jueves, 30 de marzo de 2017

Guerra de independencia de los Estados Unidos


Batallas de España en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos


La Armada de 1779 fue una larga campaña hispano-francesa enmarcada dentro de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos y en aplicación de los acuerdos de la Alianza Franco-Americana. El plan consistía en juntar una gran flota hispano-francesa que junto a distintas maniobras de distracción por parte de la recién creada Armada estadounidense, permitiría llevar a cabo una invasión a Inglaterra. El primer paso del plan sería capturar la Isla de Wight para después capturar la base naval británica de Portsmouth la cual Francia pretendía retener tras la guerra. Finalmente, nunca hubo enfrentamientos entre flotas en el Canal y la invasión no llegó a materializarse. En Gran Bretaña la amenaza de esta flota se llegó a comparar con la de la Armada Invencible de 1588.

Armada de 1779
Guerra de Independencia de los Estados Unidos
Combat d'Ouessant juillet 1778 par Theodore Gudin.jpg
Batalla de Ushant en 1778. Enfrentamiento de dudoso resultado que animó a los franceses a formar la Gran Armada de 1779. Óleo de Theodore Gudin.
FechaJunio a septiembre de 1779
LugarCanal de La Mancha
Resultado
Victoria estratégica británica:1
  • Fracaso de la invasión hispano-francesa
  • Posteriormente se reforzaron las defensas costeras británicas
Beligerantes
Bandera de España España
Royal Standard of the King of France.svg Francia
Bandera de Reino Unido Gran Bretaña
Comandantes
Bandera de España Luis de Córdova
Royal Standard of the King of France.svg Conde de Orvilliers
Royal Standard of the King of France.svg Conde de Vaux
Bandera de Reino Unido Charles Hardy
Bandera de Reino Unido Jeffrey Amherst
Fuerzas en combate
66 Navíos de línea
30,000 soldados2
38 Navíos de línea
20,000 soldados
39,000 milicianos3
Bajas
8,000 muertos o enfermos11 Navío capturado

Antecedentes

En 1778 la Royal Navy fracasó a la hora de asegurar una victoria contra la Marina de Francia en la Batalla de Ushant en 1778 llevando a creer a los mandos navales franceses que ellos podrían haber ganado si su flota hubiera sido mayor. El 12 de abril de 1779 Francia, ligada directamente a los norteamericanos por medio de la Alianza Franco-Americana, firmó el Tratado de Aranjuez, un pacto secreto con los españoles que les involucraba en la guerra contra Gran Bretaña. Temerosos de las consecuencias en su propio imperio americano, los españoles no apoyaban abiertamente a los rebeldes americanos en su lucha contra la dominación inglesa, pero de buen grado participaban directamente en operaciones contra intereses británicos. España en realidad lo que buscaba era recuperar varios territorios , especialmente la fortaleza de Gibraltar, la cual confiere a su poseedor un considerable poder e influencia sobre la entrada al Mediterráneo.
El 3 de junio de 1779 la flota francesa asentada en Brest, inesperadamente, abandona el puerto con rumbo Sur. Mientras, el 16 de junio de ese mismo año, España declara oficialmente la guerra a Gran Bretaña.

Reunión de fuerzas

El plan era que la flota francesa formada por 30 navíos de línea, gran número de pequeños navíos y comandada por el Conde de Orvilliers (quien también había dirigido la flota en Ushant), se encontrara con la flota española en las Islas Sisargas cerca de La Coruña. Pero cuando los franceses llegaron al punto de encuentro la flota española no estaba allí porque (según dijeron más tarde los españoles) los vientos no fueron favorables. A d'Orvilliers no le quedó más remedio que esperar allí.
Los barcos que habían partido deliberadamente de Brest con antelación lo hicieron cargados con una gran cantidad de provisiones para prevenir un posible bloqueo por parte de los ingleses. La larga espera se prolongó durante varias semanas lo que motivó la aparición de graves problemas al no poder aprovisionarse en España. El escorbuto comenzó a debilitar a las tripulaciones lo que junto al calor y las insalubres condiciones de vida propiciaron la aparición del tifus y la viruela haciendo estragos entre los hombres.5
La flota española formada por 36 navíos de línea y al mando de don Luis de Córdova (quien estaba subordinado al mando francés), llegaron finalmente el 22 de julio.
Una Armada de aproximadamente 40.000 hombres comenzó a reunirse lentamente alrededor de El Havre y Saint-Malo al Norte de Francia con 400 embarcaciones para el transporte. El propósito de la flota combinada era dejar fuera de juego a la Royal Navy para que las tropas pudieran ser transportadas con seguridad a través del Canal de La Mancha, tras lo cual se establecería una base en la Isla de Wight o cerca de la costa británica.
En aquellos momentos, los británicos contaban con algo menos de 40 navíos de línea en la zona del Canal y estaban bajo las órdenes de Sir Charles Hardy de 64 años de edad, salud delicada y a quien acababan de otorgar el mando de la Flota del Canal después de llevar 20 años de servicio en tierra.
El 25 de julio, la Armada Hispano-francesa puso rumbo Norte al encuentro de la flota británica encontrándose con vientos contrarios que ralentizaron en gran medida su avance y con el paso del tiempo las enfermedades que habían azotado a los franceses (acabando incluso con el único hijo de d'Orvilliers quien servía de teniente en uno de los barcos) acabaron por propagarse también a los españoles. La flota finalmente pasó Ushant el 11 de agosto y penetró en el Canal de La Mancha.
Por otra parte, tres días después, un escuadrón bajo bandera americana pero formado en su mayoría por barcos franceses así como las tripulaciones, partía del puerto francés de Lorient con dirección Norte hacia Irlanda como maniobra de distracción. Esta flota señuelo estaba comandada por John Paul Jones, un capitán con una fama inquietante entre los británicos.6

Acción contra la Royal Navy

El HMS Ardent es capturado por las fragatas Junon y Gentille. Óleo de Auguste Louis Rossel
Lo que d'Orvilliers no sabía era que la flota británica no se encontraba en el Canal. Al almirante Hardy le había llegado noticias de que la flota combinada se había adentrado en el Atlántico en junio y decidió salir a patrullar alrededor de las Islas Sorlingas.
El 14 de agosto, el grueso de la flota hispano-francesa avistó la costa inglesa provocando entre la población una ola de pánico que no tardó en extenderse por todo el país. El 16 de agosto la flota combinada que navegaba rumbo Este por el Canal recibió órdenes de Francia de dar media vuelta ya que el gobierno había decidido que el mejor lugar para acantonar las tropas de tierra sería cerca de Falmouth en Cornualles. D'Orvilliers consideró que eso era muy mala idea y envió respuesta pidiendo al gobierno que lo reconsiderara. Al día siguiente, el HMS Ardent se topó con un escuadrón de la gran flota y fue rápidamente capturado.
Los aliados permanecieron en los alrededores de Plymouth a la espera de respuesta pero el 18 de agosto un fuerte temporal proveniente del Este los alejó hacia el Oeste hasta el océano Atlántico. Esto tuvo un resultado beneficios para los aliados pues cuando luchaban para dirigirse de nuevo rumbo Oeste, descubrieron la localización de la flota de Hardy decidiendo ir a su encuentro para neutralizarla lo antes posible pues las enfermedades y la falta de alimentos seguían causando estragos entre las tripulaciones. De este modo arrumbaron hacia las Islas Sorlingas con intención de entablar combate pero el almirante Hardy decidió evitar el enfrentamiento. El 31 de agosto, amparada por la niebla, la flota pasó casi deslizándose por Land's End y permitiendo que sus pretendidos rivales le siguieran los dirigió tan alejados como le fue posible de la vital base de Portsmouth. De forma extraordinaria, el 3 de septiembre, la flota británica totalmente intacta, alcanzó la seguridad de la bien defendida Solent preparándose allí para la batalla contra la flota hispano-francesa.
Esto supuso un grave contratiempo para los aliados. Por un lado seguían perdiendo hombres a diario debido a las enfermedades y por otro, si la invasión se continuaba posponiendo, las tropas se verían obligadas a luchar a través de Inglaterra durante el otoño y el invierno. Ese mismo día, los altos mandos de la gran flota decidieron abandonar la campaña y poner a rumbo a Brest

Consecuencias

El intento de invasión preocupó seriamente a los británicos, en especial cuando el escuadrón de John Paul Jones nada más llegar a la costa inglesa, comenzó a hostigar algunos puertos de la zona Este. Se realizaron algunas mejoras atropelladamente en las defensas costeras y se levantaron los primeros terraplenes de lo que sería con el tiempo una de las más imponentes fortalezas de Gran Bretaña, Western Heights en Dover.7 También en este tiempo se construyó la fortaleza de Gillkicker en Portsmouth.8
Para España la expedición resultó un caro desperdicio de tiempo al evitar que el grueso de su fuerza acudiera a Gibraltar, la cual tras unos débiles ataques iniciales, había reforzado fuertemente sus defensas permitiéndose resistir hasta el fin de la guerra.
Para los franceses la campaña fue un tremendo fiasco. Tuvo que mantener a la mayoría de sus barcos en el mar durante meses junto con sus tripulaciones y tropas lo que resultó tremendamente caro, además del gran número de buenos marineros y soldados que murieron a causa de las enfermedades.9 D'Orvilliers renunció a su puesto tan pronto volvió a Francia.
Las flotas españolas y francesas continuaron realizando operaciones conjuntas pero, salvo excepciones, se trataron más de labores de apoyo y protección al desembarco de tropas que desafíos directos a la Royal Navy.

El factor olvidado: la Armada española en la independencia de los Estados Unidos.

El factor olvidado: la Armada española en la independencia de los Estados Unidos.


De entre los muchos aspectos que siguen entre brumas en torno a las relaciones de España y el origen de los Estados Unidos destaca, especialmente, el papel de nuestra Armada.  Para comprender la importancia y dimensión de la intervención marítima de nuestro país en favor de la independencia norteamericana bastaba un cálculo, que no se había hecho, y que demuestra el grado de implicación y sacrificio humano y material en una causa que los dirigentes españoles sabían que cambiaría para siempre la historia de América y su propia historia.
El Santisima Trinidad, el mayor buque de su época y buque insignia español en el Canal de la Mancha en 1779
El Santisima Trinidad, el mayor buque de su época. Fue el buque insignia español en el Canal de la Mancha en 1779
Probablemente el aporte más significativo –y decisivo- español a la independencia de los Estados Unidos, junto con el  financiero, fue… la propia Armada. A pesar de la relevante e incansable actividad de los Gálvez (Bernardo y Matías) por su entidad, desde el primer día, 22 de junio de 1779, en que España declara la guerra a Inglaterra, la Armada marca la diferencia del conflicto y desactiva el principal recurso militar británico: su propia marina. En los primeros meses del conflicto Luis de Córdova con una escuadra mayoritariamente española aunque comandada por el francés Orvilliers limpió el canal de la Mancha de buques ingleses y creó las mejores condiciones de invasión de la Gran Bretaña desde los tiempos de Felipe II, algo que no lograrían ni siquiera los alemanes en la II Guerra Mundial. La invasión finalmente no se realizó por razones meteorológicas y después por una epidemia que diezmó las dotaciones suponiendo casi 15.000 muertos.
Navíos destrozados en el Gran Sitio de Gibraltar
Navíos destrozados en el Gran Sitio de Gibraltar
Me ha parecido que carecía nuestra historiografía del listado de buques españoles destruidos, naufragados y capturados durante la guerra sostenida contra Inglaterra en favor de las colonias insurgentes inglesas en Norteamérica.
Procedo a la enumeración por año, nombre y número de cañones caidos por destrucción, naufragio o capturados (un mayor detalle queda para una futura publicación en ciernes):

Año 1779:
El Poderoso de 64 cañones
Santa Mónica de 32cañones
Santa Margarita 32 cañones

Año 1780
Santa Marta de 38 cañones
San José  de 70 cañones
El Fénix de 80 cañones
Monarca de 70 cañones
El Diligente de 70 cañones
Princesa de 70 cañones
Guipúzcoa 70 cañones
Santo Domingo 70 cañones
San Julian 70 cañones
San Carlos 50 cañones
San Juan Bautista (bergantín)

Año 1781
Santa Leocadia 34 cañones
La Grana 26 cañones
Santa Catalina 32 cañones
Tallapiedra 21 cañones
Pastora 21cañones
San Cristóbal 17 cañones
Paula Primera 21cañones
Príncipe Carlos 7 cañones
San Juan 9 cañones
Paula Segunda 9 cañones
Santa Ana 9 cañones
Dolores 7 cañones

Año 1782
San Miguel 74 cañones
Perpetua(fragata)
Begoña (brulote)
Natalia
Santa Catalina 30 cañones

Año 1783
El Dragón de 60 cañones
Las dos Cathalinas (fragata)
batalla de cabo san vicente
33 buques destruidos, naufragados o apresados y miles de vidas de españoles europeos y españoles americanos caídas en una guerra que para los norteamericanos supuso unos 8000 muertos en combate. Desde luego que no hubo menos militares españoles que murieron en esa guerra. Manifiesto, asimismo, mi preocupación por la desprotección de algunos de estos buques, yacimientos arqueológicos que representan un auténtico legado común de las dos Américas y España. Creo que sería un magnífico desafío conmemorativo intentar la excavación de uno de estos navíos bien en cabo de San Vicente, Azores, Brest o Gibraltar, un proyecto que rivalizaría en valor histórico, con éxito, la recreación hecha por Francia de la fragata Hermione que trasladó a La Fayette a Boston.
En el cómputo, por supuesto no he incluido los daños de la marina mercante ni corsarios.
E que iba a ser decisivo convoy inglés de 63 buques y que por su dimensión iba a decidir la guerra con las 13 Colonias,  capturado por la Armada española
El que iba a ser decisivo convoy inglés de 63 buques y que por su dimensión iba a determinar a favor de Inglaterra el curso de la guerra con las 13 Colonias, capturado por la Armada española
Lo que no sabemos de la participación española se lo debemos a los falsos mitos. Tradicionalmente y hasta entrado el siglo XX se había venido negando la ayuda española a la independencia de Estados Unidos, especialmente por la propia historiografía americana, y quedó como grabado en el bronce impostado de la Historia que la ayuda francesa fue la que decidió la independencia americana. Sin cuestionar aquí, la importancia de la ayuda francesa resulta una fantasía política ignorar que ni siquiera esta ayuda se hubiera producido en una dimensión crítica sin la implicación y ayuda española. La ayuda francesa no habría sido nunca suficiente ni financiera ni marítimamente, por no hablar de su imposibilidad política. Estados Unidos necesitó que el mayor imperio global en ese momento, España, apoyara su independencia, y esa independencia necesitó una guerra mundial para que Estados Unidos tuviera un sitio en la Historia.
La batalla de Chesapeake enteramente financiada por España
La batalla de Chesapeake enteramente financiada por España
Sin la intervención española la independencia norteamericana habría sido diferente y la nación que hubiera nacido –con toda seguridad mucho más tarde- habría sido muy distinta.
Debe saberse que las independencias hispanoamericanas jamás contaron con el respaldo similar de ninguna nación europea, la suya fue una independencia más larga, más dura y sin apoyos, más allá de la interesada cirugía británica(entre otras) en la que no entraré aquí. Las independencias hispanoamericanas no contaron jamás con una involucración de la dimensión y desinterés como la española en favor de Estados Unidos. Eso explica mucha historia en el devenir de los pueblos hispánicos en América y en Europa.
Desde la distancia y en un intento por comprender y hacer justicia a aquella nación hispanoamericana que era España en ese momento, con su apuesta por los nacientes Estados Unidos creó uno de los más extraños vínculos entre civilizaciones, un proceso que aún no hemos comprendido y que no ha terminado y… que continúa demasiadas veces –y esto es lo más incomprensible- sobre bases de desconocimiento y de interesado desencuentro. Porque esa identidad: desconocimiento/desencuentro de persistir ha de posponer y dificultar el verdadero momento del continente americano.
Aquí sólo quería destacar que hay una deuda moral pendiente y manifiesta en favor de esa Armada, protagonista invisible, aun a través de los ojos de los siglos, de la independencia de los Estados Unidos.
http://abcblogs.abc.es/espejo-de-navegantes/2015/01/21/el-factor-olvidado-la-armada-espanola-en-la-independencia-de-los-estados-unidos/

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