sábado, 21 de marzo de 2015

anatomía humana

ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO



Médula espinal
Es la parte del sistema nervioso contenida dentro del canal vertebral. En el ser humano adulto, se extiende desde la base del cráneo hasta la segunda vértebra lumbar. Por debajo de esta zona se empieza a reducir hasta formar una especie de cordón llamado filum terminal, delgado y fibroso y que contiene poca materia nerviosa 
E nla base del cráneo, se continúa con el bulbo raquídeo. Igual que el encéfalo, la médula está encerrada en una funda triple de membranas, las meninges: la duramadre espinal o membrana meníngea espinal (paquimeninge), la membrana aracnoides espinal y la piamadre espinal. Estas dos últimas constituyen la leptomeninge 
La médula espìnal está dividida de forma parcial en dos mitades laterales por un surco medio hacia la parte dorsal y por una hendidura ventral hacia la parte anterior; de cada lado de la médula surgen 31 pares de nervios espinales, cada uno de los cuales tiene una raíz anterior y otra posterior 
Los nervios espinales se dividen en:
  • nervios cervicales: existen 8 pares denominados C1 a C8
  • nervios torácicos: existen 12 pares denominados T1 a T2
  • nervios lumbares: existen 5 pares llamados L1 a L5
  • nervios sacros: existen 5 pares, denominados S1 a S5
  • nervios coccígeos: existe un par
Los últimos pares de nervios espinales forman la llamada cola de caballo al descender por el último tramo de la columna vertebral.
La médula espinal es de color blanco, más o menos cilíndrica y tiene una longitud de unos 45 cm. Tiene una cierta flexibilidad, pudiendo estirarse cuando se flexiona la columna vertebral. Esta constituída por sustancia gris que, a diferencia del cerebro se dispone internamente, y de sustancia blanca constituìda por haces de fibras mielínicas de recorrido fundamentalmente longitudinal 
La médula espinal transmite los impulsos ascendentes hacia el cerebro y los impulsos descendentes desde el cerebro hacia el resto del cuerpo. Transmite la información que le llega desde los nervios periféricos procedentes de distintas regiones corporales, hasta los centros superiores. El propio cerebro actúa sobre la médula enviando impulsos. La médula espinal también transmite impulsos a los músculos, los vasos sanguíneos y las glándulas a través de los nervios que salen de ella, bien en respuesta a un estímulo recibido, o bien en respuesta a señales procedentes de centros superiores del sistema nervioso central.











ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL SISTEMA NERVIOSO



Sistema nervioso vegetativo o autónomo (SNA)
El sistema nerviosos autónomo regula la actividad de los músculos lisos, del corazón y de algunas glándulas. Casi todos los tejidos del cuerpo estan inervados por fibras nerviosas del sistema nervioso autónomo, distinguiéndose dos tipos de fibras: las viscerosensitivas (aferentes) y las visceromotoras y secretoras (eferentes). Las neuronas de las fibras sensitivas se reunen en los ganglios espinales, mientras que las fibras eferentes forman grupos esparcidos por todo el cuerpo, en los llamados ganglios autonómicos. Estos ganglios dividen las vías nerviosas en dos secciones denominadas pre-gangliónicas y post-ganglionicas, siendo diferentes las fibras que constituyen dichas vías  . Las fibras pregangliónicas son fibras mielinizadas, mientras que las fibras postgangliónicas son amielínicas.
La función del sistema nervioso autónomo es la regular la función de los órganos, según cambian las condiciones medioambientales. Para ello, dispone de dos mecanismos antagónicos, el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso parasimpático .
El sistema nervioso simpático es estimulado por el ejercicio físico ocasionando un aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca, dilatación de las pupilas, aumento de la perspiración y erizamiento de los cabellos. Al mismo tiempo, se reduce la actividad peristáltica y la secreción de las glándulas intestinales. El sistema nervioso simpatático es el responsable del aumento de la actividad en general del organismo en condiciones de estrés.
Por su parte, el sistema nervioso parasimpático, cuando predomina, reduce la respiración y el ritmo cardiaco, estimula el sistema gastrointestinal incluyendo la defecación y la producción de orina y la regeneración del cuerpo que tiene lugar durante el sueño.
En resumen, el sistema nervioso autónomo consiste en un complejo entramado de fibras nerviosas y ganglios que llegan a todos los órganos que funcionan de forma independiente de la voluntad. En un gran número de casos, los impulsos nerviosos de este sistema no llegan al cerebro, sino que es la médula espinal la que recibe la señal aferente y envía la respuesta 
 Sistema nervioso simpático
Las fibras preganglionares de la división simpática se originan de los niveles torácico y lumbar de la médula espinal y casi inmediatamente terminan en ganglios situados en la proximidad de la médula espinal. Por lo tanto, en este sistema las fibras pregangliónicas son cortas, mientras que las posgangliónicas que contactan con los órganos son largas. El simpático es especialmente importante durante situaciones de emergencia y se asocia con la respuesta de lucha o huida. Por ejemplo inhibe el tracto digestivo, pero dilata las pupilas, acelera la frecuencia cardiaca, y respiratoria.
 Sistema nervioso parasimpático
Está formado por pares craneales incluyendo el nervio vago y fibras originadas de niveles sacros de la médula espinal. Por lo tanto, este sistema frecuentemente se denomina la porción craneosacra del SNA. En la división parasimpática las fibras pregangliónicas son largas y las posgangliónicas son cortas ya que los ganglios están en la proximidad o dentro de los órganos.
El sistema parasimpático está relacionado con todas las respuestas internas asociadas con un estado de relajación, por ejemplo provoca que las pupilas se contraigan, facilita la digestión de los alimentos y disminuye la frecuencia cardiaca.

Transmisión de los impulsos en el sistema nervioso autónomo
En la transmisión de los impulsos nerviosos del sistema simpático interviene la norepinefrina como neurotransmisor, mientras que en el parasimpático es la acetilcolina, por lo que ambos sistemas también reciben el nombre de sistema adrenérgico y sistema colinérgico respectivamente.
En algunos órganos como el corazón y el pulmón, el antagonismo entre ambos sistemas es claramente apreciable. En otros órganos, la regulación consiste tan solo en el cambio de tono de uno u otro sistema, y en algunos órganos concretos, solo está presente un sistema (por ejemplo, el útero solo está inervado por el sistema adrenérgico)
Las neuronas autonómicas se caracterizan por disponer en las ramas terminales de los axones de unas varicosidades o ensanchamientos que contienen las vesículas sinápticas, unos pequeños contenedores en donde se encuentran los neurotransmisores. En estas zonas, los axones no están recubiertos de vainas de mielina para permitir que los neurotransmisores puedan difundir fácilmente y llegar a los receptores de las células de músculo liso o glandulares  . Al llegar los neurotramisores a estos receptores se abren los canales iónicos situados en la membrana de las células, lo que permite la entrada de iones, es decir de cargas eléctricas.




Sección de Fisiologia
HIPÓFISIS







INTRODUCCION
La hipófisis está situada sobre la base del cráneo, en una pequeña cavidad del esfenoides, la silla turca (*) . La silla turca está formada por un fondo y dos vertientes: una anterior y otra posterior. Por los lados y por arriba, la hipófisis está en contacto con la duramadre y la médula espinal. De esta manera, la hipófisis está separada de todas las formaciones que la rodean, excepto del hipotálamo, es decir, la parte del sistema nervioso que está encima de ella y con el que se encuentra en comunicación directa mediante un pedúnculo, llamado tallo hipofisario (*) A los lados de la hipófisis se encuentran los dos senos cavernosos, derecho e izquierdo, pequeños lagos de sangre venosa, aislados de la duramadre, que contienen formaciones anatómicas importantísimas : la arteria carótida interna y algunos nervios craneales.
ESTRUCTURA
La hipófisis es un órgano pequeño: medio centímetro de altura, un centímetro de longitud y un centímetro y medio de anchura. Está formada por dos partes, completamente distintas una de otra: el lóbulo anterior y el lóbulo posterior (*) . Entre ambos hay otro pequeño lóbulo, el medio. El lóbulo posterior es más pequeño que el anterior y se continúa hacia arriba para formar el infundíbulo. la parte de tallo hipofisario que comunica directamente con el hipotálamo. El infundíbulo está constituído por las prolongaciones de las células nerviosas que forman algunos de los núcleos hipotalámicos.
El propio lóbulo posterior igualmente tejido nervioso, por lo que también se le denomina neurohipófisis
 El lóbulo anterior, de origen epitelial, tiene una estructura típicamente glandular: se le llama adenohipófisis (hipófisis glandular). El lóbulo anterior continúa también hacia arriba por su parte infundibular, constituyendo el tallo hipofisario. El tallo hipofisiario se une a la parte anterior del tuber cinereum, que es un porción prominente de la sustancia gris situada por delante de los cuerpos mamilares y por detras de la comisura óptica
El lóbulo anterior prácticamente sólo se relaciona a través de la circulación sanguínea con el resto del organismo.
La sangre arterial llega a la hipófisis a través de algunas pequeñas arterias que parten de las dos carótidas internas, las grandes arterias que corren en el interior de los senos cavemosos, situados a los dos lados de la hipófisis. De la porción intracavernosa de las carótidas salen, una a cada lado, las arterias hipofisarias inferiores, que riegan predominantemente la neurohipófisis. Una vez que han salido de los senos cavernosos, poco antes del final de su recorrido, las arterias carótidas internas envían a la hipófisis otros vasos arteriales: las arterias hipofisarias superiores, tres o cuatro a cada lado.
Estas riegan la hipófisis anterior y el tallo hipofisario. En el extremo superior de éste hay un rico plexo capilar que se origina tanto de las arterias hipofisarias superiores como de las arterias comunicantes posteriores (*) Esta red sanguínea se continúa hacia abajo, a lo largo del tallo hipofisario, en un sistema de pequeñas venas, llamado sistema portal hipotálamohipofisario que, al llegar a la hipófisis anterior, se abre en un nuevo conjunto de capilares. El sistema portal, con las dos redes de capilares, es de importancia fundamental en la fisiología de la hipófisis, al ser el puente de unión entre el hipotálamo y esta glándula y, a través de él, los llamados «releasing factors», producidos por los núcleos hipotalámicos, alcanzan la hipófisis, estimulándola o frenándola en su secreción de hormonas.

La hipófisis posterior está formada por células fusiformes, los pituicitos, que constituyen el andamiaje de sostén del tejido nervioso y procesos neuronales y tiene tres componentes: el lóbulo neural (pars nervosa, infundíbulo) que queda por detras de la silla turca, el tallo hipofisiario o del infundíbulo que se extiende hacia el hipotálamo y la eminencia media o infundíbulo que es una estructura en forma de embudo del hipotálamo. La hipófisis posterior está formada por axones de células del núcleo supraóptico y paraventricular del hipotálamo que terminan en la parte posterior de la glándula, adyacentes a la red capilar (*) . Estas terminaciones son el origen de las hormonas neuropeptídicas arginina-vasopresina (hormona antidiurética) y oxitocina que se almacenan en vesículas secretoras especiales
La hipófisis anterior o adenohipófisis está recorrida por una fina red de capilares que trae la sangre desde el hipotálamo. Esta sangre contiene una serie de hormonas estimulantes o inhibitorias que controlan la secreción de las células neuroendocrinas de la adenohipófisis. Se pueden distinguir tres componentes: el lóbulo distal (pars distalis) que constituye la mayor porción de la glándula; el lóbulo intermedio y el lobulo tuberal constituído por una capa de células que se extienden por el tallo hipofisiario.
La adenohipófisis contiene 5 tipos distintos de células, que segregan diferentes tipos de hormona (*):
  • células somatotróficas, que producen la hormona del crecimiento
  • células lactotróficas, que excretan prolactina
  • células corticotróficas que excretan la hormona adrenocorticotrópica (ACTH), la b-lipotrofina (b-LPH), la hormona a-estimulante de los melanocitos ( a-MSH) y la b-endorfina
  • células tirotróficas que producen la hormona estimulante del tiroides (TSH)
  • células gonadotróficas que excretan las hormonas gonadotrópicas, la hormona estimulante del folículo, la hormona luteinizante
La hormona estimulante de los melanocitos (MSH) también es producida por las células situadas en la zona intermedia, entre las hipófisis anterior y posterior

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