CASTILLOS DEL XI-XIII-ABIZANDA-
El lugar fue enclave de fortaleza musulmana denominada Abinyuyas de donde deriva su nombre actual. Fue tomada por Sancho III el Mayor. Se acepta como fecha de su reconstrucción la de 1023 para atacar la cuenca del Isábena. Conocemos el nombre de sus primeros tenente. El primero fué Ato Galíndez, que ejerció el cargo entre 1055 y 1076. Ello indica que era plaza cristiana ya en tiempo de Ramiro I. Fue la fortaleza cristiana más meridional, de las que defendieron la cuenca del Cinca.
Perfectamente visible desde la carretera C-138 de Barbastro a L´Ainsa. Domina el cerro en que se asienta el pueblo. Las vistas de la comarca y del pirineo, desde su cadalso, son espectaculares. Las llaves para visitar la torre las proporcionan amablemente en la primera de las casas entrando hacia la plaza del pueblo, a la derecha. Casa señorial, con aspecto de siglos a sus espaldas.
La esbelta torre de Abizanda es obra indiscutible de maestros lombardos llevada a cabo hacia 1023; para plantear el ataque de la cuenca del Isábena. La edificación del recinto y capilla del castillo es posterior, obra de maestros locales.
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A pesar de que lo más llamativo es la estructura de la torre, no hay que perder de vista los alrededores de la misma donde afloran los restos del recinto fortificado. (Ver plano).
El recinto, alargado en dirección N-S, cuenta con un cubo de muralla en cada uno de sus lados. El del lado N, está representado por la torre; el del S, puede apreciarse en la imagen 4 en primer término; y en el oriental, una vez más se aunó cruz y espada: Dada su orientación litúrgica se aprovechó para construir la capilla del castillo.
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El donjon de Abizanda es el que ha llegado a nosotros en mejores condiciones; pues conservó íntegra sin desmoronarse su porción superior, como se puede apreciar en las imágenes de Lucien Briet (Imágenes 5 y 6)
La rehabilitación de la torre reconstruyendo su espectacular cadalso perimetral, su cerramiento a cuatro aguas y las plantas de madera, posibilitan su conservación y visita.Cada vez que veo el resultado de la restauración siento envidia pensando en el Castillo de Loarre. El reponer las estructuras exteriores de madera al estilo de Abizanda le aportarían su auténtica fisonomía original.
Se han reconstruido los arcos de medio punto que sustentaban las plantas 4ª y 5ª, y de los que (como se aprecia en la imagen antigua 7) subsistían sus arranques en los muros.
Las imágenes 8 a 12 corresponden a algunos planos de la rehabilitación de la torre existentes en la misma, modificados para su mejor comprensión. Algunas de las imágenes abren a gran tamaño para su mejor observación.
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Sobre una posición privilegiada y vigilando el paso del río Cinca, se encuentra el castillo de Abizanda. Data de la primera mitad del siglo XI y fue construido por los musulmanes con al intención de asegurar y defender el importante camino que ascendía desde Barbastro a los valles pirenaicos.
En todo el conjunto destaca una espectacular torre defensiva que junto a la iglesia y un recinto defensivo, conformaban la estructura del castillo.
La fortaleza deriva de Abinyuyas, castillo consquistado por Sancho el Mayor a los musulmanes.
La restauración del conjunto realizada en estos últimos años ha sido tan munuciosa que se ha reconstruido hasta el cadalso de madera que rodea a la torre en su parte más alta.
Esta torre de planta rectangular tiene unas medidas nada despreciables en su base, de 14 m. de largo por 9 m. de ancho, y cuenta con una altura que deja clara su tipología de donjon: 30 m. Este tipo de torre, que es tan común en otros lugares del viejo reino, se encuentra en Fantova, Biel, Luzas y Abizanda.
El torreón tiene cinco alturas. La puerta está situada en alto y a ambos lados se aprecian dos agujeros que nos indica que contó con un estructura de madera defensiva, tal y como ocurre con el cadalso superior. En su estructura se aprecian varias ventanas geminadas de tipología románica, saeteras defensivas y la curiosa abertura de una letrina con una piedra inclinada para poder desalojar fuera de los muros.
Este conjunto articula los castros de Puicinca, Calmosa, Pano en la orilla izda del Cinca y con Escanilla y Samitier en el camino de Aínsa.
ADAHUESCA. CASTILLO DE LOS SANTOS-
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El domingo 13 de Julio de 2003 me acompañó mi amigo Pablo Calahorra webmaster de "Radiquero.com" a visitar la Sierra de Sevil y el Castillo románico de Los Santos. Lugar enriscado y poco conocido. Uno más de los que puso en primer plano el Dr. José Cardús
Desde la localidad de Radiquero se accede por San Pelegrín hasta el mesón de Sevil desde donde se puede disfrutar de unas increíbles vistas hacia la propia sierra y hacia la llanada, divisando todo el Somontano. A partir de ese punto la pista es de uso restringido y es necesario permiso para continuar en coche. La imagen 3 muestra la salida del barranco de las "Gorgas Negras".
Dejamos un vehículo en el mesón y con otro nos acercaron hasta encima de la cresta en la que asienta el castillo. Tras veinte minutos de bajada, se alcanza el cresterío que da soporte a este arcaico conjunto religioso-militar (Imágenes 2 y 4).
Llegados al pie de la cresta que sustenta el castillo, hay que buscar su lado sur y tras una "pequeña escalada" (así lo dice mi amigo Aramendía) acceder por el único punto practicable a la reducida meseta que alberga Los Santos.
Como ya es habitual en mi, no fui capaz de franquear la zona de riesgo y las imágenes cercanas del castillo las tomó Pablo Calahorra con mi cámara. Otro tanto me ocurrió en el Salto de Roldán y en San Andrés de Loarre. No se bien si es vértigo, miedo, o exceso de prudencia; pero tengo claro que un percance en este apartado lugar es de notable gravedad aun cuando no sea vital.
La imagen 1, muestra la torre desde dentro del recinto de la iglesia a él adosada. Muestra sus lienzos este y sur, conteniendo el último la puerta que abre al interior del templo.
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A diferencia de lo que suele ser habitual en fortificaciones de esta época, la puerta no abre en altura sino a ras de suelo; dado que lo hace al interior del templo y el acceso al mismo si se realiza en altura, al estilo de lo que ocurre en Samitier. La imagen 10muestra el interior de la puerta del templo, en su muro sur, y el panorama que desde allí se domina.
La puerta de acceso a la torre (Imagen 10) es de tosco medio punto dovelado. Ver planta del templo, realizada por Adolfo Castán.
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La imagen 5 muestra el lienzo norte de la torre, y a su derecha, sobresalen los pies del templo. Se aprecia el cambio de estilo constructivo. Hasta un poco por encima de los mechinales inferiores las hiladas son de sillarejo bastante regular y grande. Por encima, sillarejo pequeño y apenas desbastado a maza.
Las imágenes 6 a 8, nos dan una clara idea de la ubicación e inaccesibilidad del conjunto. En primer plano de la imagen 6 se advierte el resto del cilindro absidal. Dado el poco espesor de los muros de la iglesia es lógico pensar que su cubierta fuese de madera.
El interior de la torre (Imagen 11) es un recinto muy pequeño, que en su tiempo tuvo una división mediante plataforma interior de maderamen. Evidentemente no fue un lugar de habitación sino de vigía y atalaya para el acoso y control necesarios para la toma de Alquezar. Datable en el S XI y más antigua la torre que el templo, aun cuando se diseñase como un todo; pues de lo contrario, la puerta de la torre hubiese abierto en altura.
Torre vigía del paso desde Alquezar hacia Boltaña, pasando por Morcat, enlazaba ópticamente con Arraro, en la falda de Guara (Guara se ve de telón de fondo en la imagen 2). En su entorno quedan vestigios de un pequeño asentamiento que dado lo abrupto e incómodo del lugar es de suponer que se alzó antes de la toma de Alquezar (1064) ya que de ser posterior la elección de edificación hubiese sido en zona llana.
Difícil de localizar y acceder. Incluso yendo con conocedor de la zona, en el retorno hacia el Mesón, nos pasamos de largo la iglesia del cementerio de Los Santos. Otro día será.
http://www.castillodeloarre.org |
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