Asterio de Petra fue un cristiano converso del arrianismo, que posteriormente fue obispo de Petra. En el Concilio de Sardica, ca. 347, Asterio fue el primero que definió el Arrianismo como herejía. Esta acusación le valió el exilio a Libia, bajo el mandato de Constancio II.
En 362, el emperador Juliano le restauró en su cargo de obispo de Petra. Asterio asistió al Concilio de Alejandría, donde fue el encargado de escribir una carta a la Iglesia de Antioquía. En ella se recomendaba a los líderes de dicha iglesia una serie de procedimientos. San Atanasio hizo un elogio en varios de sus escritos. Murió en Petra en 365.
otros santos del día
- San Amancio mártir
- San Arecio mártir
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- San Censurio de Auxerre
- San Itamar de Rochester
- San Landerico de París
- San Maurino abad
- San Trípodes mártir
- Beata Diana de Andaló
- Beato Eduardo Poppe
- Beato Enrique de Bolzano
- Beato Gualterio Pierson
- Beato Juan Dominici
- Beato Tomás Green
Bernabé (en griego antiguo, Βαρναβᾶς) La Sagrada escritura lo presenta como un apóstol2 pero diferente a San Pablo, considerado por la Iglesia con una distinción especial pero desigual, en cuanto a autoridad, con el resto de los 12. Originario de Chipre, fue un judío que pertenecía a la tribu de Leví, vivió durante el siglo I.
San Bernabé | ||
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Nacimiento | Desconocido Chipre | |
Fallecimiento | 61 d.C. Salamina (Chipre) | |
Venerado en | Iglesia Ortodoxa, Iglesia Católica | |
Principal santuario | Monasterio de San Bernabé Famagusta, Chipre1 | |
Festividad | 11 de junio | |
Patronazgo | Chipre, Arenas de San Juan, Bácor-Olivar, El Escorial, Logroño, Marbella, Marino, Membrío, Merindad de Sotoscueva, Peñarrubia, Pétrola |
Su nombre original era José. Los apóstoles lo cambiaron por el de Bernabé, que significa Hijo de la Exhortación, también llamado "El Apóstol de la alegría" por su ánimo, aunque según San Lucas significa el esforzado, el que anima y entusiasma.3
Los Hechos de los Apóstoles afirman, en el capítulo 4 versículos 34 a 37, que Bernabé vendió su finca, y el producto que de ella obtuvo lo entregó a los apóstoles para distribuir entre los pobres.
Fue un gran colaborador de San Pablo, quien a su regreso a Jerusalén tres años después de su conversión, recibió de Bernabé apoyo ante los demás apóstoles, e intercesión para obtener la aceptación del resto de los apóstoles de Jerusalén a su ministerio.
No se encuentra entre los doce elegidos por Jesucristo, pero probablemente[cita requerida] fue uno de los setenta discípulos mencionados en el Evangelio. Bernabé es considerado apóstol por los primeros Padres de la Iglesia y también por San Lucas por la misión especial que le confió el Espíritu Santo.
Los Apóstoles lo apreciaban mucho por ser "un buen hombre, lleno de fe y del Espíritu Santo" (Hechos 11,24), por eso lo eligieron para la evangelización de Antioquía. Con sus prédicas aumentaron los conversos[cita requerida].
Labor con Pablo[editar]
Se fue a Tarso y se asoció con San Pablo. Juntos obtuvieron un éxito extraordinario[cita requerida]. Regresaron a Antioquía, donde permanecieron por un año. Antioquía se convirtió en gran centro de evangelización y donde por primera vez se le llamó cristianos a los seguidores de la doctrina de Cristo.
Volvieron a Jerusalén enviados por los cristianos de la floreciente iglesia de Antioquía, con una colecta para los que estaban pasando hambre en Judea[cita requerida].
El Espíritu Santo habló por medio de los maestros y profetas que adoraban a Dios: "Separad a Pablo y Bernabé, para una tarea que les tengo asignada" Hechos 13:1,2.
Después de ayuno y oración, Pablo y Bernabé recibieron la misión y la imposición de manos (Hechos 13:3). Partieron acompañados de Juan Marcos, sobrino de Bernabé, futuro evangelista[cita requerida], a predicar a otros lugares, entre estos Chipre, la patria de Bernabé. Allí convirtieron al procónsul romano Sergio Paulo, de quien Saulo tomó el nombre[cita requerida] para predicar entre los gentiles.
Fueron luego a Perga, en Panfilia, donde se inició el más peligroso viaje misionero. Juan Marcos no estaba muy decidido y les abandonó, regresando solo a Jerusalén. Luego prosiguieron su viaje misionero por las ciudades y naciones del Asia Menor.
En Iconio, capital de Licaonia, estuvieron a punto de morir apedreados por la multitud. Se refugiaron en Listra, donde el Señor, por medio de San Pablo, curó milagrosamente a un paralítico y por esa razón los habitantes paganos dijeron que los dioses los habían visitado, haciendo lo imposible evitaron que la población ofreciera sacrificios en honor a ellos y por eso se pasaron al otro extremo y lanzaron piedras contra San Pablo y lo dejaron maltrecho.[cita requerida]
Tras una breve estancia en Derne, donde muchos se convirtieron[cita requerida], los dos Apóstoles volvieron a las ciudades que habían visitado previamente, para confirmar a los convertidos y para ordenar presbíteros. Recordaban que "es necesario pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios" (Hch 14, 22). Después de completar la primera misión regresaron a Antioquía de Siria.
Poco después, algunos de los judíos cristianos, contrarios a las opiniones de Pablo y Bernabé, exigían que los nuevos cristianos, aparte de ser bautizados. fueran circuncidados. A raíz de eso, se convocó al Concilio de Jerusalén. Se declaró entonces que los gentiles convertidos estaban exentos del deber de la circuncisión.4
Segundo viaje misionero[editar]
Ante el segundo viaje misionero, surgió un conflicto entre Pablo y Bernabé. Bernabé quería llevar a su sobrino Juan Marcos y Pablo se oponía por haberles abandonado en la mitad del primer viaje (por miedo a tantas dificultades). Por ello decidieron separarse. San Pablo se fue a su proyectado viaje con Silas y Bernabé partió a Chipre con Juan Marcos.
Más tarde se volvieron a encontrar como amigos misionando en Corinto (1 Co. 9, 5-6), por lo que se deduce que Bernabé aún vivía y trabajaba en los años 56 o 57 D.C. Posteriormente San Pablo invita a Juan Marcos a unirse a él, cuando estaba preso en Roma[cita requerida], cosa que nos indica que Bernabé ya había muerto alrededor del año 60 o 61. Otros dicen[cita requerida] que era predicador en Alejandría y Roma y primer obispo de Milán.
Martirio[editar]
Escritos apócrifos hablan de un viaje a Roma y de su martirio.5 , hacia el año 70, en Salamina, por mano de los judíos de la diáspora, que lo lapidaron. Tertuliano afirma que Bernabé escribió la Epístola a los Hebreos, otros creen[cita requerida] que escribió en Alejandría la Epístola de Bernabé. En realidad, lo que se sabe de él tiene como fuente principal al Nuevo Testamento.
Máximo de Nápoles, Santo
Obispo, 11 de junio
Por: Cristina Huete García | Fuente: hagiopedia.blogspot.com
Décimo o decimotercer obispo de Nápoles que dirigió la diócesis probablemente del 347 al 359, durante el imperio de Costanzo II. El emperador lo envió el exilio por defender la fe de Nicea y, en su lugar se puso al hereje arriano Zósimo, que gobernó la diócesis durante seis años, pero, según se narra, tuvo que abdicar porque cada vez que intentaba hablar en público la voz no le salía. Este bloqueo de las cuerdas vocales se atribuyó a la oraciones de Máximo, preocupado por la difusión de la herejía entre sus fieles, y esto fue considerado un milagro que sirvió para su canonización. Máximo consumido por diversas calamidades, murió en el exilio; se le venera como mártir.
Por: Cristina Huete García | Fuente: hagiopedia.blogspot.com
Obispo
Martirologio Romano: En Nápoles, de la Campania, Italia, san Máximo, obispo, que por su fidelidad a la fe de Nicea fue desterrado por el emperador Constancio, donde murió consumido por las tribulaciones. († c.361).
Fecha de canonización: El beato Pío IX confirmó su culto el 10 de junio de 1872.
Breve Biografía
Décimo o decimotercer obispo de Nápoles que dirigió la diócesis probablemente del 347 al 359, durante el imperio de Costanzo II. El emperador lo envió el exilio por defender la fe de Nicea y, en su lugar se puso al hereje arriano Zósimo, que gobernó la diócesis durante seis años, pero, según se narra, tuvo que abdicar porque cada vez que intentaba hablar en público la voz no le salía. Este bloqueo de las cuerdas vocales se atribuyó a la oraciones de Máximo, preocupado por la difusión de la herejía entre sus fieles, y esto fue considerado un milagro que sirvió para su canonización. Máximo consumido por diversas calamidades, murió en el exilio; se le venera como mártir.
Sus restos regresaron a Nápoles durante el episcopado de su sucesor Severo y fue enterrado en la catedral donde se conserva el sarcófago bajo el altar. Hoy sus restos están en la iglesia de santos Efebo, Fortunato y Máximo donde se conserva la estatua del s. XVI del santo “durmiente”
San Paris, monje y presbítero
En Treviso, en el territorio de Venecia, san Paris, presbítero de la Orden de los Camaldulenses, que fue director espiritual de religiosas durante setenta y siete años, y falleció a la edad de ciento ocho.
Tanto Bolonia como Treviso reclaman el honor de haber sido la cuna de san Paris. Las investigaciones de los bolandistas han venido a demostrar, con certeza casi absoluta, que fue natural de Treviso, donde pasó toda su larga existencia. Desde su infancia, Paris demostró una vocación tan evidente hacia la vida religiosa que, a la edad de doce años, se le permitió recibir el hábito de los camaldulenses. A pesar de su juventud, desde un principio entró de lleno en la existencia del claustro y muy pronto se convirtió en un modelo de fervor y obediencia a la regla. En 1190 fue ordenado sacerdote, a la edad de treinta años, e inmediatamente después se le nombró director espiritual de las monjas de Santa Cristina; se dice que ejerció ese puesto, con abundantes y magníficos frutos para la comunidad, durante setenta y siete años. Parece que la existencia del santo no tuvo acontecimientos fuera de lo común y probablemente se le habría olvidado, a no ser por sus profecías y los milagros que ocurrieron durante su vida y después de su muerte. Se cree que vivió hasta la edad de ciento ocho años. Su cadáver fue sepultado en la iglesia del convento al que había servido durante tanto tiempo, y las gentes comenzaron a rendirle culto desde su muerte; su sucesor, Alberto, obispo de Treviso, extendió su devoción.
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