viernes, 18 de noviembre de 2016

Historia _ Las Cruzadas

primera cruzada

El sitio o toma de Antioquía fue un conflicto armado que tuvo lugar durante la primera Cruzada y que, en realidad, consistió en dos batallas. La primera, entre el 21 de octubre de 1097 y el 2 de junio de 1098, en la que los cruzadossitiaron y conquistaron Antioquía. Durante la segunda, entre el 7 y el 28 de junio de 1098, los musulmanes intentaron retomar la ciudad. Ambas batallas se saldaron con triunfo cristiano y la ciudad de Antioquía se convirtió en la capital de un nuevo estado cruzado: el Principado de Antioquía.

Sitio de Antioquía
Primera Cruzada
SiegeofAntioch.jpeg
Representación del sitio de Antioquía en una miniatura medieval.
Fecha20 de octubre de 1097 - 28 de juniode 1098
LugarAntioquía
Coordenadas36°12′N 36°09′ECoordenadas36°12′N 36°09′E (mapa)
ResultadoVictoria decisiva cruzada
ConsecuenciasCreación del Principado de Antioquía
Cambios territorialesAntioquía pasa a control cruzado
Beligerantes
Cross templars.svg CruzadosTurcos Selyúcidas
Comandantes
Blason province fr Provence.svg Raimundo IV de Tolosa
Blason Lorraine.svg Godofredo de Bouillón
Blason sicile famille Hauteville.svg Bohemundo de Tarento
Blason ville fr PuyVelay (HauteLoire).svg Ademar de Le Puy
Yaghi-Siyan

Antecedentes

Antioquía había sido recientemente arrebatada al Imperio bizantino por los selyúcidas en 1085. Las fortificaciones bizantinas databan de la época de Justiniano I pero habían sido reconstruidas y reforzadas recientemente. Como los selyúcidas habían conseguido la ciudad gracias a la traición, los muros permanecieron intactos. Su gobernador desde 1088Yaghi-Siyan, era bien consciente del ejército cruzado que en 1097 marchaba a través de Anatolia, y pidió ayuda sin éxito a los estados musulmanes vecinos. A fin de prepararse para la llegada de los francos (o frany, como los musulmanes llamaban a todos los occidentales), hizo apresar al patriarca ortodoxo de Antioquía, Juan VII el Oxita, y expulsó de la ciudad a toda la población griega y armenia ortodoxa, aunque permitió quedarse a los que profesaban la fe siríaca.

Llegada de los cruzados

Las tropas cruzadas llegaron al río Orontes, a las afueras de Antioquía, el 20 de octubre de 1097. Los tres líderes principales de la cruzada, Raimundo de TolosaGodofredo de Bouillón y Bohemundo de Tarento, no estaban de acuerdo respecto a qué estrategia adoptar. Raimundo era el único que quería lanzar un ataque directo, mientras que Godofredo y Bohemundo preferían levantar un asedio. Al final, Raimundo dio su brazo a torcer y los cruzados comenzaron el sitio a la ciudad el 21 de octubre. Las fortificaciones bizantinas eran lo bastante fuertes como para resistir un ataque directo, aunque Yaghi-Siyan no habría tenido suficientes hombres como para defender adecuadamente la ciudad, de modo que se sintió aliviado al comprobar que los cruzados habían decidido no atacar inmediatamente.
Bohemundo acampó con sus hombres en la esquina noreste de la ciudad, frente a la Puerta de San Pablo. Raimundo estableció su campamento más al oeste, frente a la Puerta del Perro. Y Godofredo se asentó con sus fuerzas en la Puerta del Duque, aún más al oeste, en un lugar donde un puente de botes cruzaba el Orontes hacia la aldea de Talenki. Hacia el sur se encontraba la Torre de las Dos Hermanas y, en la esquina noroeste, la Puerta de San Jorge que, al no estar bloqueada por los cruzados, fue utilizada durante todo el asedio para introducir alimentos en la ciudad. Al sur y al este se hallaba la zona de colinas conocida como Monte Silpius, donde se encontraban la ciudadela y la Puerta de Hierro.

Primer asedio

A mediados de noviembre se sumó a la fuerza sitiadora con sus hombres el sobrino de Bohemundo, TancredoPríncipe de Galilea, y una flota genovesa llegó al puerto de San Simeón, actual Samandağ, cargada de suministros. El asedio prosiguió, y en diciembre Godofredo cayó enfermo, al tiempo que los suministros empezaban a escasear y se cernía sobre los cruzados la amenaza del invierno. Ante lo desesperado de la situación, Roberto II de Flandes tomó unos 20.000 hombres y se desplazó al sur para recoger toda la comida posible. Aprovechando su ausencia, Yaghi-Siyan ordenó realizar una salida a través de la Puerta de San Jorge y atacó el campamento de Raimundo al otro lado del río, en Talenki. Este logró rechazar el ataque, pero no fue capaz de capturar la ciudad en la confusión de la retirada.
Mientras tanto, Bohemundo y Roberto fueron atacados en sus campamentos por Duqaq de Damasco, quien había marchado hacia el norte en ayuda de Antioquía. Aunque los cruzados lograron la victoria, se vieron obligados a retirarse de las afueras de la ciudad con muy poca comida. El mes acabó con malos presagios para ambos bandos: hubo un terremoto el 30 de diciembre, apareció la aurora polar la noche siguiente, y las semanas posteriores trajeron tal cantidad de lluvias y tiempo frío, totalmente alejadas del clima habitual, que Duqaq tuvo que volver a casa sin proseguir su enfrentamiento con los cruzados.

Hambre

A causa de la escasez de alimentos, hubo mucha hambre en el campamento cruzado, lo que ocasionó la muerte de hombres y caballos: uno de cada siete hombres era incapaz de moverse por la desnutrición, y solo 700 caballos sobrevivieron. Se dice en las crónicas que algunos de los soldados más pobres, restos de la Cruzada de los pobres liderada por Pedro de Amiens el Ermitaño, se convirtieron en caníbales, alimentándose con los cuerpos de turcos muertos. Otros comieron caballos, aunque algunos caballeros prefirieron morirse de hambre. Los cristianos locales, así como el patriarca ortodoxo exiliado Simeón, que ahora residía en Chipre, trataron de hacer llegar alimentos a los cruzados, pero eso no aplacó el hambre. Las deserciones empezaron hacia enero de 1098, incluyendo a Pedro el Ermitaño, aunque este fue pronto localizado y devuelto al campamento por Tancredo, con su prestigio muy disminuido.

La marcha de Taticio

En febrero, el general y legado del Imperio bizantino Taticio, que había permanecido con los cruzados como asesor y representante del emperador Alejo I Comneno, abandonó de pronto el ejército cruzado. Según Ana Comnena, que presumiblemente habló con el propio Taticio, los cruzados se negaban a escuchar sus consejos y Bohemundo le había informado de que los demás líderes estaban planeando matarle, pues creían que Alejo estaba conspirando secretamente con los turcos. Bohemundo, por otra parte, afirmó que la marcha de Taticio constituía traición o cobardía, razón suficiente como para anular cualquier obligación de devolver Antioquía a los bizantinos, y que él también se iría a no ser que se le permitiera quedarse con Antioquía una vez capturada.
Sabedores de que Bohemundo planeaba tomar la ciudad para sí mismo, y de que probablemente él era el responsable de haber provocado la marcha de Taticio con el fin de hacerse más fácilmente con el control, Godofredo y Raimundo no cedieron a su chantaje, pero los caballeros inferiores y los soldados querían ver reconocidas las demandas de Bohemundo y él se ganó sus simpatías. Durante estos hechos, Yaghi-Siyan seguía buscando ayuda de sus vecinos, y un ejército bajo el mando de Ridwanllegó a Antioquía procedente de Alepo. Como Duqaq antes que él, también fue derrotado y tuvo que retirarse tras una batalla en Harim, a las afueras de Antioquía, el 9 de febrero.

Refuerzos ingleses

En marzo, una flota inglesa dirigida por Edgar Atheling, depuesto rey de Inglaterra, llegó al puerto de San Simeón desde Constantinopla, donde vivía exiliado. Trajeron material para la construcción de máquinas de asedio, pero casi se pierde el 6 de marzo, cuando Raimundo y Bohemundo (ninguno de los cuales confiaba en el otro lo suficiente como para permitirle la entrega del material por su cuenta) fueron atacados en el camino de vuelta a Antioquía por un destacamento de Yaghi-Siyan. Con la ayuda de Godofredo, sin embargo, el destacamento fue derrotado y los materiales fueron recuperados. Aunque la flota y el material militar habían sido proporcionados por el emperador Alejo a Edgar, los cruzados no consideraron que se tratara de asistencia directa bizantina. Se pusieron a trabajar en la construcción de máquinas de asedio y de una fortaleza, llamada La Mahomerie, que bloqueara la Puerta del Puente y evitara que Yaghi-Siyan atacara la línea de suministro de los cruzados que se iniciaba en los puertos de San Simeón y Alejandreta. También repararon el monasterio abandonado al oeste de la Puerta de San Jorge que todavía se utilizaba para el suministro de alimentos a la ciudad. Tancredo, con 400 marcos de plata, guarnicionó el antiguo monasterio, al que se refieren las crónicas como el «Fuerte de Tancredo», mientras que Raimundo de Tolosa se hizo con el control de La Mahomerie. Acordonada la, hasta entonces, bien defendida ciudad, el asedio comenzó a producir efectos y la alimentación de los cruzados mejoró con la llegada de la primavera.

La embajada fatimí

En abril, una embajada fatimí procedente de Egipto llegó al campamento cruzado con la esperanza de establecer una paz con los cristianos que eran, al fin y al cabo, enemigos de sus enemigos, los Selyúcidas. Pedro el Ermitaño, que dominaba el árabe, fue enviado a negociar, pero sin éxito. Los fatimíes, que consideraban a los cruzados simples mercenarios a sueldo de los bizantinos, estaban dispuestos a tolerar que los cristianos se adueñaran de Siria siempre que no atacaran la Palestinafatimí, situación de hecho aceptada por Egipto y Bizancio antes de las invasiones turcas. Pero los cruzados no podían aceptar ninguna solución que no les diera el control de Jerusalén. Los fatimíes fueron tratados con hospitalidad y agasajados con regalos procedentes del botín obtenido de los turcos derrotados en marzo, pero no se llegó a ningún acuerdo definitivo.
La masacre de Antioquía, por Gustave Doré.

Captura de Antioquía

El asedio continuó y, a finales de mayo de 1098, un ejército musulmán procedente de Mosul bajo el mando de Kerbogha se aproximó a Antioquía. Este ejército era mucho más grande que los enviados previamente para levantar el asedio. Ridwan y Duqaq se unieron a Kerbogha y bajo su mando se hallaban también tropas persas y de la dinastía ortúquida de Mesopotamia. Los cruzados pudieron prepararse con antelación para su llegada porque Kerbogha atacó primero Edesa durante tres semanas, enclave que no pudo recapturar de Balduino de Boulogne, que la había conquistado en 1098.
Los cruzados sabían que tendrían que tomar la ciudad antes de que llegara Kerbogha si querían tener alguna oportunidad de sobrevivir. Bohemundo trabó conocimiento en secreto con Firuz, un mercenario armenio que controlaba la Torre de las Dos Hermanas y que, deseoso de vengarse de Yaghi-Siyan por haberle confiscado sus bienes, consintió en ser sobornado para abrir las puertas.1 Convenida la traición, Bohemundo ofreció a los demás líderes dejarles entrar, a través de Firuz, si aceptaban que él tomase la ciudad para sí. Raimundo enfureció y sostuvo que la ciudad debía ser entregada al emperador Alejo, como así lo habían acordado en Constantinopla el año anterior, pero los demás, ante lo desesperado de la situación, accedieron a sus demandas.
A pesar de ello, el 2 de junio, Esteban de Blois y algunos otros cruzados abandonaron el ejército. Unas horas más tarde, Firuz dio instrucciones a Bohemundo para que fingiera una marcha al encuentro de Kerbogha y, a continuación, regresara a la ciudad por la noche y escalara los muros con su ayuda. Así lo hicieron, Firuz abrió las puertas y se produjo una masacre. Los cristianos que quedaban en la ciudad abrieron las otras puertas y muchos participaron en la matanza, aniquilando a tantos turcos como pudieron. Los cruzados, además de a musulmalnes, mataron también a algunos cristianos, incluyendo al hermano de Firuz. Yaghi-Siyan huyó, pero fue capturado en las afueras de la ciudad, decapitado y su cabeza entregada a Bohemundo.

El segundo asedio

AntiochRamparts.jpg
Al final del día 3 de junio, los cruzados tenían el control de la mayor parte de la ciudad, a excepción de la ciudadela, que permaneció en manos del hijo de Yaghi-Siyan, Shams ad-Daulah. Juan el Oxita fue rehabilitado como patriarca por Ademar de Monteil, el legado papal, que deseaba mantener buenas relaciones con los bizantinos, especialmente al ver como Bohemundo pretendía quedarse la ciudad para él. Sin embargo, había escasez de alimentos, y el ejército de Kerbogha se acercaba. Llegó dos días después, el 5 de junio, e intentó, sin éxito, tomar por asalto la ciudad el 7 de junio. Para el 9 de junio, ya había completado su asedio en todo el perímetro de Antioquía.
Más cruzados habían desertado antes de que Kerbogha llegara y se unieron a Esteban de Blois en Tarso. Esteban había visto al ejército de Kerbogha acampado cerca de Antioquía y asumió que toda esperanza era vana. Los desertores confirmaron sus temores. En el camino de regreso a Constantinopla se encontraron con Alejo, que se dirigía a ayudar a los cruzados y no sabía ni que habían conquistado la ciudad ni que ahora ellos mismos estaban sitiados. Esteban le convenció de que el resto de los cruzados estaban prácticamente muertos y sus fuerzas de reconocimiento le informaron de que había otro ejército selyúcida en Anatolia. Así que el emperador decidió volver a Constantinopla y no plantar batalla.

Descubrimiento de la Lanza Sagrada

Mientras tanto, en Antioquía, el 10 de junio, un pobre e insignificante monje llamado Pedro Bartolomé dio a conocer que había tenido visiones de San Andrés, quien le dijo que la Lanza Sagrada estaba dentro de la ciudad, enterrada en la catedral de San Pedro. Los hambrientos cruzados eran propensos a visiones y alucinaciones, y otro monje llamado Esteban de Valence afirmó haber visto a Cristo y a la Virgen María. El 14 de junio un meteoro fue visto caer en el campamento enemigo, lo que se interpretó como un buen augurio. Aunque Ademar desconfiaba de Pedro porque había visto una reliquia de la Santa Lanza en Constantinopla, Raimundo le creyó. El día siguiente por la mañana, 15 de junio, doce hombres entre los que se encontraban el conde Raimundo de Tolosa, el historiador Raimundo de Aguilers y Guillermo, obispo de Orange, empezaron a cavar en el sitio indicado en busca de la reliquia. Cavaron sin éxito durante todo el día y el conde abandonó decepcionado. Entonces, Pedro Bartolomé saltó al hoyo y enseguida descubrió una pieza de hierro que, posteriormente, la práctica totalidad del ejército creyó ser la verdadera reliquia de la Lanza Sagrada.2 Raimundo lo consideró como una señal divina de que sobrevivirían y, en lugar de rendirse, se preparó para la batalla final. Pedro informó posteriormente de otra visión en la que San Andrés ordenaba al ejército cruzado ayunar durante cinco días —aunque ya se estaban muriendo de hambre— y les prometía la victoria si eran capaces de cumplir el ayuno.
Bohemundo también se mostró escéptico sobre la Santa Lanza, pero no hay duda de que su descubrimiento aumentó la moral de los cruzados. También es posible que Pedro pusiera en boca de San Andrés lo que sabía que era la voluntad de Bohemundo. Este conocía, a través de espías situados en el campamento de Kerbogha, que las diferentes facciones enemigas distaban mucho de presentar un frente unido. De hecho, el propio Kerbogha era sospechoso, a los ojos de varios emires, de pretender la soberanía de Siria y era considerado más peligroso para sus intereses que los invasores cristianos.
El 27 de junio, Pedro el Ermitaño fue enviado por Bohemundo a negociar con Kerbogha. Las negociaciones no llegaron a buen puerto y la batalla contra los turcos devino inevitable. Bohemundo organizó su ejército en seis divisiones. Se puso al mando de una de ellas y encargó la jefatura de las otras cinco a los siguientes líderes cruzados: Hugo I de Vermandois y Roberto II de Flandes, Godofredo, Roberto II de Normandía, Ademar de Monteil, y Tancredo y Gastón IV de Bearne. Raimundo, que había caído enfermo, permaneció dentro de la ciudad, con doscientos hombres, cercando y vigilando la ciudadela que se hallaba todavía en manos de Ahmed Ibn Marwan.3

Batalla de Antioquía

El lunes, 28 de junio, los cruzados salieron por la puerta de la ciudad con Raimundo de Aguilers llevando la Lanza Sagrada delante de ellos. Kerbogha desoyó el consejo de su comandante militar que le recomendó atacar las divisiones cristianas una por una y prefirió esperar a que estuvieran todas plantadas en el campo de batalla para acabar con ellas de un solo golpe. Cuando se completó el despliegue comprobó que había subestimado su tamaño, dudó de sus fuerzas y envió un emisario para discutir los términos de una tregua, pero los francos no quisieron oírlo y continuaron su avance.4 Fingió entonces retirarse para atraer a los cruzados a un terreno más difícil mientras sus arqueros castigaban constantemente el avance enemigo. También envió un destacamento al flanco izquierdo cristiano que no estaba protegido por el río, pero Bohemundo había previsto la eventualidad y rápidamente formó una séptima división bajo el mando de Reginald de Toul que frustró la maniobra.5 Los turcos estaban causando muchas bajas, incluido el portaestandarte de Ademar, y Kerbogha ordenó incendiar el campo de batalla entre su posición y los cruzados, sin que esta medida disuadiera a los cristianos. Afirmaban que San JorgeSan Demetrio y San Mauricio cabalgaban y luchaban a su lado. La batalla fue breve. Antes de que los cruzados llegaran a la línea de Kerbogha, Duqaq y muchos otros emires habían desertado. Con ello, la ventaja numérica del ejéricito turco quedó neutralizada y muy pronto las fuerzas que quedaban emprendieron la retirada.

Consecuencias

Al huir Kerbogha, la ciudadela comandada por Ahmed ibn Marwan se rindió, pero no a Raimundo, sino a Bohemundo. Parece ser que así se había acordado previamente. Como todos esperaban, Bohemundo reclamó la ciudad como suya aunque Ademar y Raimundo manifestaron su disconformidad. Hugo de Vermandois y Balduino de Hainaut fueron enviados a Constantinopla. Balduino desapareció tras una emboscada sufrida en el camino. Cuando Hugo alcanzó al emperador a las puertas de la capital de imperio, Alejo manifestó su impotencia para enviar una expedición que consiguiera reclamar su soberanía sobre Antioquía teniendo en cuenta lo avanzado de la estación veraniega. Había que esperar.

Sitio de Antioquia del 21 de octubre de 1907 al 2 de junio de 1098
sitio de antioquiaEl 21 de octubre de 1097 el ejército cristiano participante en la 1ª Cruzada se presentó ante las murallas de la ciudad de Antioquia. Era una gran ciudad, con unos 40.000 habitantes, con sólidas murallas, de unos 12 km, con muros de unos 10 metros y unas 400 torres fortificadas de unos 20 metros de altura, con una guarnición unos 7000 soldados, formada por turcos y sirios, aunque no los suficientes para poder controlar las murallas y el interior de la ciudad al mismo tiempo. Estaban mandados por el Gobernador Yagni Siyan.
Esta ciudad era clave para los cristianos para así poder asegurar sus líneas de aprovisionamiento.
Bohemundo colocó su campamento frente a la puerta de San Pablo, con Raimundo a la derecha frente a la puerta del Perro y Godofredo mucho más a la derecha en la puerta del Duque.
Al ser una ciudad grande y con solidas murallas, un ataque frontal era mortal de necesidad para los asaltantes, por lo cual la mejor decisión era tomarla por asedio. Solo Raimundo era partidario de un ataque frontal, el resto de líderes preferían esperar la llegada de refuerzos y evitar así la perdida de sus soldados.
Los dos bandos empezaron a mover sus peones, los cristianos, con los que estaban dentro de la ciudad, que saboteaban los esfuerzos de los turcos en reforzar sus defensas y los turcos de dos formas, consiguiendo información por medio de los comerciantes que estaban en los campamentos cristianos y atacando por parte de la guarnición de la población de Harim, a los suministros cristianos.
Hasta que Bohemundo decidió destruir esta población de Harim, usando numerosos ingenios de asedios que llegaron desde Génova a mediados de noviembre al puerto de San Simeón.
Para proteger el campamento de posibles salidas de los turcos se construyó en la ladera del monte Silpius, cerca de la muralla de la Puerta de Hierro, una torre que se llamó de Malregard.
Al llegar el invierno, llegaron los problemas, como no habían tenido la precaución de guardar alimentos, los cruzados se encontraron con escasez de ellos y esto hizo que después de Navidad Bohemundo y Roberto de Flandes, con la mitad de los cruzados, saliera en busca de alimentos en los pueblos de los alrededores. Esto hizo que los asediados ante las noticias de que venía un ejército desde Damasco a ayudarles, al mando del emir Dudak y pensando que este podía acabar con el grupo de Bohemundo y Roberto de Flandes, pensó en que él podía con el otro grupo de cruzados.
La noche del 29 de diciembre, las tropas turcas salieron y atacaron el campamento de Raimundo. Pero tras unos momentos de confusión, los caballeros cristianos se reagruparon y contraatacaron a los turcos , poniéndoles en huida, algunos caballeros les persiguieron y hasta lograron entrar en la ciudad, pero era tal la confusión y la oscuridad que ante la amenaza de un contraataque se retiraron a su campamento.
El día 31 de diciembre el ejército de Damasco, cayó sobre el grupo comandado por Roberto de Flandes en las cercanías de Albara. El ejército cruzado se vio sorprendido, ya que desconocía la llegada de este contingente turco. Pero tuvieron la suerte de que un campesino aviso a Bohemundo de este ataque y puso ayudar atacando la retaguardia turca, lo que les obligo a retirarse con grandes pérdidas. Antes este ataque y sus perdida los cruzados decidieron saquear un par de pueblos cercanos y volver al campamento en Antioquía, con bastantes menos provisiones de las necesarias.
En estos días de diciembre, la situación cristiana se volvía insostenible, la lluvia era incesante y el frío tan intenso que se colaba entre las ropas de los soldados y así mismo se produjeron dos acontecimientos que eran considerados como un mal presagio. Un terremoto y una aurora boreal.
Aunque estos malos fenómenos atmosféricos también obligaron a las tropas del Emir a retirarse y abandonar así a la ciudad de Antioquia a su suerte.
A primeros de febrero de 1098, el representante del emperador bizantino se fue de Antioquia con la excusa, que se marchaba para organizar mejor el aprovisionamiento del ejército cruzado. Los líderes cruzados no se lo tomaron bien y le trataron de desertor y cobarde. Esto más tarde fue aprovechado por Bohemundo para no devolver Antioquía al Imperio bizantino.
Los cruzados tuvieron noticias de la cercanía de otro ejército turco, al mando de Ridvan de Alepo, con unos 12.000 soldados. Una vez reunidos los líderes cristianos, decidieron tenderles una emboscada, en un pequeño paso entre el río Orontes y el lago de Antioquía. Bohemundo distribuyo a sus caballeros en 6 grupos (aproximadamente unos 700 caballeros), cinco de ellos fueron atacando en oleadas, uno tras otro, el sexto grupo se quedó en la reserva. A pesar de la superioridad numérica de los turcos al ser un terreno estrecho, ante esta emboscada los turcos salieron en retirada y fueron masacrados.
Los turcos en huida pasaron por Harim y a ellos se unieron la pequeña guarnición de la ciudad, dejando la ciudad desprotegida, cosa que aprovecharon los cristianos para ocuparla.
El 4 de marzo una flota de barcos ingleses, dirigida por el depuesto rey de Inglaterra Edgar Atheling, llego al puerto de san Simeón, desde Constantinopla, en ella venían muchos peregrinos italianos, gran cantidad de alimentos y materiales para la construcción de máquinas de asedio Bohemundo y Raimundo se acercaron con unos pocos caballeros para escoltar a los recién llegados y sobre todo a las mercancías que tenían para ellos. Al volver fueron atacados por los turcos que habían decidido salir de la ciudad, los peregrinos sin formación militar huyeron en todas direcciones y los caballeros se tuvieron que enfrentar solos a los turcos. El gobernador de Antioquia creyó que era una buena oportunidad de destruir al ejército cruzado y ordeno que saliera otro grupo de soldados de caballería, tras su salida, cerró todas las puertas a cal y canto. Con lo cual les obligada a su caballería a luchar o morir. La rápida llegada de Godofredo con un gran número de cruzados, obligo a los turcos a retirarse, pero al no poder entrar en la ciudad fueron masacrados.
Con el material recibido, construyeron una fortaleza, sobre los restos de la mezquita del cementerio, que protegía la llegada desde el puerto, que llamaron Mahomeria  y fue dirigida por Raimundo de Tolosa y sus tropas. Así mismo construyeron una torre para controlar la puerta de San Jorge, en el sur de la ciudad y fue dado el nombre de fortaleza de Tancredo, la cual se encargó el propio Tancredo. Sito de antioquia 1098
Después de un invierno muy lluvioso, con emboscadas y escaramuzas turcas, que limitaban el aprovisionamiento constante desde el puerto cruzado de San Simeón, y agravado por numerosas enfermedades, hizo que los cruzados se desesperaran, sus caballos habían mermado, un mes después de llegar ya solo quedaban unos 800 caballos. Muchos soldados habían muerto o desertado y para más inri les llegaban noticias de que un gran ejército turco al mando del gobernador de Mosul, Kerboga, estaba a punto de llegar a socorrer a la ciudad.
En abril, una embajada fatimí procedente de Egipto llegó al campamento cruzado con la esperanza de establecer una paz con los cristianos que eran enemigos a su vez de los turcos Selyúcidas. Pedro el Ermitaño, fue enviado a negociar, pero sin éxito. Los fatimíes, que consideraban a los cruzados unos mercenarios a sueldo de los bizantinos, estaban dispuestos a dejar que los cristianos se adueñaran de toda Siria siempre que no atacaran la Palestina, dominada por los Egipcios. Pero los cruzados no estaban dispuestos a aceptar algo que no les diera el control de Jerusalén. Los fatimíes fueron tratados con hospitalidad y agasajados con regalos procedentes del botín obtenido de los turcos derrotados en marzo, pero no se llegó a ningún acuerdo definitivo y estos abandonaron las negociaciones.
Afortunadamente para los cruzados, uno de su generales Bohemundo, tenía conversaciones secretas con un traidor dentro de la fortaleza, un oficial de origen Armenio llamado Firuz y la noche del 2-3 de junio de 1908, este traidor ayudo a un pequeño grupo de soldados a penetrar en la ciudad a través de una torre sin vigilancia, la torre de las dos Hermanas, por la cual unos 60 caballeros, escalaron y lograron abrir la puerta de San Jorge, por ella se colaron y con la ayuda de Griegos y Armenios cristianos, masacraron a más de 10.000 habitantes de la ciudad. Solo pudieron hacerse con la ciudad, ya que la ciudadela del monte Sifius, aun resistía, en la cual se habían guarecido los supervivientes de la guarnición junto al hijo de Yaghi, Shams ab Daulah.
Yaghi-Siyan huyó, pero fue capturado en las afueras de la ciudad, decapitado y su cabeza entregada a Bohemundo.
Tras dos intentos de tomarla y salir herido en uno de ellos Bohemundo desistió de atacar la ciudadela.
Batalla de Antioquía del 7 de junio al 28 de junio de 1098
Al día siguiente se cumplieron los peores pronósticos, el ejército anunciado al mando de Kerboga comenzó a acercarse a las murallas. Un ejército que según las crónicas estaba formado en cientos de miles de soldados, reclutados en todas las ciudades turcas de Siria y que superaban en dos a uno a los soldados cruzados.
El ejército cruzado tenía la protección de las murallas, pero tenía un problema, estaban aislados de sus suministros, con pocos caballos y sin provisiones, encontrándose en una situación muy desesperada. Quedándoles la única esperanza de que fueran socorridos por el Emperador bizantino Alejo Commeno, que tenían noticias que avanzaba hacia Antioquia con un gran ejército.
Pero esta ayuda no llegaría ya que algunos de los caballeros cruzados, Guillermo de Grand-Mesnil (cuñado de Bohemundo) y Esteban de Blois, desertaron de la ciudad sitiada y llegaron junto al emperador diciéndole que el ejército cruzado era imposible de salvar, y que un gran ejército turco planeaba atacarles si iban en auxilio de Antioquia. El emperador decidió retirarse
Esta noticia propició numerosas deserciones y obligo al legado papal Ademar de Le Puy a hacerles jurar a todos los líderes cruzados que lucharían hasta la muerte.
El ejército turco de Kerboga, en un inicio atacó los puestos avanzados Cruzados, a los que obligaba a refugiarse en la ciudad, en estos combates, lo peor es que el número de caballos fue mermando.
Seguidamente intentó un ataque coordinado con los turcos refugiados en la ciudadela, ya al mando de un hombre de su confianza, Ahmed Ibn Marwan, como consecuencia de este, estuvieron a punto de entrar en la ciudad, pero no lo consumaron.
Esto posibilitó que Kerboga tomara la misma decisión que los cruzados al principio, asediar la ciudad, la cual inició el 14 de junio, colocando grandes contingentes de tropas, sobre todo infantería frente a las principales puertas de la ciudad. Y el estableció su cuartel general con la mayor parte de su caballería a unos 3 km al norte de la ciudad.
En este punto, la mayor parte de los soldados cruzados estaban muriendo de hambre. El 11 de junio un monje llamado Esteban de Valencia, dijo haber tenido una visión en la cual cristo prometía ayudar al ejercito cristiano. Y otro monje Pedro Bartolomé también tuvo visiones sobre la lanza sagrada, la utilizada para atravesar el costado de cristo el día de su crucifixión. La cual apareció enterrada en la iglesia de San Pedro de la ciudad de Antioquia. Estos acontecimientos y sobre todo el segundo hicieron que la moral subiera, se celebraran multitud de procesiones y oraciones de agradecimiento.
Esto hizo que se plantearan en romper el cerco o morir, ya que se habían desvanecido todas las esperanzas de la llegada del ejército de rescate bizantino.
El 20 de junio todos los líderes cruzados eligieron como comandante en jefe de todo el ejército al príncipe Bohemundo, para que liderase la batalla. Bohemundo lo planificó todo y el 28 de junio el ejército cruzado estaba preparado.
Los preparativos fueron seguidos por los turcos de la ciudadela, que avisaron por medio de una bandera negra a sus compatriotas de fuera de las murallas, pero estos no se lo tomaron demasiado en serio y prestaron poca atención a prepararse, incluso narran los cronistas de la época que Kerboga se quedó en su tienda jugando al ajedrez y discutiendo sobre los pasos adecuados que debía dar.
Por ello cuando los cristianos salieron de la ciudad, los turcos seguían en sus mismas posiciones, divididos en las numerosas puertas y el mayor contingente a 3 km de la ciudad.
Los cruzados, más experimentados en las batallas y con apenas 200 caballos útiles, se dispusieron a plantar cara a los turcos.
Los cruzados se dividieron en cuatro grupos.
1º Grupo provenzal: Al mando de Ademar de Le Puy, ya que el Conde Raimundo de Toulouse, estaba enfermo y se quedó dentro de la ciudad con unos 200 hombres.
2º Grupo Norte Francés: Al mando conjunto del Conde Roberto de Flandes y del Duque Roberto de Normandía.
3º Grupo lontaringio: Comandado por el Duque Godofredo de Lorena
4º Grupo de retaguardia: Al mando de Bohemundo, que se mantuvo como reserva.
Los cruzados salieron de la ciudad sin apenas oposición, por la puerta sudoeste, la puerta del puente, a la cual acudieron unos 2000 jinetes arqueros turcomanos, pero ante los disparos de los arqueros cruzados a sus caballos, los turcos se batieron en retirada
Todos los grupos cruzados al salir del puente giraron a la derecha, marchando a lo largo de la ribera del río Orontes, el cual les servía de protección para su flanco derecho, enfrentándose gradualmente a la infantería turca.
El ejército provenzal, se encaminó directamente hacia las montañas que estaban a unos 3 km. La infantería iba enfrente protegiendo a la caballería. Tenían que atravesar terreno abierto y peligroso. Y muchas de las partidas de turcos que iban hacia la batalla, se desviaban con la tentación de atacarlos. Esto hizo que las unidades de caballería que iban hacia la batalla malgastaran muchas de sus fuerzas contra el grupo más pequeño de los cruzados. Fueron rodeados por los turcos, ante esto los francos enviaron un grupo de infantería para que ayudara, pero este grupo fue aniquilado, pero le dio el tiempo suficiente a que Bohemundo saliera en su ayuda y los provenzales alcanzaran su objetivo las montañas. Desde donde pudieron ahuyentar a sus atacantes.
En este punto Kerboga ya había cometido muchos errores tácticos, situar a su fuerza principal muy lejos a 3 km, disponer pocos jinetes de apoyo a su infantería destinada a vigilar las puertas, dejar que el grupo de Ademar se situara en las montañas y permitir que sus unidades entraran en combate de una en una sin un plan del todo coherente.
Finalmente el ejército de Kerboga alcanzo el campo de batalla por la izquierda de los francos del norte. Pero no pudieron apoyar a los turcos que se retiraban ya que tenían la amenaza del grupo de Ademar. Si el ejército turco avanzaba los cristianos apostados en la montaña atacarían el flanco derecho turco, totalmente desprotegido.
Esto le hizo dudar a Kerboga sobre todo porque desconfiaba que sus aliados en estas circunstancias adversas cooperasen en el campo de batalla. Esta duda y la noticia de que los cristianos habían tomado el campamento turco de la puerta del puente. Por lo cual decidió retirarse, tanto de la ciudad como de la región.
Su retirada permitió a los cruzados masacrar a los acompañantes civiles del ejército turco y al contingente que protegía la puerta del puente.
Al huir Kerbogha, la ciudadela comandada por Ahmed ibn Marwan se rindió, pero no a Raimundo, sino a Bohemundo. Parece ser que así se había acordado previamente. Como todos esperaban, Bohemundo reclamó la ciudad como suya aunque Ademar y Raimundo manifestaron su disconformidad.
Esta batalla fue una gran victoria cruzada, sin la cual la primera cruzada hubiera fracasado y no hubiera alcanzado Jerusalén.
Permitió reabrir de nuevo la ruta del puerto de aprovisionamiento, descansar y reponerse de este asedio y sus secuelas y sobre todo consolidar su posición en Antioquía y sus alrededores. Convirtiéndose en la capital del nuevo estado cruzado, el Principado de Antioquía
Comandantes Cruzados
  • Raimundo IV de Tolosa
  • Godofredo de Buillón
  • Bohemundo de Tarento
  • Ademar de Le Puy
Comandantes Turcos Selyúcidas
  • Yaghi Siyan
  • Kerbogha de Mosul
Fuerzas que combatieron en la batalla final
  • Fuerzas Cruzadas: 200 caballería pesada y unos 20.000 entre caballeros sin montura, infantería.
  • Fuerzas Turcas: Se cree que eran una proporción de 2-3 a 1 con los cruzados, por lo tanto entre 40.000 a 60.000 hombres entre caballería e infantería.

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