Expediciones antárticas de Francia
La expedición Dumont d'Urville fue una expedición francesa hacia el océano Antártico inicialmente conocido bajo la forma de una circunnavegación. Fue dirigido a partir de 1837, intensificándose hacia1839 a 1840, por Jules Dumont d'Urville con los navíos L'Astrolabe y La Zélée — donde este navío era comandado por Charles Hector Jacquinot, el segundo de la expedición.
Precedido por James Clark Ross en su expedición Erebus y Terror, al sud, siguiendo el itinerario queJames Cook hizo con su segundo viaje de James Cook y abandonado en los años 1770 a causa de labanquisa, y se las arregló en descubrir una tierra en Antártida, bautizada Tierra Adelia en honor de su esposa.
Preparación
La querella con la Academia de las ciencias
Los instructivos
Miembros de la expedición
- El Astrolabe
- La Zélée
Tripulaciones
Se reportan solo oficiales y "caballeros" Cada barco tiene un complemento completo de tripulantes 70-80.
Sobre L'Astrolabe :
- Comandante : capitán de navío Jules Dumont d'Urville, jefe de expedición
- Teniente de navío : Gaston de Rocquemaurel, segundo: François Barlatier de Mas
- Cirujanos : Jacques Bernard Hombron ; Louis Le Breton
- Curadores de anatomía : Pierre Dumoutier
- Ingeniero hidrógrafo : Clément Adrien Vincendon-Dumoulin
- Secretario : César Desgraz
- Comisario de a bordo : Louis Ducorps
- Escritores : Joseph Durach, Jean-Marie Gourdin, Jacques-Marie-Eugène Marescot du Thilleul (1809-1839)1
- Alumnos: Joseph Boyer (también sobre la Zélée), Charles Gervaize, Pierre Lafonde, Louis Le Maistre Duparc.
Sobre La Zélée :
- Comandante : capitaine de frégate Charles Hector Jacquinot
- Teniente de navío : Joseph-Fidèle-Eugène du Bouzet, segundo: Charles Thanaron.
- Diseñador, dibujante : Ernest Goupil (reemplazado a su deceso el 4 de enero de 1840 en Hobart-Town, por Louis Le Breton cirujano de 3ª clase del Astrolabe)
- Cirujanos : Élie Le Guillou, Honoré Jacquinot
- Comisario de a bordo: Félix Huon de Kermadec
- Escritores: Aimé Coupvent-Desbois, Antoine Pavin de la Farge, Louis Tardy de Montravel
- Alumnos: Paul de Flotte, Jean Gaillard
Derrota
Descenso al Atlántico
El 'Astrolabe y La Zélée dejaron el puerto de Toulon le 7 septembre 1837, et atteignirent Tenerife, aux îles Canaries à la fin du mois.
Exploración del estrecho de Magallanes
A partir de diciembre de 1837, los dos barcos llegaron al norte del estrecho de Magallanes, pero tuvo que permanecer más de un mes a causa de la niebla en el océano Atlántico, que interfería con la navegación en esas aguas peligrosas. Finalmente, el 8 de enero de 1838, la expedición pasa el estrecho, y siguió su camino hacia el sur, a lo largo de la Tierra del Fuego.
Primera correría al sud
Escala en Chile
La travesía del Pacífico
- Las Marquesas
- Tahití
- Las Samoa
- Vava'u reinado de Tonga
- Las islas Fiji
- Vanikoro
- Las Salomón y las Carolinas
- Las islas Palaos y Mindanao
- Las Celebes y las Molucas
- Los mares de Indonesia
Segunda correría al sud
- El pasaje del círculo polar antártico
- La tierra Adelia
- Estadounidenses y franceses en el polo
Nueva Zelanda y el estrecho de Torres
Retorno a Francia
- isla Bourbon (actual Réunion)
- isla Santa Helena
Balance
Gran número de víctimas
- 25 muertos, entre ellos cinco oficiales
- 13 desertores, 14 desembarcados
Ealuación científica considerable
Publicación del informe de la expedición entre 1841 y 1854.
Formaban la expedición al mando del propio Dumont d'Urville, el buque Astrolabe con una tripulación de 102 hombres, y el Zelee con 81, éste último al mando del Capitán Jacquinot. A la tripulación se le gratificaría con una paga extraordinaria de 100 francos de oro si conseguían traspasar el paralelo 75º, y otra paga extra de 20 francos por cada grado más que se navegase hacia el Sur.
El 7 de septiembre de 1837 partieron las naves del puerto de Tolón haciendo escala en Tenerife. El 10 de diciembre aun se encontraban al Norte del Estrecho de Magallanes, debido a los retrasos que les provocaron las nieblas atlánticas. Se emplearon las Navidades en los estrechos de Magallanes, donde la tripulación pescó, cazó gansos salvajes y preparó las naves para las inclemencias que inevitablemente les esperaban en los mares del Sur.
El 8 de enero de 1838 d'Urville llevó las naves fuera de los estrechos de Magallanes, y las dirigió al sur de la costa de Tierra del Fuego. Cuatro días más tarde se encontraban en un mar que empujaba Este-sudeste e inmersos en una niebla helada. No se encontraban mucho más lejos cuando aparecieron los primeros hielos flotantes. El 31 de enero ya seguían la ruta que hiciera Weddell; desgraciadamente, el tiempo que encontrara Weddell en 1823 era realmente apacible comparado con el que sufría d'Urville y sus hombres.
La noche del 21 al 22 de enero d'Urville se despertó sobresaltado al ser avisado por una tripulación asustada. Al salir a cubierta vio ante él una inmensa pared e hielo que se extendía por todo el horizonte. Sin alternativa, se vieron forzados a poner rumbo Norte. El 24 de enero llegaron a la conclusión de que no podrían lograr traspasar la barrera, y conseguir superar la latitud alcanzada por Weddell, decidieron entonces volver a las Islas Orcadas del Sur para descansar unos días.
d'Urville estaba deprimido por el fracaso y se encontraba cansado, con gota y sufriendo dolorosas migrañas. Amargamente escribía en el relato de su viaje "... jamás en ninguna parte del mundo puede existir algo más oscuro, temido y salvaje que el aspecto de estas desoladas regiones".
El 2 de febrero de 1838 volvían las naves a poner rumbo al Antártico. A las 48 horas ya fue divisado otro campo de hielos. d'Urville con la Astrolabe tomó hacia el Oeste y consiguió localizar una entrada entre ellos, mientras el Capitán Jacquinot le seguía con la Zelee. La acción, aunque valiente, había sido temeraria. Por la noche escucharon los crujidos del hielo al rozar los costados de los buques. Por la mañana el cauce por el que discurrían había quedado cerrado totalmente por los hielos. Con todos los medios y hombres disponibles se pusieron a la faena de intentar liberar las naves. Mientras unos hombres subían a los hielos como podían para atar sogas que permitieran su arrastre, otros utilizaban diversas herramientas como bicheros o picas, para empujar y separar, e incluso romper, los enormes bloques de hielo que aprisionaban el casco de los buques, haciendo esfuerzos sobrehumanos por recobrar el mar abierto. Cinco días se tardó en reventar y separar el hielo, y durante el proceso varios miembros de la tripulación sufrieron congelaciones.
Tras conseguir desembarcar en la Isla de Weddell, pudieron comer carne fresca tras cazar pingüinos, que compararon favorablemente con la carne de pollo. Tras continuar hacia el oeste a lo largo de las Islas Shetland del Sur, divisaron el 27 de febrero de 1838 una tierra que se extendía entre los 63º y 64º de latitud Sur, coronada por numerosos picos a la cual se le dio el nombre de Luís Felipe. Estas tierras estaban separadas de otras que se llamaron Tierra de la Trinidad, y cuyo canal se denominó Canal de Orleans. Las naves permanecieron en la zona hasta principios de marzo, y trazaron el área Norte de lo que se conoce como Tierra de Graham.
d'Urville había exigido demasiado a muchos de sus hombres y 10 desertaron en el puerto de Talcahuano. Otros muy enfermos para proseguir viaje quedaron atrás mientras d'Urville continuaba hacia Valparaíso. El éxito de su viaje fue catalogado de fracaso por sus críticos, pero él era muy hábil para convencer de lo contrario cuando presentó los archivos, mapas, especimenes y pruebas geológicas que había obtenido.
Astrolabe
Pocos meses más tarde, entre mayo de 1838 y octubre de 1839 d'Urville llevó al Astrolabe y Zelee a una aventura de exploración por el Océano Pacífico. El escorbuto sufrido en aguas del Sur, se tornó ahora en fiebres y disenterías que costó la vida a 14 oficiales y marineros durante el viaje. Otros 6 murieron en Hobart. Tasmania era el punto de partida en su tercer intento por adentrarse hacia el Continente Antártico.
El 2 de enero de 1840 pusieron rumbo a mar abierto. El 18 de enero cruzaron el paralelo 64º. A las seis de la mañana siguiente se contaron muy cerca media docena de grandes icebergs, a las 6 de esa tarde había al menos 59 rodeándolos. El hidrógrafo Dumoulin subió al aparejo del Astrolabe e informó que le parecía haber visto tierra, todos a bordo estaban convencidos de ello. A las 9 el sol estaba todavía sobre el horizonte, y a las 10:50 desapareció marcando el contorno de tierra. Toda la tripulación había subido a cubierta a disfrutar del magnífico espectáculo. Desafortunadamente en esos momentos no podían acercarse con seguridad, no obstante, d'Urville estaba satisfecho porque de allí en adelante el éxito de su misión ya estaba asegurado. Habían encontrado tierra en situación 66º 30'.
A mediodía del día siguiente consiguieron acercarse a sólo cuatro millas de tierra, pero no encontraron un lugar seguro donde desembarcar, volviendo al Oeste. A las 6 de la tarde se arrió una embarcación desde la Astrolabe para que Dumoulin pudiera tomar muestras en un iceberg. Otra embarcación fue arriada también desde la Zelee, y a las 9 de la tarde ambos botes se dirigieron a una isleta que se encontraba muy cerca de tierra. Allí plantaron una bandera francesa y decidieron explorar el lugar, hallando unos trozos de granito que probaba que habían desembarcado en tierra, y no en un iceberg. d'Urville llamó a este lugar Tierra de Adelia, en reconocimiento a su esposa, y Mar d'Urville al mar en que se encontraba.
Tras luchar con furiosas tormentas y hielos a la deriva, el 29 de enero se movían con rapidez al sudoeste con sólo unos cuantos icebergs a la vista. Poco después de las 4 de la tarde se divisó una nave en la distancia, era la Porpoise, perteneciente a la expedición americana a cuyo mando se encontraba Charles Wilkes. La aptitud de ambos capitanes no fue de cortesía, y sin saludarse la Porpoise se encaminó rápidamente al Oeste, mientras el Astrolabe lo hacía hacia el Norte.
d'Urville empleó ocho meses más en explorar las aguas del Sur. Posteriormente hizo otras exploraciones en Nueva Zelanda, Nueva Guinea, Timor, y otras islas. El 6 de noviembre de 1940 atracaron en Tolón después de tres años y dos meses, habiendo enriquecido a la ciencia con apreciados trabajos geográficos, etnográficos y de ciencias naturales.
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