jueves, 7 de junio de 2018

Monumentos por países - Italia


Madama Lucrezia es una de las seis estatuas parlantes de Roma, la única que representa una figura femenina.
Se trata de un busto colosal, de época romana, de unos 3 metros de alto, colocado en la actualidad sobre un basamento, entre el Palazzeto Venezia y la Iglesia de San Marcos, en la plaza homónima.
Al igual que sus compañeras, es difícil identificar el personaje representado, siendo las hipótesis múltiples. La más acreditada parece que apunta a que sea la representación de la diosa Isis (o una de sus sacerdotisas), ya que el nudo del vestido sobre el pecho es una característica propia del culto de dicha diosa. El busto fue donado por Lucrezia d’Alagno, la amante de Alfonso II de Nápoles, la cual, tras la muerte de su amante, y a causa de la hostilidad de su sucesor, se retiró a Roma, viviendo en el solar donde en la actualidad se encuentra la estatua. Una confirmación de la hipótesis de la atribución del nombre de la escultura con relación a Lucrezia sería el hecho de que en el siglo XV el término madama era utilizado en Nápoles, pero no en Roma.
Como las otras cinco estatuas romanas, la Madama Lucrezia era utilizada para depositar escritos satíricos en verso, con los que el pueblo, de modo anónimo reprendía o se mofaba de los personajes públicos de la Roma del siglo XVI.









La Madonna Pazzi es una obra de Donatello, conservada en el Staatliche Museen de Berlín, en la colección de esculturas (Skulpturensammlung) del Bode-Museum. Se trata de un relieve de mármol de forma rectangular con unas medidas de 74,50 x 69, 50 cm, que data de alrededor de 1425-1430.

Historia[editar]

La obra fue esculpida para devoción privada en la época de la iniciación de la colaboración con Michelozzo. La figura fue de un éxito extraordinario, se conoce la existencia de varias copias.

Descripción[editar]

Representa a la Virgen con el Niño en brazos de medio busto, ambos sin aureola. Sus caras se acercan tiernamente con una intensa intimidad. También subrayó el óvalo generado por el brazo del niño, que abraza cariñosamente a su madre. En el grupo se percibe una ligera melancolía en la falta de expresiones de alegría o de felicidad: se trata probablemente de un reflejo consciente de la suerte del hijo destinado a la Pasión y muerte.
El relieve "stiacciato" es tratado con extraordinario virtuosismo, como demuestra las suaves manos realizadas de casi tres dimensiones así (en realidad, de muy pocos milímetros de espesor), con la representación en escorzode la mano izquierda. La tridimensionalidad también está acentuada por el marco que tiene la forma de una ventana perspectivamente aplastada: este detalle muestra el truco óptico para una mejor vista desde abajo, que confirma que el tema iba a ser un objeto de devoción privada ante el cual arrodillarse.










El Marzocco, es una escultura ejecutada entre 1419 y 1420, del artista del Renacimiento italiano Donatello. Representa un león heráldico de la ciudad de Florencia. Se encuentra en el Museo Nazionale del Bargello en Florencia.

Historia[editar]

Donatello recibió el encargo por parte de la República de Florencia, con motivo de la visita a la ciudad del papa Martín V, de la ejecución de una estatua en pietra serena (piedra gris), representando un marzocco, figura de un león símbolo del orgulloso carácter florentino y que sujeta con una garra el escudo de armas de la ciudad.
Se pensó para ser erigido en la escalinata que conducía a las habitaciones papales de Santa Maria Novella. Más tarde en 1810 fue colocado en la Piazza della Signoria, para finalmente ser reemplazado por una copia y llevado el original al museo Bargello.
El escultor supo dar una gran vivacidad a la expresión del animal heráldico, que se muestra con majestuosidad y orgullo en su expresión.









 Estatua ecuestre de Bartolomeo Colleoni es una escultura renacentista ubicada en Venecia (Italia), obra de Andrea del Verrocchio creada entre 1480 y 1488.

Historia[editar]

En 1475 el Condottiero (Comandante) Bartolomeo Colleoni, ex Capitán General de la República de Venecia, murió y por su voluntad dejó una parte sustancial de su patrimonio a la República con la condición de que se construyera una estatua de sí mismo en la Piazza San Marco. En 1479 la República anunció que iba a aceptar la herencia, aunque (como las estatuas no estaban permitidas en la Piazza) la estatua se colocaría en el espacio abierto delante de la Scuola de San Marcos. Un concurso fue dispuesto para seleccionar a un escultor. Tres escultores compitieron por el contrato: Verrocchiode FlorenciaAlessandro Leopardi de Venecia y Bartolomeo Vellano de PaduaVerrocchio hizo un modelo de cera de su escultura propuesta, mientras que los demás hicieron modelos de madera y de cuero negro y arcilla. Los tres modelos fueron exhibidos en Venecia en 1483 y el contrato fue finalmente otorgado a Verrocchio, quien abrió un taller en Venecia e hizo el modelo de arcilla, que dejó listo para ser fundida en bronce, antes de su fallecimiento en 1488. A pesar de los deseos del propio Verrocchio, que había pedido que su alumno Lorenzo di Credi, que estaba entonces a cargo de su taller en Florencia, continuase su trabajo, el Senado veneciano eligió para dicha tarea al escultor Alessandro Leopardi.1​ La estatua fue finalmente erigida sobre un pedestal en el campo de San Giovanni e Paolo de Venecia, donde se encuentra en la actualidad, y presentada al público en 1506.1

Descripción[editar]

El monumento en el siglo XIX, fotografía de Carlo Naya
Para el diseño de la estatua, Verrocchio se inspiró en el Gattamelata de Donatello y en la Estatua ecuestre de Marco Aurelio erigida en Roma en el siglo II.2​ Leopardi hizo el fundido de bronce con mucho éxito, la estatua es universalmente admirada, pero Pope-Hennessy sugiere que, si Verrocchio hubiera sido capaz de acabarla, habría terminado la cabeza y otras partes más suavemente y aún mejor de lo que es.3​ A pesar de que no fue colocado donde Colleoni lo había previsto, Passavent hizo hincapié en lo bien que se ve en su posición real, escribiendo que "la magnífica sensación de movimiento en esta figura se muestra a excelente ventaja en su configuración actual" y que , como la escultura, "que supera con creces cualquier cosa que el siglo todavía había aspirado o creído posible" se señala que tanto el hombre y el caballo son igualmente bien y juntos son partes inseparables de la escultura.4
Es poco probable que Verrocchio alguna vez viera en persona a Bartolomeo Colleoni, no se trata pues de un retrato del hombre, propiamente dicho, sino del ideal del comandante militar fuerte y despiadado que el florentino resuelve mediante la torsión y el fuerte escorzo del busto del condotiero, tan distinta de la imagen tranquila y noble del Gattamelata de Donatello en Padua.

Bartolomeo Colleoni by Andrea del Verrocchio.jpg

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