sábado, 29 de octubre de 2016

Palacios por países - Italia

palacios de turín

El Palazzo Cavour, en Turín, es un admirable ejemplo de barroco del Piamonte.
Se sitúa en el cruce entre la vía Cavour y la vía Lagrange. Fue construido en 1729 según el proyecto de Gian Giacomo Plantery. En él vivió toda su vida Camillo Benso, conde de Cavour y en él se fundó el periódico Il Risorgimento.2
Ha sido recientemente restaurado por la Región del Piamonte y ahora es un centro de exposiciones de prestigio.











El palacio Carignano (en italianoPalazzo Carignano)? es un palacio situado en la calle de la Academia de las ciencias (Via Accademia delle Scienze) en Turín (Piamonte), en el norte de Italia. Es una de las «Residencias de la casa real de Saboya» declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.1 El palacio fue diseñado por el arquitecto italiano Guarino Guarini.

Historia

Detalle de la fachada ondulada.
La fachada posterior del siglo XIX del Palacio Carignano que da a la plaza de Carlos Alberto.
En la segunda mitad del siglo XVII Manuel Filibertopríncipe de Carignano, encargó a Guarino Guarini (1624-1683) que diseñara un palacio para su familia. La construcción se comenzó en el año 1679. El edificio está realizado en un estilo barroco atípico. Destaca de esta obra la fachada ondulada, con ladrillo y formas estrelladas, que parece mudéjar y que revela las influencias de Guarino Guarini, entre ellas la tradición hispanoárabe.2 La estructura es singular: una torre elíptica de fachada ondulante y dos alas laterales se enlazan para formar un patio cuadrado ceñido completamente por el cuerpo de fábrica. En la fachada principal se distingue la elipse gracias a su ondulación.
Las decoraciones sobre las ventanas de la planta noble recuerdan la campaña de la familia Cariñano con los franceses contra los iroqueses en 1667.
María-Teresa de Saboya-Carignano, más tarde princesa de Lamballe y desgraciada confidente de la reina María Antonieta, nació aquí en el año 1749.
La tarde del 13 de marzo de 1821 Carlos Alberto de Saboya-Carignano, nacido aquí, a la luz de las velas, proclama la llamada «Constitución de España», una Carta otorgada semejante a la Constitución Española de 1812. Con el ascenso al trono en 1831 y el consiguiente traslado al Palacio Real, el palacio Carignano fue cedido al patrimonio del Estado para albergar primero el Consejo de Estado y luego la dirección de Correos. Desde 1848 hasta 1861 el palacio se usó como cámara de diputados del Parlamento Subalpino. En 1861, con el nuevo parlamento italiano, la cámara era demasiado pequeña para albergar la cámara de diputados. En el curso de las labores de ampliación ejecutadas por Giuseppe Bollati sobre un proyecto de Gaetano Ferri entre 1864 y 1871se construyó la fachada posterior, sobre la actual plaza de Carlos Alberto, en estilo ecléctico en piedra blanca y estuco rosa, porticado en la planta inferior y una balaustrada sobre el techo realzado en el centro. Un gran fresco decorativo sobre la fachada principal con la inscripción QVI NACQVE VITTORIO EMANVELE II fue añadido en el año 1884 por Carlo Ceppi, respetando el estilo barroco. Se recuerda con dicha inscripción que allí nació el primer rey de Italia, Víctor Manuel en 1820.

Museo Nacional del Risorgimento

Actualmente, el palacio Carignano alberga el Museo Nacional del Risorgimento (en italianoMuseo Nazionale del Risorgimento italiano). Se trata de uno de los más importantes museos históricos italianos. Está dedicado, como indica su nombre, al periodo histórico del Risorgimento, la unificación política de Italia, que aconteció en la década de los 60 del siglo XIX.
La decisión de fundar el museo se toma en 1878, no muchos años después de la unidad de Italia, pero sólo se abrió al público en 1908. Inicialmente estuvo alojado en la Mole Antonelliana, transfiriéndose a este Palacio Carignano en el año 1938.
Los objetos expuestos son muy variados: armas, uniformes, documentos, manuscritos y obras figurativas. La exposición ocupa cerca de 3.000 m² distribuidos en 26 salas y cubre un periodo más amplio que el risorgimento en sí: la narración se inicia de hecho en el siglo XVIII y llega hasta finales de la Segunda Guerra Mundial.
El Museo cuenta en su planta superior con una amplia biblioteca que contiene un gran número de fuentes primarias y secundarias sobre el Risorgimento y su época.
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El Palacio Madama (Palazzo Madama e Casaforte degli Acaja) es un complejo arquitectónico e histórico situado en la céntrica plaza del Castillo (piazza Castello) en Turín (Piamonte), en el norte de Italia. Es una de las «Residencias de la casa real de Saboya» declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Historia

Parte posterior, que aún muestra el aspecto de un castillo del siglo XV.
Apoyos de piedra sobre pases de ladrillo destacan del estrato romano excavado.
A comienzos del siglo I a. C., el lugar de este palacio estaba ocupado por una puerta en los muros romanos de la que partía el decumanus maximusde Augusta Taurinorum (el antiguo nombre de Turín). Dos de las torres, aunque restauradas, aún testifican este núcleo original. Después de la caída del Imperio Romano de Occidente, la puerta se usó como baluarte fortificado en las defensas de la ciudad.
Más tarde el edificio se convirtió en posesión de los Saboya-Acaya, una rama secundaria de la Casa de Saboya; a principios del siglo XIV, lo ampliaron para hacer de él un castillo. Un siglo más tarde, Ludovico de Acaya lo reconstruyó en forma cuadrangular, con un patio interior y un pórtico, y cuatro torres cilíndricas, una en cada esquina. La forma de este edificio aún se reconoce claramente en la parte posterior del palacio. Después de la extinción de los Acayas, el edificio se convirtió en residencia para invitados de los Saboya.
En 1637 la regente del duque Carlos Manuel IICristina de Francia, lo eligió como residencia personal. Encargó que se cubriera el patio y una renovación de los apartamentos interiores. Sesenta años más tarde, otra regente, María Juana Bautista de Saboya-Nemours, vivió en el palacio, y de ella obtuvo el apodo definitivo de Madama (palabra italiana para Madame). Ella le pidió al arquitecto Felipe Juvara que diseñara un nuevo palacio barroco en piedra blanca, pero las obras cesaron en 1721 después de que se acabara sólo la sección frontal.
La imponente escalinata proyectada por Felipe Juvara.
Monumento de desafío a las tropas sardas erigido por los exiliados milaneses durante la visita triunfal a Milán del emperador austriaco Francisco José (15 de enero de 1857) ante el Palacio Madama.
Foto de 1865 que muestra, sobre el techo, el pequeño observatorio de los Saboya.
Más tarde se dieron varios usos al palacio, y albergó los cuarteles del gobierno provisional francés durante las guerras napoleónicas.
La restauración de los Saboya, en Turín y el Piamonte, dio nueva vida al palacio: fue sede del Mando Militar, y luego se convirtió en observatorio astronómico en el año 1822, y durante gran parte del siglo pudo observarse, sobre la techumbre del edificio, una curiosa cupulilla para las observaciones científicas: posteriormente fue trasladada a la colina.
Carlos Alberto reconsideró el edificio, haciéndolo sede de la Pinacoteca Regia, la galería de arte real, y posteriormente del Senado Subalpino (el Parlamento del Reino de Cerdeña) y luego de la Corte de Casación: el Senado fue inaugurado el 8 de mayo de 1848, mientras el rey estaba en guerra contra Austria; la última sesión se celebró el 9 de diciembre de 1864. El local del Senado, aún íntegro hasta el año 1927, fue luego demolido durante unas obras internas en el edificio.
Hacia finales del siglo XIX se inicia el interés por la historia del palacio, excavándose los cimientos del edificio y encontrando restos de la arquitectura de construcciones y versiones precedentes.
La sección construida por Juvara da a la Plaza Castello, y constituye actualmente una fachada escenográfica, de un solo hueco de profundidad, ocultando la parte posterior del edificio, que permaneció inalterado. Juvara expresó en este exterior lo que pretendía que fuera un magnífico preámbulo arquitectónico a un edificio que nunca se construyó, con una planta noble de altos techos y ventanas bajo arcos, que está unido a un mezzanine sobre él por un orden colosal de pilastras de orden compuesto. Cada pilastra destaca sobre una planta de mampostería rústica en la planta baja del palacio. Los tres huecos centrales están subrayados por un relieve más marcado ofrecido por las columnas unidas a la fachada, que se reproduce al interior para permitir un amplio espacio central interior de cristal, como una logia vidriosa.
Su prominencia queda enfatizada por los altos pedestales sobre los que se erigen, tallados con trofeos de armas en relieve. En los tres huecos de los lados, cada espacio central está ligeramente roto hacia delante, dando a su ventana un relieve más profundo y sombreado dentro de la profundidad del muro; sus dos enormes pilastras exteriores solapan el orden principal como si éste continuase detrás de ellas. A ambos lados, los huecos de las ventanas están colocados juntos dentro de un panel ligeramente retranqueado, de tal manera que hay tres planos en la fachada. Una balaustrada decorada con jarrones y estatuas en mármol blanco remata la fachada.
El castillo ha visto, en el curso del siglo XX, desarrollarse numerosas restauraciones y renovaciones, que se acabaron a finales de 2006, restituyendo a la ciudad un importante documento de los dos mil años de su historia.

Museo Municipal de Arte Antiguo

Desde 1934, el Palacio Madama ha albergado el Museo Municipal de Arte Antiguo (Museo Civico d'Arte Antica) de la ciudad de Turín. Fue reabierto al público en el año 2006 después de tareas de renovación de la estructura iniciadas en el año 1988 a cargo del municipio y de la fundación Torino Musei, en colaboración con la fundación CRT (Cassa di Risparmio di Torino).
Articulado en 35 salas, el museo se desarrolla sobre cuatro plantas (unidas entre ellas con un ascensor) además de un punto panorámico situado en una de las torres del castillo de los Acaja. En la planta subterránea se encuentra el lapidario medieval; la planta baja se dedica al arte del período gótico y renacentista; la primera planta (o planta noble) alberga obras del periodo barroco; la segunda planta se dedica al arte decorativo.
Las colecciones custodiadas en su interior comprenden unas 70.000 obras, de las que están expuestas 2.500, de épocas diversas que van desde la Edad Media al Barroco (siglos XVII y XVIII). Hay obras pictóricas y escultóricascódices miniadoscerámicaporcelana y mayólicas, así como marfiles (especialmente de procedencia oriental), joyas de oro y plata, además de mobiliario y telas.
En la torre del siglo XV denominada Torre de los Tesoros están expuestas algunas de las obras más representativas del museo: el Retrato de un hombre desconocido de Antonello da Messina, el códice de las Très belles Heuvres de Notre Dame de Juan de Berry miniado por Jan Van Eyck, además de una serie de objetos artísticos provenientes del «gabinete de maravillas» de Carlos Manuel I de Saboya.
El museo tiene una colección diversa de artefactos de Gandhara, que provienen de las excavaciones italianas en el Butkara Stupaen Pakistán. En el invierno de 2007, se inauguró una exposición titulada «Sobre las huellas de Alejandro, desde Seleucia hasta Gandhara».
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