ESOPO .-
El sol del verano ardía sobre el campo. La cigarra cantaba a toda voz en las largas horas de la siesta, tranquilamente sentada en una rama.
Comía cuando se le antojaba y no tenía preocupaciones.
Entretanto, allá abajo, las hormigas trabajaban llevando la carga de alimentos al hormiguero.
Terminó el verano, quedaron desnudos los árboles y el viento comenzó a soplar con fuerza. La cigarra sintió frío y hambre. No tenía nada para comer y se helaba. Entonces fue a pedir auxilio a sus vecinas, las hormiga. Llamó a la
puerta del abrigado hormiguero y una hormiga acudió. La cigarra le pidió comida.
_ ¿Por qué no guardaste en el verano cuando abundaba? ¿Qué hiciste? _ le preguntó la hormiga.
_ Cantaba _respondió la cigarra.
_¿Mientras yo trabajaba? ¡Pues ahora baila!_ dijo la hormiga dándole con la puerta en las narices.
Comía cuando se le antojaba y no tenía preocupaciones.
Entretanto, allá abajo, las hormigas trabajaban llevando la carga de alimentos al hormiguero.
Terminó el verano, quedaron desnudos los árboles y el viento comenzó a soplar con fuerza. La cigarra sintió frío y hambre. No tenía nada para comer y se helaba. Entonces fue a pedir auxilio a sus vecinas, las hormiga. Llamó a la
puerta del abrigado hormiguero y una hormiga acudió. La cigarra le pidió comida.
_ ¿Por qué no guardaste en el verano cuando abundaba? ¿Qué hiciste? _ le preguntó la hormiga.
_ Cantaba _respondió la cigarra.
_¿Mientras yo trabajaba? ¡Pues ahora baila!_ dijo la hormiga dándole con la puerta en las narices.
Moraleja
Debemos ser prevenidos y pensar en el futuro, para no vernos luego en dificultades
Debemos ser prevenidos y pensar en el futuro, para no vernos luego en dificultades
La zorra y el león anciano.
Un anciano león, incapaz ya de obtener por su propia fuerza la comida, decidió hacerlo usando la astucia. Para ello se dirigió a una cueva y se tendió en el suelo, gimiendo y fingiendo que estaba enfermo. De este modo, cuando los otros animales pasaban para visitarle, los atrapaba inmediatamente para comérselos.
Ya habían llegado y perecido bastantes animales, cuando la zorra, adivinando cuál era su ardid, se presentó también, y deteniéndose a prudente distancia de la caverna, preguntó al león cómo estaba de salud.
_ Mal _contestó el león, invitándola a entrar.
Un anciano león, incapaz ya de obtener por su propia fuerza la comida, decidió hacerlo usando la astucia. Para ello se dirigió a una cueva y se tendió en el suelo, gimiendo y fingiendo que estaba enfermo. De este modo, cuando los otros animales pasaban para visitarle, los atrapaba inmediatamente para comérselos.
Ya habían llegado y perecido bastantes animales, cuando la zorra, adivinando cuál era su ardid, se presentó también, y deteniéndose a prudente distancia de la caverna, preguntó al león cómo estaba de salud.
_ Mal _contestó el león, invitándola a entrar.
Pero la zorra le dijo:
_ Entraría si no viera que todas las huellas entran, pero no hay ninguna que salga.
Moraleja:
Moraleja:
Siempre advierte a tiempo los indicios del peligro, y así evitarás que te dañe.
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