Precedentes a la Conquista de Valencia
La inesperada muerte de Pedro II de Aragón en Muret (1213) en defensa de la posición aragonesa en los Pirineos septentrionales, abrirá un período de inestabilidad y agitación en la Corona, justo después de la estrepitosa derrota almohade en Las Navas de Tolosa, derrota que vendría a complicar aún más la situación general de los norteafricanos.
El hijo de Pedro II, Jaime, era menor de edad, por lo que se vio sujeto a una siempre interesada y complicada regencia, período de minoría que será aprovechado por la nobleza aragonesa para consolidar si posición respecto al monarca.
Consciente éste de la necesidad de canalizar las energías e inquietudes nobiliares hacia el exterior, de la necesidad de resarcirse de las pérdidas producidas al otro lado de los Pirineos y temiendo que Castilla, con su imparable empuje, dejara al reino bloqueado en su avance hacia el sur, Jaime I planeará la conquista de Valencia, aprobada por las Cortes de Monzón (1232).
Por su parte, la descomposición del poder almohade, había favorecido el surgimiento de poderes locales como el del caíd Zayyan Ibn Mardanish - hijo de aquel Ibn Mardanish que luchara junto a los castellanos contra los almorávides, Abu Zayd - que fuera último gobernador almohade en Valencia y cuyo poder se centraba ahora en Alcira y Denia o Ibn Hûd al-Mutawakil, asentado en Murcia.
El imparable avance de Jaime I en pos de Valencia
Entre 1232 y 1236, cayeron lugares como Burriana, Peñíscola, Castellón de la Plana, Paterna o Betera. Aunque reyezuelos como Ibn Sa'ad ofrecieron al aragonés amplios territorios a cambio de frenar el avance, e incluso algunos nobles aragoneses - la mayor parte de los cuales, sólo aspiraban a incrementar sus posesiones - le presionaron para que aceptara este tipo de tratos que ellos consideraban muy ventajosos, los sectores mercantiles catalanes en los que el monarca se apoyaba, estaban resueltos a conquistar todo el territorio - como las Cortes de octubre de 1236 se encargaron de recordarle.
Poco tiempo después, en 1238, será la propia Valencia la que quede sometida a asedio a partir de abril, cayendo no mucho después, en septiembre.
Si bien el proceso de repoblación no se inicia de manera inmediata, desde el principio se observa un patrón similar de repoblación: los repobladores de origen aragonés, suelen estar dirigidos por nobles y se instalan en las zonas de montaña y del interior, mientras que los catalanes tienden a establecerse en las ciudades y en la costa.
Es por ello que, cuando Jaime I, otorga al nuevo Reino el Fuero de Aragón, los sectores de origen catalán, más ligados al Conquistador, protestarán, otorgando el rey un nuevo y específico fuero en abril de 1239, conocido como la Costum, acto que podríamos considerar como el nacimiento formal delReino de Valencia.
El Tratado de Almizra
Sin embargo, el proceso de consolidación del mismo, no terminaría con la conquista del principal enclave urbano del área: Ibn Hud, amenazado por los nazaríes granadinos, prefirió entregar Murcia a los castellanos (1243), lo cual, animó a éstos a redondear su posición en el Levante con la toma de Játiva, enclave que pertenecería al área de influencia catalano-aragonesa.
Este movimiento que fue respondido con la ocupación de enclaves como Villena o Sax, considerados, por su parte, como parte del área de influencia castellana.
La tensión entre ambas Coronas fue en aumento, si bien, el Conquistador Jaime y Fernando el Santo, alcanzarían un acuerdo -Tratado de Almizra, de 25 de mayo de 1244 - por el que quedaban claramente definidas ambas áreas de influencia.
Casi cincuenta años después, y en virtud a la Sentencia de Torrellas-Elche (1305), Orihuela, Alicante, Elda, Crevillente o Guardamar se incorporaban al Reino de Valencia, redondeando así el territorio del mismo, tras lanzarse Jaime II de Aragón, sobre el castellano Reino de Murcia.
Proceso de repoblación del nuevo Reino de Valencia
Sin embargo, aún el nuevo reino cristiano de Valencia habría de verse sacudido por una grave convulsión: En 1247, los musulmanes se sublevaban, si bien, eran sometidos con cierta facilidad y expulsados al año siguiente. Es, a partir de este momento, cuando se inicia la repoblación masiva del nuevo Reino, según el esquema que vimos más arriba, si bien, en la zona comprendida en torno al Alto Mijares y el valle de Ayora, se mantuvo un alto porcentaje de población mudéjar.
El conocido como Llibre de Repartiment, nos ofrece puntual información sobre este proceso de repoblación en el que participan desde gentes provenientes de Lérida o Zaragoza, a tortosinos, turolenses, e incluso musulmanes que, como Abu Zayd, habían pactado su rendición.
La incorporación de Valencia a la Corona, supondrá la extensión al Reino de los conflictos que sacuden a la Corona. Uno de los más intensos tiene que ver con la aspiración de los monarcas aragoneses a consolidar su autoridad en detrimento la nobleza territorial aragonesa, en un proceso muy similar al experimentado en León por ejemplo, en tiempos de la reina Urraca. Como en el reino castellano-leonés, también será la burguesía el gran apoyo del autoritarismo monárquico, siendo en el caso de la Corona de Aragón la burguesía barcelonesa, el principal sostén de la monarquía. Efectivamente, como ya dijimos cuando tratamos sobre el Reino de Mallorca, Jaime I se apoyará en la burguesía barcelonesa, generando inquietud entre los aragoneses, que se veían cada vez más desplazados por los catalanes.
El hecho de que la repoblación del interior del Reino de Valencia fuera protagonizada por aragoneses, contribuyó a que la Unión formada por éstos para defender sus intereses arraigará también en las tierras recién conquistadas y repobladas. Que Pedro IV el Ceremonioso (1336 - 1387) nombrara heredera a su hija Constanza, en perjuicio de Jaime de Urgel, mostraba a las claras que los monarcas se habían lanzado en los brazos de catalanes y roselloneses, en detrimento de otros sectores de la Corona: En mayo de 1347 el Consell de Valencia llama a constituir la Unión, Unión a la que, paradójicamente se unirán los burgueses de Valencia, ahogados como estaban por la presión fiscal.
Ya en tiempos de Alfonso IV (1327 - 1336) la nobleza aragonesa y valenciana se había resistido a la intención del monarca de imponer como heredero a su hijo Fernando -habido con Leonor de Castilla - replicando al monarca que son las Cortes Generales de la Corona las que están facultadas para sancionar la sucesión al trono. El enfrentamiento llegó al extremo formándose, frente a la Unión, la llamada Germanía o Fraternidad, constituida por todos aquellos elementos que esperaban mejorar su situación apoyando al monarca, como ciertos sectores nobiliarios y burgueses desplazados por aquellos que apoyaban la Unión.
Con Alfonso V (1416 - 1458) - hijo de Fernando I, el de Antequera, y hermano de los célebres infantes de Aragón, Juan, futuro rey consorte de Navarra y Enrique, maestre de la Orden de Santiago -, el poder regio se consolidará cada vez más, instituyéndose, por ejemplo, la figura del mestre racional, figura creada en 1419 y que venía a ser una especie de inspector o auditor contable. En torno a 1430, se creará el Consejo General, constituido por el gobernador, el batlle general - o representante de todas las bailías en las que se dividía el reino - y el mestre racional, además de representantes de la jerarquía eclesiástica, nobles y juristas. Por aquellos años también nace el Lugarteniente del rey, en lo que, como dijimos más arriba, constituye un proceso de centralización política, como el que están experimentando otros reinos y estados de la Europa del S. XV.
El Reino de Valencia, junto con el Reino de Aragón, el Reino de Mallorca y el Principado de Cataluña constituyeron Corona de Aragón, en una unión aeque principaliter1 hasta la unificación jurídica con la Corona de Castilla en 1707. Continuó ostentando la denominación de reino de Valencia hasta la división provincial de 1833 de Javier de Burgos2 siendo dividido en las provincias de Valencia, Castellón de la Plana y Alicante.
Casa de Aragón
Imagen | Nombre | Inicio | Finalización | Comentarios |
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Jaime I, el Conquistador | 12393 | 1276 |
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Pedro I, el Grande | 1276 | 1285 |
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Alfonso I, el Franco | 1285 | 1291 |
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Jaime II, el Justo | 1291 | 1327 |
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Alfonso II, el Benigno | 1327 | 1336 |
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Pedro II, el Ceremonioso | 1336 | 1387 |
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Juan I, el Cazador | 1387 | 1396 |
| |
Martín I, el Humano | 1396 | 1410 |
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Interregno (1410-1412) que se termina con el Compromiso de Caspe. |
Casa de Trastámara
Imagen | Nombre | Inicio | Finalización | Comentarios | |
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Fernando I, de Antequera | 1412 | 1416 |
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Alfonso III, el Magnánimo | 1416 | 1458 | |||
Juan II, el Grande | 1458 | 1479 |
| ||
Condestable Pedro de Portugal | 1464 | 1466 | |||
Renato de Anjou | 1466 | 1472 | |||
Fernando II, el Católico | 1479 | 1516 |
| ||
Juana I de Castilla | 1516 | 1555 |
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Casa de Austria
Imagen | Nombre | Inicio | Finalización | Comentarios |
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Carlos I, el Emperador | 1516 | 1556 |
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Felipe I, el Prudente | 1556 | 1598 |
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Felipe II, el Piadoso | 1598 | 1621 |
| |
Felipe III, el Grande | 1621 | 1665 |
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Carlos II, el Hechizado | 1665 | 1700 |
Guerra de Sucesión Española
Imagen | Nombre | Inicio | Finalización | Comentarios |
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Felipe IV | 1700 | 1705 | ||
Carlos III | 170512 | 170713 |
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Aunque el reino de Valencia fue desmantelado con los Decretos de Nueva Planta de 1707, los monarcas españoles siguieron utilizando el título de Rey de Valencia como perteneciente a su intitulación.
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