domingo, 22 de marzo de 2015

anatomía humana

¿Qué es una abrasión corneal?

La mayor parte del globo ocular se aloja en la cavidad de un hueso llamado hueso malar, que protege gran parte del ojo. Sin embargo, no puede proteger la parte que sobresale. La córnea es un tejido transparente que cubre y protege el iris (la parte coloreada) y la pupila (la parte de color negro).
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Las córneas, tienes una en cada ojo, ayudan a los ojos a enfocar para que puedas ver correctamente. Así como un rasguño o una raspadura en la piel es una abrasión cutánea, una abrasión corneal ocurre cuando algo rasguña, corta o daña la córnea.
Prácticamente cualquier cosa que penetre en el ojo puede dañar la córnea. Esto incluye el polvo, la arena, el heno, las chispas, los insectos, los trozos de papel, el maquillaje o incluso tu propia uña. Si logra penetrar en el ojo, puede provocar un rasguño.
Los párpados y las pestañas intentan que nada te penetre en los ojos. Las lágrimas también tratarán de ayudar. Si te entra algo como arena, el ojo te llorará para tratar de eliminarla. Sin embargo, a veces se producen rasguños.
Dile a uno de tus padres o a otra persona adulta si tienes algo en el ojo. Lo mejor es que consultes a un médico. Habitualmente, las abrasiones corneales cicatrizan en pocos días y no causan otros problemas.

¿Cuáles son los síntomas de una abrasión corneal?

Una abrasión corneal afecta el funcionamiento de la córnea, de modo que puede causar problemas de la visión. Las cosas pueden verse borrosas, o tal vez no puedas ver tan bien. Otros síntomas pueden incluir:
  • ojo lloroso y aumento de las lágrimas
  • sensación de que tienes algo en el ojo
  • dolor
  • ojos rojos o inyectados en sangre
  • párpados hinchados
  • sensibilidad a la luz


¿Cómo puedo saber si tengo amigdalitis?

Cuando una persona tiene amigdalitis, generalmente le duele la garganta y le cuesta comer, beber e incluso tragar. También puede tener fiebre. He aquí otros síntomas de las infecciones de amígdalas, sea por virus o por bacterias:
  • amígdalas más rojas de los normal
  • una capa de secreciones amarillas o blancas recubriendo las amígdalas
  • voz extraña o nasal
  • ganglios linfáticos del cuello inflamados
  • fiebre
  • mal aliento

¿Qué hará el médico?

Si sospecha que puedes tener amigdalitis, el médico te preguntará cómo te encuentras y te examinará las amígdalas. Probablemente utilizará un palito de madera para mantenerte la lengua en posición baja a fin de poder verte mejor las amígdalas.
Es posible que el médico te mire también dentro de la nariz y las orejas, te escuche la respiración auscultándote el pecho y busque otros signos de infección. La amigdalitis puede estar provocada tanto por virus como por bacterias. Es importante que el médico descarte o bien te diagnostique una faringoamigdalitis estreptocócica, que es una infección provocada por bacterias del género estreptococo. Si tienes este tipo de infección, necesitarás un tratamiento especial.
Para saber si tienes una faringoamigdalitis estreptocócica, el médico utilizará un bastoncito con una torunda de algodón en el extremo para extraerte una muestra de secreciones de la garganta. Este procedimiento no duele, pero puede provocarte náuseas. Esas secreciones se cultivarán, bien en un laboratorio o en la misma consulta del médico. Los resultados se suelen obtener al cabo de días, pero hay una variante rápida de esta prueba que se puede hacer en la consulta del médico y que permite saber si existe una infección por estreptococos en pocos minutos.

¿Cómo se trata la amigdalitis?

Si la amigdalitis está provocada por bacterias, el médico te recetará antibióticos, un tipo de medicamento que mata las bacterias. Para matar completamente las bacterias, es muy importante que te tomes los antibióticos exactamente a las horas que te indique el médico y que finalices el ciclo completo de tratamiento.
Si la amigdalitis está provocada por un virus, los antibióticos no surtirían efecto, pero tu cuerpo luchará pro sí solo contra la infección. A algunos niños tienen que extirparles (extraerles) las amígdalas, pero solo cuando se les infectan repetidamente en el curso de un año o cuando se les inflaman tanto que les dificulta la respiración por la noche.
Si tienes amigdalitis, he aquí algunos consejos que te pueden ayudar a encontrarte mejor:
  • Bebe abundante líquido.
  • Come alimentos blandos, incluyendo gelatina de sabores, sopas, polos, flanes y compota de frutas.
  • Evita los alimentos duros, crujientes o picantes.
  • Utiliza un vaporizador o humidificador de vapor frío en la habitación donde pases más tiempo.
  • Guarda reposo.


La enfermedad de Osgood-Schlatter es una de las causas más frecuentes del dolor de rodilla en los niños que hacen deporte. Por lo general, solo suele afectar a una rodilla, aunque puede afectar a las dos. Se puede formar un bulto óseo un poco hinchado y sensible al tacto en la parte superior de la canilla, unos 5 cm (2 pulgadas) por debajo de la rótula (el saliente redondeado de la rodilla). El bulto duele cuando se aprieta. También duele cuando el niño se arrodilla, salta, corre, se pone en cuclillas o hace cualquier cosa que implique flexionar o estirar la pierna por completo.
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Pero, ¿qué es lo que provoca el dolor? Primero, debes saber algunas cosas sobre las partes de la rodilla. El tendón del cuádriceps (el músculo más grande del muslo) une el grande y potente músculo del cuádriceps a la rótula. Y otro tendón, el de la rótula, une la rótula al hueso de la canilla (o tibia).
Tus músculos y tendones trabajan conjuntamente cuando mueves las piernas. La gente que hace deporte utiliza mucho las rodillas y las piernas. Toda esta actividad implica que el tendón de la rótula se estire mucho del punto donde se une al hueso de la tibia. Esto es lo que origina la enfermedad de Osgood-Schlatter.
A pesar de que los niños son más proclives a desarrollar esta enfermedad, muchas niñas que hacen deporte, como la gimnasia y el fútbol, también la desarrollan.
Si tu médico sospecha que podrías padecer una enfermedad de Osgood-Schlatter, es posible que te pida una radiografía de rodilla para estar seguro de que no padeces otro problema. Es posible que también te recomiende ir a un traumatólogo, un médico especializado en entender cómo funcionan los huesos, las articulaciones, los ligamentos, los tendones y los músculos.
Si se tratara de una enfermedad de Osgood-Schlatter, dejar descansar la rodilla te ayudaría a aliviar el dolor. También te puede ayudar el hecho de aplicar hielo directamente sobre el área dolorida después de practicar una actividad vigorosa, y es posible que tu madre o tu padre te den medicamentos para aliviarte el dolor, como el ibuprofeno o el paracetamol.
Con el descanso, el dolor suele desaparecer. Los niños afectados por la enfermedad de Osgood-Schlatter no tienen que dejar de hacer deporte, pero es posible que deban limitar sus actividades físicas durante varias semanas o meses hasta que se les alivie el dolor. Aprender a estirar de una forma adecuada los músculos del muslo (denominados cuádriceps e isquiotibiales) también es una parte importante del tratamiento de la enfermedad de Osgood-Schlatter.
Y, para acabar, una pregunta fundamental: ¿Quiénes diablos fueron Osgood y Schlatter? Robert Bayley Osgood, fue un traumatólogo estadounidense, y Carl Schlatter, un cirujano suizo. Ellos fueron los médicos que describieron por primera vez este problema de rodilla en el año 1903. En honor a su trabajo, ¡un problema de rodilla de poca importancia acabó recibiendo un nombre tan imponente como "enfermedad de Osgood-Schlatter"!

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