Por su parte, los portugueses construyen grandes fortalezas, instalan colonos y desarrollan actividades militares en la parte del reino del Congo. A partir de la Isla de Luanda esperaban conseguir esclavos, oro, plata y otros metales en mayor cantidad.
En 1575 comienzan a implementar el plan de ocupación. Se funda la ciudad de Luanda y construye un fuerte. A partir de Luanda penetran con apoyo militar a fin de obtener mas esclavos.
La conquista de Luanda y la desintegración del Imperio del Congo significan la culminación de la autonomía e independencia política de Manicongo, comienza la competencia comercial, se propaga la lucha contra los reinos vasallos y se pone de manifiesto la interferencia en su política interna y externa.
La posición geográfica de Ndongo (Angola) facilita el tráfico de esclavos a lo largo de la costa y desde el interior. Loango y Mpinda fueron inicialmente los principales puertos de exportación de esclavos en el reino del Congo, ubicados en el actual territorio de Angola.
Las rutas terrestres más utilizadas eran: Mpinda a Mbanza Congo (Sao Salvador) y de allí a Mpunbu; de Ambrizete a Mbanza Congo, pasando por Bembe; de Mbanza Congo a Soyo. La ruta marítima era de Loango a Luanda.
El tráfico de esclavos en la costa occidental africana paso a ser monopolio de los portugueses, que no permitían socios en este negocio altamente lucrativo. Sin embargo, este monopolio no se prolongó por mucho tiempo. Las noticias de las riquezas provenientes del Golfo de Guinea alimentaban la codicia del resto de Europa, comenzando por los españoles. En 1475, los españoles enviaban una flota de 30 barcos a Guinea, contra la cual Portugal preparó otra para combatirla. Las tentativas de incursion por parte de los españoles en el tráfico establecido continuarían.
A su vez, los ingleses también interfieren el tráfico de esclavos en esta región. Inicialmente practicaban la piratería en las posesiones portuguesas del Golfo de Guinea, Costa de Mina y Costa de Malagueta.
Se realizan extensas negociaciones que toman siempre en cuenta los intereses comerciales de los ingleses en Portugal y el mantenimiento del monopolio portugués en la costa occidental de Africa. Estas negociaciones culminan con la Convención del 29 de octubre de 1576, que reconoce la libertad de los mercaderes ingleses en Portugal, pero reserva a los portugueses el negocio de Africa por tres años.
Mientras tanto, otros países europeos entran en el tráfico de esclavos. Así, en el Siglo XVII junto a Portugal y España compiten Inglaterra, Francia y Holanda, lo que desencadena una verdadera disputa a los intereses del monopolio portugués.
Debido a esto, por Ley del 19 de marzo de 1605, Portugal cerró los puertos de sus colonias a la navegación extranjera. Sin embargo, esta medida fue ineficaz, aún más cuando su superioridad marítima habia desaparecido.
Los holandeses, a partir de 1612, desencadenan ataques de ocupación a las posesiones portuguesas. Los centros comerciales lusitanos que se encontraban a lo largo de la costa son atacados desde el mar. En agosto de 1641, después de varios anos de batallas, es ocupada la costa de Angola y de Benguela. Los holandeses pusieron fin al monopolio en los territorios y mares de dominio portugués. Como consecuencia de la ocupación de Angola, los portugueses no tienen otro camino que recurrir a Mozambique como fuente de aprovisionamiento de esclavos para su colonia en el Brasil.
Es así como el tráfico transatlántico de esclavos llega a la costa oriental africana más tarde que a la costa occidental. Fue a partir de 1645 que los traficantes y comerciantes portugueses comienzan a frecuentar los puertos de la costa oriental africana con más asiduidad, especialmente Mozambique.
Este tráfico se intensifica a partir de la segunda mitad del Siglo XVIII, cuando la demanda de esclavos en esta región supera la extracción de oro y marfil.
A partir de los primeros anos del Siglo XIX, las relaciones comerciales con el exterior pasan a depender casi exclusivamente de la exportación de esclavos. De todos los puertos de Mozambique se exportan esclavos para las islas francesas del Indico, América, Arabia, Golfo Pérsico, India y Goa (posesión portuguesa en la India).
Ya antes del Siglo XVIII habían salido esclavos de Mozambique según fuentes árabes y portuguesas, pero en ningún caso el número fue tan elevado y alarmante como desde el Siglo XVIII en adelante.
Si las condiciones físicas de los puertos favorecían las actividades de los negreros, la complicidad de los gobernantes, desde los gobernadores generales hasta los gobernadores de capitanías(), agravó la situación. Ellos fueron los principales traficantes y exportadores de esclavos hasta los años sesenta del Siglo XIX. Vendían esclavos a los franceses, quienes los llevaban a sus plantaciones de azúcar y café a las islas del Indico.
Dadas las necesidades de mano de obra en las plantaciones de America del Sur, especialmente del Brasil, mercaderes brasileños, norteamericanos y centroamericanos comenzaron a llegar y a principios del Siglo XIX el tráfico hacia América superaba al de las islas del Indico.
En este tráfico se destacan también los yao() y los maravies() del Lago de Niassa, que venían hasta la costa con caravanas de esclavos para ser vendidas a los traficantes árabes. Los yaos llevaban también esclavos para los "prazos" del valle del Zambeze().
A partir de 1830, los árabes fueron los principales traficantes de esclavos. Muchas embarcaciones árabes, pangaios(), desde diferentes puertos del norte de Mozambique acarreaban gran número de esclavos para las islas Comores y Madagascar. A mediados del Siglo XIX, estos traficantes cambian tejidos por esclavos. La isla de Ibo paso a ser frecuentada por los árabes de Zanzibar, Kilwa, Mombaza y sobre todo por los de las islas Comores.
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