lunes, 29 de mayo de 2017

Oraciones cristianas


Gloria in excelsis Deo, llamado también doxología mayor, es un himno litúrgico, habitualmente cantado en forma silábica o semi-silábica, que forma parte de las piezas obligatorias del ordinario de la misa, tanto en las liturgias católicas como ortodoxas.
El Gloria es un himno antiquísimo y venerable con el que la Iglesia, congregada en el Espíritu Santo, glorifica a Dios Padre y glorifica y le suplica al Cordero.


Origen

El texto comienza con una pequeña variación de las palabras que los ángeles utilizaron para anunciar el nacimiento de Jesús a los pastores (Lc 2, 14). La Vulgata latina usa altissimis (que, generalmente, significa 'en lo más alto', pero con sentido físico) en lugar de excelsis ('superior', 'elevado' o 'lo más alto'). El himno continúa con versos añadidos para crear una doxología propia. Su texto original griego tiene un origen muy lejano en la historia del cristianismo. Otra forma del texto apareció en el siglo III, si no antes. La versión larga usada por la Iglesia ortodoxa griega está datado en el siglo IV, pero no es la forma habitual en que se canta en el resto de las liturgias cristianas, que usan formas devenidas de la forma latina, que añade las expresiones Tu solus altissimus y Cum sancto Spiritu. Los ortodoxos griegos lo concluyen con: "Todo el día le adoraré y glorificaré su nombre por siempre y para siempre" y continúa con 10 versos más, provenientes de los salmos, el Trisagio y el Gloria Patri.

Interpretación

En el rito romano, el Gloria es iniciado después del Kyrie Eleison y antes de la oración colecta. Según las rúbricas del misal romano:
C) Del himno “Gloria in excelsis” 431. El himno “Gloria in excelsis” se dice: a) en las misas que responden al Oficio del día, siempre que a Maitines se haya dicho el himno “Te Deum”; b) en las misas festivas de las cuales se trata en el n. 302;2 c) en las misas del Jueves Santo, y en la Misa de la Vigilia Pascual; d) en las Misas votivas de Iª , IIª y IIIª clase, a no ser que se emplee el color morado en los ornamentos; e) en las misas votivas de IVª clase de los ángeles, cualquier día, y de la Santísima Virgen que se celebran en sábado.
432. El himno “Gloria in excelsis” se omite: a) en las misas que responden al Oficio del día, cuando a Maitines se omite el himno “Te Deum”; b) en todas las Misas en que se emplea el color morado en los ornamentos; c) en las misas votivas de IVª clase, excepto aquellas de las cuales se trata en el n. 431e; d) en las Misas de difuntos.
Motu proprio Rubricarum instructum, nº 431 y 432, (1960)3
El primer papa que introduce este himno en la Liturgia fue el papa Telesforo (128139?) -quien la incluye en el Ordinario de la fiesta de Navidad- y, luego, Símaco (498–514) -que lo generalizó para todas las celebraciones dominicales-. Al inicio, su rezo estaba reservado solo a los sacerdotes en la Pascua, pero a fines del siglo XI los celebrantes comenzaron a obtener los permisos para cantar el Gloria en todas sus celebraciones festivas. Aun así, nunca se rezó en las fiestas durante del Adviento hasta la Misa de Navidad.
Durante la Edad Media fueron compuestos muchos Glorias ampliados con glosas y nuevos versos. La versión adaptada para las fiestas de la Santísima Virgen María, que aparece en el Misal Sarum, fue usado en toda Europa, y, aunque estas interpolaciones fueron prohibidas repetidamente, siguió interpretándose, al menos, hasta 1570.
Las estrofas están ordenadas en pareados, que tienen un ritmo muy marcado, mucho más claro en el original griego que en la versión latina, por ejemplo:
Kyrie basileu epouranie...
Señor Rey En el cielo...
El Gloria y el Te Deum son los únicos supervivientes en la Liturgia romana de los llamados psalmi idiotici (salmos compuestos por un particular tomando como ejemplo el Psalterio bíblico) que fueron muy populares en los siglos II y III. La belleza de estos dos himnos es una de las cumbres de la poesía lírica cristiana de tiempos de las persecuciones.

Particularidades litúrgicas

En el rito romano se establece que para la celebración de la Vigilia Pascual, el Gloria se entone justo al finalizar las lecciones del Antiguo Testamento con sus salmos y oraciones (las siete, o por lo menos tres), y antes de la Oración Colecta que precede a la lectura de la Epístola. En esta noche solemne el Gloria debe cantarse siempre que sea posible, y para esta ocasión, los coros suelen desplegar toda la belleza de la polifonía. También lo deben acompañar las campanas del templo sonando a repique, tanto las de la torre como las campanillas manuales empleadas para el uso interno del servicio litúrgico.
También pueden acompañar las campanas el canto del Gloria en la Misa de la Santa Cena, la noche del Jueves Santo, indicando así que no sonarán más hasta que el Gloria vuelva a entonarse en la Vigilia Pascual.
Asimismo, en algunos lugares, las campanas también acompañan el canto del Gloria en la Misa del Gallo a medianoche de Navidad, pero el Misal Romano no establece una norma al respecto.
Cuando la Misa se ha iniciado con una procesión (como en la fiesta de la Presentación del Señor), por tener esta un carácter penitencial, se omiten los ritos iniciales y el rito penitencial, y en cuanto el celebrante con los ministros suben al altar, se procede de inmediato al canto del Gloria.

Texto griego

Δόξα ἐν ὑψίστοις Θεῷ καὶ ἐπὶ γῆς εἰρήνη ἐν ἀνθρώποις εὐδοκία.
Ὑμνοῦμέν σε, εὐλογοῦμέν σε, προσκυνοῦμέν σε, δοξολογοῦμέν σε, εὐχαριστοῦμέν σοι, διὰ τὴν μεγάλην σου δόξαν.
Κύριε Βασιλεῦ, ἐπουράνιε Θεέ, Πάτερ παντοκράτορ, Κύριε Υἱὲ μονογενές, Ἰησοῦ Χριστέ, καὶ Ἅγιον Πνεῦμα.
Κύριε ὁ Θεός, ὁ ἀμνὸς τοῦ Θεοῦ, ὁ Υἱός τοῦ Πατρός, ὁ αἴρων τὴν ἁμαρτίαν τοῦ κόσμου, ἐλέησον ἡμᾶς, ὁ αἴρων τὰς ἁμαρτίας τοῦ κόσμου.
Πρόσδεξαι τὴν δέησιν ἡμῶν, ὁ καθήμενος ἐν δεξιᾷ τοῦ Πατρός, καὶ ἐλέησον ἡμᾶς.
Ὅτι σὺ εἶ μόνος Ἅγιος, σὺ εἶ μόνος Κύριος, Ἰησοῦς Χριστός, εἰς δόξαν Θεοῦ Πατρός. Ἀμήν.
Καθ' ἑκάστην ἡμέραν εὐλογήσω σε, καὶ αἰνέσω τὸ ὄνομά σου εἰς τὸν αἰῶνα καὶ εἰς τὸν αἰῶνα τοῦ αἰῶνος.

Texto en latín y castellano

Gloria in excelsis Deo,
et in terra pax hominibus bonae voluntatis.
Laudamus te,
Benedicimus te,
Adoramus te,
Glorificamus te,
Gratias agimus tibi propter magnam gloriam tuam,
Domine Deus, Rex caelestis, Deus Pater omnipotens.
Domine fili unigenite, Iesu Christe,
Domine Deus, Agnus Dei, Filius patris,
Qui tollis peccata mundi, miserere nobis.
Qui tollis peccata mundi, suscipe deprecationem nostram.
Qui sedes ad dexteram Patris, miserere nobis.
Quoniam tu solus sanctus,
Tu solus Dominus,
Tu solus Altissimus, Iesu Christe,
Cum Sancto Spiritu in gloria Dei Patris. Amen.4
Gloria a Dios en las alturas.
Y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad.
Alabámoste.
Bendecímoste.
Adorárnoste.
Glorificámoste.
Gracias te damos por tu inmensa gloria.
Oh Señor Dios, Rey Celestial, Dios Padre todopoderoso.
Señor Dios, Hijo unigénito, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre.
Tú que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
Tú que quitas los pecados del mundo, recibe nuestras suplicas.
Tú que estás sentado á la diestra del Padre, ten misericordia de nosotros.
Pues, Tú solo eres Santo.
Tú solo Señor.
Tú solo Altísimo, oh Jesucristo.
con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. 
Gloria 5 (init).png













El gloria Patri es una oración cristiana de carácter trinitario rezada desde los inicios del cristianismo,1que se añade al final de la recitación de algunos salmos, en el término de cada misterio del rosario o para completar el tríptico piadoso padrenuestro-avemaría-gloria.
Es una doxología a la que también se conoce con el nombre de doxología menor, para distinguirla de la doxología mayor o Gloria in excelsis Deo.
Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in sæcula sæculorum. Amen.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


 












El gradual (en latíngraduale) es un canto en la misacatólica, que se canta o se lee después de la Epístola y antes del aleluya, o, durante el tiempo de la cuaresma, antes del tracto.
Gradual también puede referirse a un libro que recoge todos los temas musicales de la misa; en latín se le llama Graduale Romanum.
La forma usual del gradual es una respuesta en solitario con un solo verso, aunque una repetición final de la respuesta se encontró en el Renacimiento y aún se permite en el Liber Usualis.
Los graduales están entre los más floridos y melismáticos cantos gregorianos; Clamaverunt iusti, por ejemplo, tiene melismas de hasta 66 notas.
Los graduales están entre las partes de la misa más frecuentemente compuestas como órgana (método primitivo de acompañamiento exclusivamente vocal), incluyendo tanto la Escuela de San Marcial de Limoges —de la abadía de San Marcial en Limoges, centro de Francia)— como la Escuela de Notre Dame.
Normalmente las partes que eran cantadas por el solista (el comienzo de la respuesta y el verso) son las únicas escritas, mientras que las partes corales seguían interpretándose en canto llano.
En 1198Odo de Sully, obispo de París, autorizó interpretaciones polifónicas de graduales, incluyendo el famoso órganum de Perotín en cuatro partes, Sederunt príncipes para el día de san Esteban y Viderunt omnes para Navidad.
Durante la época del Renacimiento numerosos graduales fueron elaborados en Hungría a mano de artistas expertos italianos, alemanes, franceses que vivieron en la corte del rey Matías Corvino de Hungría (1458-1490). Todos estos eran parte de la Bibliotheca Corvinniana, una de las más importantes de su época en Europa, ubicada en el palacio real de Buda. luego de la ocupación de Hungría por el imperio otomano tras la derrota de la batalla de Mohács en 1526, todo el legado cultural se perdió. Sin embargo a lo largo del mundo aún se conservan cerca de 200 obras de la biblioteca húngara, y una de las piezas más importantes es un gradual en el que aparece el sello del rey húngaro y se halla riquísimamente decorado con miniaturas alegóricas al antiguo testamento.

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