domingo, 1 de marzo de 2015

APUNTES DE CRIMINOLOGÍA

EL DELINCUENTE PSICÓPATA :
Casi desde sus inicios, la literatura criminológica ya se había detenido en determinados delincuentes que parecían disponer una gran capacidad de agresión, tanto en el aspecto puramente físico como en el de trato personal. Se trata de individuos hostiles y manipuladores que son responsables de agresiones sistemáticas, y que se caracterizan por mostrarse crueles, impávidos, impulsivos, irresponsables y sin una vida emocional real. Pero, en todo caso, no se aprecian síntomas de la existencia de una enfermedad mental.

Pero fue en 1835, cuando el psiquiatra Pritchard definió el concepto de locura moral diciendo de él que "los principios activos y morales de la mente se han depravado o pervertido en gran medida; el poder de autogobierno se ha perdido o ha resultado muy dañado, y el individuo es incapaz, no de razonar a propósito de cualquier asunto que se le proponga, sino de comportarse con decencia y propiedad en la vida". Idea parecida subyace en el concepto de "manie sans delire" propuesto ya antes por Pinel en 1812, o por el psiquiatra norteamericano Rush cuando hablaba de individuos con una "depravación moral innata".

Koch hablaba de inferioridades psicopáticas cuando se refería, al igual que un grupo de colegas germanos, a un conjunto de personas extravagantes, de conducta manifiestamente perversa y -en ocasiones- antisocial, pero no alejadas del contacto con la realidad.

Kraepelin adoptó -al principio- el mismo término. Pero en la séptima edición de su libro "Psiquiatría" acuñó el de personalidad psicopática, el cual se conserva en nuestros días.

Fue Kurt Schneider el que en su libro "La personalidad psicopática" -aparecido en 1923- separó el concepto de psicopatía del de delincuencia huyendo de la definición imperante hasta entonces.

Visión algo distinta es la de Partridge, que empleó el término personalidad sociopática para describir la incapacidad o falta de voluntad de determinados individuos para sujetarse a las leyes de la sociedad. Término que fue adoptado por la Sociedad Psiquiátrica Americana, la cual lo incluyó en la primera edición de su Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales (DSM-I).

En su tercera edición pasó a denominarlo personalidad antisocial, acercándose nuevamente al término de Pritchard, y en las dos últimas (DSM-III y DSM-IV) pasa a hacerlo como trastorno de antisocial de la personalidad. El problema de centrar la definición de psicopatía en la parte antisocial es que, al poner el énfasis en esos aspectos conductuales sociales lo que sucede es que se tiende a incluir en el concepto a delincuentes comunes reincidentes, pero se dejan fuera muchos casos en los que -tratándose de verdaderos psicópatas- no se muestra esa actividad marcadamente antisocial.

Las características de la psicopatía relacionadas en la obra de Cleckey (1976) y de Hare (1991), sí se centran en los aspectos más personales del trastorno psicopático, y -según el primero de los autores- serían las siguientes:

- Inexistencia de alucinaciones o de otras manifestaciones de pensamiento irracional.
- Ausencia de nerviosismo o de manifestaciones neuróticas.
- Encanto externo y notable inteligencia.
- Egocentrismo patológico e incapacidad de amar.
- Gran pobreza de reacciones afectivas básicas.
- Sexualidad impersonal, trivial y poco integrada.
- Falta de sentimientos de culpa y vergüenza.
- Indigno de confianza.
- Mentiras e insinceridad.
- Pérdida específica de intuición.
- Incapacidad para seguir cualquier plan de vida.
- Conducta antisocial sin aparente remordimiento.
- Amenazas de suicidio raramente cumplidas.
- Razonamiento insuficiente, o falta de capacidad para aprender de la experiencia vivida.
- Irresponsabilidad en las relaciones interpersonales.
- Comportamiento fantástico y abuso del alcohol.

Clases de psicópatas

Según Kurt Schneider, los psicópatas son personalidades anormales que, a causa de su anormalidad, sufren ellos o hacen sufrir a la sociedad. En función de ello, estableció diez tipos de psicópatas:1

- Psicópata con afán de notoriedad. Es el que cambia de personalidad con facilidad, no se conforma con lo que tiene y quiere aparentar más de lo que es ante sí y ante los demás. Se muestran hábiles para el engaño y con un acusado egocentrismo, además de mostrar una baja tolerancia a la frustración.

- Psicópata explosivo. Es el que actúa de forma impulsiva, sin planificación y sin pensar en lo que hace. Ante estímulos pequeños presenta respuestas exageradas y violentas.

- Psicópata hipertímico. Se trata de una persona ligera, para la que nada tiene importancia. En su comportamiento inconstante, no asume los valores sociales. Se muestran fácilmente irritables, eufóricos e inestables.

- Psicópata abúlico. Tiene una personalidad inestable, y es incapaz de oponer resistencia a personalidades más fuertes que la suya. Carece de impulsos o los tiene muy débiles.

- Psicópata lábil del estado de ánimo. Suele beber grandes cantidades de alcohol para luchar contra sus depresiones. Tiende a huir de su casa y del trabajo.

- Psicópata anético o desalmado. Denominado así por carecer de ética. Sus relaciones personales son escasas y no establece relaciones cálidas y tiernas. Delinque constantemente y no se arrepiente de sus delitos. Desde pequeños son crueles con sus compañeros del colegio y con los animales.

- Psicópata fanático. Tiene ideas sobrevaloradas que trata de imponer a los demás. Se trata de un individuo activo, dinámico y luchador por sus ideas. Si adopta una actitud pasiva, se le denomina psicópata fanático lánguido.

- Psicópata asténico. Es el que sufre por su trastorno. Siempre está cansado, se preocupa en exceso por su salud, y se muestra metódico y obsesivo.

- Psicópata depresivo. Nunca ve lo bueno de la vida, mostrándose triste en su relación con todo lo que le rodea.

- Psicópata obsesivo. No delinque nunca. Es una persona escrupulosa y de gran rigor. Duda de todo y de sí mismo, por lo que tiene que comprobar sus actos una y otra vez. Por ello, es incapaz de decidir con rapidez.

El propio Hare, seguidor de la obra de Cleckey, establece su clasificación de la forma siguiente:

- Psicópatas puros o primarios. Son los que cumplen los dieciséis criterios de Cleckey mencionados anteriormente.

- Psicópatas secundarios. Son los que se muestran capaces de sentir culpa y arrepentimiento, así como de establecer relaciones afectivas. Su conducta está motivada por problemas de índole neurótica.

- Psicópatas disociales. Son los que mantienen una conducta antisocial, y que se mueven en el mundo marginal y desviado, muchas veces con una subcultura propia.

Al tener una personalidad "normal", serían capaces de funcionar dentro de su grupo social mostrando sentimientos de culpa o de afecto.

Por su parte, Vicente Garrido distingue entre las siguientes clases de psicópatas:2

- Psicópatas delincuentes. Que, a su vez, pueden dividirse en dos grupos:

- Antisociales o no integrados. Crecen desde niños en un ambiente marginal y comparten con el resto de delincuentes comunes unas circunstancias que han propiciado su estilo de vida antisocial (padres que no les han enseñado un estilo de vida prosocial, tránsito decepcionante por la escuela, contacto temprano con la droga, asociación precoz con delincuentes" ). Son duros, egocéntricos y violentos. No tienen ninguna vinculación real con nadie y sólo buscan el placer más inmediato e intenso.

- Integrados. Son delincuentes, pero se camuflan como personas respetables. Son asesinos, agresores sexuales, maltratadores, delincuentes socioeconómicos, etc... que tienen una "doble vida". Son personas crueles y ambiciosas que se burlan de las leyes y de la sociedad sin reparo ninguno.

- Psicópatas no delincuentes. Aunque no son técnicamente delincuentes, sus actos rayan en la ilegalidad. Pero, en su relación con los demás, sí que exhiben todas sus características de dominio y humillación. Engañan, hieren e incluso pueden llegar a lograr que dudemos de nuestra cordura.

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