Mengke (孟軻), llamado en como Mencio (孟子, pinyin Mèngzǐ, Wade-Giles Meng Ke, literalmente "Maestro Meng"), (370 a. C. - 289 a. C.), fue un filósofo chino, el más eminente seguidor del confucianismo.
Mencio | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Ji Mèngkē | |
Nombre nativo | 姓孟軻 | |
Nacimiento | 370 a. C. Reinos Combatientes | |
Fallecimiento | 289 a. C. | |
Religión | Confucianismo | |
Familia | ||
Padres | sin etiquetar sin etiquetar | |
Información profesional | ||
Ocupación | Filósofo | |
Obras notables | Mengzi |
Filosofía
En su obra, conocida como Mengzi, defiende que el hombre es bueno por naturaleza y debe poder desarrollar una conducta razonable y recta. Según este pensador, en el corazón de todo ser humano hay cuatro sentimientos naturales o tendencias que le orientan hacia el buen camino:
- El sentimiento de compasión
- El sentimiento de vergüenza
- El sentimiento de respeto y modestia
- El sentimiento de lo que está bien y mal
Esos sentimientos son una especie de raíces que, cultivadas, desarrollan las virtudes de la benevolencia, la rectitud, la urbanidad y la sabiduría. Mencio intentó influir en los gobernantes de su tiempo para que creasen las condiciones más favorables para el desarrollo de las personas. En sus escritos dejó dicho que el gobernante sabio es aquél que se preocupa por el bienestar de su pueblo:
El soberano inteligente organiza la producción de sus súbditos de forma que puedan sostener a su padre y a su madre, a sus hijos y esposas, que en los años buenos puedan comer a su gusto, y en los malos no morir de hambre. Una vez alcanzado esto, los dirigirá hacia la práctica del bien y el pueblo le seguirá. (Mengzi, I A 7)
Pensamiento político
Mencio destacaba la importancia de los ciudadanos comunes dentro del Estado. Mientras el Confucianismo generalmente tenía una alta estima por los gobernantes, él argumentaba que es aceptable que los súbditos depongan o incluso asesinen al gobernante que ignora las necesidades de la gente y gobierna con dureza, pues un gobernante que no gobierna con justicia no es ya un verdadero gobernante. También dijo, durante el período de las Primaveras y Otoños, que no existe guerra justa.
Sistema de «comunismo agrario primitivo»
Siguiendo la línea del utopismo social que aparece en uno de los Cinco Clásicos del confucianismo, el Libro de los Ritos, donde se habla de la perdida edad de oro de la Gran Unidad (datong), Mencio propone un utópico sistema de «comunismo agrario primitivo», cuya influencia llegará al siglo XX —especialmente entre los marxistas que lo interpretarán como una versión del «comunismo primitivo»—. Lo denomina jingtian o «campo en forma de pozo» (en referencia al carácter chino 井 "pozo" que delimita nueve apartados) ya que se basa en la división de los campos en nueve partes, de las que las ocho de la periferia serían distribuidas entre las familias, mientras que la novena, situada en el centro, sería cultivada de forma comunitaria en beneficio del príncipe.1
Los que cultiven el mismo jing estarán siempre juntos, dondequiera que vayan; compartirán las tareas de defensa y las guardias nocturnas. En las enfermedades se socorrerán mutuamente. Así todos los habitantes se amarán y vivirán en armonía.
Influencia
La interpretación que Mencio dio al Confucianismo ha sido generalmente considerada como la versión ortodoxa por los subsiguientes filósofos confucianos, especialmente los neoconfucianos de la Dinastía Song. El Mengzi, un libro de sus conversaciones con los reyes de la época, es uno de los Cuatro Libros que Zhu Xi agrupó como los fundamentales del pensamiento neoconfuciano. En contraste con las frases de Confucio que eran breves, el Mengzi consiste en diálogos largos, incluyendo argumentos, con prosa extensa.
El gran pensador chino Mencio (c. 372-c. 289 a. C.), uno los principales representantes de la escuela confuciana, vivió en pleno Período de los Estados Combatientes (siglos V-III a. de C.).
Conocido también como Mengke, nació en el Estado de Zou (actual Zoucheng, ciudad de la provincia de Shandong). Según se dice, descendía de una familia noble del Estado de Lu. Testigo de la “competencia entre cien escuelas”, Mencio heredó y desarrolló el pensamiento de Confucio, fundador de la escuela confuciana, y creó un sistema filosófico completo que ejerció una notable y duradera influencia en las subsiguientes generaciones. De ahí que, tras Confucio, el Gran Sabio, Mencio fuera considerado el “segundo sabio”.
Mencio recogió las idea morales de Confucio y las transformó en una teoría de la benevolencia que se convirtió en el núcleo de su ideario político.
Por una parte, distinguía rigurosamente dos clases —los gobernantes y los gobernados—, consideraba que “los gobernantes trabajan con la mente, mientras que los gobernados trabajan con las manos” y estableció una jerarquía basada en el sistema de la dinastía Zhou, que abarcaba desde el emperador hasta el pueblo llano. Por otra parte, tras equiparar las relaciones entre gobernantes y gobernados a las existentes entre padres e hijos, abogó por que los gobernantes se preocuparan de los sufrimientos de los súbditos como si fueran sus padres y que los súbditos sirvieran a los gobernantes como a sus propios padres.
Basándose en sus experiencias del Período de los Estados Combatientes, Mencio sintetizó la ley del auge y decadencia de los reinos en esta célebre máxima democrática: “Lo más importante es el pueblo; el estado lo es menos; y el soberano, menos aún”. Para él, la prosperidad o decadencia de un Estado dependía de como se trata al pueblo. Este gran pensador chino concedía suma importancia al apoyo y el rechazo de los súbditos, y, tomando como referencia la historia, enfatizó en repetidas ocasiones que en esta dicotomía se encontraba la causa del éxito o el fracaso de un país.
Entrelazando estrechamente la ética y la política, Mencio subrayó que la esencia de la práctica de la política está en el cultivo de la moral: “El mundo se fundamenta en los Estados; los Estados, en las familias; y las familias, en las personas”.
Mencio compendió su doctrina moral en la práctica de cuatro virtudes cardinales —la benevolencia, la justicia, el decoro y la sabiduría— y sostuvo que las dos primeras eran las más importantes, argumentando que las relaciones entre los miembros de una sociedad basadas en ellas garantizaban la estabilidad del orden feudal y la unidad del país.
Para explicar el origen de estas virtudes, formuló el principio de que el ser humano es bueno por naturaleza y consideraba que, a pesar de las diferencias en la jerarquía social y la división del trabajo, todos los miembros que formaban la sociedad compartían una misma naturaleza.
Las doctrinas de Mencio no fueron aceptadas por los gobernantes contemporáneos, pero su pensamiento influyó poderosamente en la política, la mentalidad, la cultura, la moral y las costumbres de las generaciones posteriores.
Con el propósito de difundir su teoría sobre la política benévola, Mencio viajó en su calidad de hombre instruido por varios reinos, entre ellos los de Liang, Qi, Song, Teng y Lu, reinos que a la sazón trataban de unificar el país por medios violentos. Tachada de “pedante”, la doctrina política benévola de Mencio jamás se llevó a la práctica. A pesar de ello, Mencio dio claras muestras de su peculiar personalidad, ya que menospreciaba a los poderosos y los ricos, y confiaba en poder eliminar los disturbios y rescatar al pueblo de la miseria. En sus encuentros con los soberanos, siempre hizo gala de su honradez y de su indiferencia ante las lisonjas.
Posteriormente ejerció la docencia privada. Sus dichos y las polémicas que mantuvo con los representantes de otras escuelas filosóficas se recogieron en El libro de Mencio, a lo largo de cuyos siete capítulos se pone de manifiesto su talla de excepcional pensador y la importancia de sus aportaciones al desarrollo del confucianismo. Transcurridos más de dos mil años, El libro de Mencio conserva su interés y sigue gozando de gran prestigio, todo cual lo convierten en un clásico.
Mozi o Mo-tzu (墨子), o Mo Ti, —también conocido con el sobrenombre de "Señor Mô"— vivió entre el 479 a. C. y el 372 a. C. en China durante los períodos llamados de las Primaveras y Otoños y de los Reinos combatientes; fundador del mohismo, luego de Confucio es considerado la primera figura importante de la filosofía china.
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