LA ESCLAVITUD EN LA ANTÍGUA GRECIA .-
La Antigua Grecia posee varios estatutos serviles. Más concretamente, existe una multitud de estatutos que van del ciudadano libre al esclavo-mercancía, pasando por los esclavos-siervos (penestes o hilotas), los ciudadanos que han perdido la categoría, los libertos, los bastardos o los metecos.82 Moses Finley (1997) propone un esquema de lectura de los diferentes estatus:83
- derecho a una forma de propiedad
- poder sobre el trabajo de otro hombre
- poder de castigar a otro hombre;
- derechos y deberes judiciales (posibilidad de ser arrestado y/o castigado arbitrariamente)
- derechos y privilegios familiares (matrimonio, herencia, etc.)
- posibilidad de movilidad social (emancipación);
- derechos y deberes religiosos
- derechos y deberes militares (servir en el ejército como simple sirviente, soldado de infantería pesada o ligera, o como marino).
En Atenas, los esclavos no tienen jurídicamente ningún derecho.84 Un delito merecedor de una multa para un hombre libre da lugar a golpes de látigo para el esclavo, parece que, una dracma por golpe.80 Con algunas excepciones, el testimonio de un esclavo no es admisible, salvo bajo tortura.85 El esclavo no está protegido, si alguien le maltrata, su amo puede intentar una acción por daños y perjuicios (griego), δίκη βλάϐης, dikê blabês).80 Inversamente, si su amo le maltrata en exceso, cualquier ciudadano puede perseguir a éste último (griego antiguo γραφὴ ὕϐρεως, graphê hybreôs): no se trata de humanidad hacia el esclavo, sino de reprobación de toda forma de exceso (griego antiguo, ὕϐρις, hibris).86 Incluso la muerte de un esclavo: es la mancha del asesino la que la causa. El sospechoso es juzgado por el tribunal del Paladión,87 y no por el Areópago, y la pena prevista es el exilio, también para el homicida involuntario.
En Gortina, cuyo código grabado en piedra data del siglo VI a. C., el esclavo (doulos o oikeus) se halla en un estado de dependencia muy amplio. Así, sus hijos pertenecen a su amo;89 éste es responsable de todos los delitos de su esclavo e inversamente, percibe las multas pagadas por otros por los delitos cometidos contra el suyo. En las leyes de Gortina, donde todas las penas son pecuniarias, un esclavo tiene los montantes duplicados cuando comete un crimen o un delito.90 Inversamente, un delito cometido contra un esclavo cuesta mucho menos caro que un delito cometido contra un hombre libre. Así, la violación de una mujer libre por un no libre está castigado con una multa de 200 estateros, mientras que la violación de una esclava no virgen por un no libre lleva aparejada una multa de sólo un óbolo.91 El esclavo, sin embargo, tenía el derecho de poder poseer un domicilio y el correspondiente ganado, unas posesiones que podían ser transmitidas a sus descendientes, incluso los vestidos y objetos necesarios para el hogar.90 Su familia era reconocida por la ley y, de esta manera, podían contraer matrimonio, divorciarse, escribir un testamento y heredar, como lo hacía cualquier hombre libre.
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