El Palacio de Minería de la Ciudad de México es una de las obras maestras de la arquitectura neoclásica en América. Fue diseñado y construido entre 1797 y 1813 por el escultor y arquitecto español valenciano Manuel Tolsá, como sede del Real Seminario de Minería y Real Tribunal de Minería y a petición de su director, el conocido minerólogo Fausto Delhuyar. Posteriormente albergó a otras instituciones como la Universidad Nacional, la Escuela de Ingenieros, el Colegio de Minas y el Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México. En la actualidad es un museo que pertenece a la Facultad de Ingeniería de la UNAM. Se ubica en la calle de Tacuba frente a la Plaza Manuel Tolsá y frente a la estatua ecuestre de Carlos IV de España esculpida también por Tolsá.
El Palacio de Minería, obra maestra del citado arquitecto, está considerado como el mejor exponente de la arquitectura neoclásica en México y como uno de los mejores ejemplos de esta corriente arquitectónica en el continente americano.
La historia del Palacio de Minería, se remonta a 1793 cuando el Real Colegio de Minas de la Nueva España adquirió el predio donde ahora se asienta este edificio con la ayuda del virrey Juan Vicente de Güemes, II conde de Revillagigedo, encargando el proyecto y la construcción del mismo al destacado arquitecto Manuel Tolsá, también autor de la escultura ecuestre de Carlos IV, conocida como "El Caballito", la última etapa de construcción de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, las esculturas de las virtudes teologales -fe, esperanza y caridad- que se encuentran en la portada principal de ésta, altar de la Iglesia de la Profesa -Centro Histórico del D.F., la escultura de talla en madera conocida como la Purísima, entre otras. El Palacio de Minería fue uno de los primeros edificios diseñados ex – profeso para la enseñanza de la ingeniería y la metalurgia, situación que adquiere mayor relevancia si recordamos que la minería era la principal actividad económica de la Nueva España y unas de las principales fuentes de riquezas del Imperio Español. De tal suerte, el Palacio de Minería refleja en su sobria y elegante arquitectura de cuidadas proporciones, el ideal ilustrado de razón y orden para alcanzar el conocimiento, y como ese conocimiento podría transformar favorablemente la realidad a través de una explotación científica de los recursos mineros, constituyéndose así en una de las primeras instituciones orientadas al desarrollo tecnológico en América.
Tras las revueltas militares ocurridas durante la primera mitad del siglo XIX y tras una reconstrucción parcial sin alterar el proyecto original de Manuel Tolsá, por parte del arquitecto Antonio Villard, el Palacio de Minería permaneció cerrado e incluso se pensó en utilizarlo como mansión imperial de Maximiliano de Habsburgo antes de que este eligiera al Castillo de Chapultepec como su residencia.
Años más tarde, el Palacio de Minería tuvo distintos usos hasta que en 1867 recobró su vocación original al alojar a la Escuela Especial de Ingenieros misma que permaneció durante casi cien años en este inmueble hasta antes de que fuera trasladada en 1954 al edificio de la actual Facultad de Ingeniería de la UNAM, en Ciudad Universitaria. El edificio también funcionó como cuartel durante la Revolución mexicana
En el interior de este magnífico edificio sobresalen especialmente su patio, el Salón de Actos, la Antigua capilla de la Virgen de Guadalupe así como sus fastuosas escalinatas, mismas que han sido inmortalizadas por varios artistas y grabadores a lo largo de la historia.
Actualmente el Palacio de Minería forma parte del patrimonio de la UNAM, y en él se realizan distintas conferencias, diplomados, y eventos entre ellos la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, uno de los mayores eventos literarios de la ciudad, en el que se dan cita editoriales de todo el mundo de habla hispana. Asimismo es sede del Museo Manuel Tolsá, el Acervo Histórico, el Centro de Información y Documentación "Ing. Bruno Mascanzoni", así como de diferentes agrupaciones gremiales, entre las que se encuentran la Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería (SEFI), el Colegio de Ingenieros Petroleros de México y la Academia Mexicana de Ingeniería.
El Palacio de Ocomo, zona arqueológica ubicada en Oconahua, municipio de Etzatlán, en el estado de Jalisco (México), es un sitio que fue construido entre el año 350 y el 900; a partir de la última fecha comenzó a decaer.
El Palacio de Ocomo es uno de los Técpan o palacio prehispánico más grandes del México Antiguo, tiene 125 metros por lado, por 6 metros de altura en su punto más alto, con plazuela exterior que mide 70 x 50 metros. El edificio está “compuesto por cuatro plataformas que cierran un patio interior, fue construido en tres etapas, quizás cuatro, en un período que bien pudo comprender entre los años 600 al 700” según el arqueólogo Eric Cach. Hay una plaza elevada exterior al lado norte que mide 180 x 50 metros y el edificio en su conjunto tiene forma de una “u” semicerrada. Entre sus características constructivas más notorias está el hecho de que en realidad la estructura es resultado de la fusión de cuatro plataformas independientes primordialmente; de la conjunción de dichas estructuras resulto el monumento que hoy se puede apreciar.
Además, es considerado el edificio más monumental de este estilo en el Occidente de México, ya que mide más de 1.000 metros cuadrados; es también el punto clave del epiclásico para entender la arqueología de gran parte de Jalisco.
El Palacio Legislativo de Donceles está ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, es un edificio de estilo neoclásico, inaugurado el 1º de abril de 1911,1 con la apertura del segundo período de sesiones de la XXV Legislatura el cual mantuvo su función como Cámara de Diputados de México hasta junio de 1982.1 En la actualidad es la sede principal de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.1
El edificio de Donceles pasa a ser la sede del Instituto de Investigaciones Legislativas y del Museo Legislativo, así como lugar para reuniones y congresos académicos sobre cuestiones parlamentarias. El 30 de abril de 1987, fue declarado monumento artístico.
El Palacio Postal o la Quinta Casa de Correos es uno de los edificios más emblemáticos y símbolo del Centro Histórico de la Ciudad de México. Esta imponente obra de arquitectura ecléctica fue levantada a comienzos del siglo XXcomo uno de los símbolos del porfiriato (relativo al periodo presidencial de Porfirio Díaz) que mostraban el desarrollo y progreso de los mexicanos que se había alcanzado en ese momento.
Antecedentes
Para el año de 1902, se dio inicio a la construcción de la nueva sede de la Dirección General de Correos, siendo necesaria su reubicación debido a la importancia y al volumen de correspondencia que ya para aquellos tiempos manejaba el servicio postal de México. Es importante señalar que lleva el nombre de Quinta Casa de Correos debido a que el inmueble es la quinta sede del correo mexicano. La primera se ubicó a espaldas del Palacio Nacional, entre las calles de Correo Mayor y La Soledad durando en este lugar de enero de 1621 a junio de 1765; de junio de 1765 a octubre de 1788 se cambia a la segunda sede, la cual estuvo ubicada en la actual Calle de Guatemala; la tercera sede se ubicó en la Calle de San Francisco (hoy el número 33 de la Calle Francisco I. Madero) de octubre de 1788 hasta el 2 de mayo 1852; y la cuarta sede se encontraba en un espacio anexo de la Casa de Moneda, en la Calle de Moneda, del 3 de febrero de 1852 al 16 de febrero de 1907.1
Historia y descripción del edificio
En el lugar que ahora ocupa el Palacio Postal se ubicaba el edificio del antiguo Hospital de Terceros de San Francisco o por su nombre completo, el Hospital Real de Nuestra Señora de la Pura y Limpia Concepción, una de las construcciones levantadas en el hacia el año de 1761 por la orden franciscana y cuyo fin dado era para atender solo a los miembros de la hermandad.2 El edificio sobrevivió la vida azarosa que padeció la ciudad durante todo el siglo XIX hasta el año de 1900, en que fue demolido para que en su lugar, que consta de 3,730 metros cuadrados, se levantara la construcción actual.
Las obras se iniciaron el 14 de septiembre de 1902, con la colocación de la primera piedra por el Presidente Porfirio Díaz. El proyecto y diseño del edificio fue obra del arquitecto italiano Adamo Boari, quien también trabajó en el Palacio de Bellas Artes. La construcción se llevó a cabo por el ingeniero mexicano Gonzalo Garita, ocupando para ello la novedosa cimentación tipo "Chicago", consistente en una losa de concreto corrida con espesor promedio de 70 centímetros y una estructura de viguetas de acero con un peralte de 21 pulgadas en ambos sentidos.3
Los trabajos de construcción se llevaron al cabo durante 5 años, siendo terminada la obra en el año de 1907, e inaugurándose el 17 de febrero de ese mismo año por Porfirio Díaz, el cual en un acto simbólico, depositó dos tarjetas postales, con la imagen del Palacio Postal.
De arquitectura ecléctica, consta el edificio de cuatro niveles. Destaca el exterior del edificio trabajado en cantera de Chiluca, donde es posible admirar la perfecta combinación de los elementos pertenecientes a los estilos del plateresco isabelino y el gótico veneciano, guardando alguna semejanza con el Palacio Ducal de Venecia. La fachada principal en pan-coupé (Que cuenta con un chaflan en la esquina, visto en planta), muestra en su último nivel un reloj de factura alemana.
El interior es espléndido. Las columnas del interior que recubren la estructura de hierro que sostiene al edificio, se encuentran cubiertas en su totalidad con la técnica de la escayola. Destaca la señorial escalinata del hall principal realizada con mármoles mexicanos y herrería de bronce bellamente trabajada por la Fondería Pignone de Florencia, quienes también realizaron los detalles de los pórticos, las ventanillas, las gárgolas y farolas del exterior y demás trabajos realizados en bronce en el interior. El remate del cubo de dicho hall se encuentra cubierto por un enorme domo de cristal emplomado transparente diseñado por Boari. Destacan también los escudos que coronan los remates de la arquería interior del tercer piso, en donde se exhiben los escudos de los países que formaban parte de la Unión Postal Universal a comienzos del siglo XX.
A mediados de la década de los 90's del siglo XX se llevó a cabo una intensa labor de restauración en todo el inmueble, destacando en dicho trabajo el rescate de algunas áreas que fueron ocupadas por edificios anexos, así como la limpieza y recuperación de la cantera del exterior, y la recuperación de elementos y detalles originales en el interior. Se logró recuperar el espacio para reinstalar los elevadores originales diseñados por la firma Otis.
Fue declarado monumento artístico el 4 de mayo de 1987. Alberga en su último piso la sede del Museo de Historia y Cultura Naval de la Secretaría de Marina, inaugurada el 23 de noviembre de 2004.
El Palacio de los Capitanes Generales (en portugués: Palácio dos Capitães-Generais, o también Palacio de San Pablo (Palácio de São Paulo), es un palacio situado en la localidad de Isla de Mozambique, en la isla del mismo nombre, provincia de Nampula, Mozambique. Forma parte del conjunto monumental de la ciudad que está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1991.
Historia
Fue construido en 1610 como colegio de la Compañía de Jesús sobre una primitiva capilla que había sido erigida por los portugueses en 1507 junto a la Torre de San Gabriel y que había sido recientemente destruida por un ataque neerlandés en 1608. Resultó destruido por un incendio en 1670 y reconstruido cuatro años más tarde.
En el contexto de las reformas promovidas por el Marqués de Pombal en las que la Compañía de Jesús fue expulsada de Portugal y de sus dominios, el edificio fue adaptado en 1759 a la función de residencia del Gobernador y Capitán General de Mozambique, función que conservó hasta 1898 cuando la capital de la colonia fue trasladada a Lourenço Marques, la actual Maputo.
Desde ese momento, el palacio pasó a ser ocupado por el Gobernador del Distrito de Mozambique hasta 1935, cuando la capital de ese distrito fue trasladada a Nampula. Permaneció desocupado hasta 1956 cuando pasó a ser residencia para el Presidente de la República de Portugal o de sus ministros cuando visitaban la colonia. En 1969el edificio fue remodelado con ocasión de la inauguración del puente que unía Isla de Mozambique con el continente.
En 1975 pasó una noche en el palacio Samora Machel, durante su histórico viaje de Rovuma a Maputo. Al ver que uno de sus guardaespaldas destruía un valioso sillón de madera, el futuro primer presidente del país independiente decretó que el palacio fuese transformado en museo para preservar su rico patrimonio.
Descripción
El palacio alberga dos museos, en la planta baja se encuentra instalado el Museo de la Marina, mientras que en el superior está el Museo-Palacio de San Pablo que expone una colección de artes decorativas entre las que destaca una de las mayores colecciones del mundo de mobiliario indo-portugués.
Anexo al palacio se encuentra la Iglesia de San Pablo, de estilo barroco, que aunque de pequeñas dimensiones, destaca por su retablo de madera dorada y su púlpito en madera policromada, ambos procedentes de la India portuguesa del siglo XVII.
A su lado está la Iglesia de la Misericordia, que funciona como Museo de Arte Sacro.
El Palacio de Ponta Vermelha (en portugués: Palácio da Ponta Vermelha; literalmente «Palacio de la Punta Roja») es la residencia oficial del Presidente de Mozambique en Maputo.1 El nombre también es utilizado para referirse a la presidencia mozambiqueña.
Ponta Vermelha designa la zona de Maputo donde el palacio está localizado, cerca del extremo de un promontorio de color rojizo, en el punto en el que el estuario común de los ríos Matola, Umbelúzi y Tembe desembocan en la Bahía de Maputo.
El palacio tuvo un comienzo humilde, como la residencia del personal envuelto en la construcción del ferrocarril entre la entonces llamada Lourenço Marques (Hoy Maputo) y el Transvaal; después de un extenso trabajo, se tornó en la residencia oficial del gobernador portugués y, con la independencia (en 1975), del Presidente de la República.
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