Expediciones antárticas de Japón
La Expedición Antártica Japonesa (1910-1912), fue la primera exploración de la Antártida realizada porJapón. Estuvo dirigida por el teniente del ejército Nobu Shirase, su barco, el Kainan Maru, zarpó de Tokioen diciembre de 1910, alcanzando la zona de hielos antárticos el 26 de febrero de 1911 navegando después por el mar de Ross. Como la temporada antártica ya era muy tardía, el barco no pudo llegar más allá de la isla Coulman al impedírselo el hielo y entonces puso rumbo a Sydney, Australia, para pasar el invierno austral.
Durante la siguiente temporada, hizo un intento para llegar a tierra firme en la Antártida, con el objetivo específico de explorar la Tierra del Rey Eduardo VII. En la Barrera de hielo de Ross, el Kainan Maruencontró al Fram, el barco de Roald Amundsen, que estaba esperando en la Bahía de las Ballenas el regreso del equipo de Amundsen del Polo Sur.1 Un equipo de siete hombres desembarcó en la barrera y viajó hacia el sur hasta los 80°5'S, en cuyo punto las condiciones climáticas adversas les forzaron a regresar. Mientras tanto otro equipo desembarcó en la Tierra del Rey Eduardo VII donde exploraron las laderas más bajas de la cordillera Reina Alexandra. El Kainan Maru regresó a Japón, llegando aYokohama el 20 de junio de 1912.
¿A quien no le gustan las historias de animales? Bueno, hoy les traemos una de esas que son dignas de una película. En Japón existieron dos perros famosos que son a los que más honor se les ha dado a través de los años, incluso al nivel de ser los 2 perros que más estatuas tienen.
Todo empezó con la primera expedición japonesa para la Antártida en 1957. Los expedicionarios eran 11 y llevaron con ellos a 15 perros de la raza Husky Sakhalin. El motivo de llevarlos allí era que los canes tirarían de los trineos cuando los expedicionarios salieran.
Un año después el segundo equipo se disponía a llegar a la base en la Antártida para reemplazar al primer equipo, sin embargo quedaron sin poder salir del barco que quedó atrapado en hielo a mucha distancia de la base japonesa.
Los tripulantes del barco más tarde fueron rescatados y la segunda temporada fue suspendida. Los primeros expedicionarios fueron sacados por helicóptero del lugar y los perros fueron abandonados a su suerte, lo lamentable es que todos estaban atados. Eso provocó un escándalo en Japón, sobre todo en la comunidad que protege a los animales.
Al tercer año de la primera expedición llegó otro equipo a la base, la sorpresa que tuvieron es que de los 15 perros, ocho habían logrado soltarse, seis nunca fueron encontrados, y hubo dos que sí. Lamentablemente 7 murieron atados.
Los dos que aparecieron con vida fueron Taro y Jiro. Estos dos tuvieron la capacidad de sobrevivir a las inclemencias y se alimentaron cazando pingüinos y focas. Taro volvió a Sapporo, su ciudad de origen, y vivió en la Universidad de Hokkaido hasta que falleció en 1970. Jiro permaneció en la Antártida y falleció en 1960.
Sobre esta bonita historia, la Walt Disney Pictures en el 2006 produjo el filme “Eight Below”, película que les recomiendo ver.
Los dos canes son expuestos en la Universidad de Hokkaido y en el Museo del Parque de Ueno, Tokio, y en todo Japón pueden encontrar monumentos a estos perros famosos. El más reconocido de todos es uno que fue erigido a los pies de la Torre de Tokio en el año 1959 como una forma de llamado a la Prevención del maltrato animal. Ésta es una grandiosa historia.
A pesar de la poca disposición del público a donar los fondos, la intervención de Okuma permitió reunir las cantidades que Shirase requería. El desinterés era notable, pues cuando Shirase inició en Tokio el 1 de diciembre de 1910 su primera expedición al Antártico, solamente unos cuantos estudiantes presenciaron la partida. Su embarcación, el Kainan Maru, medía sólo 100 pies de eslora.
Nobu Shirase
Shirase llegó a Wellington, Nueva Zelanda, el 7 de febrero de 1911. Cuatro días más tarde partía para el Antártico. En el viaje se experimentó muy mal tiempo, encontrándose el 26 de febrero con los primeros icebergs. El 6 de marzo divisó la Tierra Victoria, pero las condiciones meteorológicas eran tan desfavorables que un desembarco resultaba absolutamente imposible.
Navegaron a la altura del Mar de Ross hacia la isla Coulman, pero el tiempo era incluso peor que cuando habían salido. La nieve caía constantemente, las tormentas no paraban de golpear con dureza y pronto se vieron rodeados por plataformas de pesado hielo.
Ante la imposibilidad de navegar más allá, Shirase puso rumbo a Australia llegando al puerto de Sydney el 1 de mayo de 1911. El recibimiento fue hostil y la estancia no era bienvenida. Tuvieron que levantar tiendas mientras el Capitán Nomura y varios miembros de la tripulación, regresaban a Japón para intentar reunir fondos adicionales para continuar la expedición.
Mientras tanto, Shirase y los demás miembros que quedaban vivían una situación miserable, sin apenas dinero, sin comida, casi mendigando para sobrevivir. Shirase expresaba su ira por la hostilidad de los periódicos locales: en sus páginas ridiculizaban a Shirase y sus expedicionarios, comparándolos con gorilas a bordo de un mísero ballenero. Entre otras dolorosas y ofensivas alusiones, argumentaban que las regiones polares no eran lugares para bestias del bosque.
La clasificación zoológica que los diarios locales hacían de estos hombres, absurda y paradójicamente fue tomada de forma literal por la población, de tal modo que muchedumbres de isleños acudían diariamente frente a las tiendas de los desacreditados marineros, para observar a los "gorilas exploradores del Polo Sur". Un miembro de la anterior expedición de Shackleton de 1908, el Profesor David Edge Worth de la Universidad de Sydney, supo del infortunio que pasaba Shirase y sus hombres, y con su mediación consiguió respeto y tranquilizar al público australiano.
Inicialmente Shirase había pensado en llegar al Polo Sur, pero estaba claro que ahora estaba muy por detrás de otras expediciones, como las de Amundsen y Robert Falcon Scott.
El segundo intento de Shirase al Antártico empezó en Sydney, el 19 de noviembre de 1911. Ahora el interés por el Polo Sur ya no estaba en primer plano, la atención fue puesta entonces en la realización de trabajos científicos y de exploración en la tierra deEduardo VII. Después de celebrar el Año Nuevo con un banquete tradicional, Shirase siguió la barrera de hielo de Ross hasta la Bahía de las Ballenas a donde llegaron el 16 de enero de 1912.
Fue enviada a tierra una pequeña expedición, pero había peligrosas grietas en el hielo que ponía en riesgo constante a los hombres. Al regresar a bordo para continuar navegando al oeste, se sobresaltaron al ver un grupo de hombres acampados. Al principio pensaron que podía tratarse de piratas, pero posteriormente comprobaron que se trataba de un campamento base de Amundsen, que esperaban su regreso de la expedición al Polo Sur. Se intercambiaron visitas, pero las dificultades del idioma no permitió una conversación adecuada.
Shirase se centro ahora en la tarea de hacer estudios en la cima de la barrera de hielo que se encontraba 300 pies por encima del lugar donde se estaba anclado el KainanMaru. Sesenta horas después de caminar por unas pendientes en zig-zag y casi perpendiculares, los primeros hombres consiguieron poner pie en la cima. Se envió una pequeña expedición a investigar el hielo regresando con informes alentadores.
Shirase decidió entonces enviar una expedición terrestre más ambiciosa. La patrulla constaba de siete hombres; dos quedarían al borde de la barrera de hielo en un campamento base, mientras los otros cinco harían una incursión hacia el Sur en trineos tirados por perros. La primera ventisca los forzó a acampar a sólo ocho millas del punto de partida. Dos días más tarde continuaron la marcha, pero el tiro de perros progresaba muy lentamente. Tras sufrir condiciones muy duras, el 28 de enero habían cubierto 160 millas. Allí clavaron en el hielo una bandera japonesa sobre una caña de bambú.
Mientras tanto, Shirase se desplazó a las tierras de Eduardo VII donde realizó detenidos estudios. El 2 de febrero estaba de nuevo en Bahía de las Ballenas. Con dificultades considerables consiguió la patrulla de incursión en tierra regresar de su aventura. Ya embarcados se inició el viaje hacia el Norte. Tras una escala en Wellington, se continuó hacia Yokohama, donde atracaron el 20 de junio de 1912.
Desde que salieron de Japón y a pesar de no haber llegado al Polo Sur, habían alcanzado sus otras metas tras partir de Australia. La expedición se había iniciado de forma silenciosa y desolada, pero la recepción que le tenían preparada en Japón fue realmente desbordante.
Shirase nació en 1861 y murió en 1946.




No hay comentarios:
Publicar un comentario