dique es una formación ígnea intrusiva de forma tabular.1 Su espesor es generalmente mucho menor que sus restantes dimensiones y puede variar de algunos milímetros hasta muchos metros, mientras que su extensión lateral puede alcanzar muchos kilómetros. Las intrusiones de diques se suelen producir a favor de fracturas de carácter distensivo.2
Un dique atraviesa capas o cuerpos rocosos preexistentes, lo que implica que un dique es siempre más reciente que la roca en la cual está contenido. Casi siempre presentan una gran inclinación o una inclinación próxima a la vertical, pero la deformación de origen tectónica puede provocar la rotación de los estratos atravesados por el dique de tal forma que este puede volverse horizontal. Las intrusiones conformadas casi horizontalmente a lo largo de estratos son llamadas sills.
Los diques frecuentemente ocurren en enjambres radiales o concéntricos alrededor de intrusiones plutónicas o junto a zonas de alimentación de volcanes.
En términos de su composición y textura, los diques pueden ser diabásicos, basálticos, graníticos o riolíticos. Los diques pegmatíticos son constituidos por rocas graníticas extremadamente grandes, y se encuentran a menudo asociados con los últimos estadios de una intrusión granítica o con segregaciones metamórficas. Los diques aplíticos son formados por una roca de grano fino con composición granítica.
Al menos en el caso de los diques basálticos, se ha constatado que pueden formarse vacíos en su interior, que generan un tipo de cueva volcánica.
domo de lava o domo tapón es un montículo aproximadamente circular que se origina en una erupción lenta de lava viscosa de un volcán. La viscosidad, o adherencia, de la lava no permite que la lava fluya demasiado lejos de su chimenea antes de solidificarse. Los domos pueden alcanzar alturas de varios cientos de metros, y pueden crecer lentamente y en forma continua por meses o aún años. Los lados de estas estructuras están formados de trozos inestables de roca. Debido a la posibilidad de acumulación de presión de gas, el domo puede a lo largo de su historia sufrir erupciones explosivas. Cuando una parte de un domo de lava colapsa cuando aún contiene roca fundida y gases, puede producir un flujo piroclástico, que es una de las formas más letales de incidentes volcánicos. Otros peligros relacionados con los domos de lava son la destrucción de propiedades, incendios forestales, y lahars iniciados por flujos piroclásticos en proximidades de zonas de nieve o hielo. Los domos de lava son uno de los principales rasgos de estratovolcanes en todo el mundo.
Algunos de los domos de lava más activos del mundo incluyen los ubicados en el monte Merapi en la zona central de Java en Indonesia, Soufriere Hills en Montserrat, y el monte Santa Helena en Washington. Lassen Peak en el norte de California, es uno de los mayores domos de lava del mundo y se distingue por ser el único volcán de la cordillera Cascade además del monte Santa Helena que ha hecho erupción (1914–1921) en el siglo XX.
Los domos pueden construirse en el interior del volcán sin llegar a emerger, en cuyo caso pueden aflorar con el paso del tiempo debido a su resistencia a la erosión, formando entonces agujas rocosas que destacan en el paisaje y que en muchas regiones hispanohablantes reciben el nombre de "pitón" o "roque".
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