HISTORIA DE LA ESCLAVITUD .-
Desde 1831, la propaganda antiesclavista había adquirido una virulencia extraordinaria e inspirado múltiples libelos y relatos contra la esclavitud, entre los cuales la posteridad ha destacado la conocida novela de Harriet Beecher-Stowe La Cabaña del Tío Tom, cuyo eco ha llegado hasta nuestros días con Richard Wright y sus Hijos del Tío Tom. La esclavitud se consideraba como un delito contra las normas cristianas y los Derechos del Hombre y su mantenimiento un atentado contra los principios elementales de la Constitución. Tal estado de ánimo provocó una rebelión armada en Virginia (1831), sublevación que fue ahogada en sangre. Gran Breta abolió la esclavitud en todos sus dominios en 1834 y los europeos que llegaban a los Estados Unidos eran decididos partidarios de la supresión de esta servidumbre. Los abolicionistas intervinieron activamente en política y desde 1840 pusieron todo su empeño, en las elecciones presidenciales, en favor de los candidatos que apoyaban su doctrina.
De 1830 a 1860 se llegó a una serie de transacciones sin alcanzar, no obstante, una solución tolerable o un modus vivendi que ofreciera cierta estabilidad. Los acuerdos adoptados ni hicieron más que acentuar la discrepancia entre el Norte y el Sur y obstaculizar la creación de una nación norteamericana. El Sur, con objeto de encontrar campo libre para la expansión de la esclavitud, intentó proceder a la conquista de algunos territorios fuera de los límites de los Estados Unidos. Los territorios sobre los que el Sur pensó extenderse fueron Cuba y Nicaragua, y con tal motivo envió expediciones de filibusteros, ayudó la sublevación de los cubanos y entabló negociaciones con España para la compra de la isla antillana, sin resultado alguno, dada la oposición del gobierno de Madrid. Los deseos abolicionistas del Norte acabaron por crear en el Sur ciertos anhelos de independencia de la Unión. Así, en 1860 y bajo el impulso de Jefferson Davis, los Estados del Sur, principalmente la Carolina meridional, al observar que el Norte, en el terreno parlamentario y económico estaba en vías de ganar la partida, decidieron retirarse de la Unión el 20 de diciembre de 1860 y el 8 de febrero del año siguiente redactó en Montgomery (Alabama) una Constitución para el gobierno provisional de los Estados soberanos e independientes de Carolina del Sur, Georgias, Florida, Alabama, Misisippí y Luisiana. El principio fundamental de las regiones esclavistas: “el negro no es igual al blanco y se le puede reducir al estado de siervo”, fue reconocido legalmente.
EL OBJETIVO POLITICO DE LINCOLN.
“Mi objetivo supremo en esta lucha es la salvación de la Unión y no la protección o el aniquilamiento de la esclavitud. Si yo pudiera salvar la Unión sin libertar un solo esclavo, lo haría; y si pudiera salvar la Unión libertando a unos y a otros no, también lo haría. Lo que hago con respecto a la esclavitud y a la raza negra lo hago porque creo que contribuye a salvar la Unión. Y lo que dejo de hacer lo dejo de hacer porque no creo que pueda contribuir a salvar la Unión”.
La venta o subasta de esclavos era una actividad común en los estados del Sur. Utilizados para labores domésticas y agrícolas, sobre todo en plantaciones algodoneras, los esclavos negras eran tasados según sus capacidades físicas.
LA ABOLICION DE LA TRATA.
Desde el siglo XVII, cuando el derecho de poseer esclavos era indiscutido, se manifestaron algunas dudas acerca de la justicia del tráfico de esclavos.
En las colonias americanas del norte, una de las primeras luchas contra la trata de esclavos era indiscutido, se manifestaron algunas dudas acerca de la justicia del tráfico de esclavos.
En las colonias americanas del norte, una de las primeras luchas contra la trata de esclavos tuvo por protagonista a un grupo de cuáqueros de Germantown que se negó a comprar esclavos y que elevó en 1688 una protesta a la Asamblea Colonial; las medidas restrictivas aprobadas por éstas fueron vetadas por el Consejo Privado de Inglaterra. Cuando se firmó la Declaración de la Independencia (1776) la esclavitud era aun legal en la totalidad de las trece colonias.
La importancia norteamericana de esclavos se vio afectada a partir de 1790 por el temor de una insurrección al estilo de la de Haití (1791). Mientras los británicos sufrieron sólo algunas molestias a causa del lejano levantamiento, los plantadores del sur de Estados Unidos sintieron que sus propias vidas estaban en peligro por importar esclavos haitianos.
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