sábado, 5 de enero de 2019

ESTUDIOS DE LA EDAD MEDIA

batalla azincourt

Guerra de los 100 años

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La guerra, llamada Guerra de los 100 años, duro en realidad, ciento dieciséis años desde el año 1337 hasta el año 1453. Esta guerra se dio entre Francia e Inglaterra, el principal motivo fue la posesión de los territorios franceses. Es la última guerra feudal y el ejemplo más perfecto de este tipo de guerras. Al inicio Inglaterra tomo posesión de tierras francesas, pero al final de la guerra Francia logró recuperar los territorios ocupados por los franceses, gracias a la intervención de Juana de Arco.

Causas de la Guerra de los 100 años

La enemistad franco inglesa en la Edad Media fue la principal causa, además Flandes condado vasallo de Francia con aspiración de independencia, era ayudado frecuentemente por los reyes ingleses, que tenían en él su principal mercado importador de lanas. Hay que tener en cuenta que de Guyena sacaba de Inglaterra sus famosos vinos y la sal, ambos de un gran volumen comercial. Francia, a su vez, ayudaba a los escoceses en sus continuas luchas contra Inglaterra.
El monarca inglés poseía gran parte del occidente de Francia, prácticamente desde el Loira hasta los Pirineos, y que era un vasallo feudal que no cumplía con sus deberes que como tal debía al rey francés.
Además se una une la cuestión dinástica promovida por la muerte de Carlos IV, en 1328, sin sucesión directa, el tercer hijo de Felipe IV, sucesor de sus dos hermanos Luis X y Felipe V, muertos asimismo sin sucesión. Eduardo III de Inglaterra, sobrino de estos tres reyes, como hijo de Isabel Capeto, casada con Eduardo II, pretendió el trono de Francia, pero los franceses, más por razones políticas que jurídicas; dieron la corona a Felipe VI de Valois, primo hermano del último rey.
La monarquía de Francia no estaba todavía centralizada, ni poseía una economía fuerte; su ejercito no había rebasado aún la fase feudal. Inglaterra, mucho menos poblada, tenía una economía mejor organizada; su ejercito podía considerarse nacional y estaba dotado de un armamento superior.

Los Reyes

Reyes Ingleses

Durante la guerra reinaron en Inglaterra cinco reyes:
Eduardo III (1327-1377), hombre de sentido práctico, de carácter enérgico y que fue excelentemente ayudado por su hijo el Principe Negro.
Ricardo II (1377-1399), su nieto, débil a pesar de sus crueldades, que le hicieron impopular y le costaron la destitución y la vida, ya que murió encerrado en el castillo de York.
Enrique IV de Lancaster (1399-1413), nieto también de Eduardo III, legado al trono por una sublevación, reorganizó el ejército, lo que aprovechó su hijo.
Enrique V (1387-1422), el gran rey inglés del siglo XV, notable militar y prudente político.
Enrique VI. El último rey inglés de la guerra, débil e irresoluto.

Reyes Franceses

En Francia reinaron igualmente cinco reyes. Los tres primero, contemporáneos de Eduardo III, fueron:
Felipe VI (1328-1350), caballeresco y brillante, símbolo de la indisciplinada nobleza francesa.
Juan el Bueno (1350-1364), impotente para dominar la anarquía nobiliaria.
Carlos V el Prudente (1364-1380), sagaz político.
El sucesor de Carlos V fue Carlos VI (1380-1422), cuyo reinado coincide co el de los tres reyes ingleses, Ricardo II, Enrique IV y Enrique V. Carlos VI, afectado de locura a consecuencia de un accidente de caza, llevó a Francia al borde de la ruina.
El último rey de la guerra en Francia fue Carlos VII (1422-1461), contemporáneo de Enrique VI y restaurador de la nacionalidad francesa.

Los periodos de la Guerra de los 100 años

La guerra de los 100 años puede dividirse en dos periodos: el primero dura desde 1337 hasta 1380 y termina con la muerte de Carlos V. El segundo, de 1380 hasta 1453, acaba con la expulsión de los ingleses de Francia.

Primer periodo de la lucha

La necesidad de dominar el mar por ambos bandos hizo que la primera batalla fuera naval. En 134, la escuadra inglesa batía a la francesa en L’Ecluse, quedando dueña del mar, y un ejército inglés desembarcaba en el continente y llegaba casi hasta París. En su retirada fue atacado por el ejército francés, al que derrotó en Crécy(1346).
La batalla de Crécy es un claro exponente de la diferencia de organización militar entre Francia e Inglaterra.
En pocas horas se resolvió la batalla, que costo a los ingleses 40 arqueros, mientras los franceses perdieron cuatro mil hombres, de los cuales 1500 eran caballeros.
Eduardo III, después de felicitar al Príncipe Negro, verdadero artífice de la victoria, marcho sobre Calais, plaza que se rindió tras un duro sitio y que lo ingleses conservaron en su poder hasta 1558, cuando la perdieron en la paz de Cateau-Cambresis. Calais representaba para Inglaterra tener una puerta abierta en el continente.
La Peste Negra, interrumpió la guerra algunos año hasta 1355, cuando el Principe Negro venció en Poitiers al rey Juan II el Bueno, que quedó prisionero. La batalla puede considerarse como una repetición de Crécy. El rey Juan tuvo que firmar en el cautiverio un tratado llamado de Brétigny (1360), por el que se reconocía al rey inglés la propiedad de todo el oeste de Francia, a cambio de su renuncia a la corona francesa. El rey francés recobro la libertad, previo pago de un rescate de 40 millones de francos.
Mientras tanto el desorden se había apoderado de Francia. En la capital, el preboste de mercaderes Esteban Marcel, caudillo de la burguesía, se hizo cargo del poder y arranco al rey en 1357 la firma de la Grande Ordannance (imitación de la Carta Magna), mientras en el campo, los aldeanos, exasperados por el hambre, la peste y la conducta desordenada de los mercenarios, saqueaban las propiedades nobiliarias y mataban a sus ocupantes en la sangrienta revuelta de Jacquerie (nombre que proviene del de Jacques Bonhomme, epíteto con el que la nobleza nombraba a los campesinos), en 1358. Pero los señores triunfaron al fin. Después de reprimir con increíble dureza la revolución campesina y habiendo asesinado a Esteban Marcel (1359), llevaron al Delfín o príncipe heredero Carlos a París. En 1364 moría en Londres su padre Juan II.
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Jacqueriehh

Reinado de Carlos V

En el reinado de Carlos V, Francia se recuperó pronto. Aliado de Castilla y Portugal, inmovilizó a Navarra y amenazó por la espalda el dominio inglés en Guyena. El bretón Bertrand Duguesclin logró alejar las depredaciones de las compañías mercenarias llevándolas, en 1365, a España, donde lucharon a favor de Enrique de Trastámara contra su hermano bastardo Pedro el Cruel. Denunciado el tratado de Brétigny en 1368, se reanudó la guerra contra Inglaterra, llevada victoriosamente por Duguesclin, nombrado condestable. Se fue apoderando de los territorios que los ingleses ocupaban en Francia hasta dejar reducidos sus dominios a Bayona, Burdeos y Calais. En 1376-1377 murieron el Principe Negro y Eduardo III.

Crisis en Inglaterra y Francia

La tregua que siguió a estas victorias fue de grave crisis en Inglaterra a consecuencia de los desastres militares. Un herrero llamado Wat Tyler dirigió una temible insurrección obrera, que puso en peligro la corona de Ricardo II. Aunque éste consiguió dominarla, no pudo evitar que los nobles le destronaran para nombrar a su primo Enrique IV de Lancaster (1399).
En Francia, al mismo tiempo, la locura de Carlos VI provocó la formación de una regencia. La disputa por el poder entre el Duque de Borgoña y el Duque de Orleáns produjo una verdadera guerra civil, llamada de borgoñeses y armañacs.

Segundo periodo de la lucha

Enrique V de Inglaterra supo aprovechar la guerra civil de Francia entre borgoñeses y armañacs y logró vencer a los franceses en Azincourt (1415), batalla en la que los franceses reincidieron en los mismos defectos de Crécy y Potiers. El duque de Borgoña, Felipe el Bueno (1419-1467), desolado por el asesinato de su padre, Juan Sin Miedo (1371-1419), atribuido al Delfín Carlos, se pasó a los ingleses, y con su ayuda éstos impusieron al débil Carlos VI el Tratado de Troyes (1420), por el que se pactaba el matrimonio de Enrique V con Catalina, hija del rey francés. El hijo que naciera de este matrimonio heredaría Francia con perjuicio del Delfín.
A los dos años de este tratado murieron Carlos VI y Enrique V, y fue coronado en París Enrique VI niño de diez meses, mientras Carlos VII lo era en una oscura aldea del Berry. Los ingleses sitiaban Orleáns, cabeza de puente sobre la Loira, única región que escapaba a su dominio, cuando apareció Juana de Arco.

La reacción francesa, Juana de Arco

Presentándose ante Carlos VII, le señalo como verdadero rey, heredero de la corona de Francia. El misticismo ganó a los franceses. Carlos VII le confió un ejército, con el que pudo entrar a Orleáns (1429). Después de esta victoria, hizo coronar a Carlos VII en Reims. Luego venció a los ingleses en Patay. Al años siguiente entraba en Campiegne, pero al hacer una salida fue hecha prisionera por los borgoñeses, quienes la entregaron a los ingleses. Por instigación de la Universidad de París, fue sometida a un proceso por hechicería. Condenada a la hoguera murió quemada en Ruán, en 1413.
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Juana de Arco

Fin de la Guerra de los 100 años

La actuación de Juana de Arco fue breve, pero decisiva. En 1435, Felipe el Bueno de Borgoña firmó el Tratado de Arrás con Carlos VII, por el que se conservaba Artois y Picardía y se le dispensaba de prestar homenaje al rey de Francia. El mismo año moría lord Bedford, jefe del ejército inglés. En 1437, París abría sus puertas a Carlos VII. En 1441 se firmo una tregua de nueve años, conservando a los ingleses tan solo la parte de Guyena y Normandía. Rota la tregua en 1449 por los ingleses, fueron vencidos poco a poco y quedaron reducidos a la plaza de Calais, terminando así, sin ningún tratado de paz, la guerra.

Francia después de la Guerra de los 100 años

Al terminar la Guerra de los 100 años, Francia se hallaba agotada. El feudalismo estaba deshecho; el campo, a merced de los salteadores. Carlos VII (1422-1461) restableció el orden, apoyándose en la burguesía y en los segundos de la burguesía. En las Ordenanzas de Orleans reglamentó la economía y a la vez, la justicia, y estableció el ejército permanente. Con estas reformas puso a Francia en el camino de la monarquía absoluta.
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Mapa de Francia durante la Guerra de los 100 años







Causas de la Guerra de los 100 años

La Guerra de los 100 años fue el desenlace de la enemistad entre Inglaterra y Francia desde hacía años. Uno de los ejemplos históricos a destacar era el deseo de independencia de Flandes, que en ese momento era un condado vasallo de Francia, y cómo Inglaterra le ayudaba con frecuencia; de igual forma, Francia ayudaba a los escoceses en sus luchas con Inglaterra.
Otra de las causas del conflicto eran los intereses comerciales que unos y otros tenían. Por ejemplo, Inglaterra estaba interesada en la importación de la lana Flandes para la elaboración de tapices. Además, es importante tener en cuenta que ambos compartían el canal de la Mancha para sus incursiones marítimas.
Un detalle más que se suma al malestar entre ambos países es la posesión del rey inglés de unas tierras en Francia, que lo convierten en duque de Normandía y de Aquitania. Por supuesto, en este momento histórico eso suponía que el rey inglés se convertía en vasallo del rey de Francia, un vasallaje que, entre otras cosas, implicaba obediencia. Como os podréis imaginar, este hecho jamás se produjo y el rey galo sí o sí tenía que responder a tal agravio para transmitir ejemplo a los demás vasallos.
Finalmente, a todas estas cuestiones se le suma la muerte del rey Carlos IV de Francia en el año 1328. Al no tener un sucesor directo, el más próximo en términos dinásticos era el rey inglés Eduardo III (sobrino) pero, como ya podréis imaginaros, los franceses no lo aceptaron y colocarlos en el trono al rey Felipe VI de Valois (primo). Esto provocó que los ingleses comenzaran a reclamar el trono de Francia.
En 1337, el rey Felipe VI de Francia confisca el ducado de Aquitania y comienza la guerra.

Reyes de la Guerra de los 100 años

Los reyes más relevantes del conflicto bélico de la Guerra de los 100 años son:

Reyes ingleses

  • Eduardo III
  • Ricardo II
  • Enrique IV
  • Enrique V
  • Enrique VI

Reyes franceses

  • Felipe VI
  • Juan II
  • Carlos VI
  • Carlos VII

Periodos de la guerra de los 100 años

Uno de los datos más importantes a tener en cuenta es que no se mantuvo una guerra durante 116 años día tras día, si no que fue un período de tiempo en guerra donde también hubo momentos de paz.

Primer periodo de la lucha

El primer periodo de lucha tiene lugar entre los años 1337 y 1360. En este tiempo destacan las victorias del ejército inglés, que ya contaba con un ejército casi nacional (pues era un país prácticamente unido) frente a los ejércitos franceses, que más que llamados por el rey eran llamados por los señores feudales.
Destacan las batallas de Crécy (año 1346) y la batalla de Poitiers (año 1356), que tuvieron como resultado la conquista de Calais por los ingleses y el aprisionamiento del rey de Francia Juan II. Finalmente, se firmó en 1360 el Tratado de Brétigny que consistía en la cesión de Aquitania, junto con otros territorios, y la renuncia de Eduardo III (rey inglés) a la corona francesa.
Este tratado trajo cierta paz a ambos reinos, hasta que en España comenzaron las guerras de sucesión al trono de Castilla y ambos países intervinieron.

Reinado de Carlos VI

El rey francés Carlos VI fue el sucesor de Carlos V, un rey que ha sido descrito como enfermo física y psíquicamente, lo que supuso una ruptura en Francia y más ventajas para los reyes de Inglaterra.
En esta época, destaca Enrique V, quien fue coronado como caballero dos veces (por el rey Ricardo II y, más tarde, por el propio padre Enrique IV) a los doce años de edad y llegó a ser rey con 26 años. Se le consideró un rey muy capaz y muy diestro en el arte de la batalla, tanto en la acción como en la estrategia.
Una vez que terminaron los conflictos con Escocia y Gales, volvió a dirigir toda su atención al reino de Francia. Lo primero que hay que mencionar, es que evitó ir al conflicto bélico a través de un matrimonio concertado con la hija de Carlos VI, pero en 1415 el tratado de paz terminó y Enrique V invadió Francia.

Crisis de Inglaterra y Francia

La batalla más importante de este periodo fue la Batalla de Azincourt. Enrique V se había introducido en Francia con un número inferior de tropas y, aún así, había conseguido la victoria. A pesar de ello, tuvieron que retroceder hasta Calais y embarcar por la falta de recursos para poder continuar su camino hasta París y autoproclamarse rey.
Fue en 1420 cuando ambos reyes firmaron el Tratado de Troyes y que implicaba que la hija de Carlos VI se casaría con Enrique V, reconociendo que Enrique sería el heredero del trono francés una vez que falleciese.

Segundo periodo de lucha

La vida o la historia siempre tiene aspectos bastante irónicos y fue Enrique V el que murió primero, por lo que no pudo ascender al trono francés. Carlos VI moriría dos meses más tarde pero, incumpliendo lo que se había firmado en el tratado, Francia nombró como nuevo rey al bebé Carlos VII, en lugar de a Enrique VI (aún un rey niño).
Los ingleses consideraron a Enrique VI como rey de Francia e Inglaterra, considerando a Carlos VII un usurpador. Esto provocó que de nuevo comenzara la guerra y los ingleses invadieran Francia, sitiando la ciudad de Orleans.

Juana de Arco

Juana de Arco fue uno de los personajes más relevantes en este momento histórico. Ella sentía que era la elegida de Dios para poder liberar al pueblo francés de las tropas inglesas y, con sólo 17 años de edad, reunió a un grupo de soldados y consiguieron deshacer el asedio de las tropas inglesas en Orleans en el año 1429.
Juana pasó a ser conocida como la Doncella de Orleans y fue inspiración para multitud de personas, no sólo soldados, si no también campesinos que vieron un líder a la que seguir.
A pesar de su éxito y de haber presenciado la coronación del rey Carlos VII, fue traicionada por los suyos, por su propio rey y por los militares. Juana de Arco causaba un gran temor, tanto por el poder que había alcanzado como por los cambios que podía suponer. Fue capturada y entregada a los ingleses, quienes la juzgaron en la Inquisición y la quemaron en la hoguera por hechicera en el año 1431.

Fin de la Guerra de los 100 años

La historia comenzó a ser más favorable para Francia, quien consiguió que Borgoña retirara su apoyo a Inglaterra y fueron reconquistando los territorios ingleses.
Finalmente, fue en la batalla en Castillon en el año 1453 la que puso fin a la Guerra de los Cien Años.

Francia después de la Guerra de 100 años

La Guerra de los 100 años supuso un gran cambio para el reino francés, consiguiendo una identidad nacional que anteriormente no existía, pues estaba distribuida en feudos. A su vez, se consigue un estado íntegro donde se habla de súbditos y no de vasallos.

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