viernes, 4 de enero de 2019

ESTUDIOS DE LA EDAD MEDIA


ESTILOS ARQUITECTÓNICOS MEDIEVALES

Arquitectura visigoda

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Después de las devastaciones que en los primeros años del siglo Vsufrió la península ibérica por las oleadas de vándalosalanossuevos y visigodos que la invadieron, quedó al fin relativamente sosegada con la dominación de estos últimos a partir del año 507 y más todavía cuando en el 589 se realizó la conversión de los visigodos arrianos al catolicismocon Recaredo, su monarca. A mediados del siglo VI llegaron a Hispanialegiones imperiales de Constantinopla con objeto de ayudar y afirmar en su trono al rey Atanagildo y posesionándose de algunas plazas en las costas de Levante y Mediodía, las retuvieron por más de medio siglo (552-615) con su obligado acompañamiento de artistas bizantinos contribuyendo de esta suerte a reforzar los elementos orientales que ya formaban parte del caudal artístico de los godos.
Consta, por testimonios fidedignos de aquella época, la existencia de magníficas iglesias en España, desde los últimos años del siglo VI hasta la invasión sarracena:
Por el tesoro de Guarrazar (Toledo) del siglo VII y por las inscripciones que se conservan de la misma época se demuestra con evidencia el gran influjo que el arte visigodo había recibido del septentrional y del bizantino y el adelanto al que habían llegado las artes suntuarias en España, lo cual da derecho a inferir que no les iría a la zaga la arquitectura.
Los pocos restos de construcciones visigodas que, salvando el paso de los siglos y las terribles vicisitudes que experimentó el solar español, han podido llegar hasta nosotros demuestran que la España visigoda poseía un arte propio y nacional distinto del de otros países por lo menos desde la época de Recaredo. No constan con certeza edificios visigodos o ruinas de ellos anteriores a su reinado.

Elementos[editar]

Los principales elementos componentes de la arquitectura visigoda pueden fijarse de este modo para las iglesias propiamente dichas:
  • Plano de basílica latina, con tres naves y un ábside cuadrado (a veces, en herradura) en el cual se elevaba el altar único.
  • Columnas exentas y monolíticas para dividir las naves y, alguna vez, para lo mismo, pilastras sencillas.
  • Capiteles de orden corintio o compuesto degenerados y con escultura de poco relieve.
  • Arcos de herradura y también de medio punto y peraltados.
  • Techumbre de madera en las naves y de bóveda de cañón o de cuarto de esfera en los ábsides.
  • Muros de piedra, sin combinación de ladrillo y con aparejo de hiladas irregulares.
  • No se usan contrafuertes y el contrarresto se logra con el espesor de los muros.
  • Las ventanas suelen ser bíforas con celosías de piedra calada.
  • La ornamentación sigue las formas bizantinas de estrella, cruces (a veces, con el alfa y el omega), florones y varios motivos geométricos.
  • Los muros se decoran con pinturas o con revestimientos de mármoles y los pavimentos con mosaico, hoy desaparecidos.
Había también iglesias que imitaban el tipo bizantino acaso destinadas a servir de baptisterios. Dicho tipo se manifiesta en la planta de cruz griega o cuadrada y dividida en tramos sobre cuyo centro se alzaba una cúpulao por lo menos una bóveda vaída. Y no faltaban humildes oratorios y memorias de mártires (martyrium como las llama San Isidoro) de sencilla planta rectangular y de pequeñas dimensiones con ábside o sin él y con más o menos ornamentación que las denuncia como de esta época.

El arco de herradura[editar]

El arco de herradura usado por los visigodos se distingue del mahometano en su arranque, en su amplitud, en su altura relativa y en su despiezo. El visigodo arranca directamente del ábaco del capitel y es algo más ancho que el intercolumnio por él cubierto; su peralte (porción que media entre el arranque y la línea horizontal que pasa por el centro) equivale a un tercio del radio o poco más y su despiezo es comúnmente horizontal en el peralte y radial desde la terminación de este y alguna vez radial en todo. Su curvatura no es sencillamente ultrasemicircular sino que desde la línea horizontal del centro desciende la curva obedeciendo a otro centro más lejano o formada al tanteo. En cambio, el arco musulmán de herradura se apoya en zapatas salientes sobre el capitel, ofrece igual amplitud que el vano por él cubierto, tiene un peralte cada vez mayor (en el siglo IV, de medio radio y desde el siglo XIII se convierte en arco en ojiva túmida, resultando el peralte muy elevado) su despiezo es horizontal hasta más arriba de la línea del centro por lo menos desde siglo IX y su curvatura es simplemente ultrasemicircular.

Principales monumentos[editar]

Iglesia de San Pedro de la Nave, situada en la localidad de El Campillo, término municipal de San Pedro de la Nave-Almendra, en la provincia de Zamora (España).
Los monumentos de arquitectura que hoy se consideran como visigodos en nuestra península aunque hayan sufrido posteriores y variadas restauraciones o solo se conserven ruinas de ellos, se reducen a los siguientes:
Todas estas iglesias son del siglo VII aunque las de San Martín y San Pedro podrían ser de principios del siglo VIII. También se adjudican en su origen a la misma época (del siglo VI al VII) las tres iglesias antiguas de Tarrasa, a saber:
  • San Miguel, que debió ser el baptisterio de la catedral de Egarra (Tarrasa), tiene planta cuadrada, dividida en nueve compartimentos, un ábside de herradura, arcos peraltados, cúpula central (que antes debió ser vaída), apoyada sobre ocho columnas con sus capiteles visigodos. Consta de bóveda de concha en los cuatro ángulos de la iglesia y una cripta con ábside en herradura compuesto de tres lóbulos semicirculares como el de la iglesia de San Pedro.
  • San Pedro
  • Santa María, al igual que la de San Pedro con forma basilical, conservando apenas la fábrica primitiva tan solo el ábside en herradura.
Las tres fueron restauradas en los siglos IX y XI y la última, otra vez en el XII. Como ejemplares de pequeños oratorios se citan:
Hay también otras reliquias de arquitectura visigoda diseminadas en varias poblaciones de España como las de:



Arquitectura Visigoda o Visigótica en España
El arte visigodo o hispanovisigodo es un arte cristiano de carácter religioso que se desarrolló principalmente en el siglo VII, ya que no se puede considerar perteneciente a la arquitectura y arte visigodo las manifestaciones anteriores (siglo VI) por ser de clara tradición tardorromana paleocristiana.
Iglesia visigótica de Barbadillo del Mercado
Los principales centros de desarrollo de la arquitectura visigoda fueron Toledo, Tarragona, Córdoba y Mérida, ya que documentalmente sabemos de muchos edificios construidos en estas ciudades aunque muy poco nos ha llegado de ellos, salvo elementos aislados como columnas, pilastras y canceles. Las construcciones supervivientes se localizan en la mitad superior de la península y en zonas rurales -algunas con paisajes idílicos- alejados de las grandes urbes donde la presencia musulmana fue menor. En la mayoría son edificios de segunda fila, por lo que sacar conclusiones definitivas sobre la arquitectura visigoda es difícil.
Arquitectura visigótica: Iglesia de Santa María de Melque
Para la mayoría de los investigadores el arte visigodo es producto de la rica tradición romana y paleocristiana precedente junto con influencias bizantinas.
Las características generales de la arquitectura visigoda son:
  • Los edificios se construyen mediante perfecta sillería, con aparejo de soga y tizón. Los sillares son grandes bloques perfectamente cortados y escuadrados y colocados sin unión por argamasa (a hueso). Las hiladas son irregulares. En ocasiones se usa el ladrillo. Ambos elementos son herederos de la arquitectura romana.
  • La anchura de los muros y la escasez de vanos se justifica por la predilección de la arquitectura visigoda por el empleo de la bóveda de medio cañón.
  • Se emplea el arco de herradura con doble dovela como clave (la denominada "ausencia de clave") y con el trasdós que cae recto a partir de la circunferencia. El soporte usado es la columna y el pilar. Los capiteles pueden ser de orden corintio muy esquemático o el de tronco de pirámide invertido. El empleo del arco de herradura también es una herencia de la arquitectura hispanorromana anterior.
  • Una de las características más peculiares de la arquitectura de estilo visigodo es que el espacio de los templos es muy compartimentado y se emplea gran variedad de plantas, algunas de tipo basilical otras de cruz griega o combinación de ambas. Las cabeceras son planas. Los abovedamientos suelen ser de medio cañón, arista o cúpulas en los cruceros.
  • La cabecera siempre aparece abovedada y termina en testero recto y es frecuente que encima de esa bóveda de cañón surjan unas pequeñas camarillas a las que hay que acceder por escalera de mano cuya finalidad es dudosa. Generalmente también a ambos lados de la cabecera aparecían dos sacristías que a veces comunicaban con el ábside por entradas muy pequeñas. Esto hace pensar que cuando la abertura al ábside es la de un vano de dimensiones normales pudiera ser una sacristía, pero cuando es excesivamente reducida puede tratarse de celdas monásticas en donde los monjes realizaban penitencia. La luz del templo visigodo es muy escasa. Existen pequeños vanos en las naves y algo mayor en el ábside, siempre orientado al este y normalmente con una sola ventana.
  • La decoración de los muros es rica en frisos a base de elementos geométricos o florales repetitivos, tallos ondulantes de vid y estrellas o figuras de animales.
  • Según los textos de San Isidoro la belleza del edificio radica no tanto en la buena estructura o en su distribución como en su adornos y decoración. Para ello se emplearían artesonados de madera dorados, mármoles en los canceles, en las placas, en los muros, en las iconostasis y, por supuesto, en las columnas que separan las naves. Esto hizo que los visigodos se aprovecharan con mucha frecuencia de los materiales de mármol de antiguos edificios romanos. Parece también que las lámparas votivas, los velos, los objetos sagrados, etc., contribuían a esa belleza que era prioritaria en la descripción de los templos del mundo visigótico según San Isidoro.
Cancel visigodo
El arte del periodo visigodo o visigótico en España (siglos VI y VII) ha dejado sorprendentemente escasas muestras. Una posible razón es la belicosa historia de conquistas y reconquistas que sufrió la Península desde la invasión musulmana.
Pilastra visigoda con el Crismón. Museo de Burgos
Establecer rutas para acercarnos al arte visigodo es difícil ya que los restos arquitectónicos se encuentran muy dispersos por toda España. Para visitar estos monumentos es preferible aprovechar otras rutas y acercarse a ellos cuando se tercie. A continuación describimos los templos de San Pedro de la NaveSan Juan de Baños de Cerrato, Santa María de MelqueSanta Comba de Bande y Quintanilla de las Viñas, así como la Cripta de San Antolín.
Arco triunfal. Quintanilla de las Viñas
San Juan de Baños de Cerrato (Palencia)
La iglesia de San Juan de Baños de Cerrato está localizada a muy pocos kilómetros de la ciudad de Palencia.
San Juan de Baños de Cerrato

E
s un soberbio templo de estilo visigótico que, como en casi todos los casos, ha sufrido reformas, en este caso en época gótica.
Arquitectura visigótica: San Juan de Baños
Lo más sobresaliente de este templo es el equilibrado ordenamiento del cuerpo de la iglesia, que está dividido en tres naves mediante arcos de herradura que voltean sobre grandes columnas de capiteles que imitan lo corintio.
El arco triunfal, también de herradura, deja paso a una cabecera de testero plano.
Capitel visigodo
Otros elementos en que hay que fijarse en el exterior son los vanos con arco de herradura con decoración vegetal y geométrica muy propia del mundo visigodo.
Más información de la Iglesia de San Juan de Baños 
Quintanilla de las Viñas (Burgos)
Tres frisos esculpidos del ábsideLa ermita de Santa María de Quintanilla de las Viñas es una de las grandes joyas de la arquitectura visigoda.
Se encuentra en medio de un bello paraje aislado de cualquier otro edificio, en una de las comarcas de mayor sabor histórico de España, Tierra de Lara, muy cerca de lugares tan emblemáticos como los monasterios de Santo Domingo de Silos, San Pedro de Arlanza y la ciudad medieval de Covarrubias.
Aunque tradicionalmente ha suscitado cierta controversia en relación a su datación (para algunos no sería del periodo visigodo, sino posterior, es decir de repoblación o mozárabe) parece que se asienta la idea de haber sido levantada a finales del siglo VII o comienzos del VIII. Por tanto, estamos ante un templo construido muy poco antes del derrumbamiento de Reino Visigodo.
Quintanilla de las Viñas. Burgos
Originalmente, este templo debió pertenecer a un monasterio, lo que explicaría sus grandes dimensiones con tres naves (a tenor de las huellas de los pilares del suelo y la cimentación), transepto y cabecera de un ábside rectangular.
El interior del templo, debió estar muy compartimentado, como suele suceder en los templos prerrománicos españoles y que tiene que ver con la complejo rito hispánico de celebración de la misa.
Friso del ábside de Quintanilla de las Viñas
Desgraciadamente, las naves debieron desplomarse en el siglo XIV y actualmente se conserva sólo la cabecera de planta rectangular y el transepto.
La construcción se llevó a cabo mediante grandísimos sillares de caliza y arenisca colocados a hueso (sin ningún tipo de argamasa, al modo visigodo)
Friso esculpido en la iglesia visigoda de Quintanar de las Viñas
Esta iglesia se caracteriza por la riqueza escultórica repartida en las dovelas del arco triunfal (róleos con racimos, aves y palmetas) y los frisos que anillan el edificio.
Muy destacados también son bloques o sillares que funcionan a modo de capiteles (capiteles-imposta). Además hay bloques de sillares tallados con ángeles y personajes bíblicos.
Arco triunfal. Quintanilla de las Viñas
Los dos bloques que soportan el arco triunfal son similares. En ellos se muestra a parejas de ángeles sujetando un medallón. En uno, el medallón lo ocupa el sol y en el otro la luna.
Otros dos bloques esculpidos llamarán nuestra atención. De nuevo, en los dos las figuras laterales son ángeles, pero siendo distintos los personajes, frontales. En uno para ser Cristo portando una cruz y en el otro es una mujer, probablemente María.
Como se ha indicado, exteriormente, la cabecera y muros del crucero de la iglesia de Quintanilla de las Viñas también cuentan con tres bellos frisos escultóricos con racimos de uvas, flores, aves (muy atractivos son los faisanes), cuadrúpedos, monogramas de tradición bizantina, etc.
Más información de la Ermita de Quintanilla de las Viñas 
Ermita de Santa María de Melque (Toledo)
Iglesia de Santa María de Melque. Estilo visigodo - mozárabeLa iglesia de Santa María de Melque es uno de los mejor conservados de la arquitectura visigoda y mozárabe.
Fue el templo de un monasterio construido probablemente a comienzos del siglo VIII y que tras la invasión musulmana, en un momento sin definir fue abandonado y empleado como fortaleza por un poblado árabe, momento en el que se construye sobre el crucero una torre.
El templo es de cruz latina con tres naves rematadas en tres ábside de planta cuadrada. Uno de ellos, el meridional, se ha perdido.
Santa María de Melque
La iglesia de Santa María de Melque ha sido muy restaurada y es visitable. Junto a la iglesia hay un centro de interpretación para explicar la historia y valor del edificio.
Más información de la iglesia de Santa María de Melque 
San Pedro de la Nave (Zamora)
La iglesia visigoda de San Pedro de la Nave se encontraba en un valle que se cubrió con un pantano, por lo que se tuvo que trasladar gracias a la intervención del ilustre historiador Manuel Gómez Moreno.
Tiene una estructura muy compleja que muestra una clara simbiosis entre la planta de cruz griega y la planta basilical. Al oeste, hay tres naves separadas por gruesos pilares. El crucero está destacado en planta a través de dos estancias de las que no se sabe su función, en la actualidad son puertas pero antes no se sabe si lo serían o no, pero se explicaría por la existencia de una doble comunidad. Esta hipótesis se ve reforzada por la existencia de ábside, anteábside y coro. En ese caso, en la nave se celebraría la Misa para la parroquia, mientras que el resto de la iglesia sería para uso monacal. Junto al anteábside hay dos recintos muy abiertos, por lo que seguramente serían sacristías.
San Pedro de la Nave. Arte visigodo
Hay relieves en frisos por toda la iglesia y en los capiteles de cuatro columnas que se encuentran realzando el crucero. Esta escultura es también objeto de controversia, pero actualmente se piensa que son del siglo IX o X, fecha también del abovedamiento. En un capitel, está representado el sacrificio de Isaac, en otro, Daniel entre los leones. Estas dos escenas se encuentran coronadas por róleos en los que aparecen aves que simbolizan las almas bienaventuradas que se alimentan de la Eucaristía. En los otros dos capiteles, la escena principal son temas de aves contrapuestas en uno y afrontadas en el otro que giran sus picos para nutrirse de racimos de uvas, con el mismo simbolismo.
Más información de la Iglesia de San Pedro de La Nave 
Santa Comba de Bande (Orense)
Santa Comba de Bande es prototipo de iglesia cruciforme visigoda. Tiene forma de cruz griega a la que se le añade por el este un ábside de testero recto y al oeste un pórtico avanzado.
Interior de Santa Comba de Bande
A ambos lados del anteábside se abren a él dos estancias, igual que en la zona de los pies existían otros cuatro recintos laterales, dos a cada lado, que debían tener función monástica. El coro estaba constituido por el brazo transversal de la cruz. Esto presupone que las comunidades monásticas seguían en dos grupos: uno en el anteábside y el otro en el coro, quizá por ser monjes de distinta formación (los fámulos, los inferiores, se colocarían en el coro) o quizá porque era una comunidad duplo: una de hombres (colocados en el coro) y otra de mujeres (colocadas en el anteábside), por supuesto, cada uno con una entrada distinta y con estancias divididas, la iglesia sería en este caso el elemento separador de ambas comunidades.
Las dos estancias junto al anteábside pudieran ser sacristías por su entrada grande remarcada además por dos columnas pareadas.
Se desconoce cómo era la condición original, ya que la actual procede de una restauración del siglo IX, que se realizó probablemente por un ataque de musulmanes, y con la que seguramente se quería realzar la iglesia abovedándola sustituyendo una hipotética cubierta de madera.
Los capiteles son de inspiración romana, corintios, pero con una labra mucho más tosca.
Más información de la Iglesia de Santa Comba de Bande 
San Fructuoso de Montelios (Portugal)
En la vecina Portugal, concretamente en Braga tenemos el interesante martyrium de San Fructuoso, edificio de planta de cruz griega inspirado directamente en el mausoleo de Gala Placidia.
Más información sobre San Fructuoso de Montelios 
Cripta de San Antolín de la Catedral de Palencia
La Cripta de San Antolín de la Catedral de Palencia es un pequeño espacio abovedado que probablemente serviría de martyrium para la reliquias de este santo.
Son destacables los arcos de herradura de la cabecera y las columas en que se prolongan.
Cripta de San Antolín. Palencia
Más información sobre la Cripta de San Antolín 
Otros edificios de datación más incierta, que se asignan a periodo visigodo o mozárabe son San Vicente del Valle y Barbadillo del Mercado (Burgos) Virgen del Val de Pedro y Castro (Soria), entre otros.
La orfebrería visigoda. El Tesoro de Guarrazar
Orfebrería visigoda. El Tesoro de GuarrazarLa orfebrería visigoda tiene su más importante exponente en el llamado "Tesoro de Guarrazar". Durante la ocupación musulmana algunos clérigos visigodos lo enterraron en el monasterio de Santa María de Sorbaces, en la Huerta de Guarrazar, cerca de Guadamur, localidad a pocos kilómetros de Toledo.
A mediados del siglos XIX tal tesoro fue recuperado, aunque tras distintos avatares y robos se han perdido diferentes piezas.
Se trata de un conjunto donado por los reyes del Reino Visigodo, Suintila y Recesvinto -entre otros- a la iglesia de Toledo como ofrendas votivas. Está compuesto por cinco cruces y seis coronas de oro y pedrería, destinadas a ser colgadas del techo. Su estilo procede del mundo bizantino aunque con influencias germánicas.
Orfebrería de estilo visigodo: Corona de Recesvinto

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