lunes, 4 de enero de 2016

Historia del arte

el arte en mesoamérica

Introducción

El siguiente artículo está dedicado al arte mesoamericano, en especial a su rica arquitectura, caracterizada esta última, por su monumentalidad y frecuentemente abundante decoración. A continuación, un vistazo en letras a las junglas de cemento de la región mesoamericana; un excelente análisis literario de obras escritas mayas, consideradas por la crítica como las más importantes del Hemisferio Occidental; una breve exposición de misterios sin resolución, al menos para la mayoría de los arqueológos e historiadores (siendo, el siguiente material, de ninguna manera especulativo, ya que así fuese, infrigiría las normas de wikibooks.org y arruinaría la imagen seria que pretende el wikilibro); una mirada fija a los asombrosos relieves, esculturas y pinturas rígidas de estas culturas por estudiarse, en su labor artística; y, finalmente, una explicación de los métodos de ingeniería mesoamericana para la construcción de dichos monumentos, algunos de estos últimos, ocultos en las selvas regionales. Bienvenido a El arte de los pueblos mesoamericanos.

Arquitectura

El primer área estudiada abarcada en este artículo es la arquitectura. Le invitamos a recorrer con nosotros la ruta mesoamericana, con la esperanza de observar detenidamente las obras arquitectónicas, más impresionantes del Nuevo Mundo, algunas de ellas, de importancia mundial, como una vista inmediatamente.

Guadalajara

Petén

Cuenca del Mirador
El Mirador
Pirámide La Danta

Consiste, denominada pirámide, en un complejo religioso; la más alta (ciento setenta y dos metros de altura), larga (seiscientos de largo) y ancha (trescientos de ancho), descubierta jamás. Es mucho más grande que la Gran Pirámide de Giza, siendo doscientos mil metros cúbicos, la diferencia de ambas, en tamaño. Su volumen son dos millones ochocientos mil metros cúbicos en total.
Pirámide El Tigre, escondida en la selva peteniana, la guatemalteca.
Data El Mirador, ciudad maya, en la cual permanecen, actualmente ocultas, sus bien preservadas ruinas, cerca del 600 a.C, durante el periodo preclásico de dicha civilización; parcialmente fue abandonada, cerca del 150 a.C. Los hallazgos arqueológicos sorprendieron a la comunidad científica, debidamente a la antigua creencia del ya mencionado periodo histórico, como una época de atrasos culturales para esta cultura mesoamericana; cuando en realidad, se demuestra con esta peculiar estructura y otras más (como la Pirámide El Tigre, de cincuenta y cinco metros de alto, la segunda más interesante del recóndito lugar), la sofisticación de los aborígenes ya mencionados, al menos también en esta época. De hecho, según recientes investigaciones científicas, se trató dicha ciudad, de la más gigantesca construida por los antiguos mayas.
El Dr. Richard Hansen, director del programa de conservación e investigación a gran escala, de los monumentos yacidos en el sitio arqueológico, desde hace varios años, especula al respecto: afirma creer a esta ciudad fantasma como la capital del mítico Reino de la Serpiente; aunque más bien, debió ser Calakmul; esta última, de igual manera, más extensa que Tikal.
Parque Nacional Tikal
Templo del Gran Jaguar. Es, dicho edificio, uno de los más representativos de la cultura maya.
Templo del Gran Jaguar
Pirámide consistente en una estructura de cuarenta y cinco metros de altura, sin duda alguna, un rascacielos de la antigüedad. El responsable de la ordenación de su construcción, fue el gobernante maya Yik'in Cha'an Kawil (734-760), quien se destacó como líder visionario del país tikaleño, diminuto reino, junto a los otros tantos existentes; yacidos estos, en el interior de al final, trescientos mil kilómetros cuadrados de territorio, dominado alguna vez por esta enigmática civilización.
Se le conoce también como Templo I. La razón del título Gran Jaguar, se debe al majestuoso jaguar tallado en el dintel, en dirección a la entrada principal.
Dicha construcción, más cuando se trataba de un templo gigantesco, como el ya denominado, elevado verticalmente, contextualmente hablando, suponía un verdadero reto para los ingenieros; debidamente a los materiales rudimentarios usados por este reino precolombino y el clima semitropical de la región guatemalteca. El método de dicho procedimiento costoso, consiste en uno muy sencillo; este, con los siguientes pasos:
  • Extraer piedra caliza maleable de la cantera más cercana, esta extracción realizada por mano de obra barata -siendo acabados de mencionar, los recursos contados por los antiguos mayas, pues desconocían la utilización de animales de carga y la fabricación, junto al uso de herramientas metálicas-.
  • Transportar cientos de trozos de mencionada piedra hasta el sitio preparado para dicha realización, con base a fuerza bruta. Se usó una sencilla tecnología, conocida como mecapal: una correa colocada en la frente de cada obrero; llevados en su espalda, los escombros extraídos de su parte, estos amarrados con sogas y a su vez con denominada pretina.
  • Colocar los cientos de kilos de piedra caliza extraídos en total, colocados poco a poco, forme la obra por terminar avanzaba, un nivel tras otro, formándose una y otra vez, adamios de madera (lo irónico del caso fue su primitiva operación, a pesar de su conocimiento de la polea y rueda; parece deberse a su visión del mundo: las obras poseen mucho más valor, haciéndose con mayor empeño).
Fue así, con tecnologías de la Edad de Piedra que, Tikal alcanzó la fama de ciudad estado poderosísima, en manos de una deidad terrenal (pensamiento del maya sobre el rey). Nombrado templo, simbolizó el poder y la redención de su reinado, con hitos igualmente importantes, a continuación narrados.
Templo de la Serpiente Bicéfala o mejor conocido como Templo IV.
Templo de la Serpiente Bicéfala
Tikal se vio amenazada, por cierto tiempo, por el ya referido Calakmul, que amenazaba por asfixiarla. En el año 735, venció en el campo de batalla a su principal rival. Ocho años luego, derrotó a El Naranjo y a su vez, uno posterior, a El Perú; ambas ciudades estado, aliadas de la nación calakmuleña, apaciguándose ya nombrada amenaza a la tikaleña.
En conmemoración a mencionadas victorias, Kawil mandó a erigir muchos otros templos piramidales, a ampliar su palacio y a construir otros monumentos, de la Gran Plaza de Tikal. Probablemente, entre estos, estuvo el Templo IV, igualmente conocido como Templo de la Serpiente Bicéfala, una edificación aún más alta, de setenta metros de altura; su volumen, de ciento noventa y un mil ciento treinta y nueve metros cúbicos de piedra caliza maleable y su gigantesco tamaño, permitía al observador, tener una visión de ciento ochenta grados sobre la ciudad, esta última, la más grande del clásico tardío.

Chichén Itzá
Castillo
Denominado Castillo, es sin duda, un templo único, no necesariamente por sus enormes dimensiones, sino más bien, por sus calendarios, impresos en piedra; siendo así, una maravilla de la arquitectura precolombina e incluso global, como también de la ingeniería.
Análisis comparativo del Castillocon la Pirámide del Sol, en Teotihuacán (México) y a su vez, con la Gran Pirámide de Giza (El Cairo, Egipto).
Aún así, como ya mencionamos, es relativamente pequeña: solo cuenta con veinticuatro metros de altura, desde su base hasta su plataforma superior, más su templete de seis metros de alto; en total: treinta metros. Los lados de su ya mencionada base, miden cincuenta y cinco metros y tres centímetros de largo y ancho.
Es, la pirámide, la más representativa del legado arquitectónico maya, con sus treinta y seis basamentos y cuatro escalinatas, de noventa y un gradas, las segundas últimas; representando así, las acabadas de mencionar gradas, junto a la plataforma superior, los trescientos sesenta y cinco días del año; y mirándose frontalmente cada fachada, las nueve plataformas multiplicadas por dos, son dieciocho (excepto, dicha superior), simbolizan en totalidad los dieciocho meses del calendario Haab. Alguna vez, cada fachada del templete, se mantuvo adornada por cinco almenas, dando como resultado, veinte totalmente; representaban, estos adornos, las veinte jornadas de los ya citados dieciocho meses. Los doscientos sesenta cuadragrángulos, de función ornamental, equivalen a los doscientos sesenta del calendario Tzolkin, de trece meses (a diferencia del Haab), siendo el último (entre paréntesis), solar y el primero, sagrado (...), fusionados en uno solo, en la rueda caléndarica. Sin mencionar, los tres paneles de cada basamento de la estructura (a excepción, del superior): sumándose de tres en tres, simbolizando todos, los cincuenta y dos ciclos del Haab, al menos así, en dicha rueda caléndarica.

La mayor parte de los emplazamientos mesoamericanos precolombinos se encuentran en lo que actualmente es México.
Las culturas preclásicas más importantes de México fueron la olmeca y las culturas occidentales de Colima, Jalisco y Nayarit.
Instalados en la región costera central del golfo de México, los olmecas desarrollaron la primera civilización mesoamericana importante, entre aproximadamente el 1500 y el 600 a.C. En las cuencas pantanosas y selváticas de los actuales estados mexicanos de Veracruz y Tabasco había grandes centros ceremoniales como La Venta, Tres Zapotes y San Lorenzo. Muchos de los elementos más característicos de la civilización mesoamericana se originaron con los olmecas, como ha quedado demostrado especialmente en La Venta, que es la capital administrativa y ceremonial más conocida de esta cultura. La Venta, al igual que muchos emplazamientos mesoamericanos posteriores, está planificada siguiendo un eje norte-sur. En el centro de esa disposición axial de templos, plataformas y plazas se construyó una pirámide rectangular con tierra apisonada de 30 m de altura, que es una de las primeras de Mesoamérica.


Este trazado se convertiría en algo común en los centros ceremoniales mesoamericanos que se construyeron posteriormente. Los olmecas fueron los primeros en utilizar la piedra en arquitectura y escultura, a pesar de la dificultad de su extracción y transporte desde las montañas de Los Tuxtlas a 97 km al oeste. Fueron también los primeros creadores de mosaicos en piedra de América. Los objetos olmecas más impresionantes son las cabezas colosales de piedra, de alrededor de 2,7 m de altura que, por su realismo, parecen retratos. Se han descubierto relieves de gran tamaño y detalle que representan deidades o hechos mitológicos, al igual que estatuillas de basalto y de jade talladas de modo exquisito. Sin embargo, a pesar de su importancia, la escultura no se combinó con la arquitectura como en civilizaciones mesoamericanas posteriores.
Se erigieron estelas de piedra o lápidas de roca aisladas, posiblemente para conmemorar hechos significativos, y se grabaron con inscripciones de símbolos iconográficos, precursores de la escritura mesoamericana posterior.
El arte olmeca, como el de los mayas, se caracteriza por un alto grado de naturalismo. Predomina lo curvilíneo por encima de lo rectilíneo, lo cual crea formas rítmicas y fluidas que parecen mantener una armonía con un entorno tropical, en contraste con el arte estilizado y anguloso que suele encontrarse en los valles relativamente austeros de las montañas del centro y sur de México.
civilización mesoamericana
Civilización mesoamericana.
La esfera de influencia de los olmecas se extendió desde su centro en el golfo de México a través de la altiplanicie mexicana, el valle de México conocido como Anáhuac, la región de Oaxaca, y por el oeste hacia el estado de Guerrero.
Aunque la cerámica olmeca que se elaboró en el centro es de menor importancia, en los emplazamientos olmecas de la altiplanicie, Tlatilco y Tlapacoya, se han encontrado estatuillas huecas de arcilla que son, probablemente, las primeras de Mesoamérica y se cuentan entre los mejores ejemplos de escultura en cerámica mesoamericana. La cultura indígena de Tlatilco produjo también una gran cantidad de estatuillas de mujeres con elaborados peinados y una ornamentación corporal muy detallada que se conocen genéricamente como ‘mujeres bonitas’. Los rasgos femeninos exagerados de su anatomía parecen indicar que se utilizaban como símbolos de la fertilidad tanto para la fecundidad humana, como para la de la tierra puesto que se enterraban en los campos de cultivo.
En los estados mexicanos de Morelos y Guerrero, se aprecia la influencia olmeca en las figurillas de barro de Xochipala, en la pintura de la cueva de Oxtotitlán, en Guerrero, y en los bajorrelieves de las paredes de la cueva de Chalcatzingo, en Morelos. Estos dos últimos lugares estaban consagrados al culto de una divinidad encarnada en el jaguar, cuyo poder y relación con los jefes gobernantes constituía el tema de la mayor parte del arte olmeca.

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