Criminología III. Tipologías de psicópatas
Son muchas las clasificaciones hechas a lo largo de la historia. No obstante, podrían señalarse, por su vigencia actual, la del DSM IV y por su aplicabilidad práctica, la de Kurt Schneider (1).
A) Como ya se ha hecho referencia, el DSM IV reduce los trastornos de la personalidad, a tres grupos:
B) Schneider ofrece una tipología no sistemática de personalidades psicopáticas incomparables entre sí aunque combinables, de la que cabe destacar su indudable vigencia práctica incluso en el presente. A tal efecto estableció diez tipos de psicópatas', alguno de ellos perfectamente identificables en la realidad social actual.
¿El comportamiento es heredado o adquirido?
A) Como ya se ha hecho referencia, el DSM IV reduce los trastornos de la personalidad, a tres grupos:
* El grupo A incluye los trastornos paranoide, esquizoide y esquizotípico de la personalidad. Los sujetos con estos trastornos suelen parecer raros o excéntricos.No obstante, tal y como señala el propio DSM IV, este sistema de agrupamiento, si bien es útil a efectos de investigación o docencia, tiene importantes limitaciones y no ha sido validado de forma consistente. Además, es frecuente que los individuos presenten al mismo tiempo varios trastornos de la personalidad pertenecientes a grupos distintos.
* El grupo B incluye los trastornos antisocial, límite, histriónico y narcisista de la personalidad. Los sujetos con estos trastornos suelen parecer dramáticos, emotivos o inestables.
* El grupo C incluye los trastornos por evitación, por dependencia y obsesivocompulsivo de la personalidad. Los sujetos con estos trastornos suelen parecer ansiosos o temerosos.
B) Schneider ofrece una tipología no sistemática de personalidades psicopáticas incomparables entre sí aunque combinables, de la que cabe destacar su indudable vigencia práctica incluso en el presente. A tal efecto estableció diez tipos de psicópatas', alguno de ellos perfectamente identificables en la realidad social actual.
* Psicópatas hipertímicos o activos. Tienen un estado de ánimo fundamentalmente alegre y eficiente pero carecen de firmeza y de profundidad, son poco dignos de confianza, descuidados y fáciles de influenciar aunque tengan una conducta muy libre. Debido a su temperamento vivo incurren fácilmente en delitos.
* Psicópatas depresivos. Son gentes tranquilas que lo ven todo negro por lo que suelen estar en un constante estado depresivo bajo una concepción pesimista de la vida en la que predominan los autorreproches y las dudas.
* Psicópatas inseguros de sí mismos. Guardan cierta semejanza con los depresivos debido a la inseguridad y a la desconfianza en sí mismos motivadas por la timidez interna que les caracteriza, sobre todo en los planos fisico y social, pese a que externamente se muestren como personas seguras o arrogantes que no quieren pasar desapercibidas. Tienen muchos remordimientos y escrúpulos de conciencia.
* Psicópatas fanáticos. Destacan por una personalidad marcadamente activa y expansiva. Schneider distingue varias clases de fanáticos dependiendo de cuales sean sus propósitos: personal (lucha por su derecho, real o supuesto), idealista (realiza manifestaciones a favor de su programa), silenciosos, excéntricos, fantaseadores (. . . ). Con todo ello, sí hay que constatar que, dependiendo de la tipología, en la mayoría de los casos no van a dudar en cometer actos contrarios al orden social o penal. Hoy día, su caso más extremo podría ser extrapolado a individuos con trastornos de la personalidad que pertenecen a grupos violentos radicales como "skin heads", grupos neonazis o hinchas radicales de determinados equipos de fútbol (2), que suelen pertenecer a alguno de los dos grupos fanáticos antes referidos.
* Psicópatas necesitados de estimación. Con esta clasificación se hace referencia a aquellas personalidades que desean aparentar más de los que son. Se caracterizan por un modo de ser excéntrico con el único fin de atraer sobre sí la atención, para ello no dudan en realizar todo tipo de conductas, por muy extrañas que parezcan.
* Psicópatas lábiles. Son personas sujetas a cambios bruscos de humor, en los que predomina un estado de índole irritable depresivo. Por estas circunstancias es común la realización de determinadas acciones impulsivas que suelen desembocar en huidas o en excesos alcohólicos.
* Psicópatas explosivos. Son aquellos individuos que estallan al menor pretexto, esto es, individuos excitables e irritables que montan en cólera con suma facilidad. Su forma más común de respuesta es el empleo de la violencia. El tipo delictivo más común en el que suelen concurrir es en el de lesiones aunque también se dan, en una proporción ínfima en relación a éste, homicidios y asesinatos, siendo el delito de violencia doméstica tipificado en el artículo 173.2 del Código Penal uno de los delitos más llamativos para este tipo de individuos en tanto que el carácter agresivo que identifica esta tipología suele ser un factor común en las relaciones del psicópata con su entorno familiar, ya sean ascendientes, descendientes o cónyuge.
* Psicópatas desalmados. Son gentes que carecen de determinados sentimientos básicos de la persona, tales como compasión, vergüenza, sentido del honor, remordimientos, conciencia (.. . ). Sin lugar a dudas es la tipología más extrema y peligrosa en la práctica en tanto que no dudarán en recurrir a cualquier acto con el único fin de satisfacer sus necesidades. A ellos hay que atribuir los delitos más graves, como por ejemplo delitos contra la vida o sexuales.
* Psicópatas abúlicos. Son sujetos sugestionables que se entregan con mucha facilidad, esto es, se caracterizan por una falta de voluntad propia. De ahí que sean el blanco perfecto para cometer delitos de autoría mediata. Por ello, los psicópatas abúlicos han de considerarse peligrosos no por su propia conducta sino por ser un instrumento para la comisión de hechos delictivos.
* Psicópatas asténicos. Se preocupan más de ellos que del exterior y se caracterizan por ser muy cobardes y llamarles la atención únicamente las cosas triviales Dentro de este grupo Schrneider diferencia entre:** Psíquicamente insuficientes. Se distinguen por una escasa capacidad de rendimiento, incapacidad para concentrarse y una disminución de la memoria.
** Individuos que debido a motivos caracterológicos fracasan fácilmente en lo somático. Ello se representa en que normalmente no prestan atención a pequeños malestares o a pequeñas alteraciones funcionales que pueden surgir en cualquier momento para desaparecer de nuevo rápidamente.
¿El comportamiento es heredado o adquirido?
"No existe un único gen de la violencia"
Lo afirma el genetista francés Pierre Bertoux, a propósito de la película "Animal", de reciente estreno
Algún día, la violencia será vencida gracias a los progresos de la terapia génica.
Esa es la teoría que postula el film "Animal", de la francesa Roselyne Bosch, que acaba de estrenarse en esta ciudad.
Esa ficción, originada en un hecho real, se desarrolla en un futuro próximo, en el departamento de biología molecular de una universidad europea. Relata la experiencia de un joven investigador que identifica el origen genético de la agresividad y convence a un criminal psicópata para que se convierta en cobayo de un experimento que intentará modificar su ADN para erradicar las pulsiones animales que lo dominan.
¿Es una perspectiva realista?
Los neurobiólogos lo ponen en duda. Desde hace dos siglos por lo menos, los investigadores procuran saber si algunos hombres tienen una predisposición al crimen. Las teorías de la herencia biológica del crimen nacieron en el siglo XIX y alcanzaron su paroxismo en la Alemania nazi. Durante ese período se consideraba -sin ninguna prudencia- que los comportamientos humanos similares se debían a un determinismo genético, transmitido por las especies, como se hereda el color de los ojos.
La consecuencia de esa actitud fue la eugenesia, que postulaba eliminar a las víctimas de taras genéticas para evitar que se reprodujeran.
Después de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, con el florecimiento de las ciencias sociales, los especialistas comenzaron a asociar los comportamientos violentos con los fenómenos de sociedad: fallas en la educación, exclusión, influencia de la televisión?
Sin embargo, desde los años 80, los investigadores tratan de descubrir los fundamentos biológicos de esos comportamientos. Hoy se sabe que existen causas genéticas de la agresividad. Pero también está probado que los mecanismos que las regulan son extremadamente complejos.
"No existe un único gen que intervenga en el comportamiento. Hasta el momento se han localizado unos 20 fragmentos de ADN implicados en la conducta violenta. Y la lista podría extenderse", explicó a LA NACION el profesor Pierre Roubertoux, especialista en neurociencias del Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS) de Francia.
Autor del libro "¿Existen los genes del comportamiento?", Roubertoux no excluye que haya centenares de genes implicados en esa conducta.
"Con el descubrimiento de la secuencia completa del genoma humano comprendimos que nuestro patrimonio sólo cuenta con 30.000 genes. Es imposible entonces que cada uno de esos genes corresponda a un comportamiento en particular", precisa.
-¿Quiere decir que los genes son polivalentes?
-Así es. Hay ciertos genes que no sólo intervienen en un comportamiento en particular, sino -por ejemplo- en el crecimiento de los dientes. Cada gen tiene varias decenas de funciones.
-Usted afirma que la estructura genética del hombre es como un castillo de naipes.
-Precisamente debido a esa polivalencia, cuando se toca uno de esos genes, sus consecuencias en la estructura general son imprevisibles.
-Sin embargo, en el film "Animal", el investigador consigue aislar el gen de la violencia en una rata.
-La diferencia entre la experimentación con ratas y con hombres es radical. El material genético de una familia de ratas utilizadas en el laboratorio es idéntico con el fin de permitir más fácilmente la lectura de los resultados. Si yo tomo una familia de ratas pacíficas e inyecto un gen de otra naturaleza seré capaz de ver los efectos a la perfección. Es como si, en una página blanca, trazáramos una línea negra. Pero los hombres nunca son idénticos entre sí. Y, en todo caso, ni siquiera en las ratas los factores genéticos que actúan en los mecanismos de la violencia se limitan a un solo gen.
-En otras palabras, ¿existe una predisposición y no genes específicos del comportamiento?
-Exactamente. Cuando se estudian ratas pertenecientes a familias particularmente agresivas, se comprueba que la manifestación de esa violencia depende de la situación: si se aísla a una rata durante largo tiempo, es posible que, al ponerla en presencia de otra, se produzca un estallido de violencia. En otras palabras, ¿de qué agresividad hablamos? ¿De la que está ligada a la defensa del territorio, al estrés del aislamiento, a la impulsividad del animal? Cada protocolo de estudio corresponde a una motivación particular. Los genes puestos en juego serán diferentes cada vez.
-¿Y lo mismo sucede con el ser humano?
-Sí. Un individuo que en general no es agresivo, puede volverse violento en circunstancias particulares; por ejemplo, en presencia de una persona específica o de una situación que sería anodina para otro miembro de su familia. Y, de una situación a otra, los genes activados no serán los mismos.
-¿Cómo saber entonces cuál es la parte que responde al medio ambiente y cuál a la influencia genética? Uno de sus colegas, el profesor Daniel Pérusse, de la universidad de Montreal, afirma que el peso de lo genético llegaría hasta el 80 por ciento.
-Los porcentajes varían en función de las circunstancias o del tipo de población. Todo depende de la edad, la cultura y hasta de las creencias religiosas.
-Entonces, ¿falta mucho para que el mundo esté en condiciones de fabricar ejércitos de hombres sin miedo a la guerra?
-Por el momento, eso es absolutamente imposible. No hay experiencia alguna, en el mundo, que haya dado resultados en ese sentido. Y es una suerte que así sea.
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