Antecedentes de la creación del condado[editar]
La época medieval va a ser para Europa un tiempo convulso, en donde convivían dos fuerzas de poder, el Cielo y la Tierra, y dos maneras de ejercerlo, la del Papa y la de los reyes. Uno tenía la autoridad espiritual y la llave del Reino Celestial y los otros, la legitimidad de sangre que conferían los antiguos linajes para reinar y gobernar.
14
Factores decisivos[editar]
El Concilio de Troyes de 878[editar]
Rebelado
Bernardo de Gothia (conde de Barcelona, Rosellón, Narbona, Agde, Besiers, Magalona y Nimes), contra el rey
Carlos el Calvo,
Wifredo el Velloso, ayudado por sus hermanos
Miró y Sunifredo y por el
vizconde de Narbona (del lado de Carlos y después del de su hijo,
Luis el Tartamudo) avanzaron por la
Septimania donde eliminaron por la fuerza a los nobles fieles a Bernardo (como el obispo Sigebuto de Narbona), expulsando de sus iglesias a los sacerdotes que no les eran partidarios. Sobre
878 la rebelión de Bernardo se hundió definitivamente.
En agosto, en el
concilio de Troyes, presidido por el papa
Juan VIII y por el rey
Luís el Tartamudo y en el que estarían presentes los condes
Wifredo el Velloso de Urgel y Cerdaña, Miró de Conflent, Suñer II de Ampurias y
Oliba II de
Carcasona, se tomaron importantes decisiones religiosas y políticas. El
11 de septiembre de
878Bernardo fue declarado desposeído de sus honores, los cuales serían repartidos. En este reparto,
Wifredo el Velloso fue investido conde de Barcelona,
Osona,
Gerona y
Besalú,
Narbona,
Beziers y
Agde. Su hermano Miró recibió el
condado de Rosellón. Wifredo cedió la administración de Besalú a su hermano Radulfo (
878-
920). Sunifredo será abad de
Arlés y Riculfo obispo de
Elna.
Decadencia del Imperio Carolingio[editar]
Tras el Concilio de Troyes (
878), y siguiendo la tradición de los condes de ascendencia visigoda de la
Marca Hispánica,
18 tanto
Wifredo el Velloso como su hermano Miró de Rosellón-Conflent y los condes de Ampurias Dela y Suñer II mantuvieron su fidelidad a los monarcas carolingios
Carlomán II (
879-
884) y
Carlos el Gordo(
885-
888), tal y como lo testimonian la visita a la corte real de
881 llevada a cabo por dirigentes y clérigos de los condados de
Gotia, y el precepto otorgado en
886 por
Carlos el Gordo a Teotario, obispo de Gerona. Ahora bien, esta lealtad toma, tras muerte de
Luis el Tartamudo, un carácter pasivo. Los condes de la Marca Hispánica, si bien no se alzaron nunca contra los reyes carolingios, evitaron implicarse en las luchas del reino.
La prueba más clara de la descomposición del
poder carolingio en el reino franco fue la transmisión hereditaria de los condados, práctica iniciada en
895: muerto Miró el Viejo, su condado de Rosellón pasó, sin ninguna clase de intervención del rey Odón, a
Suñer II de Ampurias, en tanto que el de Conflent fue para Wifredo el Velloso, conde de Osona desde
885, sin haber recibido la investidura real de este condado. Así pues, los reyes perdieron la facultad, que habían tenido en el
siglo IX, de nombrar y destituir a los condes, los cuales, por ello, dejaron de ser unos delegados del monarca para convertirse en pequeños soberanos de sus dominios.
Transmisión patrimonial[editar]
En el caso de Barcelona, y a diferencia de otros dominios como
Carcasona, tras la muerte de Wifredo (
897) el concepto de cómo debía de realizarse la sucesión no había quedado lo suficientemente claro. Por esto, en un primer momento, sus hijos -
Wifredo II Borrell, Miró, Sunifredo y Suñer- optaron por gobernar conjuntamente todos los dominios de su padre y administrarlos bajo presidencia del primogénito, Wifredo Borrell,
primus inter pares. Pero pronto, cuando cada uno de los condes cogobernantes tuvo descendencia, hizo falta abandonar la idea de herencia conjunta y, entonces, cada hijo transmitió individualmente a sus herederos la parte del conjunto condal que gobernaba: Wifredo Borrell, junto con Suñer:
Barcelona,
Gerona y
Osona; Sunifredo:
Urgel; y Miró:
Cerdaña,
Conflent y
Berga. Esta apropiación patrimonial del territorio que gobernaban los condes (formalmente sometidos aún al rey de los francos) no quedó resuelta jurídicamente hasta el
siglo XIII, momento en que
Jaime I de Aragónfirmó con el rey de
Francia el
Tratado de Corbeil (
1258), por el cual quedaron establecidos los derechos sucesorios de cada rey (Francia y Aragón) en los territorios respectivos.
No obstante, tras la crisis carolingia, todos los condes de la Septimania se hicieron independientes cediendo a sus primogénitos los condados en herencia. Wifredo da comienzo así a la Casa de Barcelona
4 dinastía que, en el posterior medievo, albergará bajo su protección al resto de condados septimanos de
Occitania, hasta
1213 y la
batalla de Muret, en donde, precipitadamente, todas las posesiones de la Casa de Barcelona en Occitania (salvo el
señorío de Montpellier) terminan siendo conquistadas y arrebatadas por los
francos cruzados.
Siglos IX a XI: de Wifredo El Velloso a Ramón Borrell[editar]
Acontecimientos[editar]
Leyenda sobre el origen de las cuatro barras[editar]
Ateniéndonos a los hechos constatados (Concilio de Troyes de
878), se puede afirmar que
Wifredo el Velloso es el progenitor de lo que será la futura Casa de Barcelona. Por este motivo, teoría (y personaje) muchas veces usados (a menudo con exageración) por escritores e historiadores, son el punto de referencia que marcará la estirpe. La idea de que
Wifredo el Velloso fue el artífice, no ya de la independencia de los condados catalanes sino del nacimiento de Cataluña, fue entre otros popularizada (durante la
Renaixença) por el dramaturgo
Serafí Pitarra, con su frase
Fills de Guifré el Pilós, això vol dir catalans (
Hijos de Wifredo el Velloso, esto quiere decir catalanes). A Wifredo se le atribuye el origen de la bandera de las cuatro barras:
...pidió el conde Iofre Valeroso al emperador Loís que le diesse armas que pudiesse traher en el escudo, que llevava dorado sin ninguna divisa. Y el emperador, viendo que havía sido en aquella batalla tan valeroso que, con muchas llagas que recibiera, hiziera maravillas en armas, llegóse a él, y mojóse la mano derecha de la sangre que le salía al conde, y passó los quatro dedos ansí ensangrentados encima del escudo dorado, de alto a baxo, haziendo quatro rayas de sangre, y dixo:
"Éstas serán vuestras armas, conde." Y de allí tomó las quatro rayas, o bandas, de sangre en el campo dorado, que son las armas de Cathaluña, que agora dezimos de Aragón.
19
Esta leyenda tiene su origen, según
Martín de Riquer, en el historiador valenciano
Pere Antoni Beuter, quien la incluyó en
1550en su obra
Crónica general de España, inspirándose en una crónica castellana de
1492.
19 Posteriormente fue revivida, entre otros, por el escritor catalán
Pablo Piferrer (
1818-
1848) reconocido como el gran recopilador de las leyendas catalanas tradicionales. No obstante, conviene señalar que el
escudo de las cuatro barras data de 1150, cuando aparece en un sello de
Ramón Berenguer IV, y se convierte en armas dinásticas después de la unión con Aragón, siendo ya el emblema del linaje, con el rey
Alfonso II de Aragón.
Wifredo fue considerado por
Pedro IV de Aragón en su Crónica como el primer miembro de la Casa de Barcelona.
21
Matrimonios y descendencia[editar]
- Wifredo el Velloso. Casó con Guinidilda (Winilda). Tuvo a Radulfo († 940), Obispo de Urgel y abad de Ripoll, Wifredo II Borrell, († 911), conde de Barcelona, Girona y Osona. Suñer I, († 950), conde de Barcelona, Girona y Osona, casado Richilde de Tolosa, hija de Armengol, conde de Rouergue (Condes de Toulouse), Miró II de Cerdaña, el conde de Besalú y Cerdanya, Sunifredo II de Urgel, († 948), conde de Urgel, casado Adelaida de Tolosa, hija de Armengol, conde de Rouergue (Condes de Toulouse), Emmon, († 942), abad de San Juan de Ripoll, Riquilla, Ermessenda, († después de 925), Cixilona, († 945), monja y ?Guinidilda, esposa de Ramón II de Tolosa, († 923).
- Wifredo II (¿-911). Murió sin dejar descendencia. Los condados pasaron a su hermano Suñer.
- Suñer I (870- 950). Casó en segundas nupcias con Riquilda de Tolosa, hija del conde de Roergue. Tuvo a Armengol (925), Miró (926), Borrell (927), Adelaida (928) y Guillermo (929).
- Borrell II (927-992). Casó con Letgarda de Tolosa, hija de Raimundo III de Aquitania. Tuvo a Ramón Borrell, Ermengol, Ermengarda y Riquilda. Tras la muerte de Letgarda se volvió a casar, esta vez con Eimeruda de Auvernia.
- Ramón Borrell (972-1017). En 993 se casó con Ermesenda de Carcasona con la que tuvo un hijo: Berenguer Ramón.
Siglos XI y XII: de Berenguer Ramón I a Ramón Berenguer III[editar]
Acontecimientos[editar]
La España de la Gesta[editar]
Las primeras señales de lo que pronto va a ser el comienzo de la desintegración del imperio
almohade, son evidentes para los reyes cristianos. La aparición de los nuevos y pequeños reinos llamados de
taifas en
al-Ándalus va a permitir un imparable ascenso de las tropas catalanas y aragonesas, primero por el
Ebro y mucho más tarde, con las conquistas de
Valencia y
Murcia, en toda la ribera mediterránea.
Comienza así el periodo conocido como la «España de la Gesta»
[cita requerida] un tiempo en que los juglares cantaban en las plazas de las villas las hazañas de los reyes en las batallas (y otros líos, con aquella reconocida
picaresca). Uno de los escritos conservados más representativos de la época es el
Cantar de Mío Cid, en el que se narra en verso la batalla (y posterior captura) del conde
Berenguer Ramón II, tras una incursión a la
Taifa de Zaragoza, en la que el
Cid era aliado del rey musulmán. En este pasaje, el Cid llama al conde «Don Remont».
Matrimonios y descendencia[editar]
- Berenguer Ramón I el Curvo. En el año 1021 se casó con Sancha, hija de Sancho García, conde de Castilla, con la que tuvo dos hijos: Ramón Berenguer I (1023) y Sancho. En 1027 volvió a casarse, esta vez con Guisla, hija del veguer de Balsareny. Con ella tuvo un hijo, Guillermo (1028).
- Ramón Berenguer I el Viejo. Se casó tres veces. En primeras nupcias en 1039 con Isabel de Nimes, probablemente hija del vizconde Ramon Bernat I de Nimes, con quien tuvo a Pedro Ramón de Barcelona (? -1071), condenado por el asesinato de su madrastra Almodis, Arnau de Barcelona (?-1045) y Berenguer de Barcelona (?-1045). En 1051 se casó con Blanca de Narbona, hija de Llop Ató Zuberoa y Ermengarda de Narbona. Fue repudiada al año siguiente sin tener descendencia. El 1056 se casa, en terceras nupcias, con Almodis de la Marca, hija del conde Bernat I de Razès, con quien tuvo a la infanta Agnès de Barcelona (1056-1071), casada en 1070 con el conde Guigues VII de Albon, Ramón Berenguer II (1053-1082), Berenguer Ramón II (1053-1099?), Sancha de Barcelona (1076-1095), casada en segundas nupcias en 1069 con Guillermo I de Cerdaña.
- Ramón Berenguer II Cabeza de Estopa. Contrajo matrimonio hacia el año 1075 con Mafalda de Apulia (1060-1108), hija de Roberto Guiscardo, Duque de Apulia y Calabria, (1020-1085), y de su mujer Sikelgarda de Salerno, (1040-?), y hermano aquél de Roger I de Sicilia (1089-1101), hijos ambos de Tancredo de Hauteville y de Fredesinda de Normandía. De este matrimonio nacería el futuro heredero del Condado de Barcelona, Ramón Berenguer III el "Gran".
- Berenguer Ramón II, llamado el Fratricida. Co-gobernó el condado con su hermano (probablemente gemelo) Ramón Berenguer II hasta la muerte de éste en circunstancias misteriosas en 1082, y en solitario a partir de entonces. Tras ser acusado de haber instigado el asesinato de su hermano, a partir de 1086 sólo mantiene el gobierno en tanto que tutor de su sobrino y heredero del trono, el futuro Ramón Berenguer III, hasta la mayoría de edad de éste. Sin descendencia conocida.
Siglo XII: Ramón Berenguer IV “Princeps d’Aragón”[editar]
La unión en la Corona de Aragón[editar]
Tras este pactado consenso,
Ramón Berenguer IV obtiene por el rey el título de
Princeps Aragonesus pero no el de rey,
22
23 que sí obtendrá su hijo Alfonso por herencia de su madre Petronila, momento en que formalmente inicia el período de la
dinastía de la Casa de Barcelona en la
Corona de Aragón hasta su extinción con la muerte sin descendencia del rey
Martín I de Aragón.
Matrimonios y descendencia[editar]
El pacto de Ramiro el Monje[editar]
El pacto establecido con
Ramón Berenguer IV le excluía del título de rey
23 y sólo le otorgaba la autoridad para ejercer el gobierno, a no ser que se produjese la muerte de Ramiro y la de Petronila. En la donación se cita:
Hec autem omnia superius scripta ego prephatus rex Rammirus taliter facio tibi, Raimunde, barchinonensium comes et marchio, ut, si filia mea mortua fuerit prehata, te superstite, donationem prephati regni libere et immutabiliter habeas absque alicuius impedimento post mortem meam. Interim vero, si quid augmentationis vel traditionis de honoribus vel municionibus prephati regni, me vivente, facere tibi voluero, sub prephata hominum fidelitate firmum et immobile permaneat; et ego prephatus rex Rammirus sim rex, dominus et pater in prephato regno et in totis comitatibus tuis, dum mihi placuerit.
Traducción del latin original:
Yo el citado Rey Ramiro, te lo hago a ti, Ramón, Conde y marqués de los barceloneses, de tal modo que si mi hija muriese antes y tú sobrevivieses, tengas la donación del citado reino libremente e inmutable, sin ningún impedimento, después de mi muerte. Pero en tanto, si quisiere hacerte mientras viva cualquier aumento o entrega de honores o castillos en el citado reino, permanezca bajo la citada fidelidad del homenaje firme e inmutable, y yo el citado Rey Ramiro seré Rey, señor y padre en el citado reino y en todos los condados hasta que me plazca.
24
Consecuentemente, según los documentos que se conservan en el
Archivo de la Corona de Aragón, las funciones ejercidas por Ramón Berenguer fueron las propias del rey en el ejercicio del
imperium o
potestas, vedado a la reina por su condición femenina. Así, ejerció el gobierno acaudillando el ejército, disponiendo cesiones de castillos, dictando cartas puebla, etc. por lo que, Petronila quedó con la dignidad regia —que se hizo efectiva en sus testamentos y en la donación del patrimonio conjunto en herencia a su hijo—,
25
26 mientras que el conde ejerció el poder como
princeps de Aragón hasta su muerte en 1162, en que fue sustituido por una comisión de magnates aragoneses y barceloneses, entre los que figuraron los altos prelados (obispos de las principales sedes) y ricoshombres de ambas procedencias, reunidos para ese fin en las primeras cortes documentadas del Reino de Aragón el 11 de noviembre de 1164, pocos meses después de la transmisión de la herencia conjunta por parte de
Petronila. La regencia de este consejo de notables en las decisiones de gobierno se extendió desde la muerte de Ramón Berenguer en 1162 hasta 1173, año en que Alfonso II, con dieciséis años de edad, pudo ponerse al fin al frente del gobierno y de sus huestes.
27
Cesión de los derechos sobre Aragón de las órdenes militares[editar]
Tal como indica el historiador Joseph O'Callaghan, tras la elección de Ramiro el Monje como rey de Aragón, que contrariaba tanto el testamento de
Alfonso I el Batallador como la voluntad del Papado, del que los reyes de Aragón eran vasallos, Ramón Berenguer tuvo que iniciar negociaciones con los herederos de Aragón según el testamento real, a saber, las órdenes militares de los
Templarios,
Hospitalarios y del
Santo Sepulcro de Jerusalén.
28 En 1140 llegó a un acuerdo con representantes de los Hospitalarios, por el que la Orden hacía cesión a Ramón Berenguer, conde de Barcelona, de la parte del reino de Aragón que le correspondía según el testamento del rey Alfonso, a cambio de diversas concesiones y prebendas. Acuerdos de cesión similares fueron concertados posteriormente con los caballeros del Santo Sepulcro (
1141) y con los Templarios (
1143).
29 Esta cesión de las tres órdenes fue confirmada por bula del papa
Adriano IV en
1158.
30
31
Sin embargo, es un hecho que los barones del
Reino de Aragón y del
Reino de Pamplona (pues los dos reinos estaban incluidos en el testamento de Alfonso I el Batallador) juraron fidelidad respectivamente a Ramiro II el Monje y a
García el Restaurador. No se puso en discusión que las Órdenes militares tuvieran que negociar con el rey de Navarra la herencia de Alfonso I el Batallador. También es un hecho que
Ramón Berenguer IV había pactado en los documentos de esponsales de
1137 con Ramiro II de Aragón su condición de
princeps en Aragón, y venía ejerciendo la potestad real en el reino aragonés como
dominator, antes de las negociaciones con las Órdenes militares de 1140 en adelante. La historiografía actual conviene mayoritariamente en aceptar que, sencillamente, el testamento de Alfonso I el Batallador no fue respetado
32 y, así, Ramiro II de Aragón no solo ejerció la potestad regia entre 1134 y 1137, sino que se reservó la dignidad de rey hasta su muerte en 1157, circunstancia que no consta que fuera cuestionada durante el gobierno de Ramón Berenguer IV. Una interpretación distinta de los pactos con las Órdenes militares la hace Antonio Ubieto Arteta, que considera que, en un periodo en que tenían problemas económicos, y urgidas por el Papado seis años después de que hubiera sido promulgado el testamento, vieron la ocasión de obtener ciertas prebendas y establecimientos en los territorios de Aragón y Cataluña a cambio de zanjar la cuestión testamentaria de Alfonso I.
33
Alfonso II, Rey de Aragón y Conde de Barcelona[editar]
Alfonso II fue el primer rey en heredar el Reino de Aragón y el Condado de Barcelona como territorio patrimonial.
El hijo de
Ramón Berenguer IV, llamado desde su nacimiento Ramón y
Alfonso indistintamente,
34 heredó en
1164 a los siete años (edad legal para asumir el reino) de la reina titular
Petronila conjuntamente el
Reino de Aragón y el
Condado de Barcelona —y los títulos correspondientes— como primogénito. Según
Antonio Ubieto Arteta,
Guillermo Fatás,
Alberto Montaner Frutos o
Faustino Menéndez Pidal de Navascués, esta transmisión se realizó por medio de un contrato establecido con arreglo al derecho aragonés conocido como "matrimonio en casa",
7
8
9
10 aunque esta teoría ha sido cuestionada recientemente en un artículo de
Josep Serrano Daura.
12 El ámbito de soberanía del nuevo monarca incluía el reino de Aragón y los condados de Barcelona, Gerona, Osona y Ribagorza, así como los marquesados de
Lérida y
Tortosa constituidos tras las conquistas de su padre. No hereda inicialmente el condado de Cerdaña, que Ramón Berenguer IV había testado junto con el Señorío de Carcasona en favor de su segundo hijo Pedro, también conocido como
Ramón Berenguer IV de Provenza. Posteriormente incorpora otros territorios, como la Cerdaña (1162), la Provenza (1167) y el Rosellón (1172).
Esta alternancia en los nombres indica la voluntad, por parte de los miembros de esta dinastía, de adaptarse a aquellos dominios que les han sido atribuidos por herencia. Así, el primogénito recibió en el bautismo el nombre de su padre, Ramón Berenguer, pero utilizó el nombre de Alfonso para reinar a fin de congraciarse con sus súbditos aragoneses y, a la vez, conectar con la memoria y legitimidad del rey Alfonso el Batallador. Por su parte, el segundo hijo de Ramón Berenguer IV y Petronila fue bautizado como Pedro, nombre tradicional de la
Casa de Aragón, pero alrededor de 1170 asumió el nombre barcelonés de Ramón Berenguer, que su hermano había dejado disponible, para facilitar su instalación al frente de Provenza.
35
Sin embargo, la interpretación de que Alfonso II adoptó el nombre de Alfonso para reinar es rechazada por Antonio Ubieto Arteta aportando documentación medieval de la época, quien señala:
36
desde el mismo momento del nacimiento fue designado indistintamente por ambas denominaciones: Alfonso y Ramón.
Además, en la abdicación de la reina Petronila del 18 de julio de
1164, llama a su heredero Alfonso y señala que en su testamento (en una fecha tan tardía como agosto de
1162) su marido lo llamaba Ramón.
37
38
Siglos XII y XIII: de Alfonso II a Pedro II[editar]
La unión de la soberanía real de diversos territorios bajo una misma persona, pero con usos, costumbres y moneda independientes, daría origen, ya en el
siglo XIII, a la formación de una unión de estados bajo un mismo monarca a la que hoy conocemos como
Corona de Aragón. En la documentación medieval de ésta época se habla siempre del rey como "rey de Aragón". Sin embargo siempre se mantuvo la distinción terminológica del origen geográfico de los naturales de los territorios que conformaron la unión dinástica: aragoneses y catalanes.
39 Rubio García documenta que esta diferencia se manifiesta en autores castellanos. En la
Crónica de Alfonso XI, del
siglo XIV, se lee «muchos Ricos-omes et Caballeros del Rey de Aragón et de Catalueña».
40
La característica más identificativa que definiría a los primeros reyes de la Corona fue su intervención prioritaria en
Occitania y el Mediterráneo. Tal como señala
Pierre Bonnassie, a pesar de los títulos adquiridos de príncipe (Ramón Berenguer IV) o rey de Aragón (Alfonso II y sus sucesores), «estos soberanos siguen comportándose, ante todo, como condes de Barcelona. Dicho de otra manera, prosiguen una política esencialmente orientada hacia el Mediterráneo y la Francia meridional».
41 La intervención en Occitania se prolongó hasta la derrota de
Muret, en que quedaron zanjados de manera súbita todos los intereses históricos de la Casa de Aragón-Barcelona en el
Sur de Francia.
Etapa de debilitamiento económico de la Corona[editar]
Las continuas guerras llevadas a cabo por estos monarcas en
Occitania fueron financiadas por la
anticipación de las rentas que Pedro II había solicitado de judíos y sarracenos, según afirma el propio Jaime I en el
Llibre dels fets cuando habla de su llegada al castillo de
Monzón:
E tota la renda que nostre pare hauia en Catalunya e en Aragó era empenyorada tro als jueus e als serrains… E no hauien un dia quan nos entram en Montsó que menjar. Así era la terra empenyorada e destroida.
Jaime I,
El Llibre des Feits, fol. 5º.
42
Las Navas de Tolosa[editar]
La batalla de Muret[editar]
Tras un primer pacto inicial en que se propone el casamiento del joven
Jaime con la hija de
Simón de Montfort,
Pedro II entrega a su hijo Jaime como rehén del pacto e intentando que la batalla final no se produzca. A la vista de Roma, este casamiento no solucionaría el problema
cátaro, por lo que
Montfort procede a conquistar cada una de las plazas. El
rey de Aragón se planta en
Muret con un ejército compuesto principalmente por aragoneses, catalanes y tolosanos, que se desvanece tras conocer la noticia del asesinato del rey.
E aquí mori nostre pare car axi ho ha fat me linatge totstemps que en les batalles que ells han fetes, he nos farem, deuem vencre o morir.
Jaime I,
El Llibre des Feits42
Matrimonios y descendencia[editar]
Siglo XIII: Jaime I El Conquistador[editar]
Retrato del siglo XVI de Jaime I.
Jaime I por su política de expansión y de ordenación territorial es considerado la figura más representativa del linaje de la Casa de Aragón-Barcelona. Su pensamiento y el relato de sus hechos bélicos y enfrentamientos están recopilados en el
Llibre dels fets.
Retrau mon Senyor Sant Jaume, que fe sense obres morta es. Aquesta paraula volc Nostre Senyor complir en los nostres feyts.
43
Instrucción templaria[editar]
El joven rey fue muy pronto huérfano de su padre y, unos meses más tarde, de su madre. Tras los sucesos en que tuvo lugar la muerte de
Pedro II el Católico, el joven Jaime se vio obligado a pasar varios años en el Palacio de los Trencavel, bajo la tutela del líder cruzado
Simón IV de Montfort. Tras las protestas de órdenes religiosas y nobleza aragonesa, el Papa
Inocencio IIIordena al Temple aragonés (a Guillem de Montredón) la tutela del joven rey (y la de su primo-hermano
el conde de Provenza).
Años más tarde abandonaría
Monzón y sería proclamado oficialmente como
Rey de Aragón. En septiembre de
1218 se celebran en
Lérida unas Cortes Generales de aragoneses y catalanes, en las cuales fue declarado mayor de edad, con nueve años y proclamado rey.
La conquista de Mallorca[editar]
La conquista de Valencia[editar]
La Conquista de la
Balenciya musulmana, junto con las demás villas al norte del Júcar, se va a decidir en la reunión de
Alcañiz, como nos cuenta el
Llibre dels fets:
Estando nosotros allí, charlando y divirtiéndonos, va a comenzar a hablar el maestre del Hospital y va a decir: -“¡Señor! ¡Con que Dios os ha guiado tan bien en los hechos de Mallorca y aquellas islas ¿no comenzaría vos y nosotros allí, en aquel Reino de Valencia, que siempre os ha estado enfrentado y ha hecho de frontera a vuestro linaje, y del que siempre han intentado apoderarse y nunca lo han podido conseguir?” Y En Blasco se va a volver hacia Nos y va a decir: “¡Y es la mejor tierra y la más bella del mundo!, ¡que yo, Señor, he estado en Valencia, y no hay hoy, por debajo de Dios, un lugar tan delicioso como la ciudad de Valencia y todo aquel reino!
Jaime I, El Llibre del Fets (traducción del original)
- Antecedentes de la conquista: Jaime I viene de conquistar Mallorca y el hecho había causado un gran impacto social, en ambos bandos. El virrey almohade Zait al Mutamid, que desconocía las desconfianzas que la nobleza tenía con Jaime I al principio de su reinado, le propone un pacto de no agresión. Esto provoca una revuelta interior en Valencia, liderada por Zayán, que destronará a los almohades, pasando Valencia a convertirse en un reino taifa.
¿Por qué se rebela Zayán contra Zait Almutamid? Hay una razón muy básica: Zait Almutamid se pasa al otro bando, se vende a Jaime I, y no sólo pagando un pacto de vasallaje sino convirtiéndose al cristianismo y eso, un musulmán auténtico y radical como era Zayán no lo podía admitir.Jesús Noguet, historiador.
14
Tras la revuelta,
Jaime I va conquistando todos los castillos que rodean Valencia, a modo de cerco a la capital. Más tarde tomaría el puerto (el Grau) e instalaría el sitio frente a las murallas de Valencia. La bula concedida por el papa
Gregorio IX había congregado más de mil caballeros y sesenta mil peones en el sitio.
Y al ver nuestra senyera en lo alto de la torre que ahora es del Temple, de nuestos ojos lloraron lágrimas de alegría. Descabalgamos, miramos hacia Oriente y besamos la tierra, por la gran merced que Dios nos había concedido.
Jaime I de Aragón "El Libre dels Fets"
14
Según el catedrático de filosofía política José Luis Villacañas “esta conquista, unida a la derrota almohade de
Mallorca, fue un hecho que conmocionó a la cristiandad de la época, comparable incluso a la conquista de
Granada por los
Reyes Católicos o, en el caso contrario, la toma de Constantinopla”.
14
Matrimonios y descendencia[editar]
De su primera mujer, Leonor, tuvo a don Alfonso (
1229-
1260). Se casó con Constanza de Montcada. De la segunda,
Violante de Hungría, tuvo a:
- Don Pedro (futuro Pedro III el Grande), que le sucedió en los reinos de Aragón, Valencia y en los condados catalanes.
- Don Jaime (futuro Jaime II de Mallorca), que heredó el reino de Mallorca, que comprendía las islas Baleares—Mallorca, Menorca (todavía bajo el poder de un soberano musulmán aunque tributaria desde 1231), Ibiza y Formentera—, los condados del Rosellón y la Cerdaña y los territorios que el Conquistador conservaba en Occitania (el señorío de Montpellier, el vizcondado de Carlades, en Auvernia, y la baronía de Omelades, contigua a Montpellier).
- Don Fernando (1245-1250), que murió niño.
- Don Sancho de Aragón (1250-1275), arcediano de Belchite, abad de Valladolid y arzobispo de Toledo, falleció prisionero de los moros granadinos.
- Doña Violante de Aragón (1236-1301), mujer de Alfonso X el Sabio.
- Doña Constanza (1239-1269), esposa del infante castellano Don Manuel, hermano de Alfonso X el Sabio.
- Doña Sancha, que se hizo monja y murió en Jerusalén.
- Doña María (1248-1267), religiosa también.
- Doña Isabel (1247-1271), esposa de Felipe III el Atrevido, hijo de San Luis de Francia.
Tras la muerte de Violante (
1253) el rey se lanzó a una carrera de amoríos, teniendo múltiples hijos. De Teresa Gil de Vidaure tuvo a Jaime, señor de Jérica, y a Pedro, señor de Ayerbe. De sus relaciones amorosas con Guillerma de Cabrera nació Fernán Sánchez, a quien dio la
Baronía de Castro; Con Berenguela Fernández tuvo a Pedro Fernández, señor de la
Baronía de Híjar, mientras que con Berenguela Alfonso, hija del infante Alfonso de Molina, no tuvo descendencia. Estos bastardos reales fueron el origen de algunas de las más importantes casas nobiliarias de
Aragón y
Valencia.
Siglos XIII y XIV: de Pedro III a Jaime II[editar]
Política territorial[editar]
Matrimonios y descendencia[editar]
- Pedro III El Grande De su matrimonio con Constanza nacieron los hijos Alfonso III de Aragón (1261-1291), rey de Aragón, Valencia, Mallorca y conde de Barcelona; Jaime II de Aragón (1267-1327), rey de Aragón, Valencia, Mallorca, conde de Barcelona, rey de Cerdeña y de Sicilia; La infanta Isabel de Aragón (1271-1336), Santa Isabel de Portugal, reina consorte de Portugal por el matrimonio en 1288 con Dionisio I de Portugal; Federico II de Sicilia (1272-1337), rey de Sicilia; La infanta Violante (1273-1302), casada en 1297 con el infante Roberto de Nápoles, futuro Roberto I; El infante Pedro de Aragón (1275-1291);
- Alfonso III El Liberal; No tuvo descendencia. Los condados pasaron a su hermano Jaime II
- Jaime II El Justo Tuvo a Jaime de Aragón (1296-1334), que renunció a sus derechos reales y a casarse con Leonor de Castilla; Infante Alfonso IV de Aragón (1299-1336), conde de Barcelona y rey de Aragón; Infanta María de Aragón y de Anjou (1299-1311), casada con Pedro de Castilla, hijo de Sancho IV de Castilla; Infanta Constanza de Aragón (1300-1327), casada con Don Juan Manuel; Infanta Isabel de Aragón y de Anjou (1302-1330), que casó en 1315 con Federico I de Austria; Infante Juan de Aragón(1304-1334), arzobispo de Toledo, de Tarragona y patriarca de Alejandría; Infante Pedro de Aragón (1305-1381), conde de Ribagorza de Ampurias y de Prades; Infanta Blanca de Aragón, (1307-1348), religiosa; Infante Ramón Berenguer, (1308-1364), Conde de Prades y Señor de la Villa de Elche; Infanta Violante de Aragón (1310-1353), casada con Felipe, déspota de Rumania e hijo de Felipe I de Tarento.
Siglos XIV y XV: de Alfonso IV a Martín I[editar]
Delimitación política de los territorios de la Corona[editar]
El avance del comercio por mar[editar]
La etapa de estos reyes se va a caracterizar por el surgimiento de las grandes metrópolis comerciales, debido a la expansión del comercio marítimo en el Mediterráneo. Los puertos de
Sicilia,
Nápoles,
Barcelona y
Valencia van a ser puntos fuertes para la economía de aquellos reinos. Aunque, por otro lado, la llegada de enfermedades como la peste, contagiada en todas las ciudades a través de estas nuevas rutas marinas, van a mermar profundamente a esta sociedad, que atravesaría uno de sus momentos más duros.
Fin de la Casa de Barcelona[editar]
Pedro IV de Aragón, llamado “el Ceremonioso”.
Como la línea masculina directa termina con la muerte del rey
Martín el Humano13 sin hijos varones, se extingue con él la dinastía Casa de Aragón-Barcelona. Los representantes más cercanos al linaje, aunque de manera indirecta, por línea masculina y legítima eran
Jaime el Desdichado,
conde de Urgel, biznieto del rey
Alfonso el Benigno, y Alfonso,
duque de Gandía, nieto del rey
Jaime el Justo. Por línea femenina, el descendiente más cercano era
Luis de Anjou, nieto del rey
Juan el Cazador y, ya más lejano, el rey
Enrique III de Castilla y su hermano
Fernando de Trastámara, nietos del rey
Pedro el Ceremonioso, siendo este último quien fue finalmente proclamado heredero de todos sus títulos por los
compromisarios de Caspeen el año
1412, pasando a ser utilizado el linaje de Aragón por la
Casa de Trastámara.
44
Matrimonios y descendencia[editar]
- Alfonso IV de Aragón Se casó dos veces: en 1314, con Teresa de Entenza, con quien tuvo al infante Alfonso (1315–1317); Pedro IV, el Ceremonioso (1319–1387); Jaime I de Urgel, conde de Urgel, quién también heredó Entenza y Antillón (1320–1347); Constanza, quién se casó con Jaime III de Mallorca (1322–1346); la infanta Isabel (1323–1327); el infante Fadrique quién murió muy joven (1325–¿?) y el infante Sancho (1326–1327). Con Leonor de Castilla tuvo al infante Fernando, Marqués de Tortosa y el infante Juan.
- Pedro IV El Ceremonioso Casó con Leonor de Portugal. Al enviudar, contrajo nuevo matrimonio con Leonor de Sicilia con la que tuvo tres hijos: Juan, Martín y Leonor, esposa de Juan I de Castilla.
Siglo XV hasta la actualidad: perduración del título de Conde[editar]
Aunque la dinastía de sangre se extinguiese, el título de Conde de Barcelona era uno de los que ostentaba el Rey de Aragón y siguió siendo heredado por los sucesivos reyes de Aragón. Cuando las Coronas de Aragón y de Castilla se unieron por el matrimonio de
Fernando II de Aragón con
Isabel I de Castilla, el título de Conde de Barcelona fue heredado por su hija
Juana I de Castilla, y más tarde por
Carlos I de España, quien ostentó ambas coronas y fue reconocido como
Rey de las Españas. El título de Conde ha sido heredado sucesivamente por todos los Reyes de España.
Esta tradición se mantuvo hasta 1977, cuando
Juan de Borbón y Battenberg cedió a su hijo
Juan Carlos I el título de Rey de España, pero se reservó para sí mismo el título de Conde de Barcelona. A su muerte, en 1993, el título fue finalmente heredado por su hijo Juan Carlos I, que lo transmitió a su hijo
Felipe VI al abdicar en junio de 2014.
Factores políticos generales[editar]
Las conquistas[editar]
Guerras y matrimonios[editar]
El factor más destacable de los integrantes de la Casa de Barcelona es la faceta de conquistadores. Unas veces mediante la batalla y otras, a través de enlaces matrimoniales, consiguieron lograr la hegemonía de un gran reino (que hoy llamaríamos internacional) partiendo de un pequeño condado y durante más de seis siglos (siguiendo la línea paternal directa).
Las cesiones de los carolingios a Wifredo el Velloso y a varios de sus parientes en todo el sur de
Francia, quienes pudieron transmitir estos territorios de forma patrimonial a sus descendientes, así como los posteriores matrimonios entre las diferentes casas condales, permitieron que las herencias posteriores fueran recayendo en el núcleo principal, el
Condado de Barcelona, manteniéndose así una estructura que se vería ampliada notablemente con:
- El matrimonio de Ramón Berenguer III y Dulce de Provenza, en el que anexionaron la Provenza
- El matrimonio de Ramón Berenguer IV y Petronila de Aragón. Se unen los Condados de Barcelona y Aragón.
- Las conquistas de Jaime I. Se crean los nuevos reinos de Valencia y Mallorca.
- El matrimonio de Pedro III y Constanza de Hohenstaufen. Se anexiona el Reino de Sicilia.
- Jaime II conquista Murcia y las restantes ciudades alicantinas.
- Martín I y María de Sicilia. Ducado de Atenas.
Legisladores[editar]
De los “Usatges de Barcelona” a “Els Furs de Valencia”[editar]
Desde los primeros
veguers instalados por
Ramón Borrell, hasta la posterior
Generalidad de Cataluña, las formas de ejercer la autoridad fueron variando con el tiempo, como fueron los
Usatges de Barcelona, o las leyes y ordenaciones establecidas por Jaime I en Valencia: los
Fueros de Valencia. La visión política de este último rey permitió además que los nuevos territorios conquistados pasaran a formar parte de la corona y no fueran conquistados al estilo “dels ricos homes aragonessos”, circunstancia que permitió que no hubiera un desmembramiento de poblaciones feudales independientes.
Jaime I aplicó
los Fueros (Furs) de Valencia, una legislación basada en el derecho romano que chocaba en modernidad con los valores tradicionales del antiguo feudalismo de la época.
Repobladores[editar]
Desde
Ramón Borrell hasta
Jaime II las repoblaciones de las villas y aldeas de las zonas mediterráneas (incluidas las islas principales:
Mallorca,
Sicilia, etc.) fueron una de las tareas que más preocuparon a estos reyes. Ayudados por los poderes fácticos (iglesia, órdenes militares y señores feudales) trajeron a los pueblos mediterráneos una moderna legislación, una nueva fe (cristianismo) y unas costumbres culturales (fiestas y tradiciones) que cambiaron por completo la España andalusí.
Documentos que hoy se conservan como el
Llibre del Repartiment de Valencia, ofrecen una muestra detallada de cómo se fue repoblando la ribera mediterránea. En la administración local, la fórmula más utilizada fue la concesión de las denominadas “
Cartas Puebla”, documentos de carácter real que servían como escritura legal de la donación.
Factores religiosos[editar]
Las órdenes religiosas[editar]
El descontento general de la población de la
Europa del Medievo debido a los impuestos que había que pagar (diezmo) para cubrir los desorbitados gastos de los miembros eclesiásticos
45 (sentimiento que más tarde desembocaría en la
Reforma Protestante de
Lutero) fue apaciguado momentáneamente por la aparición en escena de un personaje:
Bernardo de Claraval y un movimiento: el
Císter. La nueva congregación, con unos duros votos de pobreza, pronto se ganó la confianza de las gentes de los pueblos, primero, y de reyes y clero, después, estableciendo un nuevo modelo de sociedad basada en los votos de pobreza y castidad. El
Císter sería el germen del que nacerían las nuevas órdenes religiosas, que copiarían su “regla”
46
La religión como «herramienta para la conquista»[editar]
Este factor (ayuda eclesiástica en forma de bula papal) fue aprovechado por el resto de monarcas cuyas fronteras limitaban con los árabes. Ya así,
Ramón Berenguer III (para la conquista de
Mallorca),
Jaime I de Aragón (toma de
Valencia) y otros reyes del linaje posteriores, conseguirían sucesivas bulas de
Roma que otorgaban premios y perdones para aquellos que decidieran participar en las batallas de conquista.
Conquerir per a la Gloria de Dèu[editar]
No hay comentarios:
Publicar un comentario