta parte, el trabajo se centrará en el trafico de esclavos desde el territorio que corresponde aproximadamente a lo que hoy es Angola.
Como ya se dijo, en la costa occidental de Africa el tráfico de esclavos comenzó en el siglo XV. En 1441, por primera vez, los portugueses capturan esclavos africanos.
Antes de la llegada de los europeos a la costa occidental africana muchos reinos e imperios de esta región habían logrado gran prosperidad económica y eran cultural y políticamente fuertes.
En 1482, los portugueses llegan por primera vez al Congo. Desembarcan en la desembocadura del río Congo y contactan con los habitantes de la jefatura Soyo y con el propio Mani-Soyo().
La noticia de la presencia de los portugueses llegó hasta Mbanza Congo, capital del Imperio, donde vivía Manicongo Nzinga Nkuvu. A partir de entonces comienzan a establecerse relaciones entre el Imperio del Congo y el Reino de Portugal. Estas relaciones se consolidan cuando Manicongo Nzinga Mbemba sucede a Manicongo Nzinga Nkuvu.
En 1512, Manicongo Nzinga Mbemba firma un acuerdo con el rey de Portugal. En este acuerdo, Portugal se compromete a enviar al Congo misionarios, profesores, constructores, médicos, farmacéuticos y también consejeros jurídicos que ayudarían a Mbemba a reorganizar el sistema administrativo y jurídico.
Por su parte, Mbemba retribuiría otorgando facilidades comerciales a los comerciantes lusitanos, permitiendo la propagación del cristianismo en su territorio, facilitando la obtención de oro, cobre, marfil y esclavos. El Congo enviaría a Lisboa y Roma varios jovenes para que aprendiesen a leer y escribir y fuesen formados como sacerdotes.

 

El oro, el cobre, el marfil y los esclavos servirían como moneda de cambio para pagar los gastos de viaje, estudio y formación; igualmente como retribución por todos los productos valiosos, ornamentos, armas, vestuario y otros que serían enviados a Mbemba. Con este acuerdo, Mbemba pretendía obtener ayuda técnica y económica para desarrollar su Imperio.
Para los portugueses, este acuerdo significaba penetrar y obtener las riquezas tan deseadas en Portugal y Europa. Bajo el pretexto de expandir el cristianismo entre los pueblos paganos, la religión se convierte inicialmente en la principal forma de penetración y facilita la dominación posterior y el pillaje del Congo.
Mbemba fue el primero en convertirse al cristianismo y es bautizado con el nombre de Alfonso I.
Sin embargo, el futuro traería grandes sorpresas para Manicongo Alfonso I. Nunca recibió los barcos que solicitaba. Algunos de los jóvenes congoleses enviados a estudiar a Europa fueron reducidos a esclavos. El Congo poco y nada recibió de Portugal, salvo misionarios y comerciantes.
Con el correr de los años, el comercio fue ganando una dinámica sin precedentes en esta región. Se abrían nuevas rutas de acceso al interior, la competencia por el tráfico de esclavos se generalizaba, muchos manis de las jefaturas y reinos dependientes comenzaron a hacer directamente el comercio con los traficantes de São Tomé. Manicongo ya no conseguía controlar el tráfico en el Imperio. Algunos reinos tributarios entran en luchas por su autonomía. Alrededor del año 1586 se produce un conflicto de autoridad entre Ngola, "mani" del reino de Ndongo() y Manicongo, que acaba por fijar la frontera entre los dos reinos en el río Dande.



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