Rutas románicas por España

rutas por aragón , castillos  y fortificaciones en los siglos XI - XIII :

MONREAL DE ARIZA. IGLESIA DE NªSª DE LA ASUNCIÓN

Monreal de Ariza pertenece a la comarca de Calatayud. Se accede a este lugar a través de la N-II que comunica Zaragoza con Madrid. La salida está bien indicada y apenas dista un par de kilómetros de la misma.

Ubicada en la margen derecha del río Jalón, fue fundada en 1228 por el rey Alfonso I "El Batallador" en las extremaduras del reino "a una legua de la raya castellana" para defensa del mismo ante el de Castilla regido por Alfonso VII. Por su origen debido al rey aragonés se denominó a este lugar "Mont Real".

Es un verdadero conjunto religioso-militar, al más puro estilo de los situados en el somontano oscense. Lo excepcional es su ubicación tan al sur, marcando el punto más alejado del valle del Jalón bajo dominio del aragonés.

Lugar de paso natural hacia la meseta castellana, ya utilizado largo tiempo atrás por otras gentes, como atestiguan las ruinas del sitio arqueológico de Arcóbriga a escasos tres kilómetros al oeste de este lugar (30T 572406 4571809 763 m).

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El castillo domina la altura de una plataforma rocosa, y su iglesia castrense se halla al sur del mismo, formando su ábside parte del lado este de la muralla, como si de un cubo defensivo se tratase (Imagen 1). La iglesia es de notable tamaño, canónicamente orientada y rematada a oriente por ábside semicircular edificado en mampostería y sillares en las zonas significadas.

Lo centra un ventanal aspillerado enmarcado por dos arquivoltas de ángulo liso y sencillo guardapolvo por encima. El desnivel del terreno hace que dicho vano queda prácticamente a nivel del terreno (Imágenes 3 y 4).

En el lado sur del presbiterio abre un ventanal aspillerado, también de doble arquivolta y cuyo guardapolvo en este caso va adornado con diamantes (Imagen 5).

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El templo tras su edificación, ha sufrido muchas transformaciones, adecuándolo a las necesidades defensivas y a los gustos cambiantes de cada época, cuando no al más profundo olvido y abandono, como en la época actual. Una verja metálica al sur del mismo cierra lo que en su día fue el único acceso al recinto.

A los pies de la iglesia se edificó ya en época más tardía una torre-campanario defensiva, que conserva restos de buhardas sobre su puerta de acceso de perfil apuntado. Rebasada ésta, un elevado zaguán también apuntado da paso a pequeño recinto rectangular al que abre la bella portada occidental de la iglesia dedicada a la Asunción de la Virgen (Imágenes 6 y 7).

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La portada occidental del templo está edificada en buena piedra arenisca. y como ya he apuntado, destaca por lo excepcional de esta localización tan meridional. Pasaría bien por ser un templo del somontano oscense.

Se compone de tres arquivoltas doveladas de medio punto, más ancha la interior. Decoran sus bordes con baquetón y las dos exteriores apean mediante ábaco corrido en capiteles historiados con sus respectivas columnillas y basas.

Por fuera, guardapolvo decorado con dos líneas de taqueado de poco relieve, que en cada uno de sus arranques luce dos toscas caras esculpidas en relieve.

Los capiteles muestran un ciclo de serpientes entrelazadas en ademán de atacar a pequeñas caritas antropomorfas, representando probablemente los ataques del maligno hacia el hombre. Además de en dos de los capiteles, este tema se repite a ambos lados del pórtico, en la jamba externa, contiguo a la serie de capiteles. Veremos repetirse este modelo, de forma más tosca, en la cercana localidad de Embid de Ariza.

Hay otros dos capiteles con motivos vegetales; que debían de estar ambos, por simetría, en proximidad del vano de la puerta; pero que el del lado norte, se intercala entre los correspondientes a las serpientes y las caras.

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A destacar que en la dovela situada en altura de la arquivolta interna, junto al azulejo denominativo del templo, hay esculpida una cruz incisa de brazos iguales. Quizá bajo el azulejo haya otra (?). Junto con las que veremos en la pila bautismal, orientan el lugar a la tutela de los Caballeros Templarios, a los que tan proclive era el rey Batallador (Imágenes 15 y 21).

La imagen 12 muestra capitel y jamba exterior del lado sur, con el ciclo de serpientes atacando a pequeñas caritas humanas. Cuadrada la intermedia y deteriorada la de la esquina del capitel. Similares motivos en el lado norte; pero como ya apuntaba, aquí se intercaló -entiendo que por error- el capitel de decoración vegetal

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Las imágenes 14 a 16 muestran detalles de los arranques de arquivoltas, con caritas talladas y taqueado apenas marcado; así como la cruz junto al azulejo moderno definitorio del templo.

Sobre el zaguán apuntado se erigió en fecha tardía la torre-campanario, que cuenta con una escalera de caracol cuyo cilindro ha quedado al aire, por derrumbes o reformas (Imagen 17).

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Las llaves para visitar el interior del templo me las proporcionó amablemente el alcalde del lugar al que a pesar de la temprana hora tuve la suerte de encontrar a pie de mesa electoral pues era 14 de Junio de 2004, fecha de elecciones europeas, que concitaron tan poca respuesta como la que al parecer merece el templo en cuestión.

Muchas veces tengo sensación de que no se presta la suficiente atención y recursos a determinados monumentos claves en la historia del reino; pero en este caso... Entrar a la iglesia es descorazonador. La bóveda de lunetos se ha venido abajo en buena parte, estando el resto apuntalada por una interminable sucesión de altísimos andamios.

El pavimento está compuesto de modo uniforme por excrementos secos de palomas que alcanzan una considerable potencia, amén de innumerables cadáveres momificados de las mismas. En el lugar preferente del retablo barroco que oculta el cilindro absidal, una mutilada imagen de la Titular del templo consigue permanecer allí en precario equilibrio... De verdad que hay que verlo. Es difícil de transmitir las sensaciones.

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En una pequeña capilla en el espesor del muro sur, y próxima a la puerta de acceso apenas protegida por una reja de madera; pero a salvo de las descargas de las palomas gracias a su ubicación, se halla una bella pila bautismal contemporánea de la edificación del templo (Imágenes 20 y 21).

Luce decoración en bajorrelieve a base de repetición del mismo motivo: una gran cruz de brazos iguales, a modo de escudo entra barras verticales, en cuyos cuarteles hay cuatro pequeñas crucecitas. Sumado a la existente en la portada, y a la querencia de Alfonso I por las Órdenes Militares, se siente vibrar todavía por aquí el espíritu de los Caballeros Templarios.

Entretanto, el pueblo tiene una iglesia moderna más acorde con lo funcional que requiere nuestra alocada vida.

La iglesia del Monte Real queda en su soledad y los feligreses que procesionan tras la Custodia bajo palio (Se celebra hoy el día del Corpus Cristi), miran extrañados al forastero con cámara de fotos.

Pasan deprisa cantando himnos religiosos y pueden seguir sus tradiciones al modo actual, casi olvidando por qué está allí el pueblo y qué son esas ruinas de allá arriba que de vez en cuando algún loco se empeña en visitar. Esta tierra es Aragón.

http://www.castillodeloarre.org