Embajadas de Zhang Qian
En el 138 AC el emperador Wudi envió una diplomática expedición al mando de Zhang Qian para establecer una alianza con los yuezhi que fueron derrotados y obligados a emigrar hasta al río Amur Daria con el fin establecer una alianza con ellos contra los xiongnu. La expedición partió de Chang’an, la capital de los Han Occidental. Al parecer la expedición tomó un camino equivocado y se toparon con un contingente xiongnu siendo capturados y esclavizados. Zhang Qian pasaría 11 años sirviendo a una familia aristocrática xiongnu pastoreando sus rebaños. En ese tiempo Zhang Qian contrajo matrimonio con una esclava xiongnu, con la que tuvo un hijo.
Con el tiempo, y aprovechando que no eran vigilados estrechamente, Zhang Qian y sus hombres escaparon hacia el oeste, prosiguiendo con su misión. Bordearon la cuenca del Tarim por la ruta del norte, pasando por ocho principados. Al final llegaron al reino de Dayuan, en la depresión del valle de Fergana, situado en el curso superior del río Sir Daria. Allí, Zhang Qian descubrió alimentos aún desconocidos para los chinos, como la uva, la zanahoria, el ajo o el sésamo; y en sus praderas una raza de caballo y la alfalfa, planta forrajera con la que se los alimentaba. Estos caballos, que eran más ligeros, fuertes y altos, se decía que provenían de los caballos celestiales y eran más aptos para la guerra contra los xiongnu que los pequeños caballos de raza mongola o china.
Tras pertrecharse en el reino de Dayuan, pasaron al reino de Kanqju (la Sogdiana de los griegos) y de aquí al país ocupado por los yuezhi (la Bactriana). Zhang Qian le propuso el plan de su monarca, pero los yuezhi no se decidían. China quedaba muy lejos y los xiongnu muy cerca. Tras un año de espera y al haber fracasado en su misión, Zhang Qian y sus hombres decidieron volver a China.
A la vuelta, decidieron esta vez tomar la ruta del sur que bordea el Tarim, pero nuevamente fueron capturados por los xiongnu y obligados a realizar trabajos forzados hasta el año 126 AC, cuando el líder de los xiongnu murió y, aprovechando la confusión de las luchas internas por el poder, Zhang Qian volvió a escapar y regresó a Chang’an. De los cien hombres que partieron, volvieron tres personas: Zhang Qian, su mujer xiongnu y Ganfu.
Aunque la misión fue un rotundo fracaso, la información recopilada durante esos años por los territorios occidentales causó sensación en la corte y alimentó las ambiciones de Wudi. Zhang Qian fue recompensado con un rango de dignatario y Ganfu con un título honorífico.
Viendo las dificultades que aún presentaba la ruta del norte, que los xiongnu amenazaban constantemente, Zhang Qian propuso buscar una ruta alternativa que no estuviera bloqueada por los xiongnu. Hacia el año 135 AC un oficial, Tang Meng, había conseguido persuadir el gobierno han para enviar una expedición de exploración hacia esa zona, ya que tenía informes sobre la importante actividad comercial de esos territorios. Los chinos establecieron allí su control y una serie de rutas comerciales desde la capital. Sin embargo, la actividad comercial se suspendió por la disidencia local y por la concentración de los esfuerzos han contra los xiongnu en el norte. El interés de la zona volvió a resurgir a partir del 126 AC gracias a los informes de Zhang Qian. Se enviaron varias expediciones desde la actual Sichuan hacia el sur. Se llegó con cierta facilidad hasta Yibin (actual Yunnan), pero a partir de ese punto tendrían problemas para continuar, ya que no encontraron el camino. Después de algunos intentos frustrados y de los elevados gastos de los viajes, desistieron, pero el interés por aquellos territorios no desapareció, y años más tarde los han ampliaría allí su control.
Zhang Qian había descrito en su informe la historia interna de los wusun, un pueblo nómada que habitaba una zona del valle del río Ili. Propuso buscar un acuerdo amistoso con los wusun del mismo tipo que se había querido conseguir con los yuezhi para combatir los xiongnu. En una campaña militar del año 121 AC, se había derrotado a los xiongnu, que momentáneamente habían sido desplazados hacia el norte, hecho que hacía que el camino hacia el oeste estuviera libre de esta amenaza y fuera más seguro. La corte de Chang’an aceptó su propuesta y de nuevo Zhang Qian fue enviado aproximadamente en torno al 115 AC en una expedición diplomática hacia el oeste con 300 hombres y bien cargada con presentes de valor, como oro y seda, que fueron entregados a los soberanos de los reinos que iban cruzando y con los que también quería establecer relaciones diplomáticas. De la misma manera que ocurrió con los yuezhi, los wusun no quisieron participar militarmente contra los xiongnu en una alianza con los chinos Han, pero sí que se establecieron relaciones amistosas entre ellos. Zhang Qian entregó presentes chinos al rey de los wusun y de vuelta hacia Chang’an se llevó guías e intérpretes wusun, embajadores, además de valiosos caballos con el fin de fortalecer la alianza. De los 300 hombres que le acompañaban, envió algunos a los diferentes reinos centro asiáticos que había visitado anteriormente, como los de los dayuan, kangju, yuezhi, daxia y otros. Más tarde llegarían delegaciones de estas regiones a la corte china y así se iniciaría un ir y venir de misiones oficiales entre estos estados.
Finalmente, Zhang Qian murió en el año 113 AC. Gracias a la labor de embajador y los informes de Zhang Qian, las relaciones comerciales entre China y Asia Central y Occidental florecieron, a través de muchas misiones chinas enviadas a lo largo del primer siglo AC que iniciaron el desarrollo de la Ruta de la Seda. China también mandó misiones a Partia, que fueron seguidas de misiones reciprocas por parte de Partia alrededor del 100 AC.
Guerra con los xiongnu
El emperador emprendió una campaña contra los xiongnu en el 133 AC que resultó un fracaso, eso llevó a un cambio en la estrategia y aceleró el desarrollo de una caballería han eficaz. El noroeste chino, poco poblado y próximo a los campos de batalla, fue transformado en territorio para la cría del ganado, dos millones de hombres se instalaron en esas regiones, en las que la agricultura se mezclaba con la cría de animales. También llevó a reconsiderar la elección de sus comandantes, buscando una nueva generación de militares capaces en la guerra de caballería, sus favoritos fueron Wei Qing y Huo Qubing.
Con la información que Zhang Qian le había proporcionado sobre los xiongnu, inició una campaña en el 127 Ac recuperando la región de los Ordos, ganó una serie de batallas entre las que destacan la de Hexi en el 121 AC y la de Mobei en el 119 AC. Para más detalles ver el capitulo los hunos- los xiongnu.
Los costos de las victoriosas campañas contra los xiongnu en los diez años 129 a 119 AC fueron enormes: el ejército Han perdido casi el 80% de sus caballos en estas expediciones, debido al combate y otras causas como la dura travesía y la peste causada por los xiongnu al contaminar el suministro de agua con ganado muerto. La presión económica sobre el gobierno central Han llevado a nuevos impuestos que se introdujeron, el aumento de la carga de los campesinos medios. La población del Imperio Han bajó considerablemente como consecuencia de la hambruna y el exceso de impuestos para financiar las movilizaciones militares.
Los xiongnu, sin embargo, nunca recuperaron la fuerza de sus últimos días de gloria, y se rompieron en pequeños clanes en las siguientes décadas, aunque tuvieron tuvieron algún pequeño éxito como en la batalla de Tian Shan en el 99 AC.
Expansión al Sur
En el sur hasta la actual ciudad de Guangzhou (Cantón, actual Guangdong) la conquista de nuevos territorios fue mucho más rápida que en el norte. Al sur del río Yangtze se encontraban pueblos con civilizaciones propias, pero muy influenciadas por la cultura china. El reino independiente de los Yue de Min, en los territorios de Fujian, y el sur de Zhejiang fueron conquistados por los ejércitos de Wudi. El reino de Dian, cuyo centro político se encontraba situado en la llanura del actual Kunming, en Yunnnan, fue aplastado en el 109 AC.
La instalación de los Han en Guangdzhou, Guilin (en la provincia de Guangxi), Hanoi (en Viet-nam) y Fuzhou (en la provincia de Fujian). En esas regiones se instalaron soldados y convictos chinos, comenzando así la colonización del sur de China, así como el comercio de sus productos chinos, permitió la expansión de la cultura china por el sudeste de Asia. Sus huellas se encuentran en el este de Borneo, en el oeste de Java y en el sur de Sumatra. Las primeras rutas marítimas hacia los mares del sur y el océano Índico se remontan al siglo I AC.
A partir del año 100 AC, debido a la pesada carga tributaria y las campañas militares, hubo muchas revueltas campesinas en todo el imperio. En el intento de suprimir las rebeliones, decretó que los funcionarios que presidían las áreas en las que había rebeliones fuesen ejecutados. Los funcionarios respondieron tratando de ocultar las noticias de las revueltas contra él.
Los caballos celestiales (104-101AC)
El emperador Wudi había escuchado hablar de unos famosos caballos que eran criados en la región de Fargana que eran altos y fuertes. Para ello envió una embajada con oro a las regiones de Fergana, Bactriana y Sogdina donde se criaban estos caballos de gran alzada. Las ofertas fueron rechazadas y el rey de Fergana mató y despojó de todo al enviado para la negociación.
Cuando la noticia llegó, Wudi se enfureció y decidió tomarlos por la fuerza. Nombró Li Guangli para dirigir la expedición. En 104 AC, se pusieron en camino para conseguir los caballos con 6.000 jinetes y 20.000 infantes, recorrieron los 1.500 km a través de desiertos y llegaron a la capital pero fueron rechazados, siendo obligados a retirarse a Dunhuang. Allí Li Guangli con sólo unos pocos hombres que le quedaban esperó los refuerzos de Wudi.
En 102 AC, Wudi emprendió la segunda campaña militar esta vez con un ejército de 60.000 infantes 30.000 jinetes y 10.000 animales de carga que marcharon hacia Fergana. Con esta fuerza que no tuvieron dificultades para llegar a Khujand (llamado Ershi por los chinos), la capital de Tayuan. Había perdido la mitad de su ejército durante la marcha, pero después de un asedio de 40 días los chinos habían rodeado la muralla exterior y habían cortado el suministro de agua. Los nobles mataron a su rey y enviaron su cabeza a Li Guangli, ofreciendo a los chinos a todos los caballos que querían. Li aceptó la oferta, nombrado uno de los nobles para que fuese el nuevo rey y se retiró con un tributo de 3.000 sementales y miles de yeguas, así como el compromiso de enviar dos sementales cada año. En su viaje de regreso a todos los pequeños estados aceptaron la soberanía china. Dejó guarniciones en lo que serían las regiones del Oeste.
Desde entonces fueron criados los “caballos celestiales” en China. Se convirtieron en un símbolo de estatus para los hombres y funcionarios ricos.
Se inició una nueva etapa en la cría caballar, se sembraron zonas con alfalfa traída de occidente y se aseguró el dominio de extensas zonas de pastos como la región de Ordos, que cinco siglos después tenía 20 millones de cabezas.
Final de la dinastía Han Occidental
El reinado de Wudi finalizó con desórdenes debido a los enfrentamientos por la sucesión y a las derrotas militares, y el periodo culminante de la grandeza de los Han se disipó.
Los Han Occidentales decayeron tras varios emperadores niños, consortes nepotistas y luchas de poder. Importantes familias de las provincias se aseguraron exenciones impositivas, redujeron la base fiscal del Estado y trasladaron las cargas a los campesinos cada vez más rebeldes. Finalmente, Wang Mang cortesano y regente del último emperador niño, se apoderó del trono.
Dinastia Xin (9-24)
La dinastía Xin duro solamente 14 años y contó solamente con un emperador, Wan Mang, que era un dignatario de la dinastía Han y pasó a la historia como un usurpador del trono. Wang Mang intentó establecer un estado basado en los ideales confucianos. Para ello, intentó reformas sociales y económicas radicales que no tuvieron éxito, pues se trataba de seguir el modelo antiguo de la dinastía Zhou. El fracaso de las reformas de Wang Mang y diversas catástrofes naturales, como el cambio de curso del Huáng Hé (río Amarillo), provocaron un descontento social que se manifestó en forma de rebeliones armadas. En Shandong, la parte más afectada, las bandas de campesinos iniciaron un movimiento, el de los “cejas rojas”, que se alzó en una rebelión que se extendió hacia el oeste.
En el año 22 estalló otra rebelión de grandes proporciones en la prefectura de Nan-yang (norte de Hupei y sur de Henan), encabezada por una línea colateral de la casa imperial Han, los rebeldes “cejas rojas” se unieron a este grupo insurrecto y así, combinando sus fuerzas, pudieron vencer al ejército de Wang Mang, y en el verano del año 23 entraron en la capital Chang’an y mataron al emperador. Tras dos años de caos e los que Liu Xiu primero sometió a los “cejas rojas” después se impuso a todos sus rivales, representantes de familias poderosas que trataban de independizarse, impidiendo así la fragmentación del Imperio, en el año 25 se restauró la dinastía Han.
Dinastía Han Oriental o del Este (25-220)
Liu Xiu consiguió restablecer la dinastía Han, y se convirtió en el emperador Guangwu y traslado la capital a Luoyang (provincia de Henan).
En el 105, ya en la dinastía Han Oriental, un oficial e inventor llamado Cai Lun inventó la técnica para hacer papel de gran calidad. La invención del papel es considerada una revolución en la comunicación y el aprendizaje, reduciendo de forma drástica el coste de la educación.
Éste fue unos de los periodos más prósperos de la dinastía Han, al menos durante el reinado de los primeros tres emperadores, durante el cual no hubo revueltas importantes, ni dentro del China ni con los xiongnu. El comercio floreció y la Ruta de la Seda se convirtió en una de las vías más importantes para el comercio exterior.
Pero la acumulación de poder por parte de los terratenientes y la presión cada vez más grande sobre los campesinos comenzaron a generar nuevas rebeliones, acentuando la crisis agraria. Las desastrosas inundaciones del Yuángtse (río Amarillo) alrededor de la década de 170 no hizo más que empeorar esta situación. La pérdida de las cosechas creó periodos de hambruna que alimentaron las rebeliones.
Rebelión de los turbantes amarillos (184 – 205)
La más importante de todas estas rebeliones fue la de los turbantes amarillos en las planicies del norte de China, la principal zona agraria del país, la mayor parte del pueblo consideraba al gobierno corrupto e incapaz. Las hambrunas y las inundaciones eran vistas como una señal de que el decadente emperador había perdido su mandato del cielo. Esta rebelión fue liderada por Zhang Chiao y sus dos hermanos menores Zhang Bao y Zhang Liang, que defendían las doctrinas taoístas de igualdad de derechos e igualdad en la distribución de tierras, presentes también en la secta de los Taiping (la gran paz).
Otro movimiento revolucionario que ocurrió durante la misma época se llamaba las Cinco Fanegas de Arroz. La secta adoptó este nombre debido a que se les imponía a los miembros la necesidad de aportar cinco fanegas de arroz a la causa y trabar sin remuneración en el mantenimiento de la calzada. La propiedad privada no era considerada un concepto aceptable. Las Cinco Fanegas de Arroz lograron establecer un estado independiente en la provincia de Shensi en el año 190 .
Los rebeldes se concentraban mayoritariamente en tres áreas. El grupo liderado por Zhang Chiao y sus dos hermanos consiguió el apoyo de la región al norte del río Amarillo, cerca de la tierra natal de Zhang Chiao y su base en la comandancias de Wei, a principios del año 184, disponía de un ejército de unos 360.000 soldados, la mayoría de los cuales tenía armas. Un segundo alzamiento de importancia tuvo lugar en las comandancias de Guangyang y Zhuo de la provincia de Yuo, en las cercanías de la actual Pekín. El tercer centro de la rebelión estaba en las tres comandancias de Yingchuan, Runan y Nanyang y muy probablemente estuviera destinado a colaborar con los traidores en Luoyang en un intento de tomar la capital pero incluso sin su apoyo era una importante amenaza.
Durante las primeras semanas del levantamiento el gobierno del emperador Ling estaba principalmente preocupado por encontrar y ejecutar a los traidores en la capital y por la inmediata defensa de la ciudad. Al general en jefe He Jin, el hermanastro de la emperatriz He, se le puso a cargo de acabar con la rebelión en la capital. Al tercer mes, cuando se habían completado los preparativos, tres ejércitos partieron para hacerse cargo de la rebelión. Uno se dirigió al este contra Zhang Chiao mientras los otros dos, al mando de Huangfu Song y Zhu Jun fueron enviados para enfrentarse con los rebeldes de Yingchuan, Runan y Nanyang.
Zhu recomendó que se requiriera a Sun Jian para que organizara a sus tropas y se uniera a sus fuerzas. Con una rebelión tan extendida por el territorio los comandantes imperiales estaban ansiosos por conseguir cualquier refuerzo que pudieran y las tierras del bajo Yangtzé, no involucradas ni afectadas por los movimientos de Zhang Jue, estaban lo bastante cerca como para ser una conveniente fuente de reclutas para el ejército imperial. Sun Jian llamó a sus tropas y marchó para unirse al ejército de Zhu Jun con cien hombres bajo su mando. Los combates contra los rebeldes de Yingchuan, Runan y Nanyang fueron frecuentemente feroces y de diverso éxito.
El tercer mes de 184, poco después del estallido de la rebelión, el líder rebelde Zhang Mancheng derrotó y mató al gran administrador de Nanyang y durante el cuarto mes, a comienzos del verano, Bo Cai derrotó en Yingchuan al ejército imperial bajo el mando de Zhu Yun mientras otro ejército rebelde derrotaba al gran administrador de Runan.
A mediados de 184, sin embargo, se volvieron las tornas. En el quinto mes Huangfu Song y Zhu Jun combinaron sus ejércitos para derrotar a Bo Cai y durante el sexto mes destruyeron a los rebeldes de Runan en la batalla de Xihua en Henan. Después de este combate los dos generales se separaron; Huangfu partió para unirse al ataque a los rebeldes al norte del río Amarillo mientras Zhu se encargaba de los rebeldes de Nanyang. Para ese momento un nuevo gran administrador había derrotado y matado a Zhang Mancheng. A pesar de todo durante esa campaña los rebeldes fueron capaces de capturar la capital de la comandancia, Wan, y se refugiaron allí.
Durante los siguientes meses el núcleo de la campaña fue el combate dentro y en los alrededores de Wan hasta que el ejército imperial asaltó el lugar y masacró a sus defensores el undécimo mes, a mediados del invierno a comienzos de 185. La captura de Wan fue la última gran derrota de los rebeldes. Sus fuerzas en la llanura del Norte de China habían sido arrasadas en batalla por los ejércitos imperiales durante el verano, sus fortalezas asediadas y capturadas y los tres hermanos Zhang habían muerto.
Las fuerzas de las comandancias y los condados perseguían a los restantes y dispersos rebeldes con varias operaciones de limpieza y exterminio y el duodécimo mes del año chino, a mediados de febrero de 185, el gobierno publicó una proclamación de celebración y cambió el nombre de la era por el de Zhongping o “pacificación alcanzada“.
Los rebeldes fueron vencidos en febrero de 185 pero solo dos meses después la rebelión volvió a estallar. A lo largo de ese año se extendió a las montañas Taihang en la frontera occidental de Hebei, en 186 alcanzó Shaanxi, Habei y Liaoning y en 188 llegó hasta Shanxi. El mismo año un segundo levantamiento independiente aconteció en Sichuan pero no estaba coordinado con la rebelión de los Turbantes Amarillos de otras partes del país.
En 192 el señor de la guerra Cao Cao fue capaz de lograr el sometimiento de un ejército rebelde después de que este marchara hacia la provincia de Yan. Los rebeldes finalmente dejaron de representar un desafío militar en 205.
Final del imperio Han Oriental o del Este
Los ejércitos Han consiguieron la victoria y fueron capaces de eliminar rápidamente la amenaza de la rebelión de Zhang Jue, un logro notable. El coste, sin embargo, fue muy alto. A lo largo de amplias áreas los edificios gubernamentales estaban destruidos, los magistrados muertos y el contacto del gobierno central con distritos enteros se había cortado. Se había masacrado a cientos y miles de enemigos, mucha gente inocente se había quedado sin hogar y en la indigencia por culpa de la guerra y la economía y la sociedad en muchas partes de la región más poblada del imperio estaba en ruinas y sin recursos.
El descontento persistió y aparecieron bandidos en cada distrito. El gobierno, imposibilitado para acabar con todos los disturbios menores, se vio forzado a solucionar las cosas lo mejor que pudo. Hacía falta un largo periodo de consolidación para restaurar una mínima impresión de paz y prosperidad pero no obtuvieron ni un momento de respiro.
A la muerte del emperador Ling en 189 se sucedieron las luchas por el poder entre He Jin y los eunucos durante las cuales He Jin fue asesinado el 22 de septiembre de 189. El principal aliado de He Jin, Yuan Shao, respondió prendiendo fuego al palacio y asesinando a los eunucos.
Finalmente el señor de la guerra Dong Zhuo fue capaz de lograr el control sobre Xian Di, el heredero al trono, reinando hasta el 220 aunque sin ejercer ningún control real. De esta manera concluyó el periodo Han y China dejó de estar unificada en un solo estado durante más de cincuenta años, hasta que fue reunificada de nuevo por la dinastía Jin después del turbulento período de los Tres Reinos.
El ejército de la dinastía Han
Reclutamiento
Para asegurar su ejército, todos los hombres entre 21 y 56 años debían servir dos años en el ejército. A la edad de 23 años, los campesinos varones eran reclutados al ejército, en donde eran asignados a la infantería, la caballería, o la armada. Después de un año en un campo de instrucción de los que había tres junto a la frontera : el campamento de Yong, en Youfufeng, al oeste de Chang’an, el campamento del Diente del Tigre (huya ying) cerca de la anterior capital, el campamento de Liyang en Wei al oeste de la llanura del norte de China. Tras un año de instrucción pasaban a servir durante un año como militares en guarniciones fronterizas o como guardias en la ciudad capital. Estos soldados reclutados no profesionales conformaban el ejército del Sur (Nanjun) mientras que el ejército del Norte (Beijun) era un ejército permanente compuesto de soldados profesionales pagados.
Los ejércitos de los Han eran principalmente soldados de a pie, con una pequeña proporción de caballería y carros, y las fuerzas dentro del imperio tendían a seguir dependiendo de infantería. Sin embargo, las campañas sobre la estepa de Asia Central se llevaron a cabo con frecuencia por fuerzas en las que la mayoría eran de caballería.
Organización
Hasta el final del reinado del emperador Ling, la estructura del gobierno civil permaneció intacta. En términos formales, inmediatamente por debajo del gobernante, había las tres Excelencias (san gong), con rango expresado por un salario nominal de 10.000 shi de grano, y los nueve Ministros (jiu qing), con rango rango de 2.000 shi, encabezaban la administración, mientras que por debajo estaban los maestros de escritura (shangshu), eran los secretarios imperiales, que redactaban y distribuían los edictos y las órdenes con las que se llevaba a cabo el gobierno.
Fuera de la capital, las provincias (zhou) estaban encabezadas por gobernadores e inspectores (cishi), y éstos se dividían en comandancias subordinadas (jun) bajo grandes administradores (tai shou) o estados (guo), reyes nominales que en la práctica eran gobernados por los cancilleres (xiang). Las comandancias y los estados estaban a su vez divididos en condados (xian), que eran el nivel básico del gobierno Han, gobernado por prefectos (ling), jefes (zhang) y oficiales equivalentes.
Todas las unidades locales eran responsables del trabajo policial y del control básico del bandolerismo y otros problemas menores, pero también había un establecimiento militar para proteger a la persona del emperador, para mantener las fronteras y para sofocar los disturbios dentro del Imperio.
Fuerzas militares en la capital
El ejército del Norte (Bei jun), basado en la capital, Luoyang, era la reserva estratégica central del imperio. A finales del imperio Han, el ejército del Norte comprendió cinco regimientos (ying): los arqueros (shesheng), los infantes (bubing), los jinetes de élite (yueji), los jinetes de guarnición (tunji) y el regimiento de ríos (changshui). Cada uno estaba mandado por un coronel (xiaowei), cuyo rango era de 2.000 shi de grano, y toda la fuerza estaba supervisada por un capitán general del ejército del Norte y del Centro (beijun zhonghou), con un sueldo de 6.000 shi.
Los soldados del ejército del Norte eran profesionales y calificados, que podían ser enviados a cualquier punto de peligro o disturbio como refuerzos a las fuerzas reclutadas localmente. Los números no eran grandes: cada regimiento tenía unos 700 efectivos con entre 60 y 120 oficiales subalternos. Debajo del coronel, el segundo al mando era un comandate (sima), con un salario de 1.000 shi; el regimiento del río Chang, cuyos soldados eran reclutados en Wuhuan y otros auxiliares no chinos, tenía un comandante adicional de la caballería bárbara (huji sima).
El capitán general del ejército del Norte y del Centro, no tenía autoridad para dar órdenes a coroneles de regimientos, su posición era la de un ayudante y supervisor. Oficialmente, el mando de la fuerza estaba en manos de un general (jiangjun), subordinado a un general en jefe (da jiangjun).
El general en jefe, sin embargo, no era un soldado profesional: durante Han del Este, la posición fue dada a un varón entre los parientes imperiales por matrimonio, padre o hermano de la emperatriz. A finales del siglo II, particularmente durante el tiempo de los regentes Liang Ji (al comienzo del reinado del emperador Huan), y de Dou Wu (al principio del reinado del emperador Ling), el mando del ejército del Norte fue diseñado para confirmar y consolidar su poder político en la corte y en la capital. A partir de 184, el cargo fue ejercido por He Jin, hermano de la emperatriz Hi mujer del emperador Ling.
Fuera del palacio, había un gobernador militar (sili xiaowei), que era el jefe de la provincia capital. Su territorio comprendía siete comandancias que se extendía desde el oeste de la antigua capital del antiguo Han, Chang’an al este de Luoyang.
Esta jerarquía del gobierno militar estaba acompañada por un sistema separado de protección sobre la ciudad y los palacios. El coronel de las puertas de la ciudad (chengmen xiaowei), estaba a cargo de los guardias en las doce puertas de Luoyang. El portador de la maza dorada (zhi jinwu), al mismo nivel, era responsable de la capital fuera del palacio y del arsenal. Sus deberes duplicaban evidentemente los del gobierno local, y su personal, que incluía académicos, oficinistas y jinetes vestidos de rojo (tiji), puede haber actuado como agentes de seguridad, así como la policía regular.
Uno de los nueve ministros, se encargaba de la seguridad de los palacios imperiales, en particular las murallas y puertas entre los diversos reductos. Los guardias bajo su mando en Luoyang eran casi 2.000 efectivos, divididos entre los palacios del Norte y del Sur, con contingentes en cada puerta para identificar a cada persona que entraba o salía de los reductos. Otro ministro, el superintendente de la Casa Imperial (guanglu xun), era responsable de la seguridad personal del emperador. Sus subordinados incluían cortesanos en todos los niveles, pero el cuerpo principal para la defensa era cinco cuerpos con nombres pintorescos como los caballeros de “todos los propositos” (wuguan zhonglangjiang), caballeros de la izquierda y de la derecha; caballeros “rapidos como tigres” (huben) y caballeros del “bosque emplumado” (yulina).
El número de caballeros en los tres primeros cuerpos, los de “Todos los Propósitos”, de “la Izquierda” y de “la Derecha”, variaban de 700 a casi 2.000. Sin embargo, eran de escaso valor militar, ya que estaban compuestos de candidatos recomendados por la oficina civil y con escasa instrucción, y el grupo “Todos los Propósitos” testaba pensado para hombres de 50 años. Las otras dos unidades, los “Rápidos como Tigres” y el “Bosque Emplumado”, tenían una fuerza entre 1.500 y 1.700, eran probablemente cadetes con alguna habilidad y experiencia militar que se estaban adiestrando para misiones en el ejército, y por lo tanto eran de un nivel más profesional.
Finalmente, las áreas privadas del palacio, en particular el harén, eran custodiadas por eunucos, que estaban oficialmente bajo el tesorero privado (shaofu), uno de los nueve ministros, pero en la práctica eran independientes. Los eunucos guardias y sirvientes se organizaron en muchas divisiones separadas, sin líneas formales de autoridad, pero durante Han Occidentales los eunucos más altos, los asistentes regulares del palacio (zhong changshi), fueron reconocidos como líderes de sus colegas, mientras que los asistentes menores en las Puertas Amarillas (xiao huangmen), ganaban su autoridad como mensajeros confidenciales, y el prefecto de las Puertas Amarillas (huangmen ling), tenía el mando disciplinario sobre todos los eunucos servidores del emperador.
Dentro de este aparato de protección, eran los eunucos los que estaban en la mejor posición para influir en la política del Imperio, ya que la persona del emperador era la clave del gobierno, y los eunucos controlaban el acceso. En el 125 desempeñaron un papel principal en la colocación del emperador Shun en el trono, en 159 el emperador Huan confió en los partidarios del eunuco para eliminar al general en jefe Liang Ji, y en 168 los eunucos actuaron por su cuenta para destruir a Dou Wu.
Fuerzas militares en las provincias
Hasta la época del emperador Ling, la atención principal se había centrado en la defensa de la frontera norte, con tres tipos de medidas militares. En primer lugar había tropas de guarnición a lo largo de la Gran Muralla y en otras defensas fijas. En segundo lugar, el ejército, basado los Ordos, en el arco del río Amarillo, cerca del actual Baotou, y asistido comúnmente por tropas auxiliares xiongnu meridionales y otras tribus aliadas. En tercer lugar, las aportaciones ciudadanas de las provincias septentrionales, en las que todos los hombres eran entrenados en la guerra y podían ser obligados a servir como soldados.
Otras tropas en la frontera fueron reclutadas localmente o llegaron a través de uno de tres campamentos: el campamento de Yong, en Youfufeng, al oeste de Chang’an. El campamento del Diente del Tigre (huya ying) cerca de la anterior capital. Y el campamento de Liyang en Wei al oeste de la llanura del norte de China. Esta estructura para el reclutamiento y la instrucción se había mantenido durante todo el imperio Han, y las tropas que sirvieron en as guarniciones y los campos bases en las fronteras del Imperio estaban instruidos y eran competentes.
Al final del reinado del emperador Ling, sin embargo, el sistema se había derrumbado. En 177 la derrota de una importante expedición punitiva china a manos de la confederación del norte de Xianbi rompió el poder de los ejércitos de campo y eliminó la antigua lealtad de sus auxiliares y en 184 el motín en la provincia de Liang forzó las defensas en el noroeste hacia atrás hacia Chang’an. En la región de los Ordos y la actual provincia de Shanxi, los xiongnu meridionales eran efectivamente independientes, y en todo este territorio el gobierno mantenía poco más allá del valle inferior del Wei. Al mismo tiempo, la rebelión de los Turbantes Amarillos y los problemas que siguieron trajeron disturbios endémicos a muchas regiones dentro del imperio que durante mucho tiempo había estado en gran parte en paz.
La estructura de mando de los ejércitos reclutados para tratar estos desórdenes internos siguió el modelo formal de Han y la jerarquía que hemos descrito para el ejército en la capital. El mando más alto era el de general en jefe. A medida que la guerra se extendía, una multitud de generales fueron nombrados o proclamados ellos mismos, y hay referencias ocasionales en los registros a los tenientes generales (pian jiangjun) y los generales mayores (pi jiangjun), aunque el grado más alto en la estructura del ejército era el de general de división (yiang jiangjun).
Bajo los Han del Este, se cita como comandante principal de la caballería (ji duwei) había sido normalmente título sin mando, pero desde la época de los Turbantes Amarillos, sin embargo, los generales con ese título aparecen en servicio activo.
En el ejército del Norte en la capital, la unidad más alta era la división (yiang) que solía tener unos 12.500 efectivos, estaba mandada por un general (yian jiangjun), que se dividía en los regimientos (ying) que tenían unos 2.500 efectivos, estaban comandados por los coroneles (xiaowei), éstos a su vez se dividían en batallones (bu) de unos 500 efectivos bajo el mando de tenientes coroneles (sima), mientras que había disposición para el nombramiento de tenientes coroneles con mando independiente (biebu sima). Un batallón (bu) estaba compuesto de compañías (qu) mandadas por capitanes (houzhang), normalmente tenía dos compañías de alabarderos, dos de espadachines y una de arqueros. La s compañías solían ser homogeneas compuestas de 4 secciones (tun) bajo el mando de tenientes (tunzhang), las secciones (tun) estaban compuestas por pelotones (sui) mandados por un suboficial que tenía a cargo de 5 hombres, estas unidades inferiores rara vez se mencionan en los textos.
El cuartel general del General en Jefe de Luoyang incluía a un jefe de personal (changshi) y un jefe de Estado Mayor (congshi zhonglang), un secretario o jefe de los expedientes (zhubu). Cargos similares se pueden encontrar en las jefaturas de los comandantes de campo, y hacia el final de Han había oficiales descritos como consejeros del ejército (canjunshi), que podrían tomar parte en el consejo. En el ejército en general había un jefe de control (dudu) que actuaba como ayudante, y el protector del ejército (hujun) que era el responsable de la disciplina.
Mientras que los generales y los coroneles eran designados principalmente para las operaciones de campo, gran parte de la defensa externa e interna del Imperio se basaba en campamentos fijos, bien territoriales o de guarnición, generalmente bajo la autoridad de un comandante jefe. De esta manera, había jefes de los campamentos de Liyang, de Yong, y de los Dientes de Tigre en Chang’an, durante la rebelión de los Turbantes Amarillos se establecieron ocho guarniciones bajo el mando de comandantes para proteger los pasos del este de Imperio hacia Luoyang.
De manera similar, cada comandancia regular dentro del Imperio tenía un comandante (wei), y cada reino un comandante de la capital (zhongwei). Éstos eran los ayudantes principales del gran administrador o al canciller, incluyendo entre sus deberes la policía del territorio y el reclutamiento para el servicio militar. En las comandancias fronterizas, sin embargo, y en territorios particularmente perturbados por el bandolerismo, se nombraron comandantes jefes, con autoridad sobre toda la comandancia o con cargo de una región o una división (bu) dentro de ella.
Desde el comienzo del siglo II, además, el gobierno de Han del Este estableció una serie de estados dependientes (shuguo) en las fronteras norte y oeste. Habitados en gran parte por pueblos no chinos, estos territorios al margen del control imperial estaban sujetos a un gobierno militar más estricto que el resto de las regiones. Estaban diseñadas para lidiar con problemas a lo largo de la frontera y emergencias dentro del imperio. En tiempos normales, el bandolerismo y los disturbios menores fueron tratados por las autoridades locales.
El jefe de cada condado tenía a su disposición una pequeña fuerza policial o paramilitar, y la unidad de comandancia por encima de él que podía traer refuerzos si fuera necesario. Si el problema fuera demasiado grande para que la comandancia pudiera manejarlo, el inspector de una provincia tenía autoridad para reclutar tropas de toda la región. Para el gobierno central, sin embargo, siempre existía la amenaza de que el jefe de una unidad de comandancia pudiera tratar de extender su poder, por lo que se prohibió a las tropas locales operar independientemente fuera de las fronteras de su territorio. En caso de que fuese necesario reclutar tropas a mayor escala, el inspector tomaba el mando y los jefes de las comandancias y reinos quedaban bajo sus órdenes durante toda la emergencia.
En 188, después de la rebelión de los Turbantes Amarillos, el gobierno del emperador Ling restauró un sistema anterior, de modo que en algunas provincias los inspectores fueron substituidos por los gobernadores (mu). Estos fueron seleccionados de personas con rango ministerial, más alto que los de los jefes de las comandancias, y tenían autoridad ejecutiva en vez de supervisora sobre la provincia. En la guerra civil que siguió, por lo tanto, la provincia en lugar de la comandancia se convirtió en la principal unidad del poder militar y civil, y cuando los inspectores fueron nombrados durante este período, eran generalmente lugartenientes de un señor de la guerra que había tomado el título de gobernador en una provincia vecina.
Debajo de esta superestructura administrativa, el reclutamiento de tropas en las provincias era peligroso. Oficialmente, todos los ciudadanos varones estaban sujetos al reclutamiento, cuando un varón cumplía 23 años, se le enviaba durante un año en un batallón de adiestramiento local, después pasaba un año en guardia en la capital o en su territorio de origen. Y después, hasta los 50 años, podía ser llamado en tiempo de emergencia. Sin embargo, en la práctica, dentro del Imperio, el servicio de dos años no era intensivo, a menudo se conmutaba por dinero, y no había ninguna disposición para una milicia efectiva, muchos gobernantes de Han del Este, prefirieron que su pueblo no estuviera entrenado para la guerra para evitar que pudieran ser reclutados para una rebelión local o un motín.
Al final del reinado del emperador Ling, la falta de instrucción hacía que los reclutamientos del interior rara vez podían satisfacer las demandas de la guerra real, los años de desorden habían traído una nueva generación dentro del imperio. A pesar de que carecían de la disciplina de las tropas regulares, y su estabilidad en cualquier causa era dudosa, sabían cómo luchar y estaban disponibles para el reclutamiento. Además, los soldados y ciudadanos de la frontera norte tenían experiencia, y los hombres de la provincia de Liang en particular, templados por el combate contra los no chinos y ferozmente leales a sus líderes, pronto se convirtieron en una amenaza para el gobierno.
Como hemos visto, todo hombre sano estaba obligado a servir en tiempo de emergencia, y los ejércitos que luchaban contra los rebeldes y bandidos para el gobierno de Han ganaron la mayor parte de sus tropas por la técnica de la presión de la banda. A principios de 170, por ejemplo, el futuro general Sun Jian obtuvo su primer mando contra los rebeldes en el sureste como un comandante con la comisión de reclutar hombres, cuando los reunía y llevaba su contingente para unirse a las fuerzas del orden. Los hombres de valía reclutaron a sus seguidores entre los escuderos y mercenarios, así Cao Cao reclutó tropas en 189 al distribuir sus propiedades familiares.
Sin embargo, en el núcleo de cualquier leva, siempre había un pequeño grupo de miembros de la familia o amigos de confianza, y esta banda de compañeros (qinjin) daba seguridad al líder y coherencia a su unidad. Cuando la guerra civil comenzó con la “rebelión leal” contra la corte controlada por el usurpador Dong Zhuo, el conflicto entre la acción correcta y la lealtad pronto desafiaron los sofismas incluso en los más altos oficiales que trataban de servir al estado. En términos prácticos, a medida que las condiciones sociales y económicas se deterioraban, los hombres y sus familias se preocupaban principalmente por la supervivencia, y la mejor oportunidad para ello era la protección de un señor de la guerra exitoso. Como resultado, si el líder era un hombre de buena familia o un soldado de la fortuna, su poder se basaba en la lealtad personal, no en un concepto abstracto de deber público, mientras que su propia seguridad dependía del apoyo de los hombres que buscaban su mando.
Por lo tanto, al considerar estos años de desastre, hay que tener en cuenta la realidad que se subyacía bajo los títulos formales y las palabras heroicas de la historia tradicional de China. A medida que la estructura del imperio se disolvía, estos destartalados ejércitos de hombres desesperados y sus seguidores arrasaban el país y llevaban la ruina a ellos mismos y a sus compañeros. Sus lealtades eran limitadas y personales, porque aunque el nombre de Han permaneciese, no había gobierno efectivo para clamar efectivamente su lealtad.
Ejercito en campaña
Las unidades y ejércitos estaban siempre mandados por dos mandos bien izquierdo y derecho o bien adelantado y retrasado. A veces la disputa o rivalidades entre los mandos daba al traste la misión. Las unidades recibían el nombre del lugar de procedencia o tenían un nombre rebuscado. Los ballesteros formaban en tres filas de profundidad, mientras uno disparaban los demás cargaban. Los infantes parece que la profundidad normal eran cinco filas.
Usaban los carromatos de transporte para formar un laager similar a los nómadas.
Armamento
Armas y armaduras fueron en un principio similares a los utilizados por los Qin. La infantería estaba a menudo protegida con cuero o armadura laminar hierro. Llevaban gorras o cascos de hierro, y estaban equipados con lanzas (mao) o alabardas (ge), espadas, arcos o ballestas (nu).
La ballesta es el arma que más se menciona en las fuentes, ya que a menudo se le dio superioridad al ejército Han sobre sus enemigos. Había varios tipos de ballesta de diferente fuerza para su armado. Las que requerían una fuerza de 160 kg para ser amartilladas eran adecuadas sólo para posiciones estáticas, donde podrían fijarse sobre soportes giratorios.
Los hombres fuertes, capaces de cargar las armas más grandes eran conocidos como chueh chang, y fueron especialistas muy valorados. Muchos relatos atestiguan el efecto de las salvas de ballestas contra los ataques de caballería. En los asedios, y de vez en cuando en el campo, las tropas de misiles se elaboraron detrás de los hombres que llevan lanzas y escudos, pero el despliegue independiente parece haber sido la norma.
Las ballestas también fueron utilizadas por la caballería Han, cuyos jinetes estaban preparados para luchar desmontados si era necesario, por lo que llevaban encima ballestas y alabardas. Algunas ballestas eran muy pequeñas, probablemente destinadas a usarse con una sola mano. Al igual que la infantería, la caballería utilizaba alabardas, lanzas, espadas y arcos. El arquero montado era un tema utilizado con frecuencia en arte durante la dinastía Han. Sin embargo, es difícil saber si dichas representaciones aluden a un soldado chino o a un nómada de la estepa.
Las tropas nómadas estaban muy valoradas en la frontera del norte debido a que su técnica de tiro con arco a caballo era devastadoramente eficaz. Suma Ch’ien describe una escaramuza en la cual tres “cazadores águila” xiongnu, usando sus arcos desde la distancia, derrotaron a un grupo de treinta jinetes Han, matando a la mayoría de ellos.
Algunos jinetes llevaban armadura, si bien las protecciones de los caballos no aparecieron hasta finales de la dinastía Han. Un relieve de I-nan muestra dos figuras de jinetes con escudos, hecho poco común, dado que armas como las albardas, los arcos y las ballestas requieren el uso de ambas manos. El carro de cuatro caballos se encontraba todavía en uso durante la dinastía Han del Oeste, pero prácticamente desapareció durante la dinastía del Este.
En el siglo II DC, durante la dinastía Han, se inventó una ballesta llamada Cho-Ko-Nu, o ballesta de repetición, fue supuestamente inventada por Zhuge Liang y podía disparar hasta 10 veces sin ser recargada. Su distancia y potencia eran menor, pero el simple hecho de lanzar varios disparos seguidos fue factor suficiente para su uso extendido hasta el siglo XIX. Para que no pudiese ser utilizada por el adversario se quitaban dos pernos que la hacían inservible. Disponía de un sistema de palancas que permitían colocar la flecha, tensar y disparar con un solo movimiento de mano.
Construcción de la Gran Muralla China durante la dinastía Han
La dinastía Han continuó con la construcción de la Gran Muralla hasta el año 121 AC, para defenderse del hostigamiento de los xiongnu, consolidar las fronteras y proteger las relaciones comerciales con los países de Asia Occidental. Extendió la Gran Muralla al oeste en el Corredor Gansu (Hexi). Hay secciones en Ejinaqi en la actual Mongolia Interior, y en Jinta, Yumen, Jiayuguan, Guazhou y Dunhuang en Gansu. Se construyeron torres faro o de sañales, castillos y fuertes en la Ruta de la Seda hasta Lop Nor (lago Bosten en Xinjiang).
En su construcción usaron los materiales de la zona, como piedras, cañas y carrizos, arena, tierra y y grava.
La construcción de la Gran Muralla en Dunhuang no involucró ladrillos y bloques de piedra, sino materiales que fueron producidos localmente.
En el Lago Norte y Lago Oeste en Dunhuang había grandes cantidades de sauce rosa, juncos, luobuma y álamos de Hu. Los constructores usaron sus ramas para formar un entrelazado de la Gran Muralla, y llenaba los marcos con arena y grava.
Cada 5 km, se construía una torre faro o de señales que estaba custodiada por una guarnición de soldados. En situaciones de emergencia, los soldados generaban humo durante el día y sostenían antorchas en la noche para transmitir mensajes a lo largo de la muralla. El humo y el fuego se podían ver desde distancias de hasta 15 km desde las torres.
Hoy, quedan cerca de 80 vestigios de torres faro en el condado de Dunhuang. Entre ellos, el mejor conservado se encuentra en Yumenguan el paso de la Puerta de Jade (Jade Gate Pass).
Las construcciones de las torres faro en la dinastía Han generalmente eran anchas en la base y más estrechas en la parte superior, con base cuadrada y cónicas, y se encontraban principalmente en el interior (al sur) de la Gran Muralla. Por lo general miden más de 7 metros de altura, aunque algunas podrían haber alcanzado unos 10 metros. En la parte superior de cada torre faro había muros de parapeto y una pequeña habitación para señalización de suministros.
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