Teorías integradas y unitarias
La criminología contemporánea ha propuesto teorías y enfoques integrados frente a los más tradicionales del el carácter unitario tales como las teorías de la asociación diferencial, la tensión o el control. También se recordará que la integración puede referirse a enfoques disciplinares, variables y teorías criminológicas propiamente dichas. Es en esta última posibilidad en la que vamos a centrarnos ahora. Los proponentes del enfoque integrado son perfectamente conscientes de las serias dificultades lógicas de los mismos y del aumento de la complejidad que a menudo significan, pero consideran que las teorías unitarias tradicionales han fracasado a la hora de explicar el delito y que estos nuevos enfoques son superiores empíricamente. Lo que se plantea es básicamente tomar de cada teoría aquellas partes que resulte más prometedoras y tratar de formar una nueva teoría con todas ellas.
El modelo modificado del control social. Desorganización social
El modelo propuesto por Elliott y sus asociados continúa siendo hoy en día uno de los más solidamente construidos y conocidos. Los autores recurren a la combinación de tres de las teorías tradicionalmente más importantes: las de control social, la frustración y la asociación diferencial/aprendizaje. La integración que proponen es a nivel individual (micro).
Una vez que los vínculos (la familia y la escuela) son débiles, el individuo tiende a frecuentar grupos de iguales que favorecen la comisión de hechos delictivos y también desviados como es el consumo de drogas y a vincularse a ellos. Así, la vinculación a pares delincuentes o convencionales se encuentra influida por los vínculos sociales previos.
De acuerdo con el modelo integrado, la delincuencia es el resultado conjunto de vínculos débiles y normas convencionales y de vínculos sólidos a personas y grupos desviados. Asimismo es posible una influencia directa en la frustración y/o de controles débiles en la delincuencia, poseía una influencia no mediada por el núcleo básico de la teoría integrada, aunque esta influencia tenderá a ser débil.
Esta parte de la teoría es básica. De la propia investigación empírica llevaba a cabo por Elliott y sus colegas se dedujo lo siguiente:
- Que quienes tenían vínculos convencionales débiles y vínculos sólidos a pares delincuentes eran quienes más tendían a delinquir.
- que la relación entre ambas variables es en realidad una relación condicional.
Los mismos autores llevaron a cabo una profunda revisión de investigaciones empíricas que un general proporcionaba apoyo empírico para su modelo. En efecto, los autores consideran que el apoyo empírico de su modelo es superior al de las teorías unitarias en general y, en concreto, la de control social, la frustración y la de aprendizaje que ellos recurren. Elliott y sus colegas consideran que este es su mejor argumento: el poder explicativo del modelo integrado es bastante bueno, dado el nivel de predicción del que habitualmente informa la literatura sobre delincuencia y consumo de drogas.
La teoría general integrada
De acuerdo con la teoría general integrada, el delito tenderá aparecer cuando los impedimentos para delinquir sean bajos y las motivaciones altas. Con ello, Agnew quiere decir que es necesario atender a variables que afectan a ambas constelaciones de impedimentos y motivaciones. La mayor parte de las teorías, aunque puedan compartir esta visión amplia, tienden a concentrarse en uno u otro lado de la ecuación. Otras tradiciones en criminología se limitan de manera expresa a una de las constelaciones, como es el ejemplo claro de las teorías de control social. El propio autor propone y desarrolla una tipología de impedimentos y motivaciones.
Agnew, las limitaciones (o impedimentos) contra el delito pueden ser vistas como un muro ubicado entre el individuo y el delito. Se trata en primer lugar del control externo, como el que ejercen otros, sobre todo personas íntimas como la familia o los amigos, para de detectar y sancionar el comportamiento criminal. Otros individuos, en segundo lugar, gozan de objetos, situaciones, expectativas, etcétera que desean conservar y que podrían perder en caso de incurrir en el delito.
Estas personas tienen un elevado interés en la conformidad, que actúa como limitación al delito. Por último, para ciertos sujetos, el delito o es tan inmoral, que ni siquiera consideran la posibilidad de incurrir en él. Esta limitación que es denominada control interno en la terminología de la teoría general integrada.
Agnew, Las motivaciones para el delito se derivan de variables que o bien arrastran o bien empujan al delito. En el primer caso (arrastran) se trata del aprendizaje del delito en el sentido de las teorías clásicas del aprendizaje y la asociación diferencial. Los individuos pueden verse expuestos a creencias favorables al delito, esto es que se les puede enseñar que el delito es bueno o al menos justificable bajo ciertas condiciones; a reforzamiento del delito, como cuando de su comisión se logra algo valorado positivamente o bien se logra evitar algo negativo; y a modelos criminales exitosos que pueden tender a imitarse. En segundo lugar, existen variables que empujan hacia el delito. Esto tiene lugar cuando los individuos se encuentran en una situación de frustración porque se les ha impedido alcanzar metas deseadas; se les ha quitado o amenazado con quitarles cosas valiosas que poseen; o bien cuando se les presenta o amenaza con presentar estímulos negativos.
En el núcleo fundamental de la teoría general integrada se encuentra constituido por qué variables individuales y sociales influyen en las limitaciones y motivaciones del delito; también puede incidir indirectamente en el delito. Agnew las clasifica en cinco grupos de variables (relacionados con esferas de la vida de las personas):
- Bajo autocontrol e irritabilidad.
- Variables familiares.
- Variables escolares.
- Variables relativas a los pares.
- Variables relativas al trabajo.
Como ya sabemos, estas variables influyen en el delito porque afectan a sus limitaciones o motivaciones. Cada una de estas variables puede incidir en más de una limitación o motivación para el delito; por ejemplo, tener amigos delincuentes no sólo motiva para delinquir, sino que además dificulta la creación de controles o limitaciones eficaces. La influencia de variables limitaciones o motivaciones sobre el delito puede ser directa y/o indirecta (éste sería el caso de un bajo autocontrol). Cualquiera de las variables puede tener efectos relativamente modestos, moderados y grandes directos sobre delito, de modo que no todas tienen la misma influencia; por ejemplo, un bajo autocontrol es una influencia grande para delinquir, mientras que el efecto de las experiencias negativas en el colegio sería moderado para la teoría general integrada.
Las cinco áreas vitales para la teoría general integrada se encuentran interrelacionadas entre sí.
Puesto que, en efecto, cada una de las esferas se relaciona con todas las demás y además retroalimentan sus efectos recíprocamente, formando un complejo entramado, Agnew habla de la tela de araña del delito.
El problema de muchos delincuentes es que tienden a coincidir la mayoría de las variables relacionadas etiológicamente con el delito, encuentra problemas en todas y cada una de las esferas vitales y de este modo se ven atrapados en la tela de araña y le es muy difícil salir de ella y terminar o desistir de sus carreras delictivas. Ello explicaría la existencia de delincuentes coránicos: sujetos en los que coincide en innumerables causas del delito y con graves dificultades en distintos ámbitos, dificultades que se refuerzan mutuamente haciendo cadáver más complicado abandonar el delito.
La teoría general integrada añade que la esfera de la vida desempeña un papel en la causación del delito se ven afectadas a su vez por factores externos de naturaleza ambiental.
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