domingo, 13 de noviembre de 2016

Frases y citas Latinas


Animus iocandi (también animus jocandi, o animus iocandi gratiae) es una locución latina que significa en español "ánimo de broma", "con intención jocosa".1
Es usado por la jurisprudencia penal como un eximente de culpabilidad en el delito de injurias.2
Se pronuncia [ 'a.ni.mus ˈjɔ.kan.di ]
La locución está compuesta por el sustantivo masculino animus -i (en español: "intención", "propósito") y el verbo iocor (en español: "bromear" cuando es transitivo y "decir en broma" cuando es intransitivo) de la primera conjugación, en gerundio genitivo.1
Se opone a animus iniuriandi (ánimo de injuriar, de dañar).

Usos

  • En Derecho Penal, la jurisprudencia española requiere que, en el delito de injurias del art. 208 del Código Penal, el autor tenga "conciencia del carácter injurioso de la acción o expresión y, pese a ello, tenga voluntad de realizarla."2 Esta voluntad (intención específica de injuriar) sería el animus iniurandi requerido por el tipo subjetivo. Por tanto, si se pudiere demostrar con las circunstancias (personales, anímicas, fácticas y culturales) que rodean al hecho que el autor nunca tuvo tal intención injuriosa, sino al contrario, que su intención fue siempre y en todo momento iocandi, esto es, sin ánimo de injuriar, sino de bromear, criticar, narrar, etc, entonces no estaríamos ante un delito de injurias debido a la ausencia del tipo subjetivo, aunque la acción hubiere sido objetivamente injuriosa.2
La tesis contraria -minoritaria- la defiende Quintero Olivares, para quien el artículo 208 del CP en ningún momento establece la necesidad de un elemento subjetivo del injusto, sino que la jurisprudencia española actual sigue la inercia del antiguo Código Penal de 1973, cuyo artículo 457 (del CP de 1973) sí exigía un elemento subjetivo del injusto, al usar la expresión "en deshonra, descrédito o menosprecio" (base lingüística sobre la que la jurisprudencia creó la exigencia del ánimus iniurandi) expresiones que no encontramos en el vigente CP de 1995, ni éstas ni otras similares que pudieren sustentar la misma exigencia.3
  • En cambio, en Derecho Civil -en sede de derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen- el animus iocandies irrelevante: Lo decisivo en las intromisiones ilegítimas tipificadas en la Ley Orgánica 1/82, no es tanto el ánimo o la intención del agente, sino que su conducta (sea dolosa o sólo imprudente) cause o no un daño en el derecho fundamental protegido que no se justifique por el ejercicio legítimo de otro derecho.4
  • En Derecho Romano, la injuria se configura con el dolo, excluyéndose culpabilidad si el autor había realizado el hecho con ánimo de bromear.5

Ejemplos

  • Caso de las "caricaturas de Mahoma" en Francia, donde Mahoma salía representado con una bomba en la cabeza a modo de turbante: el Tribunal Correccional de París absolvió a los responsables de la revista satírica Charlie Hebdo, en el caso planteado por organizaciones islamistas, argumentando que "nunca hubo intención de herir a nadie", sino que la publicación de las viñetas se hizo con animus iocandi y, en consecuencia, se apreció eximente de culpabilidad.












Annus horribilis es una expresión latina, traducible como "año terrible". Esta expresión es utilizada cuando al finalizar el año las cosas no han salido como se esperaban. Sin embargo, annus mirabilis es un término tradicional, mientras annus horribilis es de relativamente reciente acuñación.

Isabel II

Aunque la frase se utilizó en 1891 para describir a 1870, año en el que la Iglesia Católica Romana definió el dogma de la infalibilidad papal,1  fue popularizado por la Reina Isabel II en el discurso de Guildhall el 24 de noviembre de 1992, marcando el 40 aniversario de su coronación, en la cual describió al año como annus horribilis.
1992 no es un año el cual voy a mirar atrás con total placer. En palabras de uno de mis corresponsales más simpático, ha resultado ser un annus horribilis.
Más tarde se reveló que el "corresponsal simpático" fue su ex asistente y secretario privado, Sir Edward Ford. 
Estos son algunos de los eventos acontecidos durante este año y a los que la reina pudo haber hecho alusión:
  • El 12 de marzo, Mauricio, territorio del cual Isabel II era reina, se convirtió en una república.
  • El 19 de marzo, se anunció que su segundo hijo, el príncipe Andrés, se separaría de su esposa, la duquesa de York.
  • El 23 de abril, su hija la princesa Ana, se divorciaría del capitán Mark Phillips.
  • El 8 de junio, la princesa de Gales escribe su autobiografía Diana: su verdadera historia la cual fue publicada después de ser dada a conocer como una serie en The Sunday Times. Escrita por Andrew Morton, ésta reveló por primera vez las desdichas del matrimonio de la princesa,particularmente, el romance entre el príncipe de Gales y Camilla Parker-Bowles, dando inicio a la "Guerra de los Galeses".
  • El 20 de agosto, fueron publicadas en el Daily Mirror algunas fotos escandalosas de la duquesa de York donde se veía a su amigo John Bryan besándola en los pies.
  • El 24 de agosto, unas grabaciones de llamadas telefónicas íntimas entre la Princesa de Gales y James Gilbey fueron publicados en The Sun, causando el incidente llamado "Squidgygate".
  • El 13 de noviembre, el romance entre el príncipe de Gales y Camilla Parker-Bowles fue confirmado por una transcripción de las grabaciones de llamadas telefónicas publicada en el Daily Mirror en el conocido incidente "Camillagate".
  • El 20 de noviembre, cuatro días antes del discurso de Guildhall, el Castillo de Windsor - una de las residencias oficiales de la Reina - se incendió sufriendo daños considerables.

Kofi Annan

Kofi Annan, entonces Secretario General de las Naciones, usó la frase en su fin de año en la conferencia de prensa, el 21 de diciembre de 2004. Reflexionó: "No hay ninguna duda de que este ha sido un año particularmente difícil, y estoy aliviado de que este horribilis annus está llegando a su fin." Sus comentarios fueron ampliamente interpretados como haber aludido a las persistentes denuncias de corrupción en el Irak de la ONU del Programa Petróleo por Alimentos. Sus comentarios se produjeron apenas unos días antes del evento más mortífero del año. El tsunami del 26 de diciembre de 2004 en el océano Índico.

Juan Carlos I de España

En 2007, la familia real española, en particular, Juan Carlos I, se enfrentó a un año difícil. Una tragedia familiar y una serie de controversias llevaron a los periódicos españoles a referirse al año como annus horribilis del rey.
  • En febrero de Érika Ortiz Rocasolano, la hermana menor de la Princesa de Asturias, murió de una sobredosis de drogas en su apartamento.
  • En julio, una revista de humor, El Jueves, publicó un dibujo en su portada que representaba al Príncipe y la Princesa de Asturias manteniendo relaciones sexuales, con el texto: "Imagínense si termina embarazada. Esto sería lo más parecido a trabajar que he hecho en mi vida". Satirizando la propuesta del gobierno de dar 2.500 euros a los padres de niños recién nacidos. La revista fue prohibida y retirada de circulación, lo que dio pie a una controversia por censura.
  • En septiembre, catalanes separatistas fueron juzgados por haber quemado fotografías del rey Juan Carlos y la reina Sofía en una manifestación anti-monárquica y separatista catalana en Girona, mientras que la pareja real recorría la ciudad.
  • A principios de noviembre, en la XVII Cumbre Iberoamericana, después de un altercado verbal entre Hugo ChávezPresidente de Venezuela, y José Luis Rodríguez ZapateroPrimer Ministro de España, el rey preguntó a Chávez, "¿Por qué no te callas?".
  • Poco después de la cumbre, la Casa Real anunció la separación de la hija del rey, la duquesa de Lugo, y su esposo, Jaime de Marichalar. La pareja tiene dos hijos, Felipe y Victoria.














Annus mirabilis es una expresión latina, traducible como "año de los milagros" o "de las maravillas". Se ha aplicado a diferentes años, aunque su uso parece provenir1 del título de un poema de John Dryden (Annus Mirabilis, 1667)2 sobre los terribles acontecimientos del año anterior en Londres, especialmente el "gran incendio" y la "gran plaga". La coincidencia de la cifra del año 1666 con el apocalíptico "666" (y con otras curiosidades numerológicas -en numeración romana, MDCLXVI contiene todos los dígitos, y en orden decreciente-)3 hacía presagiar el fin del mundo, con lo que Dryden veía el milagro en la simple supervivencia; y la intervención providencial en la consecución de una destacada victoria naval sobre Holanda (la batalla del día de Santiago4 -St James, patrono de la corte inglesa-).
En la historia de la ciencia el uso de la expresión para ese mismo año de 1666 tiene un particular valor debido a la coincidencia de ese momento histórico con una verdadera revolución científica: el punto culminante en la concepción de la teoría de la gravitación universal y otras innovaciones en óptica y cálculo debidas a Isaac Newton (que había huido de Londres por temor a la peste -de hecho se justificaba a sí mismo por esa actitud, valorando su vida muy por encima de las de otros cuya vida pudiese poner en riesgo-). Es por tanto lógico que la misma expresión se use para el año 1905, cuando un cambio de paradigma de similar magnitud se produjo con la publicación en Annalen der Physik5 de los llamados "artículos del annus mirabilis"6 de Albert Einstein sobre el efecto fotoeléctrico, el movimiento browniano y la teoría especial de la relatividad.7 En conmemoración suya se celebró el año mundial de la física 2005.

Annus mirabilis en la historia política y militar

España: 1492

En 1492 los Reyes Católicos (Isabel de Castilla y Fernando de Aragón) construyeron la más poderosa monarquía del mundo occidental como consecuencia de dos hechos decisivos: la conquista de Granada (2 de enero) y el descubrimiento de América (12 de octubre). El 31 de marzo habían intentado solucionar expeditivamente el problema converso con la expulsión de los judíos. 1492 es también la fecha de publicación de la primera gramática en una lengua moderna: Gramática de la lengua castellana; su autor, Antonio de Nebrija (un destacado consejero de los reyes) decía en ella, comparando el español con el latín: siempre la lengua fue compañera del imperio. Aunque en la época no fuera usada para ello (se utilizaban otras aún más hiperbólicas, como la mayor cosa después de la creación del mundo, sacando la encarnación y muerte del que lo crió),8 la expresión annus mirabilis ha sido muy frecuentemente aplicada a la concatenación de tales acontecimientos.9
En la historia de la Monarquía Hispánica hubo más momentos destacados que merecieron la denominación annus mirabilisJohn H. Elliottpropone 1625, en medio de la Guerra de los Treinta Años, que supuso una impresionante serie de victorias militares a una escala estratégica global, en escenarios clave de Europa y América (socorro de Génovarecuperación de Bahía de Brasildefensa de Cádiztoma de Breda -inmortalizados en la serie de cuadros del Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro de Madrid-). Quedó así aparentemente confirmada por el éxito inicial la política agresiva "de reputación" que impulsaba el conde-duque de Olivares, valido de Felipe IV.10

Reino Unido: 1759

La expresión annus mirabilis de 1759 o annus mirabilis de Pitt11 se aplica a la conjunción de victorias militares británicas en la Guerra de los Siete Años que ocurrieron en 1759 a lo largo de continentes y océanos de todo el mundo (Norteamérica, el Caribe, Europa, la India) durante el año de 1759, bajo el liderazgo político de William Pitt.12 13
También se ha denominado annus mirabilis al que transcurrió entre 1644 y 1645, por las victorias del general escocés James Graham, I marqués de Montrose, en la guerra civil inglesa.
En 1946, el Chancellor of the Exchequer Hugh Dalton denominó a ese año como el Labour Government's Annus mirabilis (del gobierno laborista del Reino Unido).

Annus mirabilis en otros contextos

En el ámbito anglosajón

En otros ámbitos

A mediados de los setenta se usó la expresión15 para describir el alza del precio del azúcar, que salvó la economía cubana.
La revolución de 1989 ha sido descrita como un annus mirabilis para los países de Europa central (los llamados "países del este" o "democracias populares"), con la caída del muro de Berlín y el final de los regímenes comunistas.

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