MONESMA DE BENABARRE. CASTILLO
El martes 18 de Mayo (de 2004), una vez se han secado las pistas tras las lluvias primaverales, me he encaminado de nuevo a la Ribagorza. Mi objetivo esta vez ha sido el castillo de Monesma de Benabarre.Por las indicaciones de Aramendía, estaba preparado a realizar una caminata, no como la refiere en su libro partiendo de Badías. Mediante los mapas aéreos del Ministerio de Agricultura, había recabado información para llegar hasta el lado sur del tozal, al pequeño núcleo de Puyal. Desde ese punto es mucho menor el paseo.Mi agradable sorpresa ha sido que al preguntar a las personas que allí viven, me han informado que desde hace unos años se puede llegar arriba con 4x4. También me han prestado la llave para visitar Santa Waldesca.La aproximación al núcleo de Puyal, la facilito en el track de cabecera. Desde allí, la pista, empinada y zigzagueante, no ofrece especiales dificultades para quien maneje habitualmente 4x4.1Desde los 1200 metros de altitud del recinto del castillo, las vistas son realmente espectaculares. Las ruinas de lo que fue este importante conjunto religioso-militar, ocupan la explanada de un cerro testigo alargado en dirección norte sur. Mide aproximadamente 180 m de largo por 50 de ancho. Hay que prestar mucha atención a lo que vemos, y discurrir e imaginar... porque la mayor parte de lo que fue ha desaparecido y montones de piedras son mudo testigo de su ruina.Lo más aparente es la ermita dedicada a Santa Waldesca, con una puerta en cada uno de sus muros cortos (más adelante apuntaré lo que parece la explicación más lógica a esto). A su costado norte, las ruinas de lo que fue gran templo del castillo, del que se conserva parte del cilindro absidal a modo de cubo de muralla. Al sur de la ermita, y centrando la plataforma, los restos del castillo, reutilizado como plataforma para ubicación de vértice geodésico.También hay fragmentos de la muralla que delimitó el recinto. Los más aparentes se hallan al sureste del espolón (imagen 12). Para hacerse mejor idea de la distribución de estos elementos, abrir la imagen de la vista aérea y la que junto a ella dibuja la planta-esquema del lugar.La torre que centra el cerro, se edificó en sillarejo toscamente trabajado, en hiladas bastante regulares a soga y con muy leves tendeles. Parecen casi colocados a hueso (Imágenes 6 y 8). La planta de la torre es de sección cuadrada. Su lado norte no es un lienzo liso, sino que se edificó en forma de medio cilindro.Al no permanecer en pie mas que unos escasos tres o cuatro metros, no puedo aventurar si en altura este semicilindro se cerraba para completar una torre cilíndrica, o era así en todo su alzado. Un modelo similar podría ser el castillo de Pano, si bien allí la cronología de torre y muralla son distintas y aquí parece haberse hecho todo de una vez.Otra posibilidad es que se edificase de forma similar a las torres pentagonales existentes; reemplazando la proa al norte por el semicilindro (Troncedo, Luesia, Luzás...)En las imágenes 3 a 11 muestro todo su perímetro, partiendo del lado sur, y circundándolo por el oeste.Obra de la primera época de las edificaciones defensivas llevadas a cabo por Sancho III el Mayor de Navarra para reforzar las extremaduras de sus dominios. Siglo XI. Figuraron como primeros de sus tenentes Ramiro I rey de Aragón y Sancho Ramírez, conde de Ribagorza (El primero de los dos con el mismo nombre. Hijo natural habido del rey y doña Amuña de Biescas).
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8En el extremo norte del espolón en que asienta el castro, quedan los restos de la iglesia del castillo, fundamentalmente parte de su cilindro absidal orientado al este y que conserva el ventanal sur entero y las jambas del central.Comoquiera que no se han conservado los muros laterales, la sensación a primera vista es que la estructura absidal fuese parte de un cubo de muralla, máxime cuando al lado está Santa Waldesca, para aumentar la confusión. Con el perímetro murado, realmente el ábside daría esta sensación, como ocurre por ejemplo en Muro de Roda, o en el propio castillo de Loarre.1A los lados del ábside quedan restos de las estructuras abatidas que fueron parte de su muro sur (imagen 1). La fábrica del templo es de diferente hechura que la vista en la torre. Allí se hizo en sillarejo apenas desbastado, colocado casi a hueso. En el templo la obra se efectuó con sillares mejor trabajados y donde los tendeles de argamasa rebosan en las juntas en varios lugares. Obra posterior a la defensiva probablemente del XI bien avanzado o de principios del XII, completando el esquema de conjunto religioso-militar.Lo conservado muestra dos ventanales: el central del ábside, de mayor tamaño. Posee doble derrama y al interior se halla precedido por arquivolta de jambas rectas (Imagen 5). En el lado sur absidal, hay otro pequeño ventanal, completo. Es de doble derrama y remata en medio punto dovelado tanto al exterior como al interior. Ningún elemento ornamental puede apreciarse en lo que resta del templo.La imagen 8 muestra las ruinas del templo desde el norte con la ermita de Santa Waldesca en segundo plano.
En el extremo norte del espolón defensivo, con su eje mayor en atípica orientación norte-sur se halla la ermita dedicada a Santa Waldesca. Es una pequeña estructura rectangular realizada con sillares quizá reutilizados del propio templo castrense. Su cabecera es plana y cubre con bóveda de medio cañón y tejado a dos aguas.
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La puerta de acceso se sitúa en el muro sur. Es de medio punto dovelada. Por encima de su clave, tallada en un sillar la fecha de su edificación o reconstrucción: 1850. Más arriba un sillar reutilizado procedente de un vano aspillerado. Es un medio punto monolítico con decoración a base de tres círculos concéntricos y sobre ellos una cruz de brazos iguales, rematados con pequeños trazos (Imágenes 3 y 4). Todo ello inciso y con hechura que recuerda a los capiteles de hechura tosca en el no lejano templo de Cajigar.
El muro norte presenta una puerta cegada de medio punto dovelado y hechura arcaica en sus jambas e hiladas inferiores de sillares. Evidentemente no se edificó como acceso, sino que lo más probable es que se reutilizase parte de una estructura existente adaptándola a la nueva función.
Lo que parece más probable es que la cabecera de este templo sea parte del muro sur de la iglesia románica del conjunto religioso-militar, y que la puerta de acceso situada en los pies de su desaparecido muro sur fuera cegada y reconvertida en hornacina del altar de Santa Waldesca (Imágenes 6 y 8).
Ello justificaría la atípica orientación del pequeño templo, obligada por los restos preexistentes y reutilizados.
Al interior, poco que reseñar, salvo la citada hornacina que no es sino el zaguán de la puerta cegada, rehundida en la cabecera del templo (Imágenes 8 y 9).
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