lunes, 25 de julio de 2016

Paleografía

Sistemas de escritura de la Edad del Bronce

escritura cuneiforme es comúnmente aceptada como una de las formas antiguas de expresión escrita, según el registro de restos arqueológicos.1
A finales del IV milenio a. C., los sumerios comenzaron a escribir su idioma mediante pictogramas, que representaban palabras y objetos, pero no conceptos abstractos. Una muestra de esta etapa se puede observar en la tablilla de Kish (del 3500 a. C.). Hacia el 2600 a. C. los símbolos pictográficos ya se diferenciaban claramente del ideograma original, y al finalizar ese milenio, con objeto de hacer más fácil la escritura, ya eran completamente diferentes.
La escritura cuneiforme fue adoptada por otros idiomas: el acadio, el elamita, el hitita y el luvita, e inspiró a los alfabetos delantiguo persa y el ugarítico.
El cuneiforme se escribió originalmente sobre tablillas de arcilla húmeda, mediante un tallo vegetal biselado en forma de cuña, de ahí su nombre. El término cuneiforme proviene del latín cúneus (‘cuña’) por la forma de las incisiones, aunque un antiguopoema sumerio las denomina gag (‘cuñas’).2
Durante el período acadio comenzaron también a utilizarse el metal y la piedra.
En un principio, la escritura a base de pictogramas no era adecuada para escribir conceptos abstractos, los verbos y sus tiempos, los pronombres, etc. Por ello, se comenzaron a utilizar ciertos símbolos con valor fonético silábico. Así, por ejemplo, dado que en sumerio el sustantivo «ajo» y el verbo «dar» eran homófonas (sum), el mismo símbolo que se utilizaba para aquél comenzó a usarse con valor fonético para este. Con el paso del tiempo, aplicando similitudes semejantes, se creó un corpus silábico, usado preferentemente para expresar ciertos elementos gramaticales y conceptos abstractos.
El sumerio era una lengua aglutinante, por ello, cuando los acadios adoptaron el cuneiforme para su propia lengua semítica, dado que el valor fonético y el ideográfico podían confundirse fácilmente, desarrollaron estos unos signos determinantes que indicaban cómo debía leerse cada símbolo. Al final de este proceso, por ejemplo, el símbolo que se leía como an, además del silábico, podía tener otros dos significados: el concepto ‘dios’ o ‘cielo’ y un determinante para indicar que algo tenía naturaleza divina o celeste.
Evolución del ideograma ‘cabeza’, del 3000 al 1000 a. C.
En algunos conjuntos de tablillas, como los de Uruk, se han contado hasta 2000 signos cuneiformes diferentes. En los siglos sucesivos, tal variedad se redujo enormemente, hasta que durante el período acadio eran usados con asiduidad unos 600.

Descubrimiento

Europa tuvo constancia de esta escritura gracias al viajero italiano Pietro Della Valle, que hizo escala en Persépolis aproximadamente hacia el año 1621. Una vez allí, no sólo dejó constancia por escrito de la magnífica y antigua capital del Imperio aqueménida, sino que también copió una serie de peculiares signos grabados en las ruinas de las puertas del palacio de dicha ciudad y que además figuraban en tres versiones.
En 1700, Thomas Hyde ―profesor de la Universidad de Oxford― acuñó el término «cuneiforme» para estas inscripciones, cuando publicó un trabajo sobre los logros obtenidos por Della Valle. El título de su obra: Dactuli pyramidales seu cuneiformes, dio nombre a esta original escritura.3

Descifrado

Años más tarde, en 1835 Henry Rawlinson, un oficial de la armada británica, encontró la Inscripción de Behistún, en un acantilado en Behistún en Persia. Tallada durante el reinado del rey Darío I de Persia (522-486 a. C.), consistía en textos idénticos escritos en los tres lenguajes oficiales del imperio: persa antiguo, babilonio yelamita. La importancia de la inscripción de Behistún para el descifrado de la escritura cuneiforme es equivalente al de la piedra de Rosetta para el descifrado de losjeroglíficos egipcios.
Rawlinson dedujo correctamente que el persa antiguo usaba un alfabeto silábico y lo descifró correctamente. Trabajando de manera independiente, el asiriólogo irlandésEdward Hincks también contribuyó al descifrado. Después de traducir el persa, Rawlinson y Hincks comenzaron a traducir los otros. En gran medida fueron ayudados por el descubrimiento de la ciudad de Nínive por parte de Paul-Émile Botta en 1842. Entre los tesoros descubiertos por Botta estaban los restos de la gran biblioteca deAsurbanipal, un archivo real que contenía varios miles de tablas de arcilla cocidas con inscripciones cuneiformes.
En 1851, Hincks y Rawlinson, podían leer ya 200 signos babilonios. Pronto se les unieron otros dos criptólogos, un joven estudiante de origen alemán llamado Julius Oppert y el versátil orientalista británico William Henry Fox Talbot. En 1857 los cuatro hombres se conocieron en Londres y tomaron parte en el famoso experimento para comprobar la precisión de sus investigaciones.
Edwin Norris, el secretario de la Real Sociedad Asiática, le dio a cada uno de ellos una copia de una inscripción recientemente descubierta datada en el reinado del emperador asirio Tiglath-Pileser I. Un jurado de expertos fue convocado para examinar las traducciones resultantes y certificar su exactitud. Las traducciones resultantes de los cuatro expertos coincidían en todos los puntos esenciales. Hubo por supuesto algunas pequeñas discrepancias. El inexperto Talbot había cometido unos cuantos errores, y la traducción de Oppert contenía unos cuantos pasajes dudosos debido a que el inglés no era su lengua materna. Pero las versiones de Hincks y Rawlinson eran virtualmente idénticas. El jurado declaró su conformidad, y el descifrado de la escritura cuneiforme acadia pasó a ser un hecho consumado.

Uso

Los signos cuneiformes eran escritos por escribas usando cuñas principalmente sobre tablillas, casi siempre de arcilla y ocasionalmente de metal, que luego se guardaban en una suerte de primitivas bibliotecas, escrupulosamente organizadas, que servían para el aprendizaje de futuros escribas. Estas bibliotecas pertenecían a la escuela de cada ciudad o, a veces, a colecciones particulares.
Las tabillas estaban escritas en un número variable de columnas y contenían:
  • La serie y el número de la tablilla en esa serie, para su correcta catalogación.
  • El texto.
  • Colofón, que contiene a su vez la primera línea de la siguiente tablilla, el propietario, el año de reinado del soberano correspondiente, en ocasiones los títulos del mismo, la ciudad de la escuela y el nombre del escriba y raramente, el autor.
Nótese el parecido de ese sistema con la operativa moderna de los protocolos de escribanos y notarios.
Evidentemente el uso no quedaba restringido a las tablillas; por ejemplo encontramos escritos en los ladrillos de la Babilonia del primer milenio el nombre deNabucodonosor II.

Transliteración

La escritura cuneiforme tiene un formato específico de transliteración. Debido a la polivalencia del sistema de escritura, la transliteración no es únicamente sin pérdida, sino que además puede contener más información que el documento original.Por ejemplo, el signo DINGIR en un texto hitita puede representar tanto la sílaba hititaan, o puede ser parte de una frase acadia, representando la sílaba il, o puede ser un sumerograma, representando el significado sumerio original, dios.
De este modo, en ambientes cultos (escuelas de escribas) o ante falta de palabras formadas se utilizaba el idioma sumerio, en el que cada palabra equivale a un signo, mientras que ese mismo signo podía ser una sílaba en, por ejemplo, neobabilónico, en un primer paso hacia el sistema de letras latino.

Unicode

La escritura cuneiforme forma parte del estándar Unicode desde la versión 5.0 de julio de 2006, codificada en dos bloques diferentes pertenecientes al plano suplementario multilíngüe (SMP).4
  • Bloque U+12000–U+1237F: escritura cuneiforme, 879 caracteres.
  • Bloque U+12000–U+1237F: numerales y signos de puntuación, 103 caracteres.

LA ESCRITURA CUNEIFORME EN MESOPOTAMIA


Aunque los pictogramas sumerios nacieron hacia el 3200 a. C. (en Uruk), el sistema clásico de escritura cuneiforme no quedó fijado sino hacia 2800: es empleaba una caña biselada con la que se imprimían "cuñas" en la arcilla; al principio, cercadas por cartuchos; luego alineadas y sin cartucho, de izquierda a derecha. El sistema (que duró hasta el siglo I) era muy complejo.
En sus principios constaba de unos 900 signos y nunca bajó de 400. Los ideogramas -muy pocos- representaban el sentido de la palabra adjunta, sin que hubiese otra regla que la del uso tradicional. La tendencia fue la de reservar los signos ideográficos para palabras frecuentes y representar las restantes divididas en sílabas cuyos valores fonéticos se escribían. Cada sílaba se representaba por un grafem, pero cada grafema podía valer por diversos sonidos. Este sistema cuneiforme de origen sumerio se aplicó para escribir sumerio, babilonio, asirio, hitita, luwita, hurrita y urartio.


El alfabeto más antiguo conocido (Ugarit, h. 1500) es de tipo más simple, aunque basado en la misma idea: hay un signo por cada consonante y una consonante por cada signo. Como en las lenguas semíticas, no es imprescindible escribir las vocales para captar el sentido de lo escrito. El posterior alfabeto de Biblos (Fenicia) supone, ante todo, una adaptación del ugarítico al procedimiento egipcio de escritura (tinta sobre soporte flexible, como papiro o piel). Esta fundamentación del signario en la representación de las consonantes posibilitó la democratización de la escritura, al reducir a una treintena la cantidad de signos precisa para poder escribir cualquier cosa. La adición de vocales por los griegos completó tan largo proceso, al que no es ajeno el ojo humano: éste no lee en un "continuum" perfecto, sino a pequeños saltos, abarcando porciones completas y discontínuas de texto.
El llamado alfabeto fenicio -que tiene su origen en el de Ugarit- invirtió el sentido usual de la escritura, procediendo de derecha a izquierda. Este modo de escribir pasó a las escrituras árabe y hebrea, que lo mantienen.

 
Las tablillas mesopotámicas de época histórica alcanzaron un módulo de gran eficacia. Divididas a menudo en líneas (y resultando frecuentemente que una línea equivalía a una frase), formaban colecciones homogéneas.
Fueron usando medidas en torno a los 5 cm. de ancho, 10 de alto y 2 ó 2,5 de grosor.
Cuneiforme (en forma de cuña) es el nombre que la Ilustración dio a la escritura más extendida y significativa en el POA. Su usó durante los tres milenios anteriores a la Era por muchas culturas y lenguas. Sólo fue superado por el sistema que dio origen a la familia alfabética fenicia (griego, etrusco, latino, arameo, hebreo, índico, etc.) Se genera a fines del IV milenio, por los sumerios (de origen incierto). Sus piezas más antiguas son las tablillas pictográficas de Uruk IV (Erech), registros de bienes por dibujo de los objetos inventariados, antropónimos y numerales simples (palotes, círculos). El sistema, muy limitado, pronto recurrió a la charada jeroglífica para escribir antropónimos mediante objetos cuyo nombre era igual o similar. Fue un avance hacia el método fonético. (Una mano se escribía con su dibujo y se decía "su"; la mano pasó a valer meramente por la sílaba "su"). El sumerio es muy monosilábico y bilítero y sus signos expresaban casi siempre sílabas. Se añadieron ideogramas para aclarar ciertas ambigŸedades: al haber en sumerio muchas palabras homófonas, los ideogramas denotaban a cuál de los posibles significados aludía el signo silábico. A su vez, un ideograma (logograma, pictograma) podía abarcar un gran campo semántico, por lo que tenía valor polifónico (varias lecturas posibles: sol, día, luz). Durante el III milenio, el trazo fue haciéndose más cursivo y los ideogramas, dibujos lineales convencionales. Escritos en tablillas de arcilla (pero también en otros soportes duros y blandos), los trazos tomaron forma de cuña, por tallarse así la punta del estilo que manejaba el escriba, que imprimía (por presión) cada trazo en la arcilla, levantando cada vez el estilo. Desaparecieron los trazos curvos y el sentido de la escritura acabó por ser de izquierda a derecha (en lugar de en columnas de arriba a abajo) y sin separación de palabras.
DIFUSIÓN Y EXTINCIÓN.
Fue adoptado por los acadios, establecidos en la zona a mitad del III milenio. Conservaron los ideogramas y sus combinaciones para expresar conceptos complejos, pronunciados en acadio, pero guardaron el valor fonético sumerio de los demás signos, aunque ampliaron el repertorio para adaptarlos al acadio y superar el casi total monosilabismo del sumerio. Muchos ideogramas sumerios se convirtieron en signos fonéticos trilíteros del acadio. Con ello, creció el problema de la polifonía: el ideograma "sol" se leía en acadio, fonéticamente, de seis formas (ud, tam, tu, par, lah, his). Leer signos sumerios en acadio trajo otras complicaciones, pues muchos signos guardaron su valor fonético sumerio, pero otros se introdujeron desde el acadio o se leyeron a la acadia: el ideograma "tierra" o "cordillera" se leía "kur" (sumerio), pero también "mat" y "sad" (tierra y montaña, en acadio). Esta dficultad persistió largamente. El más viejo cuneiforme semita es el acadio antiguo (textos de Sargón, m. h. 2279). Sumer siguió siendo una gavilla de ciudades-Estado hasta que fue unificado por Gudea de Lagash (m. h. 2124), en el último fulgor sumerio. La siguiente fase es la de Hammurabi (m. 1750). Su Código está en babilonio antiguo cuneiforme, del que surgirán las escrituras cuneiformes del babilonio medio y reciente. El cuneiforme asirio antiguo aparece con los colonos asirios que comerciaban en Anatolia (h. 1950, tablillas capadocias). El apogeo neoasirio usa una escritura desarrollada y conservada en miles de piezas de los grandes palacios (ej.: biblioteca de Asurbanipal en Nínive, h. 650 a. C.). Fuera de Mesopotamia aparece ya en el III milenio, vía Elam (Irán del SO), donde evolucionó hasta el I milenio, cuando probablemente originó el cuneiforme iranio (indoeuropeo), muy simplificado y prealfabético (persa antiguo). Al N, los hurritas partieron del acadio antiguo (h. el 2000) y lo transmitieron a los indoeuropeos hititas de Anatolia , llegados por aquella fecha. En el II milenio, el acadio de Babilonia (babilonio), no sin influencias y cambios, se convirtió en "lingua franca" general para la comunicación escrita. La correspondencia política del periodo casi no se escribió de otra forma. A veces, el cuneiforme tomaba forma peculiar, como en la cananea Ugarit (h. 1400) o se implantaba tal cual, como en Urartu (Montes Armenios, ss. IX-VI), que hablaba una lengua pariente del hurrita y la escribía en cuneiforme neoasirio. Tras la caída de Asiria (612) y Babilonia (539), cuando el arameo era ya "lingua franca", variantes de babilonio y asirio sobrevivieron en escritos cuneiformes casi hasta el cambio de Era. La muerte del cuneiforme fue rápida y casi total. Algunas culturas cuneiformes (hurrita, hitita, urartia) fueron olvidadas por entero al perderse sus archivos y su sistema de escritura. La escritura fenicia avanzó con rapidez en el O y en la Europa mediterránea: el cuneiforme no podía competir con un sistema tan eficaz y económico. Hacia el 500 a. C. estaba en franco retroceso y su recuerdo desapareció hasta el punto de que los griegos no tuvieron noticia ni de aun de su existencia anterior. (Sólo Heródoto menciona de pasada unos "assyria grámmata").
DESCIFRAMIENTO.
Comenzó por un epígono cuneiforme tardío: el persa aqueménide (VI-IV). Sus grandes epígrafes rupestres eran conocidos en la Europa del XVII: el nombre "cuneiforme" lo creó Engelbert KŠmpfer, h. 1700. En el XVIII creció el repertorio por las copias que Carsten Niebuhr hizo en Persépolis. Esas inscripciones contenían siempre tres escrituras: un tipo simple (unos 40 signos, casi un alfabeto) y dos complejos (silabarios o ideografías). Se supuso que los textos eran idénticos en cada pieza y que la primera lengua sería el persa antiguo (indoiranio; por ende, pariente de avéstico y sánscrito, ya conocidos). Las palabras se separaban con una diagonal, lo que facilitó la tarea. Georg Friedrich Grotefend (1802) supuso que las palabras iniciales serían nombre, títulos y genealogía del rey, como sucedía en inscripciones iranias posteriores escritas en una variedad del alfabeto arameo, ya descifrado. Así empezó a leer nombres propios y a deducir los valores fonéticos. La tercera lengua de esos epígrafes era igual a la de muchos hallazgos de Mesopotamia (sobre todo, de Asiria); resultó ser el acadio, también descifrado a partir de antropónimos. La larga vida del acadio cuneiforme, con sus muchas variedades y diferencias regionales o cronológicas, dificultó la tarea. Cuando se demostró que era semita, la Asiriología avanzó con rapidez por trabajos como los de Friedrich Delitzsch, Benno Landsberger y Wolfram von Soden. Tras el acadio, se descifró el sumerio, ya en el siglo XX, difícil por ser una lengua sin parientes. Como lengua hablada murió a mitad del II milenio, pero fue lengua religiosa en Babilonia, cuyo clero la conservó y normó y guardó textos de los que se conocía la versión babilónica. Estudiosos del sumerio fueron Delitzsch, F. Thureau-Dangin, Arno Poebel, Anton Deimel y Adam Falkenstein.
HITITA Y OTRAS LENGUAS. 
En 1906 se descubrieron los archivos regios de Hatti, en Hattusas (Bogazkšy, al E de Ankara). Poco antes, John Knudtzon sospechó que en algunas cartas diplomáticas egipcias de Tell el Amarna (Dinastía XVIII), escritas en cuneiforme, las había en una desconocida lengua indoeuropea. La hipótesis no pareció verosímil, pero la confirmó el hallazgo, en la I Guerra Mundial, por Friedrich Hrozny, de escritos que probaban que la lengua dominante en Hattusas era la de los hititas, indoeuropeos, dueños de Anatolia central en el II milenio, y que no fue muy difícil leer pues estaba en cuneiforme acadio. Ayudaron también textos bilingües en hitita y acadio. Una lengua ignota y sin parientes próximos conocidos no es comparable, por lo que el análisis interno es el único método sólido. El urartio y el hurrita, emparentados, se han descifrado en buena parte de esa forma. El urartio se conoce mejor: usa más ideogramas y se hallaron dos textos bilingües de urartio y asirio. En 1929, en Rash Shamra (Ugarit) apareció un cuneiforme muy simplificado, con menos de 30 signos que obligóa pensar en un alfabeto. Usaba, además, un palote para separar palabras. Pronto se supo que era una lengua semítica del NO, pariente del cananeo y cercana al fenicio. En 1964, Ebla (Tell Mardikh) ha revelado escrita en cuneiforme sumerio la lengua semita más antigua conocida (h. 2600).


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