domingo, 15 de marzo de 2015

historia natural

organofría animal .-

Aparato respiratorio.

Sistema traqueal de un insecto  L, tráqueas; st, estigmas. (Segun kolbe.).
Figura 68. Sistema traqueal de un insecto. L, tráqueas; st, estigmas. (Segun kolbe.)
Existen en el reino animal cuatro tipos de respiración: cutánea, branquial, tranqueal y pulmonar.
Respiración cutánea. Se verifica por osmosis através de los tegumentos. En muchos animales inferiores es la única que existe; en los demás coexiste con uno u otro de los otros modelos de respiración.
La respiración branquial. Es propia de los animales típicamente acuáticos, que respiran el aire disuelto en el agua. Los órganos adecuados se llaman branqueas y son finísimas expansiones tegumentarias generalmente laminosas, muy vascularizadas, bañadas siempre por el líquido ambiente. A veces están al descubierto, pero lo general es que queden cerradas en cavidades llamadas cámaras branquiales, por donde circula una corriente de agua mediante mecanismos especiales. En los peces el aparato branquial (agallas) es una dependencia de la faringe.
La respiración traqueal. Existe tan solo en los artrópodos terrestres (onicoforos, miriápodos, insectos y arácnidos). El aparato o sistema tranquial (figura 68) se compone de varios tubos ramificados arborescentemente en el interior del cuerpo, cuyas ultimas ramillas capilares penetran en lo intimo de los tejidos y llevan a las células directamente el oxigeno que necesitan. Cada uno de los troncos de los árboles tranquéales se abren la exterior por un orificio llamado estigma. Como objeto de que las traqueas estén siempre abiertas, su superficie esta reforzada por un espesamiento quitinoso en espiral.
La respiración pulmonar. Es propia de gran número de animales aéreos que respiran el aire atmosférico. Los pulmones son, en esencia, sacos o cavidades de paredes muy vascularizadas en los cuales entra y sale el aire de la atmosfera. Con objeto de aumentar la superficie respiratoria, los sacos pulmonares presentan salientes laminosos parecidos a las laminas branquiales, o huecos cavernosos. A veces son propiamente sacos, si no tubos anastomosados o ramificados en el árbol. En los vertebrados los pulmones son dos y depende de la faringe.

7. Aparato circulatorio.

El aparato circulatorio es un sistema de conductos encargado de distribuir por el organismo un liquido – generalmente sangre – que lleva a las células los alimentos que necesita, principalmente el oxigeno, y al cual vierten los productos de la desasimilación. La constitución y complejidad de este aparato enormemente variable.
Sistema circulatorio del cangrejo. C, corazón (ventrículo). PC, pericardio (aurícula). AC, arteria ocular. Aab, arteria abdominal. Sangre venosa en negro. Sangre arterial en blanco. Segun claus.)
Figura 69. Sistema circulatorio del cangrejo. C, corazón (ventrículo). PC, pericardio (aurícula). AC, arteria ocular. Aab, arteria abdominal. Sangre venosa en negro. Sangre arterial en blanco. Segun claus.
En los vertebrados donde la complicación es máxima se compone de un sistema cerrado de vasos sanguíneos, por lo que circula la sangre. El órgano central, encargado de sostener la corriente circulatoria, es el corazón, en el que por lo menos hay dos cavidades: un ventrículo, del que salen los vasos llamados arterias, y una aurícula, a la que abocan los denominados venas. Entre el sistema arterial y el venoso existe una vastísima red de vasos capilares, situada en lo íntimo de los tejidos. En ningún momento se extravasa la sangre. El corazón esta situado en la región ventral del cuerpo.
En los gusanos, artrópodos y moluscos, los vasos capilares faltan casi siempre. Las arterias son abiertas y la sangre que circula por ella se vierte en las llamadas lagunas sanguíneas ínter orgánicas, de donde vuelva al corazón por unas cortas venas o por simples orificios (estomas venosos) abiertos en la aurícula. El corazón en estos animales es dorsal (Figura. 69).
El aparato respiratorio esta intercalado en el circulatorio y en el experimenta la sangre una verdadera purificación: la sangre venosa, cargada de anhídrido carbónico, que a el llega, desprende ese gas y cargándose de oxigeno se convierte en sangre arterial (Fig. 69).
Siendo la principal misión del aparato circulatorio servir de intermediario entre los tejidos y el aparato respiratorio, es natural que exista una íntima relación entre ambos aparatos. En efecto, los animales de aparato respiratorio localizado (branquias pulmones) tienen un sistema circulatorio muy complicado, mientras los de aparatos respiratorio difuso (tranqueas) lo tienen casi atrofiado, generalmente al corazón y las lagunas ínter orgánicas.
En los equinodermos, celentéreos y espongiarios, el aparato circulatorio comunica con el exterior al menos por un orificio. El líquido circulatorio es agua del medio ambiente mas o menos modificada por el organismo. En los equinodermos, el agua marina que circula por su aparato circulatorio se convierte en una verdadera sangre gracias a verterse en ella células amiboides y productos albuminoideos coagulables.

8. Aparato excretor.

La eliminación de los productos de desecho resultantes del catabolismo de los albuminoides celulares se realiza el organismo, mediante el sistema excretor, formando el líquido denominado orina.
El sistema excretor elemental se encuentra en los gusanos, donde se compone (Fig. 70) de una serie de partes de tubos llamados nefridios u órganos segmentarios, que se abren al exterior por un extremo, y en la cavidad general del cuerpo, por el otro. La anatomía comparada y la embriología han demostrado que los aparatos excretores de todos los animales superiores son nefridios más o menos modificados.
En los vertebrados los nefridios se llaman tubos uriníferos y se apelotan formando dos riñones, que vierten la orina por sendos conductos llamados uréteres, directamente al exterior, a la cloaca o a la vejiga urinaria. En los artrópodos terrestres los nefridios se llaman tubos de Malpighio.
Corte esquemático de la lombriz de tierra mostrando dos segmentos completos. B, cadena nerviosa. S, septos. L, musculatura longitudinal. R, ídem anual. W, nefridios.
Figura. 70. Corte esquemático de la lombriz de tierra mostrando dos segmentos completos. B, cadena nerviosa. S, septos. L, musculatura longitudinal. R, ídem anual. W, nefridios.

9. Aparato reproductor.

Como ya sabemos, la parte esencial del aparato reproductor de los animales son las gónadas (pág. 29). Las masculinas se llaman testículos y las femeninas ovarios. El aparato se completa con las vías genitales destinadas a la expulsión de los gametos. Las masculinas son generalmente un par de tubos que van de los testículos al exterior y se llaman canales deferentes.
Las femeninas suelen ser otro par de tubos llamados oviductos que se abren en la cavidad general mediante un embudo para recoger los óvulos que se desprenden de los ovarios. Con mucha frecuencia las vías genitales, sobre todo las femeninas, llevan órganos anejos de misión variable. Unas veces son glándulas destinadas a nutrir a los huevecillos y a formarles la cáscara protectora; otras son dilataciones o cámaras incubadoras destinadas a resguardar los huevos durante su desarrollo; otras se trata de úteros, destinados no sólo a la incubación, sino a la nutrición de los embriones, etc., etc.
La mayoría de los animales son unisexuales, pero entre los inferiores existen muchos hermafroditas (ver pág. 29). En general, los animales hermafroditas no se autofecundan, sino que se comportan como si fueran unisexuales.
En este caso están el caracol y la lombriz de tierra. Es digno de mención el que también en las plantas hermafroditas la fecundación suele ser cruzada.

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