domingo, 28 de mayo de 2017

Oraciones cristianas

oración : agios


AgiosGraecumTrisagio, o Agios o Theos, primeras palabras de una doxología propia de la liturgia cristiana, común a casi todas las tradiciones litúrgicas antiguas, que canta en triple alabanza la Santidad, la Fuerza y la Inmortalidad de Dios. Su texto transcrito del griego, según el Liber usualis, es:
Agios O Theos
Agios Iskyros
Agios Athanatos, eleison imas.
Que en español puede traducirse como:
Santo Dios.
Santo Fuerte.
Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros.
En la Liturgia romana se canta en forma de responsorio, con dos coros alternos, en los Oficios del Viernes Santo, durante el descubrimiento de la Cruz, tras cada uno de los Improperios. En esta liturgia el primer coro canta uno de los versos en griego, y es respondido por el segundo con el mismo verso en latín. De esta manera, queda estructurado así:
Coro 1/ Agios O Theos
Coro 2/ Sanctus Deus
Coro 1/ Agios Iskyros
Coro 2/ Sanctus Fortis
Coro 1/ Agios Athanatos, eleison imas.
Coro 2/ Sanctus Inmortalis, miserere nobis.
Sin embargo, otras liturgias católicas siguen entonándolo solo con el texto griego, como es el caso de la Liturgia hispánica, que lo introduce tras el Sancta Sanctis.
La primera noticia segura que se tiene de su uso es durante el Concilio de Calcedonia (451), donde los Padres que acudieron lo utilizaron como aclamación al finalizar las sesiones.

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Las Alabanzas al Dios altísimo o [AlD], pertenecen al grupo de escritos de San Francisco. Es probable que la mayoría de los escritos no hayan sido escritos de su puño y letra, sino que hayan sido dictados al hermano León, quién escribía lo que Francisco enseñaba.
Sin embargo hay algunas anotaciones en ciertos escritos como este y como la bendición al hermano León, en los cuales dicho hermano escribe con tinta roja anotaciones que dicen:
El bienaventurado Francisco, dos años antes de su muerte, hizo cuaresma en el monte Alverna, en honor de la bienaventurada Virgen, Madre de Dios, y del bienaventurado Arcángel Miguel, desde la fiesta de la Asunción de Santa María Virgen hasta la fiesta de San Miguel de septiembre. Y se posó sobre él la mano del Señor. Después de la visión y de la alocución del Serafín y de la impresión de las llagas de Cristo en su cuerpo, compuso estas Alabanzas, escritas en el otro lado del papel, y las escribió de su propia mano, dando gracias a Dios por el beneficio que le había concedido
Algunos de los escritos de San Francisco son además de místicos y espirituales, profundamente humanos y poéticos.

Alabanzas al Dios altísimo:
1Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas (Sal 76,15).
2Tú eres fuerte, tú eres grande (cf. Sal 85,10), tú eres altísimo, tú eres rey omnipotente, tú, Padre santo (Jn 17,11), rey del cielo y de la tierra (cf. Mt 11,25).
3Tú eres trino y uno, Señor Dios de dioses (cf. Sal 135,2), tú eres el bien, todo el bien, el sumo bien, Señor Dios vivo y verdadero (cf. 1 Tes 1,9).
4Tú eres amorcaridad; tú eres sabiduría, tú eres humildad, tú eres paciencia (Sal 70,5), tú eres belleza, tú eres mansedumbre, tú eres seguridad, tú eres quietud, tú eres gozo, tú eres nuestra esperanza y alegría, tú eres justicia, tú eres templanza, tú eres toda nuestra riqueza a satisfacción.
5Tú eres belleza, tú eres mansedumbre; tú eres protector (Sal 30,5), tú eres custodio y defensor nuestro; tú eres fortaleza (cf. Sal 42,2), tú eres refrigerio.
6Tú eres esperanza nuestra, tú eres fe nuestra, tú eres caridad nuestra, tú eres toda dulzura nuestra, tú eres vida eterna nuestra: Grande y admirable Señor, Dios omnipotente, misericordioso Salvador.



ALABANZAS DEL DIOS ALTÍSIMO [AlD]

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[Forma A]
1Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas (Sal 76,15). 2Tú eres fuerte, tú eres grande (cf. Sal 85,10), tú eres altísimo, tú eres rey omnipotente, tú, Padre santo (Jn 17,11), rey del cielo y de la tierra (cf. Mt 11,25). 3Tú eres trino y uno, Señor Dios de dioses (cf. Sal 135,2), tú eres el bien, todo el bien, el sumo bien, Señor Dios vivo y verdadero (cf. 1 Tes 1,9). 4Tú eres amor, caridad; tú eres sabiduría, tú eres humildad, tú eres paciencia (Sal 70,5), tú eres belleza, tú eres mansedumbre, tú eres seguridad, tú eres quietud, tú eres gozo, tú eres nuestra esperanza y alegría, tú eres justicia, tú eres templanza, tú eres toda nuestra riqueza a satisfacción. 5Tú eres belleza, tú eres mansedumbre; tú eres protector (Sal 30,5), tú eres custodio y defensor nuestro; tú eres fortaleza (cf. Sal 42,2), tú eres refrigerio. 6Tú eres esperanza nuestra, tú eres fe nuestra, tú eres caridad nuestra, tú eres toda dulzura nuestra, tú eres vida eterna nuestra: Grande y admirable Señor, Dios omnipotente, misericordioso Salvador.



[Forma B]
Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas. Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres altísimo, tú eres rey omnipotente, tú, Padre santo, rey del cielo y de la tierra. Tú eres trino y uno, Señor Dios de dioses, tú eres el bien, todo el bien, el sumo bien, Señor Dios vivo y verdadero. Tú eres amor, caridad; tú eres sabiduría, tú eres humildad, tú eres paciencia, tú eres belleza, tú eres mansedumbre, tú eres seguridad, tú eres quietud, tú eres gozo, tú eres nuestra esperanza y alegría, tú eres justicia, tú eres templanza, tú eres toda nuestra riqueza a satisfacción. Tú eres belleza, tú eres mansedumbre; tú eres protector, tú eres custodio y defensor nuestro; tú eres fortaleza, tú eres refrigerio. Tú eres esperanza nuestra, tú eres fe nuestra, tú eres caridad nuestra, tú eres toda dulzura nuestra, tú eres vida eterna nuestra: Grande y admirable Señor, Dios omnipotente, misericordioso Salvador.


[Forma C]
Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas.
Tú eres fuerte, tú eres grande, tú eres altísimo, tú eres rey omnipotente, tú, Padre santo, rey del cielo y de la tierra.
Tú eres trino y uno, Señor Dios de dioses, tú eres el bien, todo el bien, el sumo bien, Señor Dios vivo y verdadero.
Tú eres amor, caridad; tú eres sabiduría, tú eres humildad, tú eres paciencia, tú eres belleza, tú eres mansedumbre, tú eres seguridad, tú eres quietud, tú eres gozo, tú eres nuestra esperanza y alegría, tú eres justicia, tú eres templanza, tú eres toda nuestra riqueza a satisfacción.
Tú eres belleza, tú eres mansedumbre; tú eres protector, tú eres custodio y defensor nuestro; tú eres fortaleza, tú eres refrigerio.
Tú eres esperanza nuestra, tú eres fe nuestra, tú eres caridad nuestra, tú eres toda dulzura nuestra, tú eres vida eterna nuestra: Grande y admirable Señor, Dios omnipotente, misericordioso Salvador.

Apéndice:
Las palabras que fray León añadió con tinta roja en el autógrafo de las Alabanzas del Dios Altísimo y la Bendición al hermano León, nos manifiestan las circunstancias en que se escribieron estos textos. En efecto, en el margen superior de la cara en que se encuentra laBendición, se lee así:
«El bienaventurado Francisco, dos años antes de su muerte, hizo una cuaresma en el monte Alverna, en honor de la bienaventurada Virgen, Madre de Dios, y del bienaventurado Miguel Arcángel, desde la fiesta de la Asunción de Santa María Virgen hasta la fiesta de San Miguel de septiembre. Y se posó sobre él la mano del Señor. Después de la visión y de la alocución del Serafín y de la impresión de las llegas de Cristo en su cuerpo, compuso estas Alabanzas, escritas en el otro lado del papel, y las escribió de su propia mano, dando gracias a Dios por el beneficio que le había concedido».
Debajo del texto de la Bendición, el mismo fray León añadió, también con tinta roja, estas palabras:
«El bienaventurado Francisco escribió de su propia mano esta bendición a mí, fray León».
Finalmente, al pie del mismo lado del papel, debajo del signo "Tau y la cabeza" delineado por el bienaventurado Francisco, expone cuidadosamente:
«De manera semejante hizo de su propia mano este signo Tau, y la cabeza».





Francisco compuso esta oración de alabanza en el Monte de la Verna, en septiembre de 1244, cuando recibió los estigmas. La oración fue escrita en un pergamino que contiene también la bendición de Francisco al hermano León. El pergamino con el autógrafo de san Francisco se conserva como reliquia en la Basílica de San Francisco, en Asís.

Tú eres el santo, Señor Dios único, el que haces maravillas.

Tú eres el fuerte, tú eres el grande,
tú eres el altísimo, tú eres el rey omnipotente;
tú, Padre santo, rey del cielo y de la tierra.

Tú eres trino y uno, Señor Dios de dioses;
tú eres el bien, todo bien, sumo bien, Señor Dios vivo y verdadero.

Tú eres el amor, la caridad; tú eres la sabiduría,
tú eres la humildad, tú eres la paciencia,
tú eres la hermosura, tú eres la mansedumbre;
tú eres la seguridad, tú eres la quietud, tú eres el gozo,
tú eres nuestra esperanza y alegría, tú eres la justicia,
tú eres la templanza, tú eres toda nuestra riqueza a saciedad.

Tú eres la hermosura, tú eres la mansedumbre, tú eres el protector, tú eres nuestro custodio y defensor; tú eres la fortaleza, tú eres el refrigerio.

Tú eres nuestra esperanza, tú eres nuestra fe,
tú eres nuestra caridad, tú eres toda nuestra dulzura,
tú eres nuestra vida eterna, grande y admirable Señor, omnipotente Dios, misericordioso Salvador.

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