jueves, 4 de mayo de 2017

Estilos arquitectónicos del siglo XIX

Arquitectura neoclásica

La Gliptoteca de Múnich es un museo ubicado en la ciudad alemana de mismo nombre que fue encargado por el rey bávaro Luis I para albergar su colección de esculturas griegas y romanas. Fue diseñado por Leo von Klenze en el estilo neoclásico y construido entre 1816 y 1830. Actualmente el museo forma parte del Kunstareal.

Historia

La Gliptoteca fue encargada por el príncipe heredero (luego rey) Luis I de Baviera junto con otros proyectos, como la vecina Königsplatz y el edificio que alberga la Colección Estatal de Antigüedades Griegas y Romanas, como un monumento a la antigua Grecia. Luis tenía la visión de una «Atenas alemana» en la que se recordaría la antigua cultura griega, e hizo construirla frente a las puertas de Múnich.
La disposición del complejo de la Königsplatz fue diseñada por los arquitectos Karl von Fischer y Leo von Klenze en 1815, ordenándola éste en el estilo de un foro, con la Gliptoteca en el lado norte. Las paredes del museo fueron adornadas con coloridos frescos y estucos realizados por distinguidos artistas tales como Peter von Cornelius y Wilhelm von Kaulbach.
En los pocos años entre 1806 y la apertura del museo en 1830, Luis completó una de las mejores colecciones de esculturas grecorromanas de la época. A través de sus agentes logró adquirir piezas tales como la Medusa Rondanini, el Fauno Barberini y, en 1813, las figuras del Templo de Afea en Egina.
La Segunda Guerra Mundial no destruyó muchas de las obras de arte de la Gliptoteca, aunque desafortunadamente los frescos no sobrevivieron y sólo unos pocos ladrillos pintados eran visibles tras la reapertura del museo en 1972.

Arquitectura

El museo fue diseñado en el estilo clásico grecoitaliano. El pórtico es jónico y los muros exteriores contienen nichos, en los que se ubican 18 esculturas originales romanas y griegas, seis en cada pared (salvo la trasera). El interior es abovedado.
El museo fue originalmente construido completamente de mármol. Sin embargo, en la Segunda Guerra Mundial quedó destruido. El edificio reconstruido no es tan hermoso como el original: las columnas jónicas se dejaron sin terminar, no estando acanaladas, y algunas esculturas quedaron también sin hacer. Además, se usó mucho menos mármol, lo que resulta evidente desde dentro, donde se aprecian las paredes compuestas de ladrillo rojo y pintadas para dar un efecto de mármol. Los frescos que decoraban los muros también se perdieron.

Colecciones

La Gliptoteca contiene esculturas datadas desde el periodo arcaico (c. 650 a. C.) hasta la época romana (c. 550 d. C.).

Época Arcaica (700–490 a. C.)

Entre las esculturas más famosas de esta época están el Kuros de Múnich (estatua de un adolescente del Ática, c. 540 a. C.), el Kuros de Tenea (estatua de un adolescente de Corinto, c. 560 a. C.) y las estatuas del templo de Afea en Egina. De éstas últimas hay de hecho dos conjuntos de esculturas parecidas en la Gliptoteca. Cuando los arqueólogos excavaron el yacimiento de Egina descubrieron ambos grupos, y más tarde se teorizó que el templo original fue destruido durante la Guerra del Peloponeso, erigiéndose poco después otro templo en su lugar. Los griegos no se habrían molestado en limpiar la zona, dejando los restos del templo original enterrados en el mismo sitio.

Época Clásica (490–323 a. C.)

Las escultura más famosas de este periodo son el Retrato de Homero (460 a. C.), la Estatua de Diomedes (430 a. C.), la Medusa Rondanini (440 a. C.), la Estela funeraria de Mnésareté (380 a. C.), la Estatua de Eirene (370 a. C.), el Alejandro Rondanini (c. 338 a. C.) y el Ilioneus (c. 320 a. C.).

Época Helenística (323–146 a. C.)

La escultura más famosa representativa de este periodo es el Fauno Barberini (220 a. C.). Entre las copias romanas famosas de esculturas griegas están el Niño con ganso (c. 250 a. C.) y la Mujer ebria (atribuida a Mirónc. 200 a. C.).

Esculturas romanas (150 a. C.–550 d. C.)

La Gliptoteca alberga una gran colección de bustos romanos, estando entre los más famosos los de los emperadores Augusto (c. 40 d. C.), Nerón (65 d. C.), Septimio Severo (200 d. C.) y su esposa Julia Domna (195 d. C.).
También puede encontrarse aquí otras esculturas notables. Esta colección se complementa con las terracotas y bronces de la Staatliche Antikensammlungen (‘Colección Estatal de Antigüedades Griegas y Romanas’), que está ubicada frente a la Gliptoteca.
Exterior, Glyptothek Munich - DSC07387.JPG
Glyptothek München 128.JPG
Interior, Glyptothek Munich - DSC07346.JPG
München Glyptothek - panoramio - Richard Mayer (4).jpg





El Palacio de Charlottenhof (en alemán Schloss Charlottenhof) es un edificio creación del arquitecto alemán Friedrich Schinkel. Su construcción fue terminada en 1826. Se encuentra al suroeste del palacio de Sanssouci, en el parque de Sanssouci en Potsdam (Alemania). Es famosa sobre todo como la residencia de verano del Kronprinz («Príncipe coronado») Federico Guillermo (más tarde rey Federico Guillermo IV de Prusia). Hoy lo conserva la Stiftung Preußische Schlösser und Gärten Berlin-Brandenburg («Fundación de Palacios y Jardines Prusianos de Berlín y Brandenburgo»).
El palacio de Charlottenhof fue designado como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1990 como parte del conjunto denominado Palacios y parques de Potsdam y Berlín.

Antecedentes

La zona de parque con sus diversos edificios puede remontarse al siglo XVIII. Después de cambiar varias veces de manos, el rey Federico Guillermo III de Prusia compró la tierra que limita al sur del parque de Sanssouci y se lo regaló a su hijo Federico Guillermo y su esposa, Isabel Luisa por la Navidad de 1825.

Karl Schinkel

Palacio de Charlottenhof, Potsdam.
Vidriera en el tragaluz de la puerta de entrada del palacio de Charlottenhof en Potsdam.
El Kronprinz encargó al arquitecto Karl Friedrich Schinkel la remodelación de una granja ya preexistente y el proyecto fue completado a bajo costo entre 1826 y 1829. Al final, Schinkel, con la ayuda de su estudiante Ludwig Persius, construyó un palacete neoclásico sobre los cimientos de la antigua granja a imagen de las antiguas villas romanas.
Con los diseños que él mismo creó el Kronprinz, que tenía inclinaciones artísticas, participó en el proceso de planeamiento del palacio y el parque que lo rodeaba. Se refería a su residencia de verano como «Siam», que en aquella época era considerada «la Tierra de los Hombres libres», y a sí mismo, en bromas, como el «arquitecto de la casa de Siam».
Oficialmente, el palacio y el parque fueron llamados Charlottenhof en honor de María Charlotte von Gentzkow quien había sido la propietaria desde 1790 hasta 1794. El diseño interior de las diez habitaciones está aún en gran medida intacto. Los muebles, en su mayor parte diseño del propio Schinkel, destacan por su estilo simple y culto.
La habitación más notable del palacio es la habitación de la tienda, amueblada como si fuera la tienda de un césar romano. Tanto el techo como las paredes están decoradas con papel pintado a franjas azules y blancas y siguen el diseño los cortinajes y la ropa de cama. La habitación se usó como dormitorio para acompañantes e invitados. El tema de azul y blanco sigue en las contraventanas exteriores del palacio, parecer ser, en deferencia a la herencia bávara de la Kronprinzessin Isabel. Entre 1835 y 1840 el explorador y viajero mundial Alexander von Humboldt fue invitado y permaneció en esta habitación durante los meses de verano.

Parque de Charlottenhof

El paisajista Peter Joseph Lenné recibió el encargo de diseñar los jardines de Charlottenhof. Recreó completamente la superficie originalmente plana y en parte inundada transformándola en un jardín inglés con árboles, césped y detalles acuáticos. También conectó el nuevo parque de Charlottenhof con el más viejo de Sanssouci de la época de Federico el Grande.
Im Park - blühende Gärten - Schloss Charlottenhof - panoramio.jpg
Charlottenhof.jpg

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