Aparador es un mueble grande con cajones y armarios, que aparece en diferentes contextos y con utilidad similar: guardar o almacenar objetos de uso cotidiano.
Etimología y usos
La palabra, del latín «apparātor, -ōris», se utiliza, como sustantivo, para denominar varios tipos de mueble.2 El más común es el elemento que en el mobiliario doméstico se dedica a guardar la vajilla, cubertería, mantelería y demás objetos relacionados con el servicio de mesa. En el espacio eclesiástico se reconoce como aparador a la mesa donde se depositan algunos objetos de la misa, junto al altar. También se llama así al mueble de trabajo u obrador en los talleres artesanos. En arquitectura se le relaciona con el vasar, por cumplir el mismo servicio, y en el mundo del comercio se identifica aparador con el escaparate de una tienda. Tuvo el uso antiguo de guardarropa que aún conserva en Filipinas.3
Evolución industrial
El viejo aparador de maderas más o menos nobles, mueble anticuado y voluminoso en su origen, ha sido recuperado por la industria del mueble fusionando su diseño tradicional con nuevas propuestas, ajustando tamaños, colores y materiales de fabricación a su funcionalidad en espacios domésticos como el recibidor o el cuarto de baño.
El arcón (o arca en sus dimensiones menores) es un mueble en forma de caja cerrada, que se destina a guardar objetos varios como ropa de cama, enseres, etc. El arcón y otros muebles similares (ver último epígrafe) cuyo destino es el estar en las habitaciones se apoyan sobre pies más o menos elevados o sobre un banquillo salvo las arquetas y cofrecillos debido a sus pequeñas dimensiones.
Historia
El arca y el cofre de madera y con pies elevados se ha descubierto en tumbas egipcias como la de Amenhotep III del siglo XV a. C. adornados con incrustaciones y pinturas. Entre los griegos, el arca tenía forma cuadrangular y pies cortos. Siguió con esta misma forma entre los romanos quienes la reforzaban con placas de hierro o de bronce. Durante el Imperio, llegaron a tener cerradura y llave ambas en materiales como el bronce o el hierro. Durante la Edad Media se recubrían con piel o con tela pintada y se reforzaban con herrajes o se adornaban con guarniciones de metal, constituyendo el arca uno de los principales muebles de las habitaciones. Las de marfil o de plata o de bronce esmaltado, bastante comunes en la Edad Media eran arquetas para guardar joyas o para contener reliquias.
Desde el siglo XIV aparecen las arcas y los cofres adornados con relieves o con guadameciles repujados y en ocasiones con incrustaciones permaneciendo en esta forma los tres siglos siguientes hasta que el uso de las cómodas y armarios hizo desaparecer de la habitación el arca y otros similares como objetos o muebles de lujo. En el Renacimiento, muchos cofres o arcas admiten la forma de urna con movidas líneas curvas y reciben decoraciones de gusto plateresco. Las arcas más elegantes de toda ésta época se conocen como arcas de novia o cofres nupciales porque solían enviarse por el esposo a su prometida en la víspera de la boda. De estos muebles, son famosos por sus figuras en relieve y sus incrustaciones los venecianos y florentinos del siglo XVI.
Muebles relacionados
Algunos muebles similares al arcón son los siguientes:
- Si el arcón tiene la cubierta convexa o abombada se le llama cofre.
- Si su utilización es la de gran maleta para servir en los viajes, se denomina baúl.
- Cuando la cubierta de los arcones se presenta plana o inclinada a dos vertientes se llama arqueta.
- Si la cubierta tiene forma de pirámide truncada se denomina arqueta tumbada que es propia del estilo árabe.
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