viernes, 21 de marzo de 2014

LENGUA EN LA EDAD ANTÍGUA - OBRAS ESCRITORES




OBRAS DE CÁTULO .-

con quien juega, al que en su seno tiene,
al que acerca la yema de su dedo
e incita a picotear ardientemente,
cuando, añorante de mi amor, se entrega
a un juego encantador que desconozco,
buscando algún consuelo a su dolor
para calmar, supongo, un grave fuego:
poder jugar contigo como ella
y aliviar las tristezas de mi alma
me sería tan grato como dicen
que fue para la rápida doncella
la manzana de oro que deshizo
el cinturón ceñido tanto tiempo.


los rumores severos de los viejos
que no valgan ni un duro todos juntos.
Se pone y sale el sol, mas a nosotros,
apenas se nos pone la luz breve,
sola noche sin fin dormir nos toca.
Pero dame mil besos, luego ciento,
después mil otra vez, de nuevo ciento,
luego otros mil aún, y luego ciento...
Después, cuando sumemos muchos miles,
confundamos la cuenta hasta perderla,
que hechizarnos no pueda el envidioso
al saber el total de nuestros besos.

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