Rudolf "Freiherr" von Sebottendorf o Sebottendorff, era el alias de Adam Alfred Rudolf Glauer (9 de noviembre de 1875, Hoyerswerda, Silesia, Imperio alemán – 8 de mayo de 1945, Turquía), y que también utilizó ocasionalmente otro alias, como Erwin Torre.
Fue fundador de la Sociedad Thule, una organización esotérica y política alemana posterior a la Primera Guerra Mundial que fuera precursora del Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores o NSDAP. Fue masón y un facultador de la meditación sufí, de astrología, de numerología y de alquimia.
Su padre fue Rudolf Glauer, un ingeniero de ferrocarriles. Trabajaba en una usina en los alrededores de Görlitz. Después de haberse matriculado en el Politécnico de Berlín, en 1897 y con sólo 22 años de edad abandona su país natal para viajar al El Cairo, Egipto donde trabajó durante 3 años. Ahí adquiere gran interés por la Teosofía y la Masonería y establece contacto con el misticismo islámico y con la enseñanza de los dervichesMevleví. Sus deseos de conocer el mundo lo obligaron a viajar a Turquía.
Fue buscador de oro y se estableció un tiempo en la región de Bursa, en Turquía, alrededor del año 1900. En estas regiones, entró en contacto con otras doctrinas como la Cábala y el Sufismo, hasta ingresar en la orden sufí Bektashi. En Estambul estuvo al servicio de Husein Pasha como superintendente de sus propiedades. En esta ciudad, al parecer, Sebottendorff se relacionó y visitó frecuentemente a la familia judía de los Termudi, la cual era adinerada, estudiosa de la Cábala y propietaria de una biblioteca de textos alquímicos y rosacruces, y la cual también le facilitó su iniciación en una logia masónica del rito de Memphis dependiente de Francia. Estas influencias dieron forma a su visión propia de la masonería en la que incluye elementos rosacruces, alquímicos y sufíes, así como también le llevaron a su creación de un sistema de meditación y respiración.
Se cree que en 1909 conoció al Barón Heinrich von Sebottendorff, quien le habría adoptado y nombrado su heredero, de ahí que, a partir de entonces, se haga llamar por este nombre. Ya en 1911 adquiere la nacionalidad turca.
Fue herido gravemente durante la Primera Guerra de los Balcanes (1912) y pese a este altercado, Sebottendorff siguió profundizando en sus estudios esotéricos llegando a afirmar que había «descubierto la llave de la realización espiritual», mediante ejercicios de meditación. Regresó a Breslau en 1913, donde comienza a estrechar vínculos con grupos esotéricos germanos y financió los primeros ensayos del ingeniero Friedrich Göbel quien ideó los carros de asalto. Estuvo exento de prestar sus servicios militares durante la Primera Guerra Mundial debido a su ciudadanía turca.
Se casó en 1915 con Bertha Iffland y permaneció en Münich. En 1916 entra en contacto con la Germanenordentambién conocida como Orden de los Germanos. Poco después es nombrado líder de la rama bávara de la Orden, con sede en Münich. Permanece luego en Fribourg-in-Brisgau, en 1918. El 17 de agosto de ese mismo año funda la Sociedad Thule.1 Ese día se realizó la iniciación de treinta miembros y la nueva sociedad comienza sus actividades que incluían reuniones, conferencias, y excursiones semanales. Compró por cuenta de la Germanenorden, la casa editorial Franz-Eher-Verlag y el periódico Münchener Beobachter que desde el 9 de agosto de 1919 pasó a llamarse Völkischer Beobachter (y se convirtió en el periódico oficial del NSDAP).
Las acciones políticas de la Sociedad de Thule culminaron en abril de 1919 cuando, supuestamente, algunos miembros pretendieron llevar a cabo un ataque contra la República Soviética de Baviera. El 26 de abril las autoridades entraron en la sede de la sociedad y detuvieron a su secretaria, la condesa Hella von Westarp y a otros seis miembros, quienes fueron fusilados acusados de haber participado en la gestación de un golpe de estado. Las acusaciones de estos hechos recayeron sobre Sebottendorff quien se vio obligado a renunciar a su liderazgo y abandonar Alemania. Meses antes de dejar el país, surgía el DAP, (Partido Alemán de los Trabajadores), que posteriormente se convertiría en el NSDAP.
De regreso a Turquía continúa con sus estudios esotéricos, publicando un libro llamado: La práctica de la auténtica masonería turca: la clave para la comprensión de la alquimia, y años después, en 1925, publica El talismán de los rosacruces. Fue cónsul honorario de México y entre 1929 y 1931 visitó México y Estados Unidos, donde negoció varias concesiones para Turquía. Permaneció en Estambul durante un tiempo y en 1933 decidió regresar a su país natal para resucitar la Sociedad de Thule, la cual había sido prohibida por el régimen nazi por sus semejanzas estructurales con la masonería. A finales de ese año publicó en Alemania un ensayo llamado: Antes de que Hitler llegase: Documentos de los primeros días del nacionalsocialismo, el cual tuvo un éxito notable hasta su segunda edición, cuando fue prohibido por el régimen ya que el libro señalaba el vínculo entre la Sociedad de Thule y el NSDAP, además de que afirmaba que cierta parte de los postulados de Mein Kampf de Hitler, habían surgido de las ideas de la sociedad. Resulta difícil demostrar esta afirmación, pero se suele mencionar la semejanza entre los 12 puntos del programa de la Sociedad Thule y los 25 puntos del programa del NSDAP.
Sebottendorff tuvo que escapar de nuevo del país, regresando a Turquía y, a pesar de ser un proscrito del Reich, existe evidencia de que actuó como miembro de la inteligencia alemana, aunque también lo hacía para los ingleses.
Sebottendorff murió ahogado en el Bósforo el 8 de mayo de 1945, en Turquía,2 algunos creen que se suicidó.
Sociedad Thule[editar]
El nombre de esta sociedad tiene su origen en la mítica isla de Thule mencionada en algunos textos antiguos, supuestamente situada en el en el Atlántico norte y que los ariosofistas identificaban con Hiperbórea, el lugar primigenio de la raza aria, y no pocos con la Atlántida.
Las doctrinas esotéricas de esta sociedad contenían las propias ideas y creencias de Sebottendorff, así como también las ideologías de otros grupos ocultistas como la Sociedad Teosófica de Helena P. Blavatsky y las creencias de Guido von List y de Jörg Lanz von Liebenfels.
Por otro lado, la estructura de la sociedad, al igual que la Germanenorden, tenía parecidos con las logias masónicas. De hecho, en sus escritos sobre la masonería turca, Sebottendorff relaciona el conocimiento de los constructores de las catedrales, los alquimistas, los rosacruces y los masones con el que poseyeron los antiguos arios. Los miembros de la Thule Gesellschaft consideraban que la masonería estaba corrompida por el judaísmoy el sionismo, por lo que buscaban su propia vía iniciática en las sociedades secretas islámicas que Sebottendorff conocía.
Sebottendorff siempre afirmó que su intención era la de crear una sociedad ocultista e iniciática cuyo propósito era el "estudio de la antigüedad germana", pero que la Germanenorden le presionó para hacer énfasis en los temas políticos, nacionalistas y antisemitas, por lo que la sociedad fungía también, en ocasiones, como señuelo de las actividades políticas y revolucionarias de la Germanenorden.
Sociedad de Camisas Azules (藍衣社 en chino, SCA) también conocida como la Sociedad de Práctica de los Tres Principios del Pueblo (三民主義力行社 en chino, SPTPP), la Sociedad de Aliento del Espíritu (勵志社 en Chino) y la Sociedad de Reconstrucción de China (中華復興社 en chino, CRS), fue una sección secreta del Kuomintang (KMT). Bajo la dirección de Chiang Kai-shek buscaba liderar el KMT y la propia República de China siguiendo la ideología del fascismo, y actuó como una policía secreta y fuerza paramilitar.
Aunque en sus primeras etapas los más importantes miembros provinieron de la Academia Militar Whampoa, y parte de ella constituyó la sección Whampoa del KMT, su influencia se extendió del sistema militar al político, y a la vida social y económica de la China de los años 1930. El auge y caída de la Sociedad de Camisas Azules fue rápido, aunque oscuro. En raras ocasiones se refiere la posibilidad de la continuación de sus actividades tras el establecimiento de la República Popular de China en el continente y la limitación del ejercicio del poder del KMT a Taiwan.
Surgimiento[editar]
La Lixingshe («Sociedad para la Práctica Vigorosa»), sociedad secreta apenas conocida salvo por sus miembros entre 1932 y 1937, surgió como consecuencia de la crisis política del verano y otoño de 1931.1 Era la principal agrupación política de la llamada «camarilla de Whampoa», una especie de asociación masónica militar, admiradora del fascismo europeo, dedicada a la aplicación de los Tres Principios del Pueblo de Sun Yat-sen y sometida a su dirigente supremo, Chiang Kai-shek.1
En su apogeo, controlaba una organización de más de medio millón de miembros con gran poder en otras organizaciones gubernamentales.1
La autoritaria actitud de Chiang Kai-shek, que arrestó a Hu Hanmin cuando este dimitió como presidente del Yuan Ejecutivo a finales de febrero de 1931 en protesta por la aceptación de la convocatoria de una asamblea nacional para la redacción de una nueva Constitución, condujo a la proclamación de un Gobierno rival al de Nankín en Cantón, apoyado por algunas importantes figuras del Kuomintang, el 28 de mayo.2 El país se sumió en una crisis política que parecía llevar a la guerra civil entre Nankín y Cantón, agravada por unas extensas inundaciones acaecidas durante el verano.2 En el otoño, partidarios de Chiang, antiguos alumnos de la Academia Militar de Whampoa, decidieron formar una asociación clandestina de respaldo a este, compuesta en principio exclusivamente por antiguos cadetes de la academia militar, de orientación a la vez tradicionalista y modernizadora nacionalista.3
En diciembre de 1931, bajo gran presión de sus oponentes dentro y fuera del KMT, Chiang tuvo que dimitir. En su ciudad natal de Zhejiang, Chiang comenzó a mostrar gran interés en el fascismo de Mussolini. Entonces Deng hizo saber a Chiang de la existencia de su grupo.4 Chiang se reunió con He, Teng y Kang. En este encuentro secreto, Chiang no les reprochó sus acciones secretas, y en vez de ello les expresó su apoyo.4 Más aún, les anunció su deseo de ser el mentor y líder del grupo, y que prefería una organización más formal y disciplinada como las de Italia y Alemania. Así decidieron elaborar reglas específicas para guiar el partido lo antes posible.
Con apoyo de Chiang, estos jóvenes y ambiciosos talentos se movieron rápidamente. Al escribir los artículos de la asociación, Teng diseñó una organización de estilo jerárquico, con Chiang en la cumbre, y en la base la élite de los graduados de Whampoa. Los nuevos miembros sólo se aceptarían con dos recomendaciones y la aprobación del propio Chiang. No se permitiría a los miembros dimitir a menos que el propio partido se disolviera. Si hubiera cualquier violación de la disciplina, los miembros recibirían un severo castigo, que podía llegar hasta la ejecución.
En 1932 Chiang recobró el poder gracias a la lucha entre sus oponentes. Llevó a cabo la reforma del SPTPP. En una reunión secreta de febrero, Gui Yongqing (桂永清), miembro del SPTPP, recomendó a Liu Jianqun (劉健羣) a Chiang. Liu, secretario de He Yingqin (何應欽) por aquel tiempo, contribuyó mucho al grupo más adelante.
Liu había quedado grandemente impresionado por el libro The Truth of Fascism (La verdad del Fascismo) escrito por un famoso líder liberal italiano, lo que le hizo ser el miembro del SPTPP que antes abogó por el fascismo, siendo de hecho el más entusiasta partidario del fascismo en China. Escribió un panfleto titulado Algunas Opiniones Sobre la Reforma del KMT, en el que propone que la reforma del partido será impulsada por un grupo de élite, que debería establecerse y organizarse a imitación de los camisas negras de Mussolini. Los miembros llevarían camisas azules para mostrar su adhesión y distinguirse del resto. De acuerdo con el grupo, el líder animaría a sus miembros con su sublime espíritu superior. Bajo la dirección del líder, todos los miembros vivirían de forma sencilla y disciplinada, como derviches. Los cuadros serían tratados igual que los miembros ordinarios, cuyas rentas y vidas estarían bajo estricta supervisión. Cualquier violación sería severamente castigada. Sólo mediante esas medida podría ese grupo liderar al pueblo. Como pago, el pueblo debería confiar sus propiedades y familias al país y su supremo líder. El pueblo tenía la gran responsabilidad del servicio militar, la absoluta obediencia a las órdenes y la vigilancia de cada uno a sus vecinos. En orden a mantener la obediencia, las vidas de todos se dividirían en varias etapas, desde el grupo infantil al juvenil y al cualificado para llegar a ser un miembro formal de la Sociedad de Camisas Azules. Así China se convertiría en una sociedad militarizada, con una organización en tres niveles: Líder - Sociedad de las Camisas Azules - Pueblo.
Chiang se reunió con Liu y apreció su teoría, sirviendo esta reunión en gran medida para la conversión de la SPTPP en la Sociedad de las Camisas Azules. En marzo de 1932, bajo la cobertura de un club preexistente, denominado la Sociedad de Aliento del Espíritu (勵志社),la SPTPP salió de la clandestinidad y anunció oficialmente su funcionamiento. Aunque el propósito de Liu de que los miembros vistieran camisas azules y nombrar así la sociedad no se aceptó formalmente, el nombre más común de la sociedad fue el de Camisas Azules a partir de entonces. En una ceremonia que tuvo lugar entonces, Teng fue elegido Secretario General, con He, Kang como Secretariado auxiliar. La organización consistía en seis divisiones: secretariado, organización, propaganda, militar, agencia especial y logística. El periodo de auge de la sociedad en China había alcanzado su cúspide, y los camisas azules comenzaron su infiltración en el sistema político y en la vida diaria.
Sociedad de los Derechos del Hombre (en francés: Société des droits de l'homme, SDH), fue una asociación republicana francesa con raíces jacobinas. Su fundación se sitúa en el año 1830, en plena Revolución de 1830, con el objetivo de reemplazar a otra asociación republicana, la Sociedad de los Amigos del Pueblo. Desempeñó un importante papel en la Rebelión de junio de 1832, así como en la Monarquía de Julio.
La SDH estaba organizada de la misma forma que otra asociación secreta republicana italiana, llamada los Carbonarios. Esta organización constaba de pequeños grupos de entre 10 y 20 miembros cada uno, cuyos integrantes recibían nombres en clave basados en la tradición política de los jacobinos: "Robespierre", "Marat", "Babeuf", "Louvel", "Washington", etc. La organización estaba presente a lo largo y ancho del país, y gracias al reducido número de integrantes de cada grupo, no tenían que solicitar un permiso de reunión especial a las autoridades (una ley, modificada posteriormente en 1834, exigía dicho permiso para reuniones de cualquier tipo en las que participaran más de 20 personas). Fue también la primera organización de este tipo que llevó a cabo labores educativas y de concienciación entre la clase obrera.1
En París, la sociedad mantenía 170 grupos, cuyos miembros sumaban un total de 3000 personas. Además, la red de contactos de la organización alcanzaba las zonas rurales cercanas a París, por lo que la cifra final ascendía a unos 4000 miembros entre la capital, la zona metropolitana y los campos aledaños, según las estimaciones de la policía de la época.
El periódico oficial de la organización era La Tribune des départements, publicado por Armand Marrast. Este periódico publicaba artículos de corte muy revolucionario, que a menudo contenían insultos hacia Luis Felipe I de Francia y su gobierno.
Miembros y principios[editar]
El comité de dirección de la SDH estaba formado por representantes de la extrema izquierda como Audry de Puyraveau y Voyer d' Argenson, y por jóvenes militantes republicanos como Éléonore-Louis Godefroi Cavaignac, Joseph Sobrier y Joseph Guinard. Entre los moderados se contaban Antoine Richard du Cantal y el escritor alemán Georg Büchner (autor de Woyzeck, entre otras obras), aunque la pertenencia de este último a la sociedad no ha podido ser completamente demostrada.2
Sin embargo, los miembros más radicalizados de la organización asumieron el liderazgo en poco tiempo, y publicaron un manifiesto titulado La Sociedad de los Derechos del Hombre en el periódico de la SDH, el 22 de octubre de 1833. Dicho manifiesto recogía las reivindicaciones de la SDH: retorno a un gobierno estrictamente secular, educación y economía en manos del estado, limitación de la propiedad privada, nacionalización y planificación de la economía, etc, todo ello según los principios del jacobinismo. Asimismo, se defendía que la insurrección armada y la revolución eran la manera adecuada para alcanzar los objetivos anteriormente expuestos.
En 1834, el abogado Jacques-Charles Dupont de l'Eure, miembro de la sociedad, acuñó el famoso lema "libertad, igualdad y fraternidad" (Liberté, égalité, fraternité en francés), que publicó en la Revue Républicaine, comentando que "cualquier hombre aspira a la libertad, a la igualdad, pero no puede lograrlas sin la ayuda de otros hombres, sin fraternidad".3
Actividades e historia[editar]
Durante el funeral del general Lamarque, la SDH provocó revueltas populares, entre el 5 y el 6 de junio de 1832. Estas revueltas fueron brutalmente reprimidas por la policía. Posteriormente, se produjeron nuevos levantamientos en París y en Lyon en 1834. En abril de ese mismo año, la entrada en vigor de una ley que reducía todavía más el número de personas autorizadas a formar parte de una asociación, dio lugar a más disturbios en las calles de París. Los disturbios se extendieron también a Lyon. Inmediatamente, el ejército fue movilizado para sofocar la revuelta; hicieron falta 4 días de lucha y 13000 policías para poner fin al levantamiento. Todas las personas que vivían en un apartamento en la Rue Transnonain fueron masacradas, debido a que supuestamente se habían efectuado disparos a las fuerzas del orden desde el edificio.45
Estos sucesos fueron caricaturizados por el periódico semanal La Caricature, a instancias de su editor Charles Philipon. Concretamente, la caricatura de la masacre era una litografía titulada Rue Transnonain, le 15 Avril 1834, realizada por el afamado dibujante Honoré Daumier. No obstante, hay otras fuentes que afirman que esta litografía había sido diseñada para su publicación en L’Association Mensuelle. Los beneficios obtenidos de su publicación iban a ser destinados a promover la libertad de prensa y a sufragar los costes de una demanda contra el periódico satírico y progresista Le Charivari, del cual Daumier era un colaborador asiduo. La policía descubrió la caricatura impresa colgada de la ventana del impresor Ernest Jean Aubert en la Galerie Véro-Dodat(un pasaje en el primer distrito de París), y en consecuencia rastreó el resto de copias de la caricatura, que fueron confiscadas junto a la placa litográfica en la que se había dibujado la imagen. Las copias que sobreviven hoy día son resultado del esfuerzo para ocultarlas del alcance de la policía parisina.6
El 28 de julio de 1835, un miembro corso de la SDH, Giuseppe Marco Fieschi, planeó el asesinato del rey Luis Felipe I durante un desfile junto a 2 compatriotas, para lo que emplearían un "aparato infernal": 20 cañones de mosquete cargados con balas y pólvora y atados juntos. La detonación de esta arma de fuego improvisada acabó con la vida de 17 personas, pero el rey salió ileso del atentado. Fieschi resultó herido en el proceso y fue capturado por las autoridades, que curaron sus heridas para luego llevarlo a juicio. Finalmente, fue sentenciado a muerte y guillotinado.7
Miembros destacados[editar]
- Antoine Richard du Cantal
- Audry de Puyraveau
- Voyer d' Argenson
- Godefroy Cavaignac
- Joseph Sobrier
- Joseph Guinard
- Georg Büchner
Sociedad de los Siete a una supuesta sociedad secreta compuesta de igual número de individuos que en nombre del pueblo y demás miembros de la elite de Buenos Aires se constituyó en el foco del movimiento político que condujo y orientó los sucesos de mayo de 1810. Desde el punto de vista historiográfico, la existencia de este grupo activo, inteligente y previsor llenó la necesidad de dilucidar quienes habían conformado el "sujeto de la revolución" que, con conciencia de sus actos, actuó como "mano invisible" del proceso "revolucionario". Sin embargo, análisis historiográficos de la primera mitad del siglo XX concluyeron de que se trataba de "una fábula destituida de todo fundamento a pesar de su arraigo" y que la pregonada "Sociedad" era un mito repetido por una tradición de narradores.
Antecedentes[editar]
- El Bosquejo del Deán Funes
El Deán Gregorio Funes fue el autor del primer relato de cierta importancia sobre la llamada "Revolución de Mayo". En su Bosquejo publicado en 1817 señaló que el movimiento revolucionario solo podía ser comprendido dentro del marco de la crisis de la Monarquía española. Si bien era cierto que los dirigentes revolucionarios arriesgaron vida y fortuna, Funes dejó en claro que estos no podían ser considerados como autores y/o promotores de tales sucesos sino que simplemente aprovecharon con prudencia una situación favorable. La prudencia se observó en lo incruento que fue el movimiento y el hecho de que el nuevo gobierno que reemplazo a Cisneros lo hizo en nombre del Rey Fernando VII. Para Funes, la Revolución se había "producido por el mismo curso de los sucesos",1 y en su descripción usó metáforas vinculados con fenómenos naturales para dar a entender que el proceso revolucionario estaba fuera de la voluntad y la acción humana. En el mismo sentido Alberdi señaló mucho después que una revolución "se hace a veces sin revolucionarios, por la simple necesidad de las cosas, que interesan a la mejora y el bienestar social".2 Funes no mencionó la existencia de una Sociedad de los Siete.
- Congreso Constituyente de 1826
En el Congreso Constituyente de 1826, durante los meses de mayo a junio, se dio un debate para determinar la autoría de la Revolución. El gobierno había enviado un proyecto para construir un monumento a dichos autores para lo cual se requería seleccionar los nombres que se inscribirían en el mismo y a los cuales se otorgaría una pensión. De inmediato surgieron dificultades para definir no solo los nombres sino los criterios para determinarlos. En un clima de rumores y enojos se decidió aprobar el proyecto pero eliminando los nombres y por ende las pensiones. El historiador Wasserman sintetizó así las diferentes posturas de los diputados:
a) Los que aprobaban el proyecto pero que estaban divididos entre lo que decían que los autores eran conocidos y los que sostenían que no lo eran pero que se podía averiguar pese al peligro de cometer errores.
b) Los que rechazaban el proyecto que a su vez se dividían entre los que sostenían que por la complejidad del proceso no podía haber autores y los que decían que ese momento no era el adecuado y que debía dejarse pasar el tiempo.
De todas maneras el consenso mayoritario fue que "los sucesos revolucionarios habían sido provocados por una combinación de azar, providencia y en menor medida genio y sentido de la oportunidad" . En un primer plano se colocó nuevamente la descomposición del poder español y en un segundo plano la reacción de las elites ante esa crisis. Ninguno de los diputados mencionó la existencia de una "Sociedad de los Siete" que en este caso hubiera servido de punto de partida para determinar quienes habían sido los autores de la revolución.
El análisis de Funes y el debate en el Congreso Constituyente influyeron en las décadas siguientes incluso en el corpus de memorias, biografías y autobiografías que se escribieron para dar cuenta de los sucesos. Un ejemplo lo constituye las Memorias de Cornelio Saavedra escrita en 1829. Saavedra insistió que fueron la crisis monárquica y la presión de las potencias extranjeras las causas de la Revolución y "no [debido] a algunos presumidos de sabios y doctores que en las reuniones de los cafés y sobre la carpeta, hablaban de ella, mas no se decidieron hasta que nos vieron (hablo de mis compañeros y de mi mismo) con las armas en la mano resueltos ya a verificarla".3 Si bien era cierto que Saavedra adoptó una actitud polémica contra aquellos "presumidos" sabios y doctores que cuestionaron su actuación no es menos cierto que se apoyaba en que no existían documentos que con claridad mostraran que la Revolución hubiera sido obra de algún grupo esclarecido.
Alberdi también se refirió a los relatos biográficos y testimoniales que pretendían colocar a los protagonistas como activos y decisivos participantes: "No se ha de olvidar tampoco la monomanía de la iniciativa [sic] que, en 1810, lo mismo que hoy, hacía que cada recluta se considerase principal actor y agente indispensable.4
- Mitre y su Historia de Belgrano
En su Historia de Belgrano (1858), Bartolomé Mitre introdujo una innovación en la interpretación de la Revolución de Mayo: la existencia de un sujeto revolucionario que era consciente de sus actos y del sentido del proceso. Esto colocó en un segundo plano el énfasis que hasta entonces se había dado a la crisis imperial como factor principal ya que, por su carácter contingente, dificultaba la interpretación de la Revolución como la manifestación de una conciencia nacional. Para Mitre, este sujeto revolucionario tenía dos características, en primer lugar, el apoyo del pueblo lo que implicaba que estos luchaban junto a la elite por la misma causa y, en segundo lugar, que esta elite había logrado su maduración ideológica en la época tardo colonial a la cual definía como menos opresiva y limitante de lo que se había afirmado hasta entonces.
Mitre señaló, sin mencionar fuente alguna, que se había formado una sociedad secreta de siete individuos, destacando las características psicológicas y tendencias de cada uno de ellos y sobre todo la conciencia que tenían respecto de su misión dentro de un movimiento más vasto formado por el resto de la elite y el pueblo, del cual era la cabeza dirigente y la manifestación de sus necesidades.5Sin embargo las citas que hacia Mitre de Belgrano, el personaje principal de su Historia, no se ajustaban a su interpretación. Para resolver estas dificultades Mitre recurrió a la teoría de la "falsa conciencia" de Belgrano y demás precursores que en ciertos momentos no se daban cuenta racional de la dirección del "torrente" de acontecimientos que se estaba dando.6 Mitre reforzó estas contradictorias explicaciones recurriendo nuevamente a las metáforas relacionadas con fenómenos naturales y a las "miras inescrutables de la Providencia" o la "astucia de la historia" que volvían con cierta fatalidad los sucesos desfavorables en favorables.
Entre 1864 y 1865 Alberdi analizó estas posturas de Mitre y concluyó que era ocioso atribuir al pueblo o a una minoría dirigente la función de "sujeto de la revolución" si la independencia había sido en definitiva consecuencia de factores exógenos. Alberdi se oponía a todo aquello que intentara construir leyendas para encantar a un público impresionable.7
El análisis de Juan Canter[editar]
En su trabajo sobre las "Sociedades secretas y literarias", en la obra colectiva Historia de la Nación Argentina de la Academia Nacional de la Historia, al referirse a la "Sociedad de los Siete", el historiador Juan Canter afirmó que era
"Una fábula destituida de todo fundamento a pesar de su arraigo. A sus componentes les ha sido atribuida una acción ficticia. Su existencia se ha hecho carne en la convicción popular, haciendo derivar a la revolución de su propio seno y hasta adscribiéndola a ella. Forzando la realidad, se conduce a esta ficción a jugar un papel preponderante y fundamental".(Canter, 1941, p. 223 y siguientes)
Las pruebas que Canter expuso para "desembarazar el conocimiento histórico de esta fábula" fueron:
- Que la nómina de los miembros de la sociedad variaban según diferentes autores.
- Que en muchos casos superaban la cantidad de siete miembros.
- Que, como hecho sorprendente en una sociedad secreta, carecía de jefatura.
- Que en ninguna Memoria, Autobiografía o documento se hacía referencia a esa sociedad secreta.
- Que resultaba difícil aceptar que los participantes de un proceso revolucionario, comprometidos y juramentados, no recordaran con toda exactitud a la referida sociedad.
- Que las reuniones en las casas de Vieytes y Rodríguez Peña no implicaba que los concurrentes constituyeran una sola entidad. De hecho tales reuniones continuaron después del 25 de mayo donde se seguían debatiendo asuntos encontrados.
- Que resultaba inexplicable que la mayoría de los miembros de la sociedad no figuraran en la Junta. O que figurara Alberti, sacerdote bien considerado pero sin ninguna gravitación.
- Que el "siete" tenía indudable vinculación con los números de tipo mágico-cabalístico.8
Canter encontró gran resistencia debido a que se trataba de uno de los puntos "dramáticos" que constituían los relatos clásicos de la revolución y que había sido canonizado por Mitre. Durante la segunda mitad del año 1939, Canter llegó a publicar siete artículos refutando comentarios de aficionados a la historia que se negaban a aceptar sus conclusiones.
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