martes, 29 de noviembre de 2016

Palacios por países - México


El Palacio de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas es un edificio monumental de estilo ecléctico levantado a comienzos del siglo XX en los terrenos que ocupó el Antiguo Hospital de San Andrés de la Ciudad de México. En este hospital fue donde se embalsamó y exhibió el cadáver del emperador Maximiliano de Habsburgo tras su fusilamiento. Actualmente, una placa en el Palacio recuerda este hecho.
Se encuentra localizado en la Calle de Tacuba, en el actual Centro Histórico de la Ciudad de México. Ubicado en el espacio conformado por la Plaza Manuel Tolsá, delimita el espacio define el carácter monumental de ésta. La construcción fue ordenada por el entonces presidente, Porfirio Díaz, para mostrar durante su mandato el progreso y avance generado en el país.
Anterior al edificio, en el mismo solar que hoy ocupa se encontraba el Hospital de San Andrés, levantado desde los tiempos de la colonia por la orden de los Jesuitas, al ser expulsados por el Rey Carlos III, el Virrey carlos Francisco de Croix, Marqués de Croix convierte al inmueble en hospital 1779 a 1905.
La obra actual se ejecutó por órdenes del entonces presidente Porfirio Díaz en el año de 1904, bajo el proyecto del arquitecto italiano Silvio Contri. Díaz buscaba con la creación de este monumental edificio (y muchas otras obras que se levantarían durante su largo mandato) mostrar a México ante el mundo como una nación moderna y avanzada. La obra se terminó hacia el año de 1911. El exterior esta completamente realizado en cantera gris.
La realización de los detalles decorativos del edificio como la herrería y los ornamenos de la piedra, los muebles, pinturas, cristales, puertas y estucos fueron realizados y dirigidos por el artista Mariano Coppedé y su familia, quienes realizaron también la hermosa pintura al temple del plafón de la escalera principal.
El estilo general del inmueble es de estilo ecléctico, muy en uso durante comienzos del siglo XX. Este estilo combina de forma armónica muchos elementos arquitectónicos y decorativos de diversas épocas, aunque predominan varias reminiscencias de corte neoclásico y renacentista en el edificio. Destacan de entre todo el conjunto el salón de recepciones y el patio central.
Este monumento fue destinado en 1973 a alojar al Archivo General de la Nación, hasta que en el año de 1982 fue designado como sede del Museo Nacional de Arte, quien en el año de 1997 realizó una restauración al inmueble.











El Palacio de las Vacas es un antiguo palacete construido a finales del siglo XIX que se encuentra en la calle de San Felipe, el centro histórico de Guadalajara (Jalisco)México, residencia de Segundo Díaz, primo de Porfirio Díaz, presidente de México por treinta años. Cuenta con veinticuatro habitaciones y cuatro jardines de estilo morisco, con más de trescientos metros cuadrados de pintura mural de Xavier Guerrero, líder del movimiento muralista de México, asociado con Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.

Historia

Dicha construcción comenzó a edificarse a finales del siglo XIX, concluyendo en 1910 antes del inicio de la Revolución Mexicana, como residencia de la familia de Segundo Díaz, su esposa e hijas, siendo este primo hermano de Porfirio Díaz, aún presidente del país para ese entonces.
La finca original llegaba hasta la calle posterior de Reforma hasta que luego, el propietario decidió vender la parte de atrás de su propiedad y la parte principal, pasando a manos de Miguel Díaz, hermano de Segundo. Miguel decidió aprovechar el espacio para distintos fines, primeramente convirtiendo la finca en una lechería, llegando a tener vacas dentro de esta en sus patios, los vecinos de la finca maravillados por el hecho de que las vacas vivían en tan insólito palacio, llegaron a darle el famoso nombre como ahora se le conoce, ‘’Palacio de las vacas’’
A partir de este hecho, unos años después, cambiando de función, paso a ser escuela de señoritas, primaria, secundaria, tapicería, carpintería, teatro y hasta se dice que llegó a ser burdel. En los últimos tiempos, su penúltima propietaria, a mitad del siglo XX intentó destruir la edificación, llegando a colocar cemento en los bajantes, con el propósito de hacer colapsar los techos, lo cual por cierto, daño totalmente los frescos en los techos de la segunda planta de la finca. Al no lograr su cometido vendió la casa a Alexandria Muir, una estadounidense, la cual nunca radico en esta, quedando de nuevo en el abandono.
A finales de los 90’s Muir puso a la venta este inmueble, pasando a manos de su dueño actual John A. Davis, siendo este también estadounidense, compró la casa que había admirado desde hacía tres años, desde que por primera vez la vio. Vendió todos sus bienes en Estados Unidos mudándose a Guadalajara, compró el Palacio de las Vacas con el fin de rescatarla.

Arquitectura

El Edificio de estilo ecléctico, estilo arquitectónico muy utilizado a finales del siglo XIX en México, tiene matices de arquitectura morisca y arquitectura Europea. Originalmente su extensión llegaba hasta la calle Reforma, y se construyeron 24 habitaciones, dos comedores, una capilla propia, 4 patios y diez baños.
Como parte de este, cuenta con murales del artista plástico Xavier Guerrero (discípulo de Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros ) al cual se le encargo embellecer muros y techos de la residencia con 80 murales, con una extensión de 300 m2 en total tardando 11 años en finalizarlos, Estos cuentan con una gran influencia francesa del Art Noveau y abarcan distintas temáticas como lo son las escenas mitológicas (cargados de erotismo), escenas religiosas , escenas sociales contemporáneas a la época, escenas de paisajes del estado y algunas escenas del viaje familiar que llegaron a hacer a Europa la familia de Segundo Díaz.

Estado actual

A finales del siglo XX la casa se encontraba en un desalentador estado de abandono, hasta que el estadounidense, John Davis, quedando maravillado con la casa, adquirió la finca e invirtiéndole gran capital para su restauración y mantenimiento.
A pesar de los esfuerzos de John Davis por salvar el palacio, los murales siguen en gran peligro, por la amenaza de la humedad, el sol, y de los autobuses que transitan frente al edificio, afectando la estabilidad de estos.
Existen varias propuestas para su rescate aunque actualmente no se ha consolidado en si alguna, a pesar de eso se ha apoyado con la difusión de esta, y hasta ahora lo único que ha podido lograr es que la Secretaría de Turismo autorizara recorridos turísticos con el fin de informar y concientizar a la sociedad sobre la importancia del cuidado al patrimonio histórico de la ciudad.







El Palacio de los Condes de San Mateo de Valparaíso es un edificio ubicado en las calles de Isabel la Católica y Venustiano Carranza en el D.F en el Centro Histórico de la Ciudad de México, construido por los condes del Condado de San Mateo de Valparaíso. De estilo barroco, fue construido en sólida cantera y ligero tezontle; conserva obras de arte mexicanas de autores del siglo XIX; desde 1883 resguarda las instalaciones del Banco Nacional de México.

Historia

El predio fue concedido en el siglo XVI por el conquistador Hernán Cortés a Alonso Nortes, quien lo vendió más tarde a Juan Cermeño. Este último erigió en dicho terreno una primera casa con aspecto de fortaleza, edificada con materiales extraídos de construcciones precolombinas.1 El predio luego paso a manos de Ana María de la Campa y Cos, condesa de San Mateo de Valparaíso, que con su esposo el Marques del Jaral don Miguel de Berrio y Zaldívar Guerrero y Torres, deciden edificar un verdadero palacio. Encomiendan la obra al arquitecto Francisco Antonio de Guerrero y Torres, quien inicia la nueva construcción el 5 de diciembre de 1769 y la concluye el 9 de mayo de 1772.
El Palacio fue totalmente remodelado, de acuerdo a los gustos y exigencias del conde, que fue erigido más puro estilo mexicano y para su construcción fue utilizada cantera de chiluca para los elementos estructurales de tezontle para recubrir los macizos de la fachada y detalles de azulejo de la famosa Talavera de Puebla; en su exterior se puede apreciar un torreón, que contiene un lecho angular u hornacina, que resguarda la imagen guadalupana flanqueada con columnas salomónicas.2
El palacio fue ocupado como residencia señorial por más de 100 años, primero por sus constructores y luego por sus descendientes, doña Guadalupe Moncada de Fernández de Córdoba y don Manuel Fernández de Córdoba Moncada. Cuando se extinguió este mayorazgo, en 1867, la finca fue adjudicada a don Clemente Sanz. Más tarde pasó a su hija Dolores Sanz de Lavié, quien en abril de 1882 la vendió en 135 mil pesos, para oficina principal del recién fundado Banco Nacional Mexicano. Hechas las reparaciones y trabajos de acondicionamiento para su nuevo uso, que importaron 53 mil 500 pesos, la institución pasó a ocuparla en julio de 1883. 11 meses más tarde, el 2 de junio de 1884, dicho banco y el Banco Mercantil Mexicano se fusionaron para construir el Banco Nacional de México propietario desde entonces de esta obra, cuyos méritos artísticos determinaron fuera declarado Monumento artístico el 25 de febrero de 1932.
Palacio de los Condes de San Mateo de Valparaíso.jpg

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