MAPA .-
- 173-
- Este mapa de la década de 1730 también está realizado por G. de l´Isle sobre las descripciones de Rodrigo Méndez Silva, por lo que en realidad poca cosa nueva se puede contar respecto al anterior. Santander aparece como St.Andero entre Asturiae y Biscaia. Andalucía continúa dividida entre Andalusiae Vandalitiae Regnum, y el Granatae Regnum.
EN EL 1720 .-
Este mapa, al igual que los dos anteriores, es del año 1720. Fue publicado en Amsterdam por I. Covens y C. Mortier, aunque fue confeccionado por el geógrafo G. de l´Isle tomando como base la "descripción" de Rodrigo Méndez Silva. El idioma empleado es el francés. Hay varios asuntos relacionados con León que llaman la atención: en primer lugar, el rótulo del "Royaume de Leon" comienza por debajo del Tajo, a la altura de la ciudad de Cáceres, a pesar de que la línea divisoria entre León y Extremadura se sitúa en la Sierra de Baños.
Por otro lado, comienza a variar los límites entre el Bierzo y Galicia en beneficio de la segunda; poblaciones tan leonesas como Villafranca y Cacabelos (que en los mapas anteriores señalaban el límite del Reino de León) quedan englobadas en el reino gallego. El por qué de esta división nos es desconocido, ya que se salta el Burbia y traza una línea recta artificial que no responde a ninguna realidad geográfica. Como veremos, esta circunstancia se repetirá en mapas posteriores posiblemente por imitación.
Por el Este, la frontera con Castilla queda establecida más o menos en el río Carrión, aunque desde su unión con el Cea el autor traza otra línea caprichosa y arrastra el límite hasta el Pisuerga (seguramente para incluir en León la ciudad de Palencia). Valladolid queda en la parte castellana vieja una vez más. Tierra de Campos queda íntegramente en el Reino de León, lo que contrastará con la costumbre de la generación del 98 de identificar este territorio con Castilla. Y aquí podríamos preguntarnos qué es realmente Castilla, pero no creo que este cuaderno de Notas sea el lugar más indicado para ello.
Cantabria sigue desaparecida en combate y La Rioja, como siempre, forma parte de Castilla la Vieja.
Por otro lado, comienza a variar los límites entre el Bierzo y Galicia en beneficio de la segunda; poblaciones tan leonesas como Villafranca y Cacabelos (que en los mapas anteriores señalaban el límite del Reino de León) quedan englobadas en el reino gallego. El por qué de esta división nos es desconocido, ya que se salta el Burbia y traza una línea recta artificial que no responde a ninguna realidad geográfica. Como veremos, esta circunstancia se repetirá en mapas posteriores posiblemente por imitación.
Por el Este, la frontera con Castilla queda establecida más o menos en el río Carrión, aunque desde su unión con el Cea el autor traza otra línea caprichosa y arrastra el límite hasta el Pisuerga (seguramente para incluir en León la ciudad de Palencia). Valladolid queda en la parte castellana vieja una vez más. Tierra de Campos queda íntegramente en el Reino de León, lo que contrastará con la costumbre de la generación del 98 de identificar este territorio con Castilla. Y aquí podríamos preguntarnos qué es realmente Castilla, pero no creo que este cuaderno de Notas sea el lugar más indicado para ello.
Cantabria sigue desaparecida en combate y La Rioja, como siempre, forma parte de Castilla la Vieja.
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