viernes, 18 de noviembre de 2016

Historia - Las Cruzadas

primera cruzada

La cruzada de 1101 fue una cruzada menor con tres movimientos separados, que fue organizada en 1100 y 1101tras el éxito de la Primera Cruzada. A esta cruzada se unieron también muchos participantes de la cruzada anterior que habían retornado a sus casas antes de alcanzar Jerusalén.
El éxito de la Primera Cruzada supuso la necesidad de hacer un llamamiento para reclamar el envío de refuerzos que permitiesen defender el nuevo Reino de Jerusalén. El papa Pascual II, sucesor de Urbano II (papa que había muerto antes de conocer el resultado de la cruzada que había convocado) hizo un llamamiento para una nueva expedición. Para ello, hizo especial hincapié en convocar a todos aquellos que habían hecho el juramento de acudir a la cruzada anterior pero que no habían llegado a partir, y a todos aquellos que volvieron antes de su conclusión. Algunas de estas personas estaban sufriendo duras burlas en casa por parte de sus vecinos, y se enfrentaban a una enorme presión para volver a dirigirse hacia el este. Adela de Normandía, por ejemplo, esposa de Esteban II de Blois, que había abandonado la cruzada durante el sitio de Antioquía de 1098, estaba tan avergonzada de su marido que no le permitió permanecer en casa. Tanto los ricos como los pobres querían llegar a Tierra Santa, para liberarla de los infieles en nombre de Cristo, buscando la salvación eterna que llevaba aparejado el luchar en una Guerra Santa.1 Otros, simplemente, buscaban huir de la pobreza para encontrar una nueva vida en oriente.
Mapa de la parte occidental de Anatolia, que muestra las rutas tomadas por los ejércitos cruzados.

Los lombardos

Al igual que en la primera cruzada, los soldados y peregrinos no partieron de Europa occidental como un gran ejército, sino como pequeños grupos procedentes de muy distintas regiones. En septiembre de 1100, un gran grupo de lombardos partió de Milán. La mayoría eran campesinos sin entrenamiento militar, y estaban dirigidos por Anselmo IVarzobispo de Milán. Cuando alcanzaron el territorio del Imperio bizantino se dedicaron al pillaje sin ningún control, por lo que el emperador Alejo I Comneno les hizo escoltar hasta un campamento a las afueras de Constantinopla. Los cruzados se rebelaron y lograron entrar en la ciudad, saqueando hasta el palacio de Blanquerna, e incluso matando a uno de los leones domesticados del emperador. El conde Raimundo IV de Tolosa, uno de los líderes de la Primera Cruzada, que había pasado el invierno en palacio invitado por Alejo, fue el responsable de poner orden. Los lombardos aceptaron su autoridad y, atravesando el Bósforo, establecieron su campamento en Nicomedia a finales de abril.2
Allí se les unieron los refuerzos llegados de occidente, un contingente más pequeño pero más fuerte de soldados francesesborgoñones y alemanes dirigidos por Esteban de Blois, Esteban I de BorgoñaEudes I de Borgoña y Conrado, condestable del emperador Enrique IV. Raimundo de Tolosa fue nombrado líder de la cruzada, y una fuerza bizantina de mercenarios pechenegos dirigidos por el general Tzitias fue enviado también por el Imperio bizantino. El grupo comenzó la marcha a finales de mayo en dirección a Dorylaeum, siguiendo la misma ruta utilizada por Raimundo y Esteban en 1097 durante la cruzada anterior. Planeaban continuar hacia Konyapero los lombardos, cuyo número sobrepasaba el de todos los demás contingentes, estaban decididos a marchar hacia el norte hacia Niksar, en dónde Bohemundo I de Antioquía estaba cautivo de los danisméndidas. Tras capturar Ankara el 23 de junio de 1101 y devolvérsela a Alejo, los cruzados se dirigieron al norte. Mantuvieron un breve asedio sobre la ciudad bien defendida de Çankırı, y luego se dirigieron al norte para tratar de capturar la ciudad de Kastamonu. Sin embargo, sufrieron el ataque de los turcos selyúcidas, que les acosaron durante semanas y lograron destruir una de sus partidas de forrajeadores en julio.
En ese punto, bajo las amenazas de los lombardos, el ejército al completo se desplazó lejos de la posible seguridad de la costa del Mar Negro y se dirigieron de nuevo al este, en dirección al territorio danisméndida para rescatar a Bohemundo.3 Sin embargo los turco selyúcidas, dirigidos por Kilij Arslan I, conscientes de que la falta de unión entre ellos fue la causa de su incapacidad de detener el avance de la Primera Cruzada, se aliaron con los turcos danisméndidas y con Fakhr al-Mulk Radwan de Alepo. A comienzos de agosto los cruzados se enfrentaron a este ejército musulmán combinado en Merzifon.

Batalla de Merzifon

Los cruzados se organizaron en cinco divisiones: los burgundios, Raimundo con los bizantinos, los alemanes, los franceses y los lombardos. Los turcos habían estado hostigando a los latinos durante varios días, hasta situarles en el lugar en el que Kilij Arslan les quería, a la vez que se aseguraban de que sólo tuviesen unas provisiones mínimas. Los turcos destruyeron casi por completo el ejército cruzado en las montañas de Paflagonia, en Merzifon. El terreno era bueno para el tipo de guerra turca, no así para los cruzados. Se trataba de un terreno abierto, con mucho espacio para que las unidades de caballería pudieran maniobrar.
La batalla duró varios días. El primer día los turcos cortaron el avance de los cruzados y les rodearon. El siguiente, el duque Conrado dirigió a sus alemanes en un ataque, pero fracasó estrepitosamente. No sólo no logró abrir una brecha, sino que fueron incapaces de volver con el ejército principal y tuvieron que refugiarse en una fortaleza cercana. No tenían acceso a los suministros ni a ayuda alguna, y tampoco podían ser utilizados en un ataque combinado de los cruzados.
El tercer día fue más tranquilo, pero el cuarto día los cruzados hicieron un gran esfuerzo para liberarse de la trampa en la que se encontraban. Lograron infligir duras bajas a los turcos, pero fracasaron en su ataque al final del día. Kilij Arslan se unió con las fuerzas de Radwan de Alepo, de Malik-Ghazi y de Karaja, príncipes danisméndidas poderosos. Esto supuso que los latinos fuesen drásticamente superados en número.
Los lombardos, en la vanguardia, fueron derrotados, los mercenarios bizantinos desertaron y los franceses y alemanes fueron obligados a retirarse. Raimundo quedó atrapado en una roca y fue rescatado por Esteban y Conrado. La batalla continuó al día siguiente y el campamento cruzado fue capturado. Los caballeros huyeron dejando a las mujeres, niños y sacerdotes detrás a su suerte. La mayoría de los lombardos, que no tenían caballería, murieron o fueron esclavizados por los turcos. Raimundo, Esteban de Blois y Estéfano de Borgoña huyeron al norte, y lograron volver a Constantinopla por mar.

Guillermo II de Nevers

Poco después de que el contingente lombardo hubiese alcanzado tierras orientales, un nuevo ejército de cruzados dirigidos por Guillermo II de Nevers llegó a Constantinopla cruzando el mar Adriático desde Bari. La marcha hacia Constantinopla estuvo libre de incidentes, lo cual es inusual en la historia de las cruzadas.
Marchó rápidamente al encuentro de los otros ejércitos, pero nunca llegó a unirse a ellos. Guillermo asedió brevemente la ciudad de Konya pero no consiguió tomarla y pronto fue emboscado en Heraclea Cybistra por Kilij Arslan, que acababa de derrotar a los lombardos. En la batalla prácticamente todo el contingente de Nevers fue aniquilado, salvo el propio conde y alguno de sus hombres más cercanos.

Los franceses y los bávaros

Tan pronto como Guillermo II partió de Constantinopla llegó un tercer ejército, dirigido por Guillermo IX de AquitaniaHugo de Vermandois (uno de los que no llegaron a terminar la Primera Cruzada), y Güelfo I de Baviera. Les acompañaba también Ida de Austria, madre de Leopoldo III de Austria. Este nuevo ejército había saqueado el territorio bizantino de camino a Constantinopla y casi había llegado a las armas contra los mercenarios Pecheneg enviados para detenerles. Finalmente Guillermo y Güelfo intervinieron y evitaron el enfrentamiento.
Desde Constantinopla el ejército se dividió en dos. Una mitad viajó directamente a Palestina por mar (entre ellos se encontraba el cronista Ekkehardo de Aura) y el resto se dirigió por tierra hasta Heraclea, en dónde llegaron en septiembre. Al igual que con el ejército anterior, las tropas de Heraclea fueron emboscadas y masacradas por Kilij Arslan.
Guillermo y Güelfo escaparon, pero Hugo fue herido mortalmente. Los supervivientes llegaron a Tarso, y fue ahí dónde finalmente murió Hugo el 18 de octubre. Ida desapareció en la batalla, y presumiblemente murió. Sin embargo, según una leyenda posterior habría sido hecha cautiva y se convertiría en la madre de Zengi, un gran enemigo de los cruzados en la década de 1140-50.

Eventos posteriores

Guillermo de Nevers también escapó a Tarso y se unió al resto de supervivientes, al igual que Raimundo de Tolosa. Bajo el mando de Raimundo y con la ayuda de una flota genovesa capturaron la ciudad de Tartus. Sin embargo para entonces la cruzada era ya más un peregrinaje. Los supervivientes llegaron a Antioquía a finales de 1101, y en Pascua llegaron a Jerusalén. Después, muchos de ellos simplemente retornaron a casa, tras haber cumplido su voto, aunque algunos se quedaron para ayudar al rey Balduino I de Jerusalén en la defensa frente a una invasión de tropas egipcias en Ramla. Esteban de Blois murió en esta batalla, junto con Hugo VI de Lusignan, ancestro de la futura dinastía Lusignan de Jerusalén y de ChipreJoscelino de Courtenay también se quedó a la defensa de Jerusalén y sobrevivió a la batalla para llegar a ser Conde de Edesa en 1118.
La derrota de los cruzados permitió a Kilij Arslan establecer su capital en Konya y mostró al mundo musulmán que los ejércitos cruzados no eran invencibles, al contrario de lo que pudiera parecer tras la Primera Cruzada. Los cruzados y los bizantinos se culparon unos a otros de la derrota, y ninguno fue capaz de asegurar una ruta a través de Anatolia, después de que Kilij Arslan hubiese logrado fortalecer su posición en el territorio. La única vía que permanecía abierta para llegar a Tierra Santa era la vía marítima, lo cual benefició en gran medida a las ciudades italianas. Esta ausencia de una vía terrestre también benefició al Principado de Antioquía, en dónde Tancredo de Galilea, gobernando en nombre de su tío Bohemundo, pudo consolidar su poder sin interferencias bizantinas.
Tanto las Segunda como la Tercera Cruzada sufrieron dificultades similares al intentar cruzar Anatolia.
Crusade of 1101 v1 es.svg







La Batalla de Ascalón tuvo lugar el 12 de agosto de 1099 y es considerada como la última batalla de la Primera Cruzada.
Batalla de Ascalón
Primera Cruzada
Battle of Ascalon-engraving.jpg
Fecha12 de agosto de 1099
LugarAscalón
Coordenadas31°40′14″N 34°33′29″ECoordenadas31°40′14″N 34°33′29″E (mapa)
ResultadoVictoria Cruzada
Beligerantes
Cross templars.svg Cruzados - Reino de JerusalénFatimid flag.svg Califato Fatimí
Comandantes
Blason Lorraine.svg Godofredo de Bouillón
Arms of Flanders.svg Roberto II de Flandes
Blason province fr Provence.svg Raimundo IV de Tolosa
Arms of William the Conqueror (1066-1087).svg Roberto II de Normandía
Blason sicile famille Hauteville.svg Tancredo de Galilea
Fatimid flag.svg Al-Afdal Shahanshah
Fuerzas en combate
1.200 caballeros1
11.000 infantes1
50.0001
Bajas
Desconocidas~10.000 a 12.000

Trasfondo

Durante la marcha hacia Jerusalén, los cruzados entablaron negociaciones con los Fatimidas de Egipto para intentar llegar a un acuerdo satisfactorio para ambos sin necesidad de luchar, pero, aunque los fatimidas estaban dispuestos a ceder el control de Siria, se negaban a entregar Israel, algo inaceptable para los cruzados ya que su objetivo final era la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén. Después de un largo asedio, los fatimidas perdieron Jerusalén el 15 de julio de 1099, e inmediatamente mandaron un nuevo ejército para volver a recuperar la ciudad.
Los cruzados actuaron rápidamente. El 22 de julio Godofredo de Bouillón fue nombrado Protector del Santo Sepulcro, y Arnulfo de Chocques, nombrado Patriarca de Jerusalén el 1 de agosto, descubrió la reliquia de la Santa Cruz el 5 de agosto. Los fatimidas enviaron una embajada para advertir a los cruzados que debían abandonar Jerusalén, pero fueron ignorados. El 10 de agosto Godofredo lideró la marcha de los cruzados hacia Ascalón, a un día de marcha, mientras que Pedro el Ermitaño dirigía una procesión, tanto Católica como Ortodoxa, desde el Santo Sepulcro hasta el TemploRoberto II de Flandes y Arnulfo acompañaron a Godofredo en la vanguardia, y Raimundo IV de Tolosa y Roberto II de Normandía se quedaron en la retaguardia, bien por una discusión con Godofredo, o porque preferían conocer las dimensiones del ejército egipcio a través de sus propios exploradores. Cuando confirmaron la presencia de los egipcios, decidieron continuar en la misma formación durante el día siguiente. Cerca de Ramla se unieron con Tancredo de Hauteville y Eustaquio III de Bolonia, el hermano de Godofredo, que hacía un mes que estaban de campaña para capturar Nablus. A la cabeza del ejército Arnulfo portaba la reliquia de la Vera Cruz, mientras que Raimundo de Aguilers portaba la reliquia de la Lanza Sagrada descubierta el año anterior en Antioquía.

La batalla

El visir Al-Afdal Shahanshah encabezaba a los fatimidas, que quizás reunieron unos 50.000 efectivos (otras estimaciones van desde 20.000 a 30.000, incluso a la exageración de 200.000 de la Gesta Francorum). Su ejército estaba formado por turcos selyúcidasárabespersasarmenioskurdos, y etíopes. Pretendía sitiar a los cruzados en la misma Jerusalén, y decidió llevar con su flota la maquinaria de asedio hasta Ascalón, donde se montaría para sitiar Jerusalén. Se desconoce el número exacto de cruzados, aunque Raimundo de Aguilers los estima en 1.200 caballeros y 9.000 infantes. La estimación más alta sería de 20.000 hombres, aunque parecen demasiados a estas alturas de la Cruzada. Al-Afdal acampó en la llanura de Al-Majdal, en un valle fuera de Ascalón, preparándose para continuar la marcha hacia Jerusalén y sitiar a los cruzados. Parece ser que desconocía que los Cruzados ya habían partido hacia Ascalón. El 11 de agosto los cruzados encontraron los bueyesovejascamellos y cabras, que se habían reunido como suministro para alimentar a las fuerzas fatimidas, y que pastoreaban fuera de la ciudad. Según los prisioneros tomados por Tancredo en una escaramuza cerca de Ramla, los animales estaban allí para alentar a los cruzados a cometer saqueos, romper su orden y facilitar el ataque fatimida a Jerusalén. Sin embargo, Al-Afdal aún no sabía que los cruzados estaban en la zona y ni siquiera había contemplado la posibilidad de que hubieran salido fuera de Jerusalén. En cualquier caso, a la mañana siguiente los cruzados continuaron su marcha con los animales, lo que le daba a su ejército un aspecto mayor de lo que realmente era.
A la mañana del 12, los exploradores cruzados localizaron la ubicación del campamento fatimida y el ejército comenzó la carga. Durante la marcha se habían organizado en nueve divisiones: Godofredo lideraba el ala izquierda, Raimundo la derecha, y Tancredo, Eustaquio, Roberto de Normandía y Gastón IV de Bearnformaban el centro. Había además dos divisiones más pequeñas, y una división de infantes marchaba a la cabeza de cada una de ellas. Esta formación se mantuvo también a las afueras de Ascalón, con el centro del ejército entre la Puerta de Jerusalén y la Puerta de Jaffa, el ala derecha alineada con la costa Mediterránea, y el ala izquierda frente a la Puerta de Jaffa.
Según la mayoría de las crónicas (tanto cristianas como musulmanas), los fatimidas fueron totalmente sorprendidos y la batalla fue breve, aunque Alberto de Aquisgránafirma que la batalla se prolongó un poco más debido a la buena preparación del ejército egipcio. Las dos principales líneas de batalla se aproximaron entre la lluvia de flechas hasta que comenzó el cuerpo a cuerpo con las lanzas. Los etíopes atacaron el centro de la línea cruzada, y la vanguardia fatimida rodeó a los cruzados para atacar su retaguardia, que fue reforzada por Godofredo. A pesar de su superioridad numérica, el ejército de Al-Afdal era semejante al ejército Selyúcida al que ya se habían enfrentado los cruzados con anterioridad. La batalla tuvo lugar antes de que la caballería pesada fatimida estuviera preparada para entrar en acción. El pánico se extendió entre las tropas de Al-Afdal y comenzaron a huir hacia la seguridad que les proporcionaba la ciudad fortificada. Raimundo persiguió a algunos hasta el mar, otros trepaban a los árboles y eran abatidos con flechas, mientras que muchos morían aplastados en las aglomeraciones que se formaron a las entradas de las puertas de Ascalón. Al-Afdal dejó atrás su campamento y sus tesoros, que fueron capturados por Roberto y Tancredo. Las pérdidas cruzadas son desconocidas, pero los egipcios perdieron entre 10.000 a 12.000 hombres.

Conclusión

Los cruzados pasaron la noche en el campamento abandonado, preparando otro ataque, pero a la mañana siguiente los fatimidas decidieron retirarse a Egipto. Al-Afdal huyó en barco. Los cruzados saquearon todo lo que pudieron, incluyendo el estandarte y la tienda personal del visir, y quemaron el resto. Regresaron a Jerusalén el 13 de agosto, y después de las celebraciones tanto Godofredo como Raimundo reclamaron Ascalón. La guarnición de la ciudad al enterarse de la disputa, vio la oportunidad de no rendirse gracias a la desunión cruzada. Después de la batalla casi todos los cruzados regresaron a sus hogares en Europa al haber cumplido con éxito su voto de peregrinación. Sólo unos cuantos cientos de caballeros se quedaron en Jerusalén hasta final de año, aunque gradualmente estuvieron siendo reforzados por la llegada de nuevos peregrinos y cruzados inspirados por el éxito de la Primera Cruzada.
Ascalón permaneció bajo control fatimida y pronto fue reforzada su guarnición, convirtiéndose en la base de operaciones para las invasiones del reino de Jerusalén que Egipto llevaba a cabo cada año hasta 1153 cuando fue finalmente capturada por los cruzados en el Asedio de Ascalón.

Batalla de Ascalon.


 viene de aqui  :



  A principios de agosto, mientras Raimundo y sus tropas se bañaban en las aguas del rio Jordan, Tancredo y Eustaquio de Bolonia (hermano del rey Godofredo)  salieron de Jerusalén con un pequeño contingente en dirección a Nablus, al norte, para ponerlo bajo control cruzado.


  En el camino se toparon con un grupo  de caballeria fatimida.Sabian que el ejército egipcio se aproximaba a Jerusalen, pero no pensaban que hubieran llegado tan lejos.


  Tras una breve escaramuza, los cruzados capturaron un par de prisioneros.Tras el interrogatorio, los cruzados  se dieron cuenta de la magnitud de la amenaza fatimida.Alrededor de 25.000 hombres formaban el ejercito egipcio,formado por contingentes turcos, persas, sirios, árabes etc, y el “resto de infieles de las naciones del este “.


  Tancredo y Eustaquio enviaron varios mensajeros a los líderes cruzados en Jerusalen, informándoles de proximidad del ejercito fatimida. Los lideres cruzados, ya con el liderazgo del nuevo rey Godofredo ,decidieron salir a enfrentar a los fatimidas en campo abierto en vez de encerrarse tras las murallas de Jerusalén.


  Su intención era tomar por sorpresa  al ejército fatimida, muy superior en número, mientras estuviera en marcha y antes de que pudiera desplegarse adecuadamente. Pero el problema no era la táctica o la estrategia,el problema era volver a implicar  a los peregrinos y los soldados en la cruzada. Una vez capturada Jerusalen, la mayoría quería volver a casa cuanto antes. Godofredo decidió llevar consigo la Lanza sagrada y la Vera cruz,para que todos los soldados que habian combatido por Jerusalen lo hicieran por las reliquias sagradas del cristianismo.


  Para empeorar la situación, Raimundo volvió a Jerusalén y proclamó a los cuatro vientos que no iba a seguir al rey Godofredo nunca mas.Tambien Roberto de Normandía se negó a salir de Jerusalén con sus tropas ,indicando que era preferible permanecer en la ciudad en vez de combatir a campo abierto.


  Godofredo decidió no esperar a un cambio de actitud de los otros lideres.Acompañado de Roberto de Flandes y el patriarca Arnulfo, se puso en marcha en dirección sur, hacia Ascalon.


  Godofredo envió por delante a un grupo de exploradores, para estar perfectamente informado de los movimientos del ejercito fatimida.Tras un par de días, los exploradores volvieron y confirmaron que las tropas egipcias estaban acampadas en las afueras de la  ciudad portuaria de Ascalon.


  Godofredo envió al patriarca Arnulfo de vuelta a Jerusalen, a  rogar a los otros líderes cruzados que se pusieran en marcha.Los ruegos del patriarca y la cercanía de las tropas fatimidas convencieron por fin a Raimundo y Roberto, que se pusieron en marcha al dia siguiente, 10 de agosto.


  Viajando  todo el día y la noche siguiente, el contingente de Raimundo y Roberto logró recorrer los poco mas de 30 kilómetros que les separaban de la localidad de Ibelin, muy cerca de Ramla, en donde se reunieron con las tropas de Godofredo,Tancredo y Eustaquio.


  Al amanecer del día 11 de agosto los cruzados llegaron a Ashdod, donde se toparon con un gran número de soldados fatimidas, que se habían desplazado hasta allí para obtener agua y pastorear la enorme manada de animales que servían para alimentar a las tropas del visir egipcio Al-Afdal.


  Los cruzados exterminaron a los soldados enemigos y se apoderaron de los animales. Pero los lideres sospecharon que todo se trataba de una treta, que el ganado había sido puesto allí para detener la marcha del grupo y dar más tiempo a los fatimidas a desplegar sus tropas adecuadamente.


  Tras un breve descanso, en el que los soldados aprovecharon para devorar toda la carne que pudieron, los cruzados se pusieron en marcha, llegando al amanecer del dia 12 de agosto a la llanura de Al-Majdal, al norte de la ciudad de Ascalon.


  El ejército fatimida acampaba en la llanura, sin saber que los cruzados estaban tan cerca.

    A la vista de la ciudad, el ejército cruzado hizo un alto para desplegarse con tranquilidad, mientras el patriarca Arnulfo exhortaba a las tropas a dedicarse de lleno a la batalla y no iniciar el saqueo, bajo pena de excomunión. Habló en diferentes lenguajes: italiano, francés, griego, etc, llamando  a las tropas a permanecer unidas. Todo aquel que lo deseó confeso sus pecados y recibió el perdón divino simplemente tocando la Lanza Sagrada o la Vera Cruz.


  Tras el fin de la liturgia, los soldados formaron en cuadros según el contingente al que pertenecían, y se dirigieron hacia Ascalon.


  A la derecha marchaba el contingente de Raimundo, con su flanco derecho prácticamente caminando sobre las aguas del mar Mediterraneo.En el centro marchaban Tancredo, Roberto de Normandía y Roberto de Flandes, mientras la izquierda de la línea cruzada era para Godofredo.


  El ejército fatimida estaba aun desperezándose cuando escucharon los primeros gritos de aviso de sus centinelas. Pero era ya tarde para cualquier resistencia organizada, ya que los cruzados cayeron al mismo tiempo sobre los sorprendidos soldados. Solo un contingente de lanceros y arqueros etíopes intentaron una maniobra para tratar de detener y flaquear la izquierda cruzada, pero la caballería de Godofredo cargo rápidamente sobre ellos y los obligó a retroceder hasta un frondoso bosquecillo de sicomoros.Los infantes de Godofredo prendieron fuego al bosque, y practicaron el tiro al blanco con sus flechas con los que intentaban escapar de las llamas.

  En la derecha de la línea cruzada, la infantería de Raimundo mantuvo fijada a la infantería fatimida mientras la caballería los embolsaba y los empujaba hasta el mar, donde prácticamente  todos se ahogaron. En el centro, la carga de la caballería cruzada les llevó hasta el centro del campamento fatimida, Alli, Roberto de Normandía llegó hasta la tienda del visir Al-Afdal y se apodero de su estandarte.

 La batalla de Ascalon,obra de Jean Victor Schnetz.


  La derrota egipcia fue total.Segun los cronistas de la cruzada,"los campos estaban humedos con la sangre de los agarenos y repletos de cadaveres infieles ". Solo el visir Al-Afdal y su escolta pudieron llegar hasta Ascalon y protegerse tras sus murallas, hasta que  dias despues un barco de la flota egipcia lo rescató y lo puso a salvo.


  El botín capturado en Ascalon fue inmenso. Pocos de los soldados que mas tarde regresarían a Jerusalén no llevaban gran cantidad de riqueza con ellos.Oro, plata, 12  tipos distintos de piedras preciosas  en grandes números, centenares de caballos, armas de todo tipo, lujosos vestidos, joyas, etc


  El 13 de agosto, los cruzados iniciaban el regreso a jerusalen, transportando con ellos todo lo que pudieron llevar. Lo que no podian, lo usaron para avivar unas inmensas fogatas que incluían gran numero de cadáveres del derrotado ejercito fatimida, las tiendas, carruajes, etc, todo a la vista de los ciudadanos de Ascalon y del visir Al Afdal.


  La victoria en Ascalon fue el complemento  a la captura de Jerusalen.Aseguraba a los cruzados la posesión de Palestina y ponía un broche de oro a la primera cruzada. Tierra Santa había sido reconquistada para la cristiandad.

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