cabrestante (del occitano cabestran, y este del latín capistrum‘ronzal’)1 o árgano es un dispositivo mecánico, compuesto por un rodilloo cilindro giratorio, impulsado bien manualmente o por un animal, o bien por una máquina, de vapor, eléctrica o hidráulica, unido el cilindro o rodillo a un cable, una cuerda o una maroma, que sirve para arrastrar, levantar y/o desplazar objetos o grandes cargas.
Los malacates (del náhuatl malacatl, huso, cosa giratoria) eran máquinas de tipo cabrestante, de eje vertical, muy usadas en las minas para extraer minerales y agua, que inicialmente tenían un tambor en lo alto del eje, y en su parte baja la, o las, varas a las que se enganchan las caballerías que lo movían. Posteriormente pasaron a utilizar energía eléctrica para mover un tambor horizontal y a estar en lo alto de una torre. Hoy en día se usa esta denominación para denominar a los cabrestantes en muchas partes de América Latina.
Consiste en un rodillo giratorio, alrededor del cual se enrolla un cable o una maroma, provocando el movimiento en la carga sujeta al otro lado del mismo. En los cabrestantes manuales, unas barras cruzadas en los extremos del cilindro giratorio permiten aplicar la fuerza necesaria. Son parte integral, entre otras cosas, del equipamiento náutico.
El cable puede ser de acero o un material sintético, como kevlar. El kevlar es más ligero y aguanta mejor los tirones, pero es menos resistente a las rozaduras durante el arrastre.
Usos y aplicaciones[editar]
La utilización de cabrestantes también está extendida a una gran variedad de labores industriales, entre las cuales se encuentra la minería. En minería los cabrestantes se emplean para la extracción de materiales y personal en jaulas o trenes de vagones procedentes del interior de la mina. En el caso de las jaulas, los cabrestantes se disponen en el castillete del pozo vertical, y permiten el izado de una jaula minera en vertical. En el caso de los trenes de vagones, los cabrestantes permiten tirar de los mismos mediante un cable de acero u otro dispositivo, rodando el tren de vagones por la superficie inclinada.
En todoterrenos se utilizan para engancharlos en algún árbol u otro vehículo, en caso de que no se pueda superar un obstáculo o haya quedado encallado.
A veces se usan cinchas de un material sintético para arrastrar vehículos, porque el cable de acero se degrada mucho con los tirones continuos debidos al arrastre.
Las cinchas se suelen utilizar para enrollarlas a un obstáculo que no se puede enganchar, como un árbol.
Otras aplicaciones de cabrestantes pueden ser el remonte de materiales a tolvas en las industrias cementera, metalúrgica y mineralúrgica, o el accionamiento de cadenas y cintas de producción en la industria.
Se utilizaron metidas en construcciones a modo de caseta y entre otros lugares; formaban parte de la red de saneamiento de Bilbao. Existen aún numerosas construcciones de este tipo en municipios como Guecho.
Hoy en día, malacate (winch en inglés) es un tambor que contiene enrollado un cable de acero, soportado por una base, que va fijado sobre una superficie fija, o bien sobre un vehículo. Es usado para arrastrar cargas, o, en el caso de vehículos, como ayuda para atravesar dificultades del terreno, o mover grandes pesos. Para el arrastre con malacate en un vehículo, es necesario tener en cuenta tres puntos:
- a: peso total del vehículo;
- b: característica del terreno o superficie;
- c: la inclinación de grado, o pendiente sobre la cual se moverá el vehículo.
Pueden funcionar mediante motores eléctricos o sistemas hidráulicos.
Tal como los demuestran varios jeroglíficos Egipcios del siglo XII a. C. ya era conocida su utilidad.
cadena es un conjunto de eslabones o anillos enlazados entre sí, que sirven para sujetar, estirar y para la transmisión de movimiento en las máquinas. Es un objeto construido mediante eslabones, generalmente metálicos, que se entrelazan unos a otros. Han sido utilizadas desde antiguo debido a su fortaleza combinada con flexibilidad.
Sus usos van desde seguridad para mantener algo sujeto, para esto se necesita un candado que una ambos extremos y para sostener objetos de gran peso.
Los romanos no iban jamás a la guerra sin llevar cadenas de prevención para los prisioneros y las tenían de hierro, de plata y aun de oro, para ponerlas según la clase o rango de los prisioneros o vencidos. Los soldados romanos que se habían distinguido en la guerra recibían en recompensa de sus capitanes algunas cadenas con las que se adornaban como un testimonio de sus buenos servicios o hazañas.
Algunos pueblos antiguos, entre ellos los israelitas, tenían una especie de cadenas de las que habla Jeremías, en cuyo remate había una especie de argolla de figura triangular, en la que hacían meter la cabeza a los prisioneros o esclavos, atando después sus manos con la misma cadena, en los dos ángulos de la base del triángulo o argolla.
Entre los romanos cuando se ponía preso a un hombre se le ataba una cadena en su brazo derecho y la otra extremidad de ella estaba asegurada en el brazo izquierdo del soldado encargado de custodiarle. En ciertas ocasiones, se ponía al preso una cadena en el brazo derecho y otra en el izquierdo, cada una de las cuales estaba asegurada por el otro extremo en el brazo izquierdo de los dos soldados destinados para guardarle.
Cuando un juez quería interrogar en secreto a un preso custodiado de este modo, hacía desatar al soldado y el mismo juez tenía entonces el extremo de la cadena. Este modo de guardar un preso hacía inútil muchas veces la precaución de encerrarlo en una prisión y podía habitar con su guarda una casa particular. No siempre fueron simples soldados los que se ataban con los presos: se vieron algunas veces varios tribunos y centuriones destinados a desempeñar este penoso encargo.
Flavio Josefo cuenta que era costumbre entre los romanos romper las cadenas y no desatarlas cuando un acusado era absuelto de su supuesto delito. Tito mandó traer una segur para romper la de este mismo historiador a fin de que nadie dudase de su inocencia. Los libertos consagraban a los dioses lares las cadenas que habían llevado durante su esclavitud. Horacio hace mención en sus Sátiras de este uso.
Las cadenas de metales preciosos formaban parte de los adornos de los romanos y se hallaron muchas de ellas en las excavaciones que se han hecho en diversas épocas. Además, el mismo Horacio habla de ellas en sus Epístolas.1
Simbolismo[editar]
El simbolismo de las cadenas es variado e incluso opuesta. Con ellas unos se duelen de su esclavitud y de su desgracia, mientras que otros se envanecen de su alcurnia y de su poder.
Los romanos nos presentan una prueba de esta antítesis: sus emperadorescondecoraban con cadenas a los soldados que se habían distinguido en la guerra por sus hazañas y su valor, al propio tiempo que las imponían a los enemigos que hacían prisioneros en señal de cautiverio y humillación. Pudieran citarse ejemplos semejantes de otros pueblos y de otras épocas. Las cadenas que muchas veces se han aplicado al encarcelado, al cautivo , al esclavo, al deudor insolvente fueron frecuentemente el carácter distintivo de los reyes, de los señores de vasallos, de los nobles y de personas constituidas en dignidad. Entre los Galos pasaba por uno de los principales atributos de los que ejercían poder y entre los ingleses la cadena representaba la dignidad del lord-corregidor de Londres ya durante sus funciones, ya como recuerdo de haberlas desempeñado.
Y en España, podemos observar las opuestas ideas simbolizadas en la cadena. Las armas de uno de los reinos más poderosos y florecientes de la antigua España cristiana representan cadenas de oro cruzadas en campo de gules o sea de sangre y en su centro una esmeralda. Traen su origen de la celebrada batalla de las Navas de Tolosa ganada contra los moros al comenzar el siglo XIII. En ella el rey Don Sancho de Navarra fue quien rompió las cadenas del palenque en que se hiciera fuerte el Miramamolin y entonces adoptó aquel blasón para su monarquía. Otros nobles, por haberse distinguido en este mismo hecho de armas escogieron también el mismo símbolo para perpetuar su gloria como fueron los Mendozas, Peraltas, Estúñigas y otros.
Si en esta ocasión se tomó la cadena como timbre de honor, en otras épocas de la historia hubo de emplearse para castigo de rebeliones o para precaver las que en adelante se temieran. Se sabe que vencida la resistencia de los catalanes a reconocer por rey a Felipe V hubo cierta orden para que no se pudiera usar de cuchillos sino despuntados y colgando de las mesas o paredes por medio de una cadena. Algunas casas particulares que había honrado el rey con su presencia ostentaban cadenas en sus puertas principales como si se quisiera dar a entender que aquel paraje hollado con la planta real quedaba cerrado para toda otra persona, en alusión sin duda a que en la etiqueta antigua de palacio, las puertas y cerraduras se llamaban cadena, de donde viene el oficio de porteros de cadena. Estos signos desaparecieron con la caída del régimen absoluto, juzgándose incompatibles con el que se inauguraba.2
Significado figurado[editar]
Algunos significados figurados de cadena merecen conocerse:
- antiguamente cadena era la denominación metafórica de la cárcel en la que se ataba al prisionero a una cadena: a esa denominación se refiere la frase estar en la cadena, así como la de renunciar a la cadena, usada en las antiguas leyes españolas.
- también ha significado la reunión de presidarios o galeotes que son conducidos a los lugares de la extinción de sus condenas porque iban sujetos con grillos de dos en dos llevando además unas argollas por donde se pasaba la cadena que aseguraba un grupo de doce o de catorce. Las penas de trabajos públicos para las que se aherrojaba a los criminales, solían a veces ser designadas con el nombre de cadena.
- el código penal español adoptó esta palabra aplicándola a una pena aflictiva próxima a la de muerte que los sentenciados debían sufrir, privados de libertad y de todo auxilio de fuera del establecimiento y sometidos a trabajos duros y penosos: el nombre de esta pena proviene de que siempre habían de llevar sujeto el pie con una cadena.
cadena cinemática al conjunto de elementos que producen movimiento y proporcionan al mismo fuerza de tracción trasladando este movimiento a las ruedas motrices.
Podemos a su vez dividir la cadena cinématica en dos partes fundamentales:
- El motor,
- el sistema de transmisión. Formado por:
- el embrague,
- la caja de cambios o caja de velocidades,
- el eje de transmisión,
- el grupo cónico-diferencial, formado por un grupo cónico y un diferencial, y
- los palieres o semiárboles,
- las ruedas motrices.
Es el dispositivo encargado de transformar la energía en movimiento. Lo más habitual son los motores térmicos o eléctricos o una combinación de ambos (automóviles de explosión o combustión, eléctricos e híbridos).
El embrague[editar]
Es el elemento que permite conectar y desconectar a voluntad del conductor la potencia del motor del resto de la cadena cinemática.
La caja de cambios[editar]
Permite seleccionar la marcha o reducción adecuada a la circunstancia o al terreno.
El eje de transmisión[editar]
También se le llama eje cardan o barra, es el que transmite el movimiento longitudinal desde la transmisión al conjunto diferencial además de absorber los movimientos de contracción y elongación provocados por el desplazamiento de la suspensión del vehículo.
El conjunto diferencial[editar]
Se encarga de transformar el movimiento longitudinal del eje de transmisión en movimiento transversal hacia los palieres, y permite diferentes velocidades entre las ruedas al dar vuelta o realizar maniobras en los trayectos
Los palieres[editar]
Transmiten el movimiento del conjunto diferencial a los cubos de las ruedas, en México les conocemos como las flechas de rueda
Las ruedas motrices[editar]
Son el punto de contacto con el asfalto de la potencia producida por el motor y administrada por la transmisión.
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