Razas de perro de Argentina
El perro de pelea cordobés es una raza canina extinta, originaria de Argentina. Fue un cruce de mastín, bull terrier, bóxer, y el viejo bulldog inglés.
El perro de pelea cordobés (PPC) se originó en Córdoba en el siglo XX.2 Era conocido por su deseo de luchar hasta la muerte, así como por su gran tolerancia al dolor.3 La raza era tan agresiva hacia otros perros, que los machos y las hembras preferían pelear entre ellos antes que aparearse. Esto, sumado a la cantidad de ejemplares que morían en las peleas de perros, llevó a su extinción.[cita requerida]
El perro de pelea cordobés era capaz de cazar en pequeñas manadas de machos y hembras, de lo contrario se volvían en contra de sus compañeros de caza.
El dogo argentino es una derivación directa de esta raza.2 En la década de 1920, los criadores dieron orígen al dogo argentino cruzando al perro de pelea cordobés con otras razas tales como el gran danés, el perro de montaña de los Pirineos, el bulldog inglés, elbull terrier y el dogo de Burdeos.
El Perro Pila Argentino es una raza de perro calva de compañía cuyo tamaño oscila entre los 25 y 45 cm a la cruz. Se encuentra característicamente en las provincias del noroeste de Argentina, donde es especialmente apreciado estéticamente por la tibieza de su piel suave.
Historia
El perro Pila Argentino es una raza calva sudamericana muy similar al perro Crestado Chino, al Xoloitzcuintle, y al perro sin pelo del Perú, del cual se cree que es descendiente. Existen diferentes teorías sobre el origen de estos perros precolombinos (con excepción del Crestado Chino, criado aparentemente a partir de los peruanos por Ida Garrett y Debra Woods en los Estados Unidos,1 en la primera mitad del siglo veinte). Pero la evidencia arqueológica apunta a su existencia en el continente desde hace unos 3000 años.2 Las diferencias entre variedades –y hay razones bien fundadas para referirse a variedades, y no razas– probablemente surjan a partir del aislamiento, especialmente desde la Conquista española.
Parece no haber registro de la presencia de estos perros en lo que es hoy Argentina antes de la colonización imperio incaico del Siglo XV de nuestra era. El imperio inca se extendió al norte por los Andes a Ecuador y sur de Colombia, y hacia el sur a ambos lados de la Cordillera de los Andes al centro de Chile y Argentina. El Inca enviaba a sus emisarios con valiosos regalos para estrechar vínculos con las colonias distantes, y entre estos regalos se incluirían los apreciados ‘khalas’ (término quechua que significa desnudo, o sin pelo).
A partir de la conquista española, menos de un siglo después de la colonización incaica, el comercio entre Argentina y Perú se mantuvo principalmente a través de las provincias argentinas de Salta y Jujuy; pero el influjo de perros de la civilización derrotada cesó. A España no le interesaban estas criaturas calvas salvo como curiosidad, ocasionalmente presentada en las cortes europeas.3 Además, todo comercio entre Sudamérica y América Central fue reemplazado por el envío de valiosos productos coloniales a España; y los perros no eran considerados valiosos.
De este modo, y debido al aislamiento local, surgieron en los siguientes siglos diferentes variedades de perros calvos. Estas variedades incluyen las razas mexicana y peruana aprobadas por la Federación Cinológica Internacional, y otras en toda América Latina incluyendo al Perro Pila Argentino. En el presente artículo describiremos al Pila argentino en su variedad chaqueña, de extremidades largas; pero existen además variedades de patas cortas y cuerpo abarrilado4 -de los cuales también hay amplio registro arqueológico-. Estos perros probablemente evolucionaron en las regiones de alta montaña, suposición que se basa en su estructura mejor adaptada al frío y reducido oxígeno atmosférico.
En épocas coloniales y bien avanzado el Siglo XX, los Pilas fueron tenidos en alta estima por los aborígenes, la clase media y campesinos criollos del noroeste argentino, que les dieron este apelativo empleando el término coloquial para sin pelo o desnudo.5 Se los apreciaba por su piel caliente, utilizándolos para entibiar las camas y como almohadillas terapéuticas, especialmente para los ancianos que sufrían de reumatismo (en tal caso se les llamaba en varias ciudades rioplatenses hasta mediados del siglo XIX "calientapies" ya que durante los días fríos ellos se calentaban arrimándose a los pies de sus dueños sentados tal cual lo atestigua Lucio V. Mansilla.6 También se los apreciaba como guardianes por su carácter siempre alerta a cualquier movimiento o ruido inusual en su entorno.
Pero en la segunda mitad del Siglo XX se pusieron de moda las lujosas razas foráneas, y el aprecio disfrutado antaño por nuestro pila fue transferido a los caros perros importados. Las personas que ascendían la escala social compraban perros ovejeros alemanes, dobermann, cocker spaniel, pekineses y otras razas consideradas de mayor categoría. A esta situación se sumaba el hecho que los pilas argentinos generalmente pasaban gran parte del tiempo en la calle, regresando a sus casas solo por alimento, abrigo y una ocasional caricia. Y como los recién llegados pronto integraron también esta romería callejera, el entrecruzamiento fue inevitable. En consecuencia, a partir de los años setenta no era infrecuente ver cockers, dachshunds, pointers y otros, todos calvos.
En la actualidad – año 2012 – es raro toparse con un Pila aparentemente puro; y aun los mestizos son menos frecuentes que hace apenas treinta años. No obstante, en la última década se ha ido formando un pequeño pero entusiasta movimiento para el rescate y restauración de nuestra única raza precolombina. La Primera Fiesta Nacional del Perro Pila Argentino, realizada por la Municipalidad de Coronel Moldes (provincia de Salta, Argentina) el 12 de octubre de 2004 creó la oportunidad para que se reuniera un gran número de propietarios de estos perros. La Fiesta se repitió en Coronel Moldes hasta el 2007. La Quinta Fiesta se realizó en noviembre del 2008, con presencia de 60 perros en pista juzgados por la juez internacional Sra. Elena Mentasti Spector, quien dejó un registro de sus calificaciones para cada ejemplar presentado. Este registro se encuentra en los archivos de una de las integrantes del movimiento informal —Mónica S. Cassels7 —, y está a disposición de toda persona que solicite asistencia en la selección de sementales o hembras para la reproducción controlada con fines de rescate y restauración de la raza.
El 20 de febrero de 2011 la Dirección de Zoonosis de la ciudad de Salta organizó una nueva Fiesta en que se presentaron 102 ejemplares, a raíz de la cual se decidió que será necesario formular nuevos estándares para la variedad Andina, de patas cortas, y también para una variedad muy uniforme de tamaño superior a 45 cm, de estructura mucho más pesada y carácter algo agresivo al que hemos nombrado Pila guardián.
Descripción
El Perro Pila Argentino, variedad chaqueña, se clasifica en tres tamaños:8 Pequeño, entre 25 y 35 cm a la cruz, Mediano, de 35 a 45 cm, y Grande, superior a 45 cm. Estructuralmente, el Pila que en Argentina se caracteriza como ‘chaqueño’ es semejante al Pinscher miniatura, con dorso más corto e inserción de cola más alta que en las demás razas calvas. En movimiento la cola es portada en una curva sobre el dorso, idealmente con la punta apenas rozando el lomo. Su movimiento es más bien corto con pasos rápidos de gran elasticidad; a menudo, especialmente en los ejemplares más chicos, exhibe un elegante Hackney que debería ser alentado como característica distintiva de la raza. Son extraordinariamente ágiles, veloces corredores y capaces de trepar y dar grandes saltos.
El Perro Pila Argentino de variedad andina tiene las piernas más cortas y por esto menor alzada y el cuerpo alargado.
La cabeza del Pila es lupoide, de longitud media y ligeramente abovedada, con largo de cara y cráneo similares entre sí. El "stop" es moderado, con mayor definición en los ejemplares pequeños. Los ojos son medianamente grandes y ligeramente almendrados, brillantes, expresivos, y de colores en la gama de negro a amarillo según el color de la piel. El hocico es angosto, con los labios bien ajustados y mandíbula poco desarrollada. Las orejas, traslúcidas y muy móviles, tienen inserción relativamente alta. En atención están erectas, con los bordes externos paralelos entre sí. Las orejas del Pila Argentino no son tan grandes como las de sus parientes peruano y mexicano.
El grado de calvicie varía de un individuo a otro: algunos perros carecen totalmente de pelos a excepción de los bigotes, y otros llegan a tener prominentes penachos de pelo en cabeza, cola y patas, aunque nunca tan profusos como los del Crestado Chino. En algunos escasos individuos puede haber una apenas perceptible pelusa con ocasionales pelos más largos en el dorso. Pero nada de este pelo, ya sea en cabos o en el cuerpo, se asemeja a un verdadero manto: siempre es ralo, con textura de cerdas cuando es corto en los cabos, y más sedoso cuando largo. Los Pilas generalmente carecen de premolares, y también otras piezas dentarias. Pero los incisivos deben estar enteros, sanos y cerrar en mordida de tijera, e idealmente también debe haber colmillos curvos como en las demás razas, aunque frecuentemente están ausentes o tienen forma cónica.
La piel, que es caliente al tacto y, en perros bien cuidados, lisa, suave y elástica, puede ser de cualquier color o combinación de colores. Su temperatura es igual a la de os perros de otras razas, pero se siente más alta por la ausencia de una capa de pelo aislante. Los perros con manto tienen una densa cubierta de pelo corto o largo de textura variable. Algunos Pilas con manto tienen pelo similar al del ‘powderpuff’ de Crestado Chino. Sin embargo, como la presencia de cachorros con manto en una lechigada de Pilas era considerada prueba de impureza racial, nunca fueron tenidos en cuenta. Generalmente tienen dentadura completa y, al igual que sus hermanos calvos, los hay de todos los colores.
Carácter
Los Pilas son mascotas ideales para las limitaciones de la vida moderna: Se los puede considerar perros de interior, ya que siendo relativamente pequeños se adaptan bien a la vida en departamentos. Son fáciles de higienizar, no albergan pulgas y, al poseer escaso o nulo pelo, son especialmente adecuados como compañeros para personas alérgicas a los animales. Son fáciles de educar, cariñosos con su familia humana y las demás mascotas de la casa, y excelentes guardianes no agresivos.
En carácter son alegres, cariñosos, juguetones, activos y rápidos en el aprendizaje de las reglas de la casa y todo tipo de monerías. Desconfían de los extraños y son buenos guardianes no agresivos hacia los humanos u otros animales. Amenazan y hasta persiguen ferozmente a cualquier intruso, humano o no; pero tal vez por ser conscientes de su mayor vulnerabilidad, no atacan ni pelean. Disfrutan plenamente del ejercicio, pero son perfectamente felices acostados en un diván cerca de sus personas favoritas.
Hasta los años setenta muchos Pilas eran relativamente afónicos: las pocas veces que ladraban lo hacían con voz ronca y apagada muy diferente a la de otras razas. En la actualidad su ladrido es el mismo de la mayoría de los perros, probablemente como resultado de la mestización, variando en tono e intensidad según su talla.
Genética
No todos los cachorros en una lechigada de Pilas serán calvos. Tal como ocurre con las demás razas sin pelo a excepción del American Hairless Terrier, el factor genético responsable de la ausencia de pelo es incompletamente dominante, y letal. De modo que todo cachorro calvo vivo es heterocigoto calvo/peludo. Estadísticamente, pues, por cada cuatro óvulos fértiles de un apareamiento calvo-calvo, un embrión será homocigoto (es decir, calvo ‘puro’) y no se desarrollará como cachorro viable, generalmente siendo reabsorbido por el útero en estado embrionario; dos embriones serán heterocigotos calvo/peludo y se desarrollarán como cachorros calvos, con variable expresión de pelo en cabeza, cola y patas, y ocasionalmente otras partes del cuerpo; y un embrión será homocigoto peludo/peludo y se desarrollará como cachorro con manto completo. El apareamiento de peludo a peludo nunca dará como resultado cachorros calvos. Al aparear un peludo con un calvo, una mitad de la lechigada –siempre en términos estadísticos– será calva, y la otra mitad tendrá el manto completo.9
Cuidado de la piel
El cuidado de la piel del Pila es similar al del ser humano: baños frecuentes y aplicación de crema hipoalergénica para evitar su desecamiento. Debe evitarse su exposición al sol, y es importante aplicar protector solar o ropa con mangas largas cuando el perro sale al exterior durante el día. Los perros de piel clara requieren un FPS alto. El Pila no alberga pulgas pero sí es afectado por los mosquitos. También es atacado por garrapatas, por lo que es necesario revisarlo frecuentemente para eliminar estos parásitos. Son friolentos y necesitan abrigo cuando la temperatura es inferior a unos 15°C; y en temperaturas elevadas es posible reemplazar el protector solar con una camiseta que cubra la mayor parte del cuerpo.
Salud
Los Pilas son extraordinariamente saludables y resistentes a las enfermedades siempre que se los proteja de la intemperie. Habiéndose criado incontroladamente durante muchos siglos, se benefician con una selección natural que los libera de los desórdenes genéticos de la mayoría de las demás razas. También son resistentes a las típicas enfermedades caninas tales como distemper, hepatitis, parvovirus y otras; no obstante, conviene vacunarlos para mantener activo su sistema inmune.
Su único importante problema de salud es la propensión al cáncer cutáneo, especialmente en los ejemplares de color claro y overos. Pero esta enfermedad es fácilmente evitable con protección adecuada.
Los perros bien cuidados llegan a una vejez muy sanos. No era inusual, hasta comienzos del mestizaje general, que un Pila llegara a los 18 o incluso 20 años, y esta longevidad subsiste en ocasiones hasta el presente. Los perros más viejos suelen perder todos o casi todos sus dientes, pero por lo demás mantienen una salud excelente. Tienden a engordar fácilmente, por lo que es necesario controlarles la dieta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario