viernes, 22 de enero de 2016

Patrimonios de la humanidad por países - España

«Bienes individuales inscritos Patrimonio de la Humanidad en España (Cueva de Altamira y arte rupestre del norte de España)»


El complejo kárstico del monte de La Garma, situado entre Omoño, en el municipio de Ribamontán al Monte, y Carriazo, en el municipio de Ribamontán al Mar (Cantabria,España), contiene importantes conjuntos de arte rupestre paleolítico con figuras de animales pintadas, grabadas, signos y manos en negativo de color rojo. Está incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde julio de 2008, dentro del sitio «Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del Norte de España» (eninglésCave of Altamira and Paleolithic Cave Art of Northern Spain).1
También contiene un gran yacimiento del paleolítico superior avanzado, en excelente estado de conservación, encontrándose los restos paleolíticos en superficie, conjuntos de carbones en el suelo, esqueletos humanos, así como restos de interés paleontológico (oso de las cavernas).
En un nivel superior hay cerámicas alto medievales, enterramientos humanos de la prehistoria reciente, así como un depósito estratificado desde el paleolítico superior al mesolitico.
Un nivel sepulcral de la prehistoria reciente con abundantes cerámicas a mano, microlitos geométricos y marcas negras en las paredes.







Cueva de Hornos de la Peña es un enclave arqueológico de Cantabria con niveles ocupacionales que van del Paleolítico Medio al Neolítico, durante más de 30000 años. Es una de las cuevas incluidas dentro de la lista del Patrimonio de la Humanidad de laUnesco desde julio de 2008, dentro del sitio «Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del Norte de España» (en inglésCave of Altamira and Paleolithic Cave Art of Northern Spain).1
Se encuentra junto al barrio de Tarriba, (en el municipio de San Felices de Buelna) y en ella se conocen ocupaciones de neandertales y cromañones. Lo que la hace peculiar es que solo cuenta con grabados, sin ningún tipo de puntura. En el abrigo exterior se encuentran las representaciones rupestres más antiguas que se conocen en la cornisa cantábrica, datadas de la época Auriñaciense. Entre ellas destaca un caballo profundamente grabado, y aunque ahora ya no se existen se sabe por fotografías de principios del siglo XX que había representaciones de bisontes, caballos, ciervos...
En la zona interior, a partir de los 60 metros de profundidad, se encuentran representaciones de bóvidos, cérvidos, cabras e incluso un reno en diferentes sala, todas ellas grabadas con los dedos sobre la arcilla o con un buril en la roca. Una buena cantidad de ellos serían característicos del Magdaleniense Superior. En la zona en la que termina la cueva se encuentran representaciones antropomórficas.









La cueva de LlonínConcha de la Cova o cueva del queso está situada en el pueblo de Llonín, en el concejo asturiano de Peñamellera Alta, en España. Está incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde julio de 2008, dentro del sitio «Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del Norte de España» (en inglésCave of Altamira and Paleolithic Cave Art of Northern Spain). 1
Esta cueva fue descubierta en 1957 por productores de queso que buscaban un lugar para fermentarlos. Si bien es en marzo de 1971 cuando el grupo de espeleologíaPolifemo de Oviedo la da a conocer.
La cueva posee diferentes dibujos de animales (Bisontesrenoscabras, etc.) y símbolos superando el centenar de figuras representadas lo que hace que sea la cueva asturiana con mayor número de representaciones plásticas.
La cueva está cerrada al público.
En el parque de la prehistoria de Teverga existe una copia de la cueva para su visita.

Cueva de Llonín. Panel principal
Reconstrucción del panel principal.
La cueva del Llonín es conocida tradicionalmente como Concha la Cova o Cueva del Quesu,  Aunque su hallazgo se remonta a 1957, cuando un grupo de queseros de Peñamellera Alta que buscaba un lugar para fermentar sus productos se encontró con tal tesoro del arte parietal, el descubrimiento no se conoció hasta el mismo comienzo de la década de los setenta, tras el abandono de la gruta para usos queseros a consecuencia de la industrialización de todo el proceso.
La excavación arqueológica ha permitido certificar la presencia humana en cinco de los seis niveles existentes. Los restos encontrados autorizan a hablar de una ocupación casi ininterrumpida desde el Musteriense hasta el Bronce. En el panel principal hay originales representaciones de renos, bisontes, ciervos, caballos, cabras y distintos signos; uno de los renos figura asociado a un caballo, uno de los cuatro casos conocidos en Europa. En octubre de 2001 se hizo público el hallazgo de nuevas pinturas rupestres, esta vez en una pequeña cámara situada a la izquierda de la principal de la cueva y denominada la Sala por los investigadores, donde aparece una serie pictórica con espléndidos bisontes heridos, que tienen objetos clavados, simbolizando.

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