jueves, 30 de marzo de 2017

Guerra de independencia de los Estados Unidos

La Conferencia de paz de Staten Island fue una breve reunión sostenida con el propósito de llevar a término la Revolución estadounidense. La conferencia tuvo lugar el 11 de septiembre de 1776 en Billop Manor, la residencia del coronel Christopher Billop, en Staten IslandNueva York. Los participantes fueron el almirante británico Lord Richard Howe y los miembros del Segundo Congreso ContinentalJohn AdamsBenjamin Franklin y Edward Rutledge.
Dado que la autoridad de Lord Howe era intencionalmente limitada, la delegación del Congreso se mostró pesimista sobre el resultado de la reunión. La conferencia, mantenida en los días posteriores a la captura británica de Long Island, duró apenas tres horas y fue un fracaso. Los estadounidenses insistieron en el reconocimiento de su recientemente declarada independencia y la autoridad limitada de Howe era insuficiente para hacer frente a tales demandas. Después de la conferencia, los británicos continuaron su campaña militar por el control de la ciudad de Nueva York.

El almirante Lord Richard Howe propuso la conferencia y representó a los británicos.

Antecedentes

Cuando las autoridades británicas estaban planeando la forma cómo tratar con sus colonias norteamericanas rebeldes a fines de 1775 e inicios de 1776, decidieron enviar una gran expedición militar para ocupar la ciudad de Nueva York. Dos hermanos, el almirante Lord Richard Howe y el general William Howe, recibieron el mando naval y terrestre de la operación, respectivamente. Puesto que creían que todavía era posible poner fin a la disputa sin más violencia, los hermanos Howes insistieron en recibir poderes diplomáticos además de sus funciones militares.1 El almirante Howe había discutido previamente sobre agravios coloniales de manera informal con Benjamin Franklin en 1774 y 1775, sin llegar a resolverlos. Mientras que el general Howe creía que el problema de los impuestos coloniales podía ser resuelto manteniendo la supremacía del Parlamento.2 En un primer momento, el rey Jorge III accedió a regañadientes a conceder a los Howes poderes limitados, pero Lord George Germain adoptó una línea más dura e insistió en que no se diera ningún poder a los Howes que pudiera ser visto como una cesión a las demandas coloniales para la exención de impuestos sin representación o las denominadas Leyes intolerables. Como consecuencia, a los Howes solo les concedieron la capacidad para emitir indultos y amnistías, pero no para hacer concesiones sustantivas.1
Benjamin Franklin y Lord Howe habían discutido previamente los reclamos coloniales.
Una vez que llegó la flota en julio de 1776, el general Howe realizó varios intentos de establecer comunicaciones con el general del Ejército ContinentalGeorge Washington. Dos intentos de enviar cartas a Washington fueron rechazadas porque Howe se negó a reconocer el título de Washington; sin embargo, este último accedió a reunirse en persona con uno de los ayudantes de Howe, el coronel James Patterson. En la reunión, que tuvo lugar el 20 de julio, Washington se enteró de que los poderes diplomáticos de los Howes se limitaban fundamentalmente a la concesión de indultos, ante lo cual respondió que los americanos no habían cometido ninguna falta y, por tanto, no necesitaban indultos.





Cruce del Atlántico del cuerpo expedicionario francés (1780)


Preparación de la expedición.

Los preparativos para la partida no se hicieron con la diligencia deseable. Es cierto que todo lo que dependía del departamento de guerra se encaminó a Brest con rapidez.1 Pero el ministro de marina no actuó con la misma rapidez.2
Era necesario, sin embargo, apurarse para zarpar ya que se estaba ante el riesgo de que la situación se volviese crítica y la travesía peligrosa. Se sabía que Gran Bretaña armaba una escuadra para detener al cuerpo expedicionario francés, lo que le estaría facilitado por no tener que proteger a un convoy. Por otra parte se sabía que la situación de los americanos era cada día más grave y que necesitaban una ayuda inmediata. El consejo de ministros envió al Señor de Rochambeau la orden de embarcar inmediatamente una parte de sus tropas y material y partir con el primer viento favorable.3

Partida de la flota bajo el comando de Ternay

El 12 de abril estaba todo preparado para hacerse a la vela y el 15, con viento norte, todo el convoy se mantuvo al ancla en la rada de Bertheaume. Al día siguiente, en el momento en que la flota levaba anclas, el viento giró al oeste y el convoy recibió orden de volver a fondear.
Los vientos fueron variables hasta el 1 de mayo, aunque generalmente soplaban desde el oeste.4 El 2 de mayo, finalmente, a las cuatro de la mañana, el Señor de Ternay aprovechó hábilmente un buen viento del nordeste para hacer aparejar. Encabezó la escuadra con el Duc de BourgogneNeptune y el Jazon. Luego de haber pasado la boca de la rada y salido a mar abierto, la escuadra y el convoy pusieron rumbo sur, atravesaron felizmente el paso del Raz y, reuniéndose, se pusieron en orden de marcha.

Inicios del viaje

Esta salida del convoy no había sido observada por el enemigo. La escuadra estaba en ruta y a punto de doblar el Cabo, cuando, tres días después de haber partido, los vientos se hicieron contrarios y lo retuvieron durante cuatro días en el golfo de Gascuña. Sólo el 15 y el 16 de mayo la escuadra y el convoy prosiguieron su ruta aprovechando un viento del nordeste.
La flota británica había zarpado a favor del mismo viento que había inicialmente impulsado a los buques franceses fuera de Brest. La tempestad la había detenido antes de que saliese del canal de la Mancha y la había forzado a volver a tomar puerto. Así, el convoy francés pudo tomar alguna ventaja.
Luego de la tormenta soportada en el golfo de Gascuña, el caballero de Ternay decidió tomar la ruta del sur, la misma que el año anterior había tomado el almirante d'Estaing. La del oeste era más directa, pero menos segura, ya que podían producirse más encuentros con el enemigo y a la variabilidad de los vientos. La ruta del sur, por el contrario, permitía aprovechar los vientos alisios y un clima más benigno que sería más favorable a la salud de la tripulación y de las tropas. Había además menos oportunidades de toparse con fuerzas enemigas. Finalmente, los vientos del sur, que reinan muy habitualmente durante el verano en las costas de América septentrional, debían llevar al cuerpo expedicionario fácilmente hacia el norte, al punto en que le sería más ventajoso desembarcar. El 25 de mayo, el navío Le Lutin, armado en guerra y cargado de mercaderías, dejó la escuadra para dirigirse a Cayena.

Conducta de Ternay

El 30 de mayo, luego de una navegación muy tranquila, se encontraban a los 28° 58' Sur y 34° 44' W. La persistencia del Señor de Ternay en mantener la flota con el mismo rumbo hizo creer a los oficiales, para su gran disgusto, que se dirigían a las islas de Barlovento y no a América del norte, justo cuando el almirante dio orden de poner proa al oeste. Durante los días siguientes cambió el rumbo al noroeste y ejercitó a la escuadra en pasar del orden de marcha al orden de batalla, manteniendo al convoy a sotavento. La fragata Surveillante dio caza y capturó un brick británico armado con once cañones. Se supo por su comandante de la toma de Charleston por el general británico Clinton y de la presencia en ese puerto del almirante Arbuthnot, quien aguardaba allí a la escuadra del almirante Graves.

Reproches a la conducta de Ternay.

El 20 de junio, estando al sur de las Bermudas, las fragatas de la vanguardia divisaron seis navíos navegando a toda vela hacia el convoy. El almirante Ternay hizo poner a sus fragatas en línea de batalla. El enemigo, sorprendido al ver siete buques de guerra desprenderse de un grupo de naves mercantes, se detuvo. Hasta la puesta del sol hubo sin embargo un intercambio de cañonazos sin gran resultado y el caballero de Ternay continuó su ruta con el convoy. "Prefirió -dijo Rochambeau- la conservación de su convoy a la gloria personal de tomar algún buque enemigo." La conducta del almirante fue juzgada de modo muy distinto por los oficiales franceses y pronto se presentó además una circunstancia del mismo tipo, aumentando el descontento del ejército contra este oficial.
Se supo más tarde que la fragata que se hubiese podido tomar era la Rubis, de 74 cañones, y que la escuadra de la que formaba parte, comandada por el capitán Cornwallis, regresaba a Jamaica luego de haber escoltado a cincuenta naves mercantes hasta la altura de las Bermudas.

Insubordinación e indisciplina de los oficiales de la marina francesa

El comandante del Jazon, Señor de la Clochetterie, había criticado duramente durante el combate la presunta falta de Ternay de mandar achicar el paño de sus buques de vanguardia, lo que había dado tiempo a la Rubis de alejarse y retomar la línea de formación inglesa. En el consejo de guerra que se llevó a cabo en el buque almirante luego del combate, de la Clochetterie estuvo entre los que fueron interrogados acerca de cual pensaban era el destino de la escuadra británica. "Es demasiado tarde, Señor Almirante -dijo-, os lo hubiese podido responder ayer; de Ud. dependía interrogar al capitán del Rubis. El almirante Señor de Ternay siguió escrupulosamente, con su conducta, las instrucciones que había recibido. No perdió de vista su misión, que consistía en llevar a los Estados Unidos al cuerpo expedicionario, lo más rápida y seguramente posible. Sin embargo, cuando supo más tarde que los navíos británicos iban a las islas de Barlovento a reunirse con la flota de Rodney y darle superioridad sobre la del almirante Luc Urbain du Bouëxic de Guichen por toda la campaña, lo invadió una tristeza tan profunda que, aparentemente, apresuró su muerte.
El 21 de mayo la Surveillante capturó un gran buque británico cargado de madera, proveniente de Savannah.

Llegada a las costas de Virginia

Un sondeo hecho el 4 de julio mostró que estaban próximos a las costas de Virginia. A las diez de la mañana el Duc de Bourgogne el Amazone y la Surveillante capturaron un gran navío armado que no se rindió hasta haber recibido algunos impactos de cañón. Se juzgó que la nave había sido destacada son el único fin de vigilar el acercamiento de los franceses y se presumió que los seis navíos con los que habían combatido el 20 de junio se habían unido a las fuerzas de Graves y de Arbuthnot. Ternay se propuso en consecuencia evitar su ataque.
Pilotos de la isla Martha's Vinyard y de los bancos de Nantucket guiaron al convoy hacia el fondeadero de Rhode Island. Allí, luego de cuatro días de brumas espesas y de calmas y vientos contrarios alternados, algunos bajaron a tierra con la guía del coronel Elliot, enviado por el general Washington. Al día siguiente, luego de setenta días de travesía, la flota entraba en la rada de Newport.
"Puede imaginarse -escribió Rochambeau- nuestra alegría, luego de una travesía larga y de alarmas tan justificadas; tocábamos finalmente esta tierra tan deseada donde la sola aparición del pabellón francés iba a reanimar las esperanzas de los defensores de la libertad. Fuimos recibidos por las aclamaciones del pequeño número de patriotas que habían quedado en esta isla, antes ocupada por los británicos quienes habían sido forzados a abandonarla."







La Cuarta Guerra anglo-neerlandesa fue un conflicto entre el Reino de Gran Bretaña y la República holandesa que duró de 1780 a 1784. La guerra, tangencialmente relacionada con la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, estalló por desacuerdos entre los británicos y los holandeses sobre la legalidad y conducción del comercio neerlandés con los enemigos de Gran Bretaña en esa guerra.
Aunque la República holandesa no entró en una alianza formal con los Estados Unidos y sus aliados, el embajador estadounidense (y futuro presidenteJohn Adams logró establecer relaciones diplomáticas con la República holandesa, el segundo país europeo en reconocer diplomáticamente al Congreso Continental en abril de 1782. En octubre de ese año, ambas partes firmaron un tratado de amistad y comercio.
La mayor parte de la guerra consistió en una serie de operaciones británicas muy exitosas contra los intereses económicos coloniales neerlandeses, aunque las fuerzas navales británicas y holandesas también se enfrentaron una vez en el Banco Dogger, en la costa holandesa. La guerra terminó desastrosamente para los holandeses y expuso la debilidad de las bases políticas y económicas de la República.

Cuarta Guerra anglo-neerlandesa
Guerras anglo-neerlandesas
Battle of Dogger Bank 1.jpeg
Batalla del Banco Dogger5 de agosto de 1781
Fecha17801784
LugarMar del NorteIndia BritánicaCeilánCompañía Neerlandesa de las Indias Occidentales SumatraGuayana BritánicaGuayana HolandesaCompañía Neerlandesa de las Indias Orientales.
ResultadoDecisiva victoria británica;
Tratado de París
Cambios territorialesLa República Neerlandesa cede Nagapattinam a Gran Bretaña a cambio de Sumatra,
Reino Unido obtiene el derecho a libre comercio en parte de las Indias Orientales Neerlandesas1
Beligerantes
Bandera de Países Bajos Provincias Unidas
Royal Standard of the King of France.svg Francia
Bandera de Reino Unido Gran Bretaña
Comandantes
Bandera de Países Bajos Andries Hartsinck
Bandera de Países Bajos Johan Zoutman
Bandera de Países Bajos Jan Hendrik van Kinsbergen
Bandera de Países Bajos Reynier van Vlissingen
Bandera de Países Bajos Iman Willem Falck
Royal Standard of the King of France.svg Bailli de Suffren
Royal Standard of the King of France.svg Armand of Kersaint
Bandera de Reino Unido Sir Hyde Parker
Bandera de Reino Unido Sir Edward Hughes
Bandera de Reino Unido George Brydges Rodney
Bandera de Reino Unido George Johnstone

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