sábado, 20 de agosto de 2016

Fortificaciones por países - Brasil


La Guardia de San Martín (en portuguésForte de São Martinho) fue un antiguo fortín español que dio origen al actual municipio brasileño de São Martinho da Serra, ubicado a 29°32′16″S 53°51′17″O en el acceso norte de la ciudad de Santa María en el centro del Estado de Río Grande del Sur.
Actualmente solo quedan unos pocos vestigios arqueológicos de la construcción, recientemente descubiertos, conocidos como Entrincheiramento de São Martinho,Entrincheiramento de Santa Maria o Forte Espanhol (Fuerte Español).
Era uno de los puntos más avanzados del Gobierno de las Misiones Guaraníes en el Virreinato del Río de la Plata.

Origen y ubicación

La Guardia de San Martín estaba posicionada pocos kilómetros al noreste de la Boca del Monte Grande, sitio así llamado porque era la salida de una "picada" de la ruta del ganado o Estrada das Tropas, por donde se dirigía el contrabando de ganado hacia los dominios portugueses, en un pasaje estrecho y bastante elevado sobre el paisaje circundante, esto es : con buena vista panorámica (de allí el apelativo Guardia) en las cumbreras de la de la sierra de San Martín, de los Tapes o del Montegrande, y más precisamente en la zona llamada por los nativos como Caá-Yurú (Boca del Bosque).1
Constituyóse una fortificación de campaña, guardia o fortín hispano en 1759,2 antes de las acciones españolas iniciadas en 1763, para proteger a la población rioplatense de la Banda Oriental y guaraní del las Misiones Orientales. En sentido inverso, si cayera en manos lusitanas hubiera sido un punto de penetración portuguesa en dichas misiones, razón por la cual fue construido allí un fuerte por orden del gobernador del Río de la PlataJuan José de Vertiz y Salcedo, en 1774.1 3

Primera ocupación portuguesa

El fuerte fue tomado por sorpresa, en vez primera, por las tropas portuguesas al mando del mayor Rafael Pinto Bandeira el 31 de octubre de 1775. Los atacantes eran 205 hombres del Regimento dos Dragões do Rio Grande y un grupo de guerrilleros de Río Pardo.
La guarnición de «Guardia de San Martín» estaba al mando de un teniente, con 3 suboficiales y 20 soldados del Regimiento de Dragones de Buenos Aires. Fue conducida prisionera al Fuerte Jesús, María, José de Río Pardo.4 La construcción fue arrasada por los portugueses, quienes se apoderaron de armas y arrearon 150 mulas, 1.100 caballos, 150 bueyes, 200 yeguas, 2 burros y 6.000 cabezas de ganado vacuno, que arrearon.5 La planta del recinto era aproximadamente pentagonal, estando el vértice alto alineado hacia el Norte, y en la base (Sur) con un par de (a la Vauban) poco destacados redientes o salientes, tal planta se encontraba delimitada exteriormente por un, proporcionalmente, ancho foso ("trinchera") también de contorno pentagonal, por la parte interna la tierra quitada de la trinchera formaba un talud sobre el cual se asentaba una muralla principalmente de empalizada, una media trinchera ubicada en la mitad del pentágono dividía a La Guardia en dos recintos, el recinto mayor y más complejo poseía a cada lado dos baluartes tipo mangrullo (uno en cada lado opuesto de la empalizada) y dos galpones o cuadras, en el entorno del talud perimetral defensivo se ubicaban los sitios para las posibles baterías de artillería, aunque cuando la fortaleza fue tomada por los portugueses en 1801 la artillería se reducía a un obús (probablemente un mortero).

Demarcación de límites

En 1777, el Tratado de San Ildefonso estableció una línea divisoria entre las tierras de España y de Portugal, que debía pasar inmediatamente al este de la Guardia de San Martín, la cual fue retornada a España. El 4 de agosto de 1788 la primera partida demarcadora terminó de explorar la zona por donde debía establecerse la frontera en la región, pero desde la boca del Monte Grande (al sur de la Guardia de San Martín) hasta el río Uruguay no pudieron ponerse de acuerdo sobre la línea, quedando indefinida. La partida, dirigida por Varela y Ulloa y por Veiga Cabral, había establecido un campamento en las cercanías de la guardia.

Segunda ocupación portuguesa

La guardia fue retomada por la corona portuguesa durante la Guerra de las Naranjas a mediados de julio de 1801, cuando una partida de 40 peones de la cercana estancia de Manoel dos Santos Pedroso (el fazendeiro Maneco Pedroso), comandados por éste, asaltaron la guardia protegida por 4 dragones. Los peones de Pedroso fueron armados en la cercana Guarda de São Pedro de Passo dos Ferreiros que defendía el campamento de la expedición demarcadora de Santa Maria da Boca do Monte, al mando del capitán del Regimento dos Dragões do Rio PardoFrancisco Barreto Pereira Pinto.
Parte de la guarnición de 150 milicianos guaraníes que custodiaba la zona se plegó a los invasores y el resto huyó, esto se explica por el desencanto que sufrieron los indígenas proespañoles durante la Guerra guaranítica en la cual los ejércitos españoles colaboraron decisivamente con los portugueses. Cuando el comandante de la guardia, el sargento de dragones Manuel Pérez, era conducido a Río Pardo, fue liberado con sus hombres por un comandante portugués que interceptó a los captores. Luego otras fuerzas al mando de José Francisco Borges do Canto y Gabriel Vicente de Almeida ocuparon el resto de las Misiones Orientales y las fuerzas regulares de Francisco Barreto Pereira Pinto aseguraron la posesión portuguesa de la guardia.

Guerra argentino-brasileña

En 1820 el General rioplatense José Gervasio Artigas intentó hacer un contraataque por este punto ante la invasión luso-brasileña pero no pudo llegar a concretarlo.
Durante gran parte de la Guerra argentino-brasileña, particularmente entre 1826 y 1828, el territorio de esta parte de las Misiones Orientales en que se encuentra la Guardía de San Martín fue en su alrededor teatro de importantes batallas (Batalla de Ituzaingóbatalla de OmbúBatalla de Bacacay) quedando hasta 1828 (año en que se firmó la Convención Preliminar de Paz), y sobre todo durante la irrupción de 1828 la expedición al mando de Estanislao López entonces tales territorios controlados por Argentina hasta Cruz Alta.







Las fortificaciones de Albuquerque se localizaban en la margen derecha del río Paraguay, en la actual ciudad de Ladário, estado deMato Grosso del Sur, en el Brasil.
SOUZA (1885), reporta al almirante Augusto Levergerbarão de Melgaço, para informar que la primitiva fortificación de este lugar remonta a un presidio (colonia militar) fundado en 1778 por determinación del cuarto gobernador y capitán general de la capitanía de Mato Grosso, Luís de Albuquerque de Melo Pereira e Cáceres, en honra a quien fue inicialmente denominado Albuquerque.1
La Corona Portuguesa encargó a un sargento mayor en 1778 "levantar uma grande cruz de pau de lei, limpar terreno, fazer quartel e fogos, caçar nos matos vizinhos, pescar nos rios." El sertanista João Leme do Prado allí se instaló con su familia y algunos colonos, llegados de la villa de Cuiabá. Un "Perfil da povoação de Albuquerque" (1784), revela una plaza rectangular con una capilla en una de las extremidades y el cuartel en la otra, y pocas casas.2
Posteriormente, el Presidio de Albuquerque fue trasplantado para un lugar más adecuado, constituyendo el embrión de la futura villa (hoy ciudad) de Corumbá (véase Fortificaciones de Corumbá)3
Después de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), en esta localidad (antiguo presidio de Albuquerque) fue colocada la piedra fundamental del Arsenal de Marinha da Província de Mato Grosso (14 de marzo de 1873), inaugurado al año siguiente. Sus medios de defensa consistían en tres baterías por el lado del río, y por los lados del este y del sur, una línea quebrada y continua, circunscriviendo todas las oficinas y dependencias del Arsenal.3 GARRIDO (1940) comprende estas estructuras como constituyentes de un fuerte (Forte do Ladário) que, en 1880, montaba sesenta y ocho piezas de diferentes calibres.4
BARRETTO (1958) informa que, en la época (1958), sus dependencias servían de sede al 6º Distrito Naval.,5 constituyendo en elo presente la Base Fluvial de Ladário (BFLa), prestando apoyo logístico a las embarcaciones y las OM subordinadas al 6º Distrito Naval.








El Presidio de Lamego se localizaba en la margen derecha del río Guaporé guarneciendo la frontera del actual estado de Rondonia, en el Brasil. Formaba parte de un sistema de fortificaciones establecidas por Portugal.

Historia

El gobernador y capitán general de la Capitanía de Mato GrossoAntônio Rolim de Moura Tavares (1751-1764), procuró militarizar el río Guaporé, a fin de impedir el establecimiento de los españoles en territorio portugués. Entre las acciones que realizó, en 1754 estableció una aldea (misión religiosa) denominada São João dos Índios, poblado que reunía elementos de varias étnias indígenas. Ese poblado fue rebautizado en 1769 como Lamego, integrante del Distrito de Mato Grosso.1
SOUZA (1885) relacionó esta estructura entre los presidios fundados en la región al final del siglo XVIII, en su mayoría por el gobernador Luís de Albuquerque de Melo Pereira e Cáceres, destinados a impedir las incursiones de los españoles y de los indígenas, y para defensa de la navegación y comercio entre el Norte de la Capitanía de Mato Grosso y el Pará.2
BARRETTO (1958) computa el Presidio de las Piedras Negras y éste Presidio de Lamego, como una única estructura: el Presídio de Pedras do Lamego.






El Presídio das Pedras Negras se localizaba en la margen derecha del río Guaporé, guarneciendo la frontera con Bolivia, en el lugar dePedras Negras (actual ciudad), a 12°51′08″S 62°54′09″O en el municipio de Costa Marques, estado de Rondonia, en el Brasil.
Habiendo el gobernador y capitán general de la Capitanía de Mato GrossoAntonio Rolim de Moura Tavares (1751-1764), desalojado la reducción española (fortín) de Santa Rosa, en la margen derecha del río Guaporé, hizo erigir en el lugar un pequeño puesto de vigilancia (Guardia de Santa Rosa, 1753). En represalia, cerca de 200 indígenas y algunos jesuitas españoles, al mando del padre Laines, contra-atacaron esa guardia (1754), generando vivas protestas de aquél gobernador portugués (carta de 17 de junio de 1754 al vice-director de las misiones españolas, padre Nicolás Altogrado y, sin respuesta, una nueva protesta solemne, el 3 de diciembre.
A partir de entonces, Rolim de Moura estableció, entre 1755 y 1759, un puesto militar en las Pedras Negras, procurando militarizar el río Guaporé, a fin de impedir el establecimiento de los españoles en territorio portugués. Prosiguiendo esa estratégia, en 1759 la guarnición de Santa Rosa Vieja fue transformada en un fortín, bajo la invocación de Nuestra Señora de la Concepción (Presidio de Nuestra Señora de la Concepción).
Su sucesor en el gobierno de la capitanía, Juan Pedro da Cámara (1764-1769), amenazado de invasión por el virrey del Perú, guarneció el sitio de las Pedras Negras con cuarenta hombres (1765), reforzando la defensa constituida por el Fortim de Nossa Senhora da Conceição.
BARRETTO (1958) computa este Presídio das Pedras y el Presidio de Lamego, como una única estructura: el Presídio de Pedras do Lamego.







El Presídio de Nossa Senhora da Conceição se localizaba en el actual municipio de Costa Marques, en el estado de Rondonia, en el Brasil. A unos 23 km al oestenoroeste de dicha localidad.
Hoy desaparecido, existió en la margen derecha del río Guaporé (o Itenes), a cerca de dos kilómetros río abajo del lugar en donde posteriormente fue erguido el Fuerte Príncipe de Beira, en la frontera con la actual Bolivia.

Historia

Antecedentes: la guardia de Santa Rosa

Cuando fue creada la Capitanía de Mato Grosso, en 1748, las instrucciones de la Corona portuguesa para su primer gobernador y capitán general, Antonio Rolim de Moura Tavares (1751-1764), fueron las de que mantuviese - a cualquier costo - la ocupación de la margen derecha del río Guaporé, referida como "a chave do sertão" del Mato Grosso, amenazado por incursiones españolas e indígenas, oriundas de las reducciones jesuíticas instaladas en la margen izquierda de ese río desde 1743: Santa Ana, San Miguel y Santa Rosa. Esta última tenía su fundación atribuida al padre Atanacio Teodori.1
Habiendo tomado las primeras providencias para la defensa de la capitanía y atendido a las necesidades requeridas por las demarcaciones del Tratado de Madrid (1750), el gobernador Rolim de Moura descendió por el río Guaporé y desalojó la reducción española (fortín) de Santa Rosa, que en ese interin, ante la noticia de la firma del tratado, se había trasladado en parte para la margen derecha del río. En el lugar instaló un pequeño puesto de vigilancia, la Guarda de Santa Rosa (1753).1
En represalia, cerca de 200 indígenas y algunos jesuitas españoles, al mando del padre Laines, contra-atacaron esa guardia (1754), generando vivas protestas del gobernador portugués, por carta del 17 de junio de 1754 al vice director de las misiones españolas, padre Nicolás Altogrado y, sin que hubiese tenido respuesta, hizo una nueva protesta solemne el 3 de diciembre de ese mismo año.2

El Presidio de Nossa Senhora da Conceição

A partir de entonces, Rolim de Moura estableció un puesto militar en Piedras Negras, procurando militarizar el río Guaporé, a fin de impedir el establecimiento de los españoles en territorio portugués.
En 1759 (1760 según otras fuentes), una nueva tentativa de recuperar la margen derecha del Guaporé llevó a fuerzas españolas a incursionar sobre la posición portuguesa en Santa Rosa Vieja, a cuya defensa Rolim de Moura concurrió nuevamente con fuerzas de Vila Bela da Santíssima Trindade. En ese contexto, la fortificación de Santa Rosa Vieja fue transformada en un fortín, con planta en formato pentagonal.1 Denominado Presídio de Nossa Senhora da Conceição, ciertamente erguido en barro y tierra, estaba cercado por una empalizada de madera y, en pocos años, se encontraba en ruínas, ante las renovadas incursiones españolas, entre las cuales sobresalió la de abril de 1762. En la ocasión, fuerzas españolas, (800 ó 1.200 hombres según las fuentes), en cuarenta canoas por el río Itonamas, atacaron el fuerte, guarnecido con cerca de 200 hombres, llevando al gobernador Rolim de Moura a retirarse con sus efectivos, en busca de refuerzos para desalojar los españoles. Para ese fin, Rolim de Moura equipó su flotilla fluvial de canoas con artillería liviana, solicitando auxilio a Cuiabá, a Vila Boa de Goiás y a Belém do Pará. Sospechando que la intención de los españoles era la de cortarle las comunicaciones a Vila Bela, determinó que un pequeño efectivo de veinte hombres, al mando del teniente de dragones Francisco Xavier Tejo, subiese el curso del río Baurés, atacando a la misión de San Miguel. Allí fueron capturados los padres Juan Romariz yFrancisco Espino, rindiéndose con ellos un contingente de 600 a 700 indígenas, sin resistencia. De allí el pelotón portugués partió para Vila Bela, en busca de los refuerzos y de víveres necesarios. Con ellos, Rolim de Moura volvió al ataque, consiguiendo pasar la primera empalizada del fuerte, siendo rechazado en la segunda. Después de una hora y media de combate encarnizado, de parte a parte, los portugueses fueron victoriosos, habiendo sufrido 24 bajas contra más de una centena por el lado español.3
Rolim de Moura fue sucedido en el gobierno de la capitanía por su sobrino, Juan Pedro da Camara (1764-1769). Aprovechando la oportunidad de la sucesión, los españoles reabrieron las hostilidades, concentrando un efectivo considerable (de 4 a 8 mil hombres, según las fuentes) en las márgenes del río Guaporé (octubre de1765), al mando de Juan de Pestaña (presidente de la Real Audiencia de Charcas en el Alto Perú.4 Ante la amenaza, el nuevo gobernador portugués solicitó refuerzos alPará, alertó al capitán mayor de Cuiabá, y guarneció el sitio de las Piedras con cuarenta hombres, reforzando las defensas del Forte de Nossa Senhora da Conceição.5

Del Fuerte de Braganza a la actualidad

Nuevamente arruinada en pocos años, la estructura fue reconstruida a partir del 26 de setiembre de 1767 (1768,6 y rebautizada, en 1769, por el gobernador y capitán general Luis Pinto de Sousa Coutinho (1769-1772), como Fuerte de Braganza.7
BARRETTO (1958) informa que, en el lugar en donde se levantó el antiguo Forte da Conceição, existía, en la época (1958), la "Fazenda Conceição".

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